Partida Rol por web

El mediano bebe un poco más respirando más calmadamente. Señala el bosque.

- Eran como ocho criaturas de mi tamaño - responde pensando con cuidado - eran como un híbrido entre rata y humanoide, tenía fieros colmillos y hablaban común con un siseo estremecedor

Al ver al halfling me pongo en guardia, más al escuchar su relato.

- Alguien debería quedarse con él para que esté seguro. - digo mientas me adelanto unos pasos. - Aparentemente provienen de donde tenemos que ir nosotros. Seguramente lo encontraremos - digo para calmar al mediano. - No deberíamos perder más tiempo. Tenemos que ponernos en marcha si el ataque fue reciente. 

Me dirijo al mediano, no te preocupes, haremos todo lo que podamos por tu hermano, escucho las palabras de Elderane y asintiendo con la cabeza confirmo sus palabras, tenéis razón Elderane, si queremos encontrarlo debemos partir de inmediato, o se queda alguien con el mediano o que venga con nosotros, preparo mi arco y empiezo a adentrarme en el bosque...

Tomo sus armas y su equipo.

Sí hay que salir ya, salgamos dijo.

Lo cierto es que me satisface la actitud del clérigo, me tiene en cuenta y eso lo aprecio. Sin embargo, ante su pregunta niego con la cabeza.

—Podría averiguar algo pues hay un conjuro muy útil para ello, pero ahora no lo tengo en mi cabeza— Me señalo la frente—. Necesitaría estudiar mi libro de conjuros para acceder a dicho conjuro, y poder detectar si hay ilusiones o disfraces mágicos en lo que se refiere a nuestro pequeño amigo.

Luego escucho a los demás, y sobre todo al halfling. 

—Es cierto, tenemos que darnos prisa y partir tras ese rastro. Pero yo no dejaría a éste pequeño aquí a solas, ni dividiría nuestro grupo. Llevémoslo con nosotros, nos libraremos de complicaciones y además podría sernos útil lo que nos pueda decir.

Sonrío significativamente al mediano, a la vez que me preparo para seguir el camino.

—¿Y cual es tu nombre, por cierto?

«No dejaré de vigilarte, pequeño ratonzuelo»

- Yo si no os importa os acompañaré, no soy capaz de esperar aquí sentado sabiendo que esos mal nacidos tienen a mi hermano - se apresura a sentenciar cuando escucha al elfo - Si vamos, cuanto más tiempo pasa menos posibilidad de encontrarlo vivo - añade cuando Sildar apremia.

Se ajustó el martillo al hombro y echó a andar. Asumió que formarían como caminaron en el camino de ida. Llamó al mediano con la mano.

Irás a mi lado, estaras mas seguro luego miró al mago, con cierta inteligencia para que se colocará tras ellos, asi tendría un buen par de ojos vigilantes en su espalda.

Espero que pasen todos y como había hecho antes, me pongo a la retaguardia. Con la espada y el escudo equipados, alerta a cualquier movimiento. No vaya a ser que nos sorprendan y quedemos igual que el mediano que acababamos de encontrar. 

Me muestro levemente ofendido cuando el mediano ignora mi pregunta. Parece que es más amigable con Elessar, pues allá él, pequeñajo miserable.

—¿Tu nombre es secreto, deduzco? —digo en tono petulante—. El mío es Thynerus, habitualmente persona agradecida con los que me ayudan. A ti creo que te llamaré «Ratonzuelo», si te parece bien.

Acto seguido hago caso de Sildar y me sitúo a la espalda de ambos. Me doy la vuelta y sonrío con elegancia (eso pretendo) a Elderane, feliz de que ella nos guarde las espaldas.

- ¡Qué descortés! No me he presentado con el sofoco - responde ante las palabras del mago - Me llamo Darek, si no le importa prefiero que me llame por mi nombre.

Mientras ocupo mi lugar delante del grupo no dejo de sonreír ante la conversación de Thynerus y nuestro nuevo compañero Darek, no te preocupes Darek si ese es tu nombre así te llamaremos, hasta el enigmático Thynerus así lo hará...verdad,sonrió a Thynerus con complicidad...pongámonos en marcha el tiempo apremia si queremos dar con el hermano de Darek.

La sonrisa que me dedica el mago hace que se la devuelva, apareciendo nuevamente, aunque por un fugaz instante, el brillo inocente y alegre con el que la habían conocido, más una vez terminado ese momento de cortesía, la mirada atenta y fría vuelve a aparecer, mirando hacia todos lados, atenta a cualquier movimiento que pueda poner en riesgo la integridad de cualquiera de los integrantes de este variopinto grupo.