Partida Rol por web

Camináis como podéis entre las "calles" de Dogfork. No hay absolutamente nadie, cuando pasan un par de horas del anochecer( las 17:00) no se ve a nadie por la calle. El único sitio al que podéis dirigiros es a la cabaña de Bill.

Al llamar a la puerta y dar voces para que os abran, pero de la cabaña no sale nadie. Transcurren un par de minutos... al borde del ataque de nervios os sentís aliviados al ver cómo desde la tienda se abre una puerta por la que asoman Gilbert y Bill. Os miran con preocupación...

Corre hacia vosotros y coge a Marlowe del brazo que es el que peor está. Mientras que Bill hace lo propio con León, que también está en las últimas. El que mejor está y ha encabezado la marcha es Gregor, parece ser el más resistente de todos.

Mientras arrastra a Marlowe dentro dice

-¡ Todos los jodidos Yankees están como una cabra! ¿ cómo se les ocurre ir por ahí de noche con el frío que hace? -arrastra a Marlowe hasta una salita en una dependencia anexa a la tienda que parece ser su casa. Allí hay una chimenea bien cargada de leña y una mesita con comida sobre la mesa.

- íbamos a cenar en este preciso instante. Sentados al lado del fuego, os prepararé algo de comer.

Junto al fuego hay dos sofás y el hombre en seguida os trae dos sillas para que Gregor y Collins se sienten. A Marlowe y León les tumban en los sofás junto al fuego.

Dejé hacer a aquellos hombres que tan diligentemente nos estaban ayudando.

- Muchas gracias - dije entre castañeteo de dientes...

- La próxima vez tendremos que ir mejor preparados, mantas, abrigos y sopitas calientes... muchas sopitas. - mis manos aferraban mis brazos con ansiedad... estaba helado.

Paso un rato tiritando en silencio, teniendo la sensación horrible de recibir calor por fuera pero estar congelado por dentro. Siento como si me retorcieran las piernas y me cincelasen los huesos. Cuando vuelvo un poco en mí, empiezo a conversar con el señor Croft.

-Muchas gracias señor Croft, un poco más y no lo contamos. Fuimos a ver a los que estudiaban los monos. La cabaña estaba congelada, y había un muerto helado junto a la puerta.

- ¿Habéis ido al Lago sin provisiones?- y comenzó a resoplar. Si no fuera tan grave a buen seguro reiría hasta reventar. Pero esos dos hombres casi habían perdido una mano o un pie...

- ¿Un muerto? ¡joder! esos jodidos idiotas adoradores de Squash o como coño se diga.

-¿Adoradores de Squash? Cuente más, ¿sabe qué puede haber sucedido?

Me froto la manos y pongo las palmas hacia el fuego. No tengo ganas ni de fumar.

- Sasquatch, no Squash. JAJA

- Coño Bill, no te hagas el listillo para lo que te interesa. Bueno sí, eso Sasquatch. Morris Handleman y Warren Costwald se llaman o se llamaban. Esos dos tipos eran expertos en los Sasquatch. Yo nunca les he visto, pero dicen que son una especie de cruce entre hombres y monos, son grandes, fuertes y peludos. Dicen que están cubiertos de un vasto vello naranja. Morris y Warren son tramperos, cazadores desde que nacieron igual que sus padres, pero están o estaban obsesionados con esas criaturas.

-¿Y cómo demonios pudieron acabar congelados? Cuando llegamos a la cabaña había un cerco en el cual hacía un frío anormal. ¿Los bichos esos son capaces de hacer algo semejante?

- ¿Y yo qué sé? si no les he visto en mi vida...-se levanta y se va a otra estancia, al poco vuelve con escudillas metálicas que huelen de maravilla -coman algo, es estofado de carne. Les ayudará a entrar en calor.

-Muchas gracias.

Como tranquilamente el estofado y lo saboreo como si fuera caviar. Empiezo a sentirme mejor.
Cojo el cuaderno que encontramos en la cabaña y lo enfoco hacia el calor de la lumbre, con el fin de que se seque un poco y me permita leerlo. Tras eso, comienzo la lectura.

Debido a que el cuaderno está descongelándose en estos precisos momentos, la tinta del mismo comienza a correrse haciendo ilegibles algunas letras. Vas a tener que poner todo tu empeño para sacar algo en claro...

Al intentar leer el cuaderno me doy cuenta de que tengo los ojos demasiado cansados como para distinguir bien las letras.

-Señores, tengo la vista nublada, miren si pueden leer algo.

Mierda Marlowe, empiezas a hacerte viejo.

-Oiga, Paragent, ¿y usted qué sabe de los Sasquatch?

Pregunto mientras mis compañeros intentan leer el manuscrito.

- Sasquatch, Sasquatch...

Mientras echaba un vistazo al cuaderno que me tendió Marlow, pregunté a Bill:

- Sí, Sasquatch, esos hombres mono de los que habló... ¿recuerda? Usted los ha visto. - 

Desde el momento en el que empezásteis a interrogar a Bill algo no te cuadraba, pero no estabas seguro de qué era. Ahora después de haberle escuchado bastante, llegas al convencimiento de que a ese tipo no le pasa nada en la cabeza. Está perfectamente, está fingiendo.

Lo que no sabes es si sería juicioso decírselo a todos ahora, o quizás esperar a mañana, aprovechar el momento en el que no esté Gilbert delante para destapar al farsante.

Lo único que consigues descifrar es el siguiente fragmento:

"Morris es un imbécil. Quería llevarse la pata y vendérsela a los científicos en Vancouver porque según él necesitamos el dinero.Le dije que si el resto del mundo llegaba a conocer lo que teníamos aquí, este lugar iba a llenarse de gente en busca de dinero fácil, que conseguirían privarnos de aquello por lo que tanto habíamos trabajado. Le insistí en que nos quedáramos la pata aquí y no dijéramos nada a nadie hasta capturar un ejemplar vivo, con el que podríamos hacernos de oro , pero esta mañana al despertarme se había ido,dejándome una nota en la que me informa de que se ha llevado la pata a Vancouver y que volverá en dos semanas. ¡ Será burro! ¡ Cuando vuelva se va a enterar!