Partida Rol por web

- Los Terrasini jamás le darían un encargo así a Salieri. Pero entiendo tu postura: a ti te han mandado de mensajero... y respeto su prudencia. Vitorino es un necio. Sólo le he dejado entrar en la partida por respeto a sus mayores. No quiero ofender sin necesidad a los Carveole.

- ¿Quién te ha hecho el encargo? ¿Cuál de los Terrasini es el que habló contigo?

- Ezzio.

Haram observa la reacción de su interlocutor. Koshak simplemente mueve afirmativamente la cabeza pero en ese gesto hay algo de aprobación. No parece haber un rechazo por Ezzio, más bien al contrario. 

- Ezzio является лейтенант Terrasini. Люди должны быть важно, если он отвечает за это. Обычно он должен будет прийти лично поговорить со мной, но я понимаю: они не хотят трений с Carveole из-Vitorino. Вы сделали свою работу Кошак. Вы не совершали, умный парень.

El profesor asiente una vez más antes de concluir la parte pecuniaria del asunto:

- Скажите им, что нет соглашения, но что они будут платить запись из его друзей. Две тысячи долларов за голову для организации. Более пяти тысяч выход для каждого из них, чтобы войти в игру. Я приведу их самостоятельно. Игра в пятницу, но регистрация закрывается в ночь на среду.

- Ezzio es el lugarteniente de los Terrasini. Tiene que ser gente importante si él es quien se encarga de todo eso. Lo normal hubiera sido que viniera él en persona a hablar conmigo, pero lo entiendo: no quieren roces con los Carveole por culpa de Vitorino. Has hecho bien tu trabajo Koshak. No los has comprometido, chico listo.

Diles que hay acuerdo pero que ellos pagarán la entrada de sus amigos. Dos mil dólares por cabeza para la organización. Más cinco mil de salida para cada uno para entrar en la partida. Me los traerás tú mismo. La partida es el viernes pero la inscripción se cierra el miércoles por la noche.

 Frank sonríe honestamente, como un niño que recibe un regalo en navidad.

- Хорошо. Просто еще одна вещь, и слева, чтобы украсть ваши время, когда я беру оплаты?

 - De acuerdo. Sólo una cosa más y dejo de robarte tu tiempo ¿Dónde he de llevarte el pago?

-  В библиотеке Bernard. Написать ему.

Koshak contesta dirigiéndose hacia el tipo del banco, que se levanta rápidamente. La entrevista al parecer ha finalizado.

- En la librería de Bernard. Déjale el dinero a él.

Frank conoce el lugar. Es una vieja de viejo que hay en el centro de la ciudad. Un lugar apolillado en el que nadie más que algún estudiante escaso de dinero entra de vez en cuando. Bernard es un viejo colaborador de Koshak, un judío que renegó de su fe cuando su padre lo desheredó y que ahora hace las veces de tesorero, prestamista y aval para jugadores desesperados.

Frank le hace un gesto con la mano a Ezequiel para que se ponga en marcha. Cuando llega a su altura le espeta, muy ufano:

- Hiemos cumplido. Voy a llamar a abogado desde cabina y después vamos a Puglia.

Frank elige una cabina telefónica cerrada, que se encuentra en plena zona de paso. No quiere llamar la atención buscando una cabina solitaria. Antes de cerrar la portezuela, le dice al español:

- Iecha un ojho. Si ves algo rharo, ponte delante mío, no llames ni abras puerta. 

Dentro de la cabina, Haram mira por el rabillo del ojo a Ezequiel. Comprueba que hay bastante gente pasando alrededor de la cabina, dificultando que le vigilen. Saca la tarjeta de Ezzio, y llama a su abogado.

- ¿Da? ¿Hablo con abogado de señor Landore? Soy Frank, iel señor Landore me dijho que contactara con usted, quiero avisarle de que ya tiene disponibles las sillas, serían catorse el conjhunto. Si le localisa, digale que iestaré en rhestaurante para concretar detalles de color y facturasión. 

Cuando el abogado cuelga, Frank mantiene el teléfono descolgado en su oreja izquierda, como si aun escuchara. Mira de reojo otra vez a Ezequiel. Coge unas monedas y con la mano derecha cuelga y marca otro número disimuladamente.

- Irina? Zapri tla in zadel cesti, kjer veš. Sem šel s prijateljem popraviti črno. To je diskreten, lepe, počakajte, dokler se ne konča. Danes se povzpnete, pridna in boste v redu z mano.

 [Esloveno] ¿Irina? Cierra el piso y ponte en marcha a dónde ya sabes. Voy con un amigo a arreglar lo del negro. Se discreta, preciosa, espera a que terminemos. Hoy asciendes, se buena chica y te irá muy bien conmigo.[Esloveno] 

Cuelga y se toma un par de segundos para recolocarse el traje. 

Sin haber cruzado ni una palabra con el escolta del Profesor y con medio cigarro aún en la boca, Ezequiel asiente a Frank y camina junto a él hasta la cabina.

Se queda fuera, aprovechando las últimas caladas del cigarro, mientras observa la calle.

- Jodíos rojos... - Murmura en español con una fugaz mirada en dirección hacía donde se había marchado el Profesor y su acompañante.

Al acabar de llamar Frank sale de la cabina. Nadie se ha aproximado a los dos hombres en el intervalo. La cosa está tranquila pero ninguno pierde detalle de lo que sucede a su alrededor.

Ezequiel vigila lo que pasa alrededor pero tampoco le quita ojo a Haram. La bronca del coche le ha puesto sobre alerta. Se da cuenta de que el ruso cuelga el teléfono pero antes de salir llama de nuevo. ¿No tenía que hacer una sola llamada al abogado? ¿A quién más ha llamado?

 Frank está risueño, alegre. Al salir de la cabina se frota brevemente las manos con intensidad cuando se detiene frente a su socio. Con algo de guasa, alzando una ceja, le pregunta a Ezequiel.

- Bueno ¿has notado algo rharo mientras hablaba ien cabina?

Su tono de voz no deja lugar a dudas: ha pasado algo, y ha sido el propio croata el que lo ha hecho. 

- Puede que no sea el mas aguilucho de tós pero ni soy tonto ni un crío. Que este terruño es mu distinto del hogar y haiga que aprender, no lo discuto. - Con evidente enfado sacó de nuevo el tabaco y ofreció uno a Frank antes de encender en suyo propio. - Que los huevos negros y pelúos ya los tenemos para andar a chuminás así, ¿no crees? - Gira un momento el rostro y escupe.

El enfado tan pronto como ha aparecido, desaparece y el rostro del español se relaja.

- Pues no se. - Se encoje de hombros. - Pero si tiès que hacer otra llamada a tapao, haz al menos que corta, un par de guantás al cajetín y marcas de nuevo. - Suelta el humo lentamente.

 Haram coge un pitillo, y se lo enciende satisfecho, sonriente. Parece que le hace gracia el genio del español, y su rápida disposición a la hora de nivelar la situación. Si, el rostro de Haram transmitía satisfacción por todos los lados.

- ¡Dobro! Ieso queria. Rhencor ies util para aprendisaje.

Con un gesto, le indica a su asociado que van de vuelta al coche. Una vez dentro, sin llegar a arrancar, Haram saca un terron de azucar de su bolsillo, desenvolviéndolo con cuidado y dejándolo encima del salpicadero, sobre el papelillo que lo envolvía. Mientras lo hace, pone al corriente a Ezequiel.

- Koshak ha dado su consentimiento a la partisipasión de los amigos de Terrasini, y a que nosotros iestemos serca. Tampoco habrá problema con Vitorino. Pero antes tenemos que llevar dinero de inscripsiones, antes de miercoles noche. Volvemos a Puglia a dar detalles a Ezzio. 

Saca la petaca, la abre y con sumo cuidado, deja caer unas gotas de coñac sobre el azucarillo, de modo que éste se empapa pero no llega a disolverse ni a perder su forma.

- Iespero que no tengas planes para el viernes. Vas a iestar serca de un ievento como pocos.

Arranca el coche y se pone en marcha, pero sin deshacer el camino, tomando otra ruta.

- Esequiel, ya tenemos la tarta. Ahora vamos a por guinda. ¿Llevas arma? 

Haram muestra una sonrisa cruel.

- Vamos a asustar a alguien para cogher guinda.

Mira con extrañeza los gestos del croata con el azucar y el coñac, hasta que sonríe finalmente.

- Va a ser de las buenas entonces. - Asiente. - Llevo, nunca me separo de ellas. Pero eso sí, lo mío no es pa' tirar cohetes si hay que liarse a tiros. Yo soy mas de tenerte cerca y luego tenerte en el suelo tirao cual gorrino.

Comprueba la calle, mas espabilado que antes, ya que esta visto que hay que ir con mil ojos y aunque la ruta sea otra, nunca se sabe.

- Lo que me preocupa es que salte la liebre antes de tiempo o que con mucho dinero moviéndose, un nombre a destiempo o una insinuación, la lien del tó.

 Haram conduce a buen ritmo, manteniéndose en calles principales salvo un par de giros por secundarias, que les llevan a otras calles paralelas. En tono neutral, sin pretender dar clases a nadie sino sólo exponer la realidad, comenta:

- Ien partida ies posible que haya problemas, da. Mucho dinero, desconosidos, Salieri... ies lógico que los haya. Ies la "faena", para ieso nos nesesitan. Tendremos que iestar rhápidos. Pase lo que pase la prioridad son los invitados. Llegado el caso, primero iellos que iel compañero. Tanto tu como yo. 

Resopla.

- Y Salieri también ies importante. Sacarle de aprieto será bueno, si idiota cabrea a alguien. Italianos apresian familia, aunque odien familia. Sería favor que deba. Ieso bueno para nosotros.

Se rasca la nariz.

- Pero por ahora, sentrémonos ien la guinda. Ne será nesesario pistola, mejor tu herhamienta que pistola, da, sólo ies poner orden.  Vamos a ver a un negro, a quitarle negosio. Iestará en la calle, yo le ientretengo con cháchara y tu le sorprendes por atrás, cuchillo al cuello para que no se mueva. Ientonces le apretamos tuercas, y si ies listo, le dejamos irse con aviso.

Desvía la mirada a Ezequiel un momento. Expresa confianza.

- Sólo es un pringado, no será nesesario ienfriarlo. Tampoco conviene llamar demasiado atensión.

- De acuerdo. - Asiente, sin tener mucho mas que decir.

Pasan las calles, un giro aquí, otro allí, un par de molestos semáforos en rojo.Gira el rostro un poco, sin dejar de ojear la calle, para mirar a Frank al hablar.

- ¿A qué se dedica el negro para haber molestao a Kosak? - Si su pronunciación ya es mala de por sí, intentarlo con un nombre eslavo casi hace daño a los oídos. - Porque esto es bajo mano de él, ¿no? Para que podamos estar presentes allí, por parte de la Familia...