Partida Rol por web

Con pocas esperanzas de sacar algo en claro de aquellos papeles, vuelvo a tomarlos para estudiarlos. Parece que hoy estoy más centrado en su estudio y me quedo largo rato enlazando palabras y frases.

Collins intentó seguir leyendo aquello, pero aquel día no estaba precisamente muy inspirado. Quizá era el frío, o haber dormido como pudieron en aquel lugar, pero las pesquisas de aquel día no tuvieron ningún resultado. No le pasó por alto el hecho de que Marlowe ayudaba al señor Croft con la tienda, y que éste les estaba alojando sin ninguna clase de petición económica.

"Creo que cuando nos vayamos, deberíamos darle algo, por las molestias..."

Transcurrió otro día en el que Collins, Palance y León se dedicaron a estudiar el diario frente a la chimenea, Marlowe también lo intentó pero ante su ineptitud para poder leer algo decidió ayudar a Gilbert en la tienda, las únicas personas que pasaron por allí fueron un grupo de seis tramperos que compraron provisiones y ropa de abrigo. Fue un día más flojo de lo que el propio Gilbert esperaba, pero aún así el hombre no dio muestras de estar decepcionado con aquello. Su cabeza seguía con Bill y con el destino que esperaba a su amigo y ex-guía.

Así pues, poco después el grupo cenó un buen bistec cortesía de Gilbert - el hombre se estaba portando - y tras la cena se quedaron sentados en la mesa tomando un vasito del licor de Gilbert,éste pidió permiso educadamente para dejaros y se fue a beber a casa de un trampero que no conocíais.

Había un mutismo absoluto en el pueblo en torno a la desaparición de Bill, Marlowe pudo escuchar de boca de los tramperos que la policía no había podido enviar a nadie hoy, no se tomaban muy en serio el asunto y nadie parecía muy decidido a montar una expedición en busca del hombre que seguramente ya estaría muerto.

-Todo éste asunto no me gusta-dijo Collins, rompiendo el silencio que se había formado. Naturalmente, todos le miraron preguntándose que quería decir, y él no tardó en continuar-ésta desaparición tan extraña, sin que nos despertáramos... ¡Arrancaron las malditas ventanas! ¿Cómo pudimos no despertar? Y Bill parecía callarse algo, ¿no? Y que no venga la maldita policía... Sin olvidarnos de los cadáveres congelados, claro. No, ésto no pinta nada bien. 

- Vaya, vaya , vaya.

Comento con calma al terminar de leer el diario, reclamando la atención del grupo.

- Me parece que acabo de desentrañar el testamento de nuestro amigo el trampero helado. Esto debe ser lo último que escribió antes de morir. En resumidas cuentas, era medianoche y tras ver a las bestias descongelar el hielo para sacar el cadáver de Morris, una se subió a un árbol con el muerto y lo dejó en la copa. Luego bajó y todas reunidas empezaron a entonar un cántico, el viento comenzó a bufar y la temperatura a descender, cerró toda la cabaña puesto que se agitaba violentamente ... y ya no hay más.

Hago una breve pausa y continuo:

- Ah sí, aquí dice que podía reconocer la voz de Berringer dirigiendo los cánticos, ¿quién coño es Berringer?

-Todo lo que cuenta me parecería en otras circunstancias una falacia sin sentido, producto de la pluma de un demente o un borracho, pero lo cierto es que en Groenlandia vi algo muy parecido con mis propios ojos. Unos hombres pequeños, eso sí, hombres, se reunieron en torno a un fuego a entonar cánticos y de una figura de nieve que ellos mismos habían modelado emergió una bestia terrible que estuvo a punto de matarnos a todos. Esos hombres pequeños estaban muy relacionados con los monos de pelo naranja.
Berringer. Es posible que Croft sepa algo sobre él.
Señor McGregor, ¿qué le dice ese tipo de rito?

Te desconcierta el hecho de que la temperatura descienda rápidamente, eso no lo sabrías relacionar, pero el cántico en torno a un cadáver puede significar alguna ceremonia de purificación del cuerpo, de un mejor tránsito al otro mundo o puede que incluso signifique todo lo contrario, que maldigan el alma del difunto o que estén dando gracias por haber acabado con su vida. Como no sabes si esas bestias mataron a aquel hombre es difícil saber el motivo de la ceremonia.

- Hombres o alimañas, todo esto me parece muy raro. La antropología no es mi especialidad pero jamás oí hablar de tales rituales. Quizá el cadáver de la cabaña también pertenezca a esa cultura del hielo y sus extrañas tradiciones. No nos dejemos llevar por cuentos de viejas, seguro que hay una explicación racional, o casi, a todo esto.

- Por lo que yo sé... - contesté al detective. - y obviando el detalle del descenso rápido de la temperatura... el cántico en torno a un cadáver puede significar alguna ceremonia de purificación del cuerpo, de un mejor tránsito al otro mundo o puede que incluso signifique todo lo contrario, que maldigan el alma del difunto o que estén dando gracias por haber acabado con su vida. Como no sé si esas bestias mataron a aquel hombre es difícil saber el motivo de la ceremonia. -

No tenía muchos datos para concretar y no estaba seguro de querer saberlo... de un modo u otro aquellas bestias eran peligrosas.

—Bueno, lo único que podemos hacer ahora es esperar al señor Croft. Mejor echarnos a descansar, imagino que no llegará temprano.

A eso de las tres de la mañana - cuando apenas quedaban dos o tres horas para el amanecer - escuchásteis la puerta de la cabaña abrirse, el viento helado entrar dentro y cómo la puerta se cerraba de un portazo. Por las ascuas de la chimenea vísteis que era Croft que llegaba dando tumbos y de hecho tropezó con una silla y la tiró al suelo, caminaba hacia la puerta de su dormitorio sin ni siquiera reparar en vuestra presencia.

Me levanté del sofá donde estaba releyendo los papeles del diario y me acerqué al señor Croft:

- Señor Croft... ¿se encuentra bien? - me extrañaba que caminara dando tumbos. - Le estábamos esperando. -

- Hip... hip... me voy a la cama... hip..hip- dice visiblemente ebrio.

- Eh... claro, no se preocupe. Ya hablaremos - dije visiblemente cortado y sin saber muy bien cómo actuar ante la situación.

Miré a mis compañeros y luego de nuevo al señor Croft. - Venga, apóyese en mí. Le echaré una mano. - comenté. Y mientras pasaba uno de sus brazos alrededor de mi cuello para que me ayudara a soportar su peso, le acompañé hasta su cama.

No parecía estar en condiciones de hablar mucho hasta que se le pasara esa borrachera.

En cuanto veo a McGregor echar una mano a Croft, le ayudo. El peso muerto de un borracho no es poca cosa para que la cargue uno solo.

Marlowe que ya se notaba algo mejor y León ayudaron a cargar con Gilbert hasta su cuarto, con cuidado lo depositaron en su camastro que crujía como una carraca y se volvieron al cuartito. Como era muy tarde pospusísteis la charla hasta el día siguiente y todos os durmísteis de acuerdo con la disposición del día anterior.

Martes 23 de Noviembre,

Amanecéis más tarde de lo normal - casi son las 9 am- cuando la lumbre se ha apagado, os despertáis tiritando y escucháis los ronquidos del beodo de Gilbert que os llegan desde la habitación.