Partida Rol por web

Los acontecimientos alrededor de Parkour le eclipsaban en cierta medida, así que entre el ruido atronador de golpes titánicos, disparos de armas de última generación y demás, en un momento dado resultó casi imposible saber dónde se había metido. En el aire, se había esfumado en el propio aire...para aparecer desde la nada dando un tremendo salto que convierte en una patada voladora, pues al teleportarse no sólo aparece a la espalda de Van Camps, sino que aparece en direción de salto al susodicho. Muy bueno o muy duro debería ser para no sentir el golpe, y Vancamps no es un súpervillano: Es solo un científico que descubrió como darse poderes, pero nunca aprendió a pelear, ni nada por el estilo. El talón se le incrusta duramente en la espalda, momento en que Murúa aprovecha para asestarle un culatazo en pleno rostro al holandés, que sorprendido por lo inesperado de los golpes, no alcanza siquiera a reaccionar antes de quedar inconsciente!

Aquel tipo era un psíquico de enorme poder, pero esperaba que al menos toda su potencia fuese contrarrestada por alguien con un verdadero y extensivo entrenamiento para desarrollar su potencial.

"..."

Sintió la liberación en el torrente sanguíneo que aturullaba al hombre aún sin darse cuenta, que le hacía tener que dividir su atención en un millar de pequeños frentes. Bien. La disciplina rebajada le ayudaría mucho con lo que iba a hacer, o eso esperaba. Cerro los ojos por un segundo, tras las gafas; por muy parodiada que fuera, la psychic pstance era innegablemente útil para la concentración en momentos de estrés.

Vulcano agudiza la vista para ver si alguno de sus compañeros necesita ayuda.

+ Todas las amenazas neutralizadas por acá. Hemos recuperado a los rehenes que no eran tal al parecer. Tenemos tres prisioneros. Como es la situación de los demás? Nos trasladaremos junto con los detenidos en el valquiria hasta el campamento. Allí nos reuniremos para continuar juntos.+

Una vez reunido con Parkour y Vulcano les estrecha la mano.

- Felicitaciones, excelente trabajo de apoyo Parkour. Vulcano, gran combate, muy bien hecho. Ayúdenme a meter a estos cuatro en el valquiria.-

Parkour miró con escepticismo a las moles que se pretendía mover. Una cosa era golpear algo de ese peso y otra cosa era levantarlas. A continaució miró a Vulcano. Un dios seguramente sí poseería fuerza suficiente para acarrear semejantes bestias, ¿verdad?

-Bueno, puedo intentar ayudar... -dijo más bien apocado.

Entonces reparó en Van Camps y sonrió.

-De acuerdo, yo muevo a este...

Vulcano asiente con la cabeza y recoge a los dos exmoles y los lleva a Valquira.

Kavanov se concentra en su objetivo, su mente una daga de precisión y filo increíble, y en una fracción de segundo ha contactado con él. Respira profundo y de manera pausada, comenzando a cortar una tras otras las defensas psíquicas que su rival yergue para bloquearlo. Sabe que corre con ventaja: el ha hecho esto antes y conoce el procedimiento a la perfección, pero el colombiano consigue sorprenderlo. Evidentemente potenciado por su acto vampírico, puede permitirse gastar muchísima más energía en defenderse de lo que Sasha en atacar, y mientras uno es una cuchilla del filo más delgado, el otro se defiende del arma usando ciudades como escudo. Busca las grietas en la armadura, y las encuentra, para detrás de dicha pieza de protección encontrar otra más, y luego otra más, hasta que se ve forzado a terminar la intrusión, sin haber podido llegar a su sistema nervioso autónomo.

La situación, que había rápidamente escalado hacia la violencia, parece desarmarse tan rápido como se inició. En el lado del equipo formado por Vulcano, Parkour y Murúa, hay un rehén malherido, los dos gemelos se han rendido y un enloquecido Van Camps quedó inconsciente y fue reducido. El Valquiria, siguiendo la baliza automática activada por el buen doctor, se aproxima hacia la posición de estos por encima de la altura de seguridad, para posarse en el suelo con cierta torpeza, delatando con sus maniobras la operación en piloto automático, tras lo cual un Parkour divertido comienza a "cargar" -léase arrastrar de una de las piernas- a Van Camps, mientras el gemelo que puede caminar carga a su hermano malherido bajo la atenta mirada de un satisfecho Vulcano y un Murúa que luce peor de lo que realmente está.

A unos 700 metros, Carla, Dolores, Nathaniel y Sasha han dado cuenta de la situación del campamento, ubicado al tercer desaparecido y lidiado con dos guerrilleros, pero ni siquiera con las estrambóticas habilidades de percepción de Unidad han podido dar cuenta del psíquico, que en un par de segundos, Dolores identifica como Vucuv, el tercero en cargo de las FARC, y mano derecha del Técnico en persona, que parece haberse evaporado bajo la cobertura de su invisibilidad psíquica... aunque no sería extraño que tuviera acceso a alguien que pudiera teletransportarlo. El uruguayo recorre la zona, intentando rastrearlo, mientras que el Avatar, que era el más cercano a su última posición conocida, rota lentamente barriendo el área con su conjunto sensorial.

-Bueno, a estos hay que ponerlos a buen recaudo e interrogarles, ¿no? -preguntó Parkour con la inocencia de quien sólo piensa en el momento del enfrentamiento y nada más.

En cuanto estuvieron los detenidos en el valquiria, el Doctor Murúa se aboca de lleno a atender al rehén malherido. La quemadura del blaster se ve mal y requiere algunas atenciones inmediatas. El equipo del vehículo es lo bastante completo para la mayoría de las heridas de combate aunque Unidad puede fácilmente ponerlo en problemas. Luego de las curaciones más urgentes examinó las heridas de los miembros del equipo.

- Pienso que lo mejor será dejarle este logro al Teniente Padilla y sus hombre, aunque nos llevaremos todo el material relevante, claro. Los detenidos deberían ser interrogados por Kavanov en cuanto estemos de regreso en Buenos Aires.

Cuando Murua se acerca para examinar a Dolores, esta le hace una indicación con la mano queriendo decirle que esta bien, y que no necesita atención, pero eso no parece disuadir al hombre que seguramente entiende que tras haberse desvanecido, no puede actuar como si no hubiese ocurrido.

Mientras pasea la molesta luz de una pequeña linterna sobre los ojos de la doctora esta contrae los labios, sumisa pero disgustada por la atención. Cuando el doctor se da por satisfecho una Dolores que debería morderse la lengua susurra justo cuando Murua se da la vuelta.

Seguro que lo ha disfrutado.

En realidad no es que a Dolores le moleste que la examine, sino más bien que se deba a un error de la chica que ha puesto en peligro al equipo, pero es mas sencillo pagarlo con el primero que le da la oportunidad.

El Doctor Murúa pierde un momento su seriedad habitual cambiándola por una sonrisa pícara y burlona.

- No tanto como el chequeo general de ingreso a la Liga en que conseguí que se quite la ropa jovencita

Luego, como si nada hubiese pasado, retorna a la seriedad y meticulosamente ordena sus instrumentos.