Partida Rol por web

Resultaba francamente sorprendente cómo el brasileño conseguía saltar, rebotar, retorcerse sobre sí mismo y la misma esencia del espacio y, a pesar de todo, seguir controlando su propia ubicación y movimientos con la precisión con que lo hacía. Un vistazo le bastó para ver el caído, la presa y a nadie más.

-¡Aguántamelo así un momentito, Vulcano! -dijo Parkour y sin esperar un segundo ya estaba volteando piernas en un remolino aéreo que acabó en un impacto (o tal vez más, aunque era difícil saberlo por la velocidad de sus movimientos) en el colombiano, que ya estaba de rodillas. Aunque ya casi se podía dar por zanjado el asunto con estos grandullones, pero uno nunca podía confiarse en un "trabajo" como este.

Espero a que el brasileño golpee a la mole para dar un gran salto con el monstruo entre mis brazos para después lanzarlo contra el suelo usando la gravedad para ayudarme y en la caída le aguanto el cuello para que no consiga moverse.

Viendo que VanCamps no escarmienta, Murúa no lo duda y aprieta el gatillo. El holandés no se molesta siquiera en esquivar, extendiendo sus brazos para recibir la letal descarga energética, que en lugar de impactar en su torso, parece disiparse en el aura que lo rodea, incrementando la potencia de esta.

-Eres un nene malo, Murúa... Regeneración ¿no? Alguien está bastante convencido de su propia invulnerabilidad, verdad? No te preocupes... Tengo justo lo que el doctor recetó para casos de sudacas mediocres...

El aura alrededor de su cuerpo comienza a agitarse...

En una sola acción combinada, Parkour impactó varias veces contra el oponente que tenía agarrado su compañero, tras lo cual Vulcano lo arroja violentamente contra el suelo, y le pone el pie en el cuello, al tiempo que de su rodilla para abajo comienza a extenderse su forma de lava viva, descendiendo lentamente hacia la punta de su pie, cuando el gemelo derribado por la doctora exclama

-ARRESTENNOS!!! NOS RENDIMOS!!! Solo dejen a mi hermano...

Murúa se mueve rápido a un costado al tiempo que descarga el blaster una vez más contra el enloquecido doctor.

+ Uno más por acá y terminamos. Habrá que hacer unas cuantas preguntas.+

+Por aquí estamos terminando. ¿Necesitan ayuda?+ dijo Parkour por el comunicador, llevándose la mano al auricular.

Desplazándose hacia su izquierda, Murúa descarga su arma contra VanCamps, reaccionando más rápido que el holandés; sin embargo, esto no parece intimidar a su oponente, que busca activamente ponerse en el camino del arma, avanzando implacable hacia el argentino mientras recibe los disparos con una sonrisa demente.

-¿QUÉ PASA MURÚA? TU JUGUETITO COSTOSO NO ESTÁ TENIENDO EL EFECTO QUE ESPERABAS? ¿Sabes que es lo bueno de absorber energía? QUE TODO ESTÁ HECHO DE ELLA...

¿Y QUE SI NO PUEDO MATARTE? VEAMOS QUE PASA CUANDO LE QUITAN TODO CALOR AL AIRE QUE TE RODEA, Murua.

Dicho esto, abre los ojos de manera desmesurada, y el aura púrpura que lo envuelve se agita violentamente mientras la temperatura alrededor de Murúa desciende estrepitosamente hacia el cero absoluto. Con reflejos extraordinarios, el argentino se da cuenta que tiene que salir de ahí, pero gruesos cristales de hielo han comenzado a formarse sobre él. Quizás ya sea demasiado tarde.

Los acontecimientos alrededor de Parkour le eclipsaban en cierta medida, así que entre el ruido atronador de golpes titánicos, disparos de armas de última generación y demás, en un momento dado resultó casi imposible saber dónde se había metido. En el aire, se había esfumado en el propio aire...

El Doctor Murúa logra saltar hacia adelante por un momento había estado prácticamente congelado pero reacciona a tiempo. Las capacidades de VamCamps son sorprendentes y no le será fácil controlarlo solo. Por lo pronto acorta la distancia entre los dos para evitar que el holandés intente congelarlo. Emprende una carrera hacia el otro doctor para golpearlo con la parte del blaster blandido como si de un garrote se tratara.