Partida Rol por web

La Fortaleza de la Frontera

Prólogo

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23/03/2015, 09:50
Dungeon master

La Fortaleza de la Frontera es el último bastión entre el Reino Bosque y las tierras de Caos que se extiende más al norte de las planicies de ELtauro denominada Naciones Orcas . Aquí en las tabernas se buscan aventureros para enfrentarse con la siempre presente amenaza del Caos.  Reconstruido desde sus ruinas,  como un ave fénix renace de sus cenizas, el bastión se erige proyectando su sombra sobre un mar de hierba, vigilando el paso a la Marca del Este. El enemigo ha retrocedido pero los guardias permanecen atentos y siempre vigilante de lo alto de las almenas porque saben que siempre acechante están las sombras que se ocultan tras el cobijo de las rocas.

La Fortaleza de la frontera se halla en lo alto de un promotorio que se erige en medio de una foresta. Desde las torres y almenas se tiene una buena panorámica de  la llanura de Eltauro situada entre la barrera rocosa de Liafdag y el Gran Pantano. Estas praderas sin fin están plagadas de ruinas del pasado donde se ocultan criaturas y montruos, que deben ser destruidas, pero los efectivos están limitados, por eso la Fortaleza requiere de valerosos aventureros dispuestos a sanear la zona y, de camino, conseguir algo de tesoro y renombre.

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23/03/2015, 10:13
Dungeon master

Una caravana viene a toda velocidad por el camino que parte del camino de la Mantícora. El sol ya está poniéndose y Herald el sarjento encargado de la proteccioósabe que numerosas bandas de trasgos pululan por el Bosque negro.  Un gran carretón tirado por caballos are la caravana y tres carretas más componen la hilera, en ellas hay viajeros, provisiones y otros artículos: su destino la Fortaleza. Los caballos avanzan a galope tendido por el camino, puede verse la encrucijada donde se ramifica en dos caminos, uno al norte que conduce a la Fortaleza y otro al noreste adentrándose en tierras de Ungoloz.  Al llegar al camino del norte, los jinetes pican espuelas y enfilan el sendero que discurre al este del frondoso Bosque Negro. En el linde abundan los robles y rocas, ideales para una emboscada y Herrald lo sabe.

El sargento hace una señal con la mano y la caravana disminuye suu velocidad. Bien sabe que a esa velocidad pueden volcar las carretas y no ayudaría en nada. Herald madice  el contratiempo: si no se hubiera roto esa maldita ruida, estaríamos en nuestro destino y no en el peor lugar en el peor momento. Su experiencia le advertí de la vulnerabilidad de la caravana y dio las órdenes pertinentes a sus hombres y avanzaron por el sendero. Entonces  jirones de niebla empezaron a flotar para compliar la situación

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23/03/2015, 10:31
Dungeon master

- ¡Todos en formación! - grita Herald - Esto  no me gusta nada.

Como respuesta a la inquietud del sargento, de entre la niebla tras un recodo surgen n brillar de ojos llameantes fácilmente identificables con un lobo.  Luego surgen más y sobre ellos, gritando  y aullando como bestias, pequeños duendes de piel verdosa y miembros retorcidos. En pocos instantes  está sobre ellos. 

Ojos rojos enmarcan rostros con narices retorcidas y bocas grotesas con dientes amarillos y torcidos, se lanzan sobre las carretas tratando de acercar sus monturas hacia las carretas para saltar. Sus aullidos obscenos se entremezclan con los lobos en un feroz cántico de gruerrea. Las flechas silvan, los lobos se colocan junto a las carretas mienras sus ocupantes luchan desesperadas por evitar que los goblins suban. 

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23/03/2015, 12:50
fred

Después de subirme en la carreta empieza mi viaje hacemos varias paradas y recogemos toda clase de guerreros, magos, ladrones y hasta otros paladines se unen al grupo, el viaje es largo y aburrido me gustaría decir algunos chistes pero el estar con personas me retiene ya que no quería una discusión nada mas empezar mi aventura pus solo me siento en un lateral y me quedo callado todo el viaje.

Durante el viaje me doy cuenta de que Herad no está muy contento por el camino que toman pero no le presto mucha atención, la carreta baja la velocidad después de un rato galopando, escucho a Herad gritando y también los aullidos de los lobos enemigos? los purificare con mi espada digo a la vez que me levanto y me coloco cerca de una ventana joder en estos momentos me gustaría tener una espada menos pesada, pienso a la vez que veo de reojo a un jinete le lanzo un estoque los mas rápido que puedo y logro matar al goblin dejando su montura desorientada, noto con mi adicion que hay otro goblin en el techo pues las pisadas de sus botas eran notables así que le doy otro estoque rápido hacia arriba pues si hago tajos con una gran espada aquí la cosa se torcería un poco, noto quejidos de dolor y veo por una ventana como cae del techo y ustedes que permanecerán estáticos todo el día levantad sus espadas o mazas y defended la caravana digo para infundir mas iniciativa en mis compañeros pues mi espada era muy grande para una pequeña carreta y no podía moverme a gusto. 

 

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23/03/2015, 12:56
Elderane Irathor

El nerviosismo es latente en el ambiente. Todos sabemos que nos pueden atacar en cualquier momento, y es mejor estar preparados para cualquier eventualidad. Así mismo la tensión aumenta en la misma medida que la velocidad de las carretas.

Me sereno, y en pensamientos hago una pequeña plegaria:

Velex, que tu fuerza y tu rectitud guíe mis manos y mi ser para defender y ayudar a quienes lo necesiten, para que lleguen sanos a la fortaleza y puedan completar sus objetivos. Que cualquier ser que ose dañar a estas personas sean castigadas bajo el yugo de tu justa razón.

En ese momento comienza la niebla y los gritos y aullidos mientras escucho los gritos del sargento Herald, con lo cual me paro y me pongo en posición para cumplir con mi misión: permitir que llegue la caravana sana y salva a la fortaleza.

Los lobos son los primeros en aparecer, después las corruptas y pusilánimes cosas verdes llamadas goblins... Era de esperarse una jugada tan sucia por parte de seres tan despreciables.

Saco mi espada y acomodo mi escudo, poniéndome en una posición lo suficientemente cómoda como para empujar a mis contrincantes y en el mismo acto poder atravesarlos con mi espada.

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23/03/2015, 20:33
Jillian Saracarp

Estos viajes son de lo más aburrido... pero pagan bien.

Pensaba mientras soltaba un sonoro suspiro, oculta y tumbada sobre la carga. Llevaba un buen rato lanzando una daga contra la madera de la caravana, para luego tirar de ella y volverla a lanzar. Tirar de ella y volverla a lanzar... Tirar de ella y...

Alguien gritó fuera.

¿¡Qué ocurre ahí!?

Asomé la cabeza por una apertura de la caravana y una flecha negra se clavó a escasos centímetros de mi cara.

Escuché la arenga de un Paladín alertando a la escolta.

- jajajajajaja - ¡¡al fin algo de entretenimiento!! no pude contener una escandalosa carcajada mientras escalaba con habilidad hacia el tembloroso techo de la caravana.

Un goblin estaba ahí esperándome y pretendía arremeter contra mi cuando una larga espada atravesó el techo en un decidido movimiento vertical que logró alcanzarlo. Su cara de desazón, sorpresa y dolor hizo que de nuevo volviera a estallar en una carcajada.

- jajajajajajaja

Ya estando arriba pateé al goblin malherido haciéndole caer del techo.

Un zumbido, ¡una flecha! la esquivo ladeando mi torso y mi cuello.

Con una sonrisa en mi rostro veo el autor del disparo cabalgando a lomos de un lobo paralelo a la caravana. Saco una moldeada piedra del saquito sujeto en mi cinturón y descuelgo la honda de mi espalda. Colocó con sumo cuidado la piedra e inicio un movimiento circular sobre mi cabeza hasta alcanzar la velocidad necesaria.

Lancé con precisión el proyectil, que alcanzó con violencia la cabeza del trasgo. Su cuerpo cayó bajo las ruedas de la caravana y provocó un leve salto del carruaje que hizo que me despegara unos centímetros del techo y me arrancó de nuevo una carcajada.

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24/03/2015, 02:41
THALOS

¿Cuánto faltará para llegar? Los viajes largos en carreta, sin alguna entretenida pelea, me aburrían en demasía. Decidí sacar mi daga y jugar un rato con ella para matar el tiempo.

A medida que pasaban las horas, más aventureros se iban sumando al viaje. Thalos observaba a todos con aire de desconfianza y los miraba directo a los ojos, intentando hacerles saber que no quería que lo molestaran...pero de repente una hermosa mujer con el sol en los cabellos hace su aparición en la caravana...¡Por todo el acero de Ungoloz! Que belleza de guerrera...este viaje comienza a ponerse interesante.

Cuando se disponía a entablar una conversación con la muchacha el grito del sargento irrumpe el ambiente para hacerme saber que estabamos siendo atacados. Baaahhh ¡Que inoportunos!

 ¡Si es sangre lo que estos engendros del infierno quieren...tengo mi hacha para complacerles!

Sacando casi medio cuerpo por la ventana,ataco al goblin que mas cercano tengo, quien estaba a punto de larzarme una flecha,pero mi hacha fue más rápida y su cabeza cayó y rodó por la tierra...

¡¿Quien más de ustedes quiere morir hoy?! Grito agitando a mi compañera de batallas....

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24/03/2015, 17:25
Asilem Duarig

En la tranquilidad del viaje, la guerrera observa a todos los que viajan - Es una variedad interesante - piensa mientras su mirada pasa por todos los que tiene a mano. - Mmm este podría ser un buen compañero , y este también, y ¡OH! ella también...-

Pero el capitán , Heral interrumpe el divagar de la joven, logrando que esta preste atención.- ¿¡Que rayos sucede!? - Al mirar por la ventana, se madruga con lobos y unos engendros verdes atacando la caravana. Todos están alertas, pero solo el vozarrón de un hombretón, la saca de su asombro. - ¡¡ La acción ha comenzado!! Despierta tonta. - se auto reta por no estar lista.

Desenvaina su espada, sus nudillos quedan blancos por la fuerza en que toma la empuñadura, y desde la carreta salta, lanzándose contra unos de los engendro, así clavandolo en el medio del pecho. - TOMAAA- Y con una pata frontal lo saca de su espada.
Pero cuando levanta la vista, ve un lobo saltar a su cuello. Con un rápido movimiento, se tira al piso con su espalda en el mismo y con una pierna estirada , lo hace pasar de largo, catapultan dolo, hacia otro lobo, el cual estaba a punto de atacar a un mercader. -¡¡ VAYA SUERTE LA MÍA !! JA - Y se prepara para arremeter contra otro.

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24/03/2015, 18:32
Thynerus

Estaba incómodo, enclaustrado en aquella traqueteante carreta. Meditaba acerca de mis errores pasados y en el futuro incierto que se echaba encima. A mi alrededor había gente de los más variopinta: guerreros taciturnos, bribones inquietos, santurrones de esos que alaban a los dioses…y algún que otro practicante de magia. Supongo que debería de sentir empatía hacia otros magos, pero la verdad es que, es que…pues no, ni por asomo. Menos todavía hacia esos que parecen rezumar talento. ¡Bah!

Aunque he procurado tolerar a los clérigos, por su innegable utilidad, la verdad es que los paladines resultan enervantes. Así que mucho cuidado con ellos, sobre todo de ese Fred, que parece estar un poco ido con eso de impartir justicia a lo bestia y todo lo demás. Dignas de admiración, eso sí, las mujeres audaces que salen a la aventura, tan diferentes de esas pusilánimes de la nobleza que solo lo calibran a uno en función de la posición social y la riqueza. Que fascinantes resultan las damas armadas hasta los dientes, si señor.

No me hicieron gracia las palabras preocupadas del encargado de la caravana, ese tal Herald que tiene menos gracia que un canto rodado. Aún menos gracia tuvo la irrupción la niebla que se espesa alrededor. Fue como una bienvenida funesta, quisiera estar en cualquier otro lugar.

—¿En formación, dice? No sé para qué rayos y centellas vamos a…

Desde luego, no soy el primero en reaccionar cuando se inicia el ataque. Al menos creo que conservo la compostura, no voy a dejar que esos bichejos miserables se crean que el gran Thynerus tiene miedo, o algo similar.

Me levanto con cautela. Tengo la firme resolución de permanecer en la carreta, lejos de cuchilladas traicioneras, con una visión lo mejor posible de lo que me rodea. Desde el principio decido que debo de permanecer no muy lejos de algunos de los luchadores, mejor protegidos que yo y más acostumbrados a dar y recibir estopa.

Esgrimo con firmeza el bastón de recia madera. Si uno de esos apestosos monstruillos se acerca lo suficiente, partirle el cráneo sería un placer, poco sutil pero necesario. Por si acaso, repaso mentalmente mi todavía escaso bagaje de conjuros. Si la situación llega a complicarse más de la cuenta, un poco de magia será de utilidad para reforzar al acero.

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25/03/2015, 06:44
Windar Glebea

La melancolía llenaba todos los rincones de mi pequeño cuerpo, la tristeza invadía mis ojos, llenándolos con gotas de desprecio y soledad. Sentado en la esquina de una carreta de tal forma que no molestara o que nadie me molestara a mi, viajaba adormecido por la incomodidad del viaje o simplemente por la perdida de pasión para vivir, hacia el inicio de una "nueva vida".

Nunca hubiera pensado que la traición fuera tan dolorosa o que me perjudicara tanto anímicamente, simplemente evitaba pensar en ello, mientras intentaba sobrevivir ante este sentimiento corrosivo que tenia dentro.

Aunque era difícil, dicha incomodidad del viaje evitaba que pudiera pensar claramente entre bullicios y empujones cada ves que la rueda de la carreta pasaba sobre una zanja o una roca. Sin embargo no había sentido tanto alboroto en la carreta hasta este momento.

Sigilosamente me asome hacia afuera de la carreta y logre observar como eramos asechados por seres monstruosos y repugnantes.

"Que bien, si mi destino es vivir atormentado por estos sentimientos, que mas da que muera en este momento" pensaba mientras me resignaba a morir en este campo de batalla, sin embargo al observar nuevamente hacia el campo, la pasión de bravos guerreros y sobre todo la valentía de una pequeña, que parecía ser mas bien una mediana adulta, que después de cada acción se creaba una onda en perfecta en su cabellera, llenaban mi corazón de ciertos sentimientos que me habían abandonado ya hace un tiempo, esos sentimientos que crean leyendas de la nada y que forjan amistades de desconocidos.

Casi inconscientemente, tome la cantidad necesaria de proyectiles e involuntariamente lance contra los pequeños monstruos gritos de sed de pasión con mi poderosa honda.

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25/03/2015, 14:00
Olrig Trueno Rugiente

Cuando comienza el ataque , permanezco en  mi sitio, tranquilo evaluando la situación y buscando en mi saquillo de ingredientes unos pétalos de rosa para poder lanzar el conjuro de sueño si alguien se acerca con malas intenciones.

 Es una oportunidad única de observar y valorar las técnicas y destrezas del resto de viajeros, nunca sebes cuando cada pedazo de información y saber puede serte útil, así pues enfoco toda m atención hacia la batalla, perdón masacre, que se esta produciendo, de todo el maremagnum intento sacar cuadros concretos de cada uno de los integrantes de la caravana, para ver como combaten, que estilo usan, cuales el atributo rey en su forma de combatir, fuertes golpes para la fuerza o ´rapidos golpes para la velocidad o la destreza.

 Ahora somos compañeros quien te dice que mañana por la noche hayan bebido de mas y sean tu oponente para ese trance. Información y conocimientos a eso dedico mi vida y mi juramento a la Orden del Libro, aún me conmina más a ello.

 

 Así pues permanezco en mi sitio diseccionando la batalla combate a combate, técnica a técnica, muerte a muerte, parece que el grupo que conformaba la batalla, tenía tablas en esto de las emboscadas o en despachar enemigos con la fuerza de su brazo y el poder de sus armas

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25/03/2015, 15:40
Sildar uth Corvix

La tranquilidad del viaje se interrumpia por el tenue traqueteo de las carretas, los trinos y el lejano susurro del viento. Era un día placido para viajar con calma hacía un lugar incierto y distante. Al llegar a las lindes del bosque observaba el lugar con interes, parecía un buen sitio para que unos desalmados asaltaran la caravana y parecía que la meteorología predisponía esa ayuda. El sargento al mando de la escolta parecía totalmente consciente y eso relajo tibiamente la inquietud del Joven Clérigo norteño.

-Oh Gran Velex, Dador de Gloria y resplandor que ilumina los fuegos de la guerra, concedenos fuerzas para empuñar el acero bajo las estrellas y honor para morir en la batalla si fuera tu voluntad.- Tras recita la letanía del anochecer los gritos del soldado perturbaron su calma, la voluntad del Gran Guerrero, del Señor de las Espadas, era inescrutable. Se precipitó para defender el carromato e incitaba a los que se hallaban cerca a seguirle.- ¡Formad un perimetro en torno a la caravana! ¡Afianzad vuestros pies y confiad vuestro destino al Gran Guerrero!

Adelantó su escudo afianzando su posición, mientras guardaba el carro que le rodeaba de la presencia de los goblins.

-Tened presente esto- dijo a voz en grito mientras lanzaba un mandoble con su maza- Si es voluntad de Velex, esta noche brindaremos ante él.

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26/03/2015, 00:59
Llanowar

Apreciando el buen día desde la ventana de la carreta en la que viaja, Llanowar sonríe agradecido a Valion por el paisaje presente. Sólo se pregunta por dentro cuales serán los designios de su dios, qué clase de misiónes le traerá por éste lugar. De pronto cuando advierte ruidos extraños , comienza a susurrar plegarias más bien de memoria "VALION FORTALECE MI MANO Y GUÍA MI MAZA, DAME UNA MUERTE DIGNA SI ES EL CASO Y PERMÍTEME HONRAR TÚ NOMBRE". Finalmente la preparación de su oración no fue en vano, y Baja Cuanto antes de su carreta para hacer frente a la amenaza: Tratando de frenar las embestidas enemigas con su escudo y contratacando con su maza directo a los cráneos goblin. Advierte que uno de sus compañeros con espada de gran tamaño (fred) está algo incómodo atravesando goblins, Aunque no tiene problemas en defenderse, opta por acercarse a él para brindarle protección extra con su escudo y sigue triturando cabezas de lobo y goblin sin descansar ni un momento.

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26/03/2015, 18:32
Dungeon master

Todo es un caos. La primera oleada de goblins se retira para reagruparse, no parecen dejar de aparecer, eran infinidad de ellos. Los lobos con sus jinetes se reagrupan, se disponen a volver a atacar. Las flechas silban.  Uno de los conductores de la carreta recibe un flechazo y pierde las riendas, ésta amenaza con volcar. Uno de los aventureros de lanza para recuperarlas y el carro parece recuperar precariamente la estabilidad. Los soldados van cayendo poco a poco, pero se mantienen firmes. Uno de ellos se aparta del grupo para cabalgar dirección hacia una zona elevada, parece que porta una de las antorchas, recibe cuatro flechazos en la espalda pero, ignorando el dolor, lleva hasta un pequeño promontorio y comienza a mover la antorcha de un lado hacia el otro hasta que pierde el aliento y cae del caballo. Al instante, en respuesta una luz surge desde lo alto, proviene de la Fortaleza de la Frontera.

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27/03/2015, 10:21
Elderane Irathor

Observo que la desorganización para la defensa de la carreta se va haciendo cada vez más latente... Y era de esperarse, son demasiados para los que estamos aquí. Lo que no impediría que la viles bestias que me atacaban sintieran el filo de mi espada y la ira de Velex sobre su ser.

- ¡Vamos bestias! ¡¡¡Que Velex caerá con toda su furia sobre ustedes!!! ¡Yo los llevaré a la redención y a la luz!

Digo mientras me dispongo con mi escudo al frente y esperar la próxima embestida.

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27/03/2015, 22:11
MarXaf

¿Es que me acabo de despertar? Porque ni cuenta me dí, de que ya estabamos en medio de una pelea.

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27/03/2015, 22:25
fred

El fervor de la batalla cubre nuestros corazones y me doy cuenta de que es hora de pelear en serio por lo que doy un paso hacia delante, salto de la carreta y grito PRUEBEN LA FURIA DE MI ESPADA, dicho esto con un corte vertical mato a 2 goblins pero una flecha atraviesa mi hombro. Así que trato de resistir el dolor, saco la flecha de mi hombro y veo que la herida no es muy profunda por lo que sigo corriendo hacia el frente y empiezo a ir entre los arboles acercándome poco a poco a donde estaban los arqueros. Antes de seguir corriendo, me paro un momento y utilizo una técnica que me enseñaron en uno de mis viajes y tiro piedras para todos los lugares para que el enemigo piense que hay mas de uno y así hacer que me ignoren.  

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28/03/2015, 07:39
Sildar uth Corvix

Las defensas empezaban a sucumbir y verse abrumadas por la acometida de las hordas goblins, aunque estos estuvieran pagando cara su osadía. Apenas unos pocos hombres defendían los carromatos y muchos yacían sobre el pedregal del camino. Manteniendo a raya a los Goblins, con la cota de malla manchada de Sangre y el escudo lleno de abolladuras, Sildar sostenía el terreno bajo sus pies con la firmeza posible pero era evidente que la muerte era el único destino sino recibían auxilio alguno.

-Reagrupaos, proteged a los civiles, por Velex- gritaba a los guerreros que le rodeaban- No rompais el circulo, alzad los escudos, proteged a los ancianos y los niños

Mientras empuñaba su maza, musitaba una ultima oracion quizas temiendo un final inevitable o solo por mantener la concentración

-Velex permiteme alcanzar una muerte rápida e indolora, concedeme el gozo de la Gloria y el recuerdo Honorable para que pueda servir dignamente en tus filas celestaliales.

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28/03/2015, 20:43
THALOS

Más y más engendros aparecieron en el camino y muchos hombres salieron heridos, intentando defender a los suyos .Pero para Thalos este caos era una fiesta...

¡¡¡VENGAN A MI,RATAS!!!LES ENSEÑARÉ COMO LUCHA UN GUERRERO DE VERDAD...Grito mientras salto de la carreta para caer en medio de un grupo de globlins, agitando mi hacha me lanzo sobre ellos, sangre y gritos inundaban mi alrededor ,más mis enemigos estaban embravecidos,por cada uno que caia otro tomaba su lugar.

¡POR EL GRAN MISTERIO! ¡¡TODOS MORIRAN...PRONTO ESTARAN ANTE SUS VILES DIOSES!!

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29/03/2015, 15:52
Bran

- ¿Eh…? ¿Qué diab…?

Un agudo chillido de triunfo había retumbado de repente en el interior del carromato, y los gritos de desesperación de sus ocupantes pronto se unieron a él, confundiéndolo todo en una ensordecedora cacofonía de terror y de muerte.

Quizás fuera el espanto que traslucían las voces, o la rabia obscena del agresor, o tal vez la alarma que se adivinaba tras aquellas gargantas desgañitadas por el miedo. Puede que simplemente fuera por lo reducido del espacio, que hacía retumbar todos los sonidos y los amplificaba de una manera siniestra, sobre todo aquellos que surgían desde apenas unos palmos de distancia. En cualquier caso, aquello fue suficiente para arrancar por fin al guerrero de la profunda modorra en la que se encontraba, aunque todavía le llevó un buen rato entender lo que ocurría a su alrededor.

Echado en el rincón más apartado del pequeño recinto, y durmiendo a pierna suelta desde que se incorporara a la caravana, BRAN no había percibido la furtiva irrupción del goblin, que se había colado por la apertura trasera de la carreta aprovechando que la mayoría de sus más valerosos defensores habían abandonado el vehículo para dar batalla desde tierra firme. Tampoco había sentido el griterío que provenía del exterior, provocado por el devenir de la escaramuza, ni mucho menos el brusco traquetear del carromato en su desesperado intento de huida.

En verdad, nada en el mundo parecía capaz de perturbar el sereno descanso del guerrero. Tanto así, que de no ser por sus sonoros ronquidos, algunos de sus acompañantes en el vehículo bien podrían haber pensado que se encontraba muerto. En cierta medida, aquello no habría estado tan lejos de la realidad.

Pues lo cierto era que Bran se había cruzado con aquella caravana justo cuando ya sus últimas fuerzas empezaban a abandonarlo. Hacía semanas que vagaba sin rumbo por el descampado, durmiendo a la intemperie, extremadamente poco y mal, y comiendo cualquier inmundicia que cayera en sus manos. Estaba desesperado por una pinta de agua limpia, y ya ni recordaba la última vez que había disfrutado de un fuego.

Los líderes de la caravana debían de haber adivinado al instante que se trataba de un fugitivo. O quizás de un desertor o algo peor. Pero al parecer habían preferido creer sus burdas mentiras y lo habían tomado como uno de los tantos refugiados que aún se arrastraban por aquellas inhóspitas regiones. Tal vez estaban más desesperados que el propio Bran, pero el famélico mercenario apenas si se preocupó por ello.

Quizás había llegado el momento de pagar caro su falta de astucia…

Aún atontado por el sueño, y sin que su mente alcanzara realmente a reaccionar, el otrora fornido guerrero apenas si atinó a alzar su espada cuando la desquiciada criatura se abalanzó sobre él. Tumbado en el piso de la carreta, y apretujado entre los numerosos bultos de víveres y mercancías que la abarrotaban, su posición era no solo precaria, sino sencillamente imposible, y quizás por ello aquel inmundo diablo que lo atacaba se arrojó contra su cuerpo con absoluta temeridad, desestimando cualquier posibilidad de reacción que su presa pudiera improvisar.

Pero la Fortuna había querido que aquel día en particular, ese preciso goblin fuera armado simplemente con un primitivo puñal de hueso, que no era rival para el alcance superior de la espada larga que Bran alcanzó a desenvainar justo en el último instante. Así que, en su afán por cebarse sobre su presa, la enfervorizada criatura solo consiguió ensartarse la fría hoja del guerrero en las tripas, casi por si misma y prácticamente sin que éste tuviera que hacer el más mínimo movimiento, solo dejar que el piso de la carreta sirviera de traba.

Bran demoró algunos instantes en desembarazarse del cuerpo sin vida del bichejo, que había caído exánime sobre él, y tardó todavía un poco más en liberarse por fin de la incómoda posición en la que se encontraba. Luego de ello, observó con detenimiento a los que aún permanecían en el carro, deteniéndose en cada una de sus facciones, aunque más para recuperar el aliento que para comprobar que se hallaban fuera de peligro.

Finalmente, se dirigió hacia la abertura que servía de ingreso al carromato y observó lo que ocurría en el exterior.