Partida Rol por web

- Pero eso no parece coherente... - comenté. - Si las bestias atacan a cualquiera que intente usar el fuego, controlan o tienen cierto poder sobre el hielo... ¿para qué iban a echar leña al fuego? -

Miré a mis compañeros preocupado: - Algo se nos escapa... -

-Creo que merece la pena seguir intentando sacar información del cuaderno. De momento en nuestro estado no podemos enfrentarnos ni a esas criaturas ni a los indios.

Ahora que estoy despierto y algo más animado, aunque todavía cansado, empiezo a observar los detalles de la casa del señor Croft. No es probable encontrar información en torno a lo que nos ocupa, pero nunca se sabe, al fin y al cabo es buen amigo de Bill y puede estar mintiéndonos.

El señor Croft es un hombre que vive para su tienda, no hay más que ver el espacio que tiene destinado a vivienda y el gran espacio que deja para la tienda. La casa no es más que una pequeña habitación con un camastro, un baño en el que no hay agua corriente (a cubo) y la salita en la que os encontráis, eso sí, la parte de la tienda es enorme y con todo tipo de material.

Collins asintió ante la propuesta de Marlowe, e intentó sacar más cosas en claro del cuaderno, pero aquel escrito se le resistía. No sabía si era por la letra, el deplorable estado del cuaderno, o una mezcla de ambas... Pero no tenía pinta de que aquel día fuese a sacar nada en claro. 

- Como bien dice Marlowe, nos quedan unos días de reponer fuerzas si queremos enfrentarnos a cualquier actividad mínimamente exigente, mucho más si eso incluye enfrentamientos con locos y animales desconocidos.

Vuelvo a retomar la lectura de los papeles de la cabaña espoleado por los últimos acontecimientos

Recogí algunos fragmentos del cuaderno y volví a revisarlos por si se me pasaba algo...

- Ciertamente necesito descansar caballeros... - me sentía dolorido y cansado por el frío, y la verdad es que necesitaba de un buen reposo.

Por lo que puedes descifrar, la primera parte del diario se reduce a la descripción de los rastros seguidos, o de avistamientos realizados por los dos hombres. Las cosas no se ponen interesantes hasta el pasado verano...

Logras leer un fragmento:

"¡Ayer fue nuestro día de suerte! La noche pasada, Morris y yo nos despertamos al oir unos terribles aullidos que procedían del bosque. Reconocimos la voz de inmediato y supimos que al fin una de las bestias había caído en una trampa.Echando mano de las linternas y los fusiles nos apresuramos a salir, pero encontramos que nuestra presa había huido, aunque para ello tuvo que arrancarse su propia pata a mordiscos. Seguimos el rastro de sangre durante un rato, pero poco después nos pareció que a nuestro alrededor se oían ruidos de más bestias, aparte de la que escapó a la trampa, por lo que nos retiramos a la cabaña con nuestro trofeo".

Cuando termino de prospectar la casa del señor Croft, encontrándolo todo en orden, me acerco al señor McGregor.

-Déjeme ayudarle, ahora tengo los ojos en mejores condiciones tras el descanso.

Y con uno de mis cigarrillos en la boca me pongo a leer.

Leo fijando mucho la vista. Según voy coligiendo información empiezo a enfurecerme, demasiados años ejerciendo como investigador como para encontrarme semejante chapuza.

-Hay que ser subnormal. Cometer un crimen y dejarlo todo por escrito. A este imbécil le debería haber tocado la silla eléctrica como mínimo, ya no por lo que hizo, sino por ser tan ridículo a la hora de ocultar pruebas -espeto indignado-. Bueno, según dice, Morris empeñó la pata de mono, llegó a casa con doscientos pavos en el bolsillo y el compañero le recibió con un saludo de escopeta. Enternecedor. Ocultó el cadáver en la orilla oeste del lago.

Me paso la mano por la frente. Me duele bastante la cabeza, debo tener fiebre por la congelación.

- Lo que yo he descifrado no tiene mucho interés para el caso, creo... - comenté a mis compañeros. - Escucharon a una de las bestias atrapada en una de sus trampas pero cuando llegaron la bestia escapó arrancándose su propia pata a mordiscos. Evidentemente es la pata con la que huyó luego Morris. Pone que trataron de seguir a la bestia pero empezaron a escuchar muchos aullidos de más bestias y decidiron retirarse con su trofeo. -

Me dejé caer en una de las sillas, seguía realmente cansado. - ¿Y bien caballeros? ¿Cuál será nuestro siguiente paso? -

-Esperar al señor Croft y seguir repasando la documentación. Quizá entre los papeles que cogimos a puñados de la cabaña haya algo interesante.

Y saco un burujo de papeles que tenía guardado en el bolsillo.

-Echar una cabezada en cuanto regrese Croft tampoco estaría de más.

Me pongo a repasar los papeles.

-¿Y ésos papeles?-preguntó Collins, mirando lo que acababa de sacar Marlowe de su bolsillo. 

- Estaban esparcidos por la cabaña... respondiendo a Collins.

- Por hoy voy a dejar de leer y seguiré reponiendo fuerzas, eso sí, no estaría mal montar durante la noche un turno de guardias o algo parecido. No estoy dispuesto a que el tarado vuelva con ganas de gresca y nos pille a todos dormidos.

-Descansen un rato si quieren, yo hago el primer turno mientras leo.

Estoy hecho polvo, pero necesito saber todo lo que pueda saber antes de que puedan cogernos desprevenidos de nuevo. Termino el cigarrillo y lo echo al fuego.

- La sugerencia del señor Palance es muy acertada. Estoy de acuerdo en el tema de hacer guardias - dije mientras me acercaba a revisar alguno de los papeles que no estuvieran mirando Marlow y Collins. Luego Marlow se ofreció voluntario así que dejé los papeles para que mi compañero leyera y me fui a descansar... ya tendría tiempo de estudiar esos documentos. Ahora mi cuerpo me pedía descanso.

Todos los recortes tienen que ver con los Sasquatch, recogen los recortes diferentes episodios, avistamientos, encuentros, ataques, etc... relacionados con los Bigfoot, el Yeti del Himalaya y los propios Sasquatch en las montañas canadienses.

Cuando todos habéis terminado de leer, entra Gilbert que viene de Kamloops. Mientras vosotros habéis dedicado el día completo a profundizar en el diario y en los recortes,Gilbert se fue a enviar un telegrama pero ante la imposibilidad de hacerlo llegar a Kamloops (problemas con las líneas), ni corto ni perezoso cogió el tren y fue a hablar con el Capitán Swainson. Al parecer mandarán un par de guardias en el tren de mañana para que examinen la cabaña y con lo que encuentren decidirán si van a buscar a Bill o no.

Gilbert se muestra pesimista y está descorazonado, jamás pensó que Bill pudiera estar mintiendo, pero los indios nunca habían ido a la aldea a cometer a un acto como éste.

No había duda de que Bill estaba metido en algo extraño...

Tras la cena, Gilbert se retira a descansar, os deja la salita para que durmáis los cuatro, pues la cabaña está impracticable.

No pasó mucho tiempo hasta que os acurrucásteis como pudísteis y pasásteis la noche pegados a la chimenea del bueno de Gilbert, que os estaba dejando quedaros en su casa cuanto hiciese falta sin pediros ni un céntimo.

Amaneció el día completamente blanco, el cielo era tan blanco que supísteis que se iba a poner a nevar en cualquier momento, cosa que ocurrió mientras desayunábais con Gilbert, el cual se mostró taciturno y en seguida se fue a la tienda, pues hoy era un día en el que se vendía bastante, es el lunes 22 de Noviembre.

Después del desayuno me sentí recuperado, con nuevo vigor y energías, así que recogí algunos papeles y me puse a trabajar intentando descifrarlos.

Tras inspeccionar de forma infructuosa el diario, voy a la tienda a echar una mano al señor Croft, al fin y al cabo soy capaz de contarlo gracias a su ayuda. De paso tengo el oído a punto para ver si se escuchan rumores relacionados con el tema que nos ocupa.