Partida Rol por web

Taurnil, a pesar de estar algo aturdido, hizó valer su rapidez para zafarse de los ataques de los bárbaros, que sólo encontraron el aire, y para en carrera, agacharse y recoger su espada corta.

Leorn en la forma de oso propinó un fuerte zarpazo a uno de los hombres salvajes, haciendo que perdiera el equilibrio e hiriera con su hacha a otro compañero.

Los que a un podían atacar al mamífero, le propinaron dos hachazos, uno más efectivo que el otro, pero ninguno pudo conseguir traspasar la capa de grasa del animal.

Los guardias por fin pudieron abrir la puerta atrancada con el cuerpo del medio-elfo, provocándole a este que su alejamiento de la entrada fuera a trompicones.

Una vez dentro de la sala, los bárbaros se quedaron paralizados ante la presencia del oso y parecía que iban a estar un tiempo más así, como algunos compañeros suyos anteriormente y actualmente.

Elladen al ver que todos sus compañeros eran sobrepasados en número por su enemigo, dio una orden de repliegue en el idioma de los animales.- ¡Seguidme, he encontrado un lugar donde nos será más fácil defendernos!-

Elwyn sentía que el tiempo se hacía eterno mientras esperaba el golpe mortal del jefe bárbaro.

No supo de donde saco fuerzas para superar su terror, pero rápidamente, e inesperadamente para su ejecutor, cogió la daga ceremonial y se la clavó en un muslo al hombre salvaje antes de que este propinará su hachazo.

Una vez suelto de su captor, la noldor intentó alejarse de ese hombre malvado yendo a gatas.

Leorn escucho a su compañero y se dirigió hasta donde estaba embistiendo a los barbaros que le entorpecían el paso.

Tras embestir, Leorn le pregunto a Elladen ¿Aún puedes lanzar hechizos?

Recuperando el sentido mientras huía de sus perseguidores, Taurnil pudo recoger su arma y al llegar donde Elladen había aconsejado darse la vuelta y atacar de pronto. Aunque no fuera un ataque muy efectivo si podría coger algo de aire.

Lanzó una agonica mirada furtiva en dirección a Beren.

¿¡Qué pasa con la puerta!? Le gritó, su preocupación estaba en saber si los refuerzos iban a llegar antes de que ellos y sobretodo Elwyn fueran acuchillados vilmente.

Cuando Beren salió al patio de la fortaleza, aunque fuera sigilosamente, recibió el ataque de varios arqueros, pero sin que estos fueran efectivos ya que disparaban a la borrosa silueta formada por la niebla donde el noldor se había encontrado anteriormente.

Quizás el sitio más seguro para el aventurero fuera dentro de la fortaleza. Además de reojo, después de haber esquivado los proyectiles, pudo ver que sus compañeros parecían estar en apuros, incluso Leorn se había tenido que utilizar su habilidad innata de transformación.

Y este no era el único peligro para sus amigos, el ballestero que había disparado por sorpresa antes a Beren pesaba hacer lo mismo con ellos. ¿Podría salvarlos Beren de sus proyectiles?

Beren desapareció ante vuestra vista a causa de una niebla que en el interior de la fortaleza era mucho más alta y más densa.

Medio minuto después, cuando Arzarin y Reran ya habían corrido durante unos 100 metros y estaban a unos pocos metros de las murallas y de la puerta, una flecha impactó en la parte pectoral de la coraza del dunedain y salió rebotada y otra saeta hizó lo mismo, pero en el casco del enano.

Las flechas habían provenido de los arqueros de las murallas, que cada vez eran más y tenían mejor puntería. Hasta este momento de la carga, estos habían causado 5 muertes entre los campesinos y habían dejado a otros muchos sin la capacidad para poder combatir.

Menos mal que a los inútiles y poco inteligentes bárbaros les costaba cargar y disparar la balista, no habían vuelto a activar su mecanismo desde el principio.

Viendo las ansias con que apunta a mis compañeros, no puedo hacer otra cosa que ganar tiempo. Tengo que conseguir evitar que les pase algo malo a mis compañeros. Sin pensarlo dos veces lanzo el poder de mi bastón contra el arquero.

La embestida de Leorn fue impresionante y muy ventajosa para el grupo. El oso se echó hacia delante sin importarle lo que se cruzará en su camino, dejando tras de sí a un muerto, al producirle con el choque que su propio hueso fracturado se clavará en un órgano vital, y dos bárbaros inconscientes al caerse y golpearse la cabeza fuertemente contra el suelo (uno al intentar parar su carrera).

Tras la tremenda fuerza desplegada por el beornida. Los hombres salvajes actuaron de muy diversas maneras. Algunos como es lógico detuvieron su marcha acelerada hacia los intrusos, mientras que otros cargaron con más furia para así vengar a sus amigos caídos.

En el  caso de los familiares bárbaros, muchos fueron los que desistieron en la persecución contra los intrusos ante tal escena, produciendo finalmente que el movimiento de los que aun tenían pensado luchar pudiera aumentar considerablemente a partir de entonces, al detenerse la avalancha de personas que iban en una única dirección.

Una vez que todos llegaron al lugar estrategicamente defensivo que había marcado Elladen con su posición, se giraron para plantar cara a sus enemigos, atacando o defendiéndose según lo que cada uno creyó oportuno.

Leorn mantuvo a raya a los suyos con la ayuda de sus zarpas. Elladen tuvo que detener un hachazo de un enemigo con su bastón, mientras que  con el otro atacante no tuvo ni tan siquiera que mover un dedo porque se resbaló. perdiendo de esta forma la oportunidad de golpear al medioelfo. Por el contrario, Taurnil atacó, pero de una forma poco efectiva que para lo único que sirvió fue para que los ataques de sus adversarios no fueran precisos dándole la oportunidad al ágil elfo de esquivarlos.

Todos pensaban que había pasado el peligro, pero un ballestero apuntaba a la cabeza de Taurnil para un disparo mortal. Fue entonces cuando el destino hizó que Beren apareciera y lo fulminará con su magia al golpearle (esta) salvajemente en un lateral de la cabeza.

El grupo de aventureros se veía desbordado, a pesar de la vuelta de su compañero. Pero algo hizó renovar sus esperanzas , eran los gritos lejanos de una carga por parte de los campesinos.

Elladen contestó a la anterior pregunta de Leorn.- Sí, aun puedo lanzar hechizos, pero Beren debería tomar  mi posición en la formación defensiva.- Luego, miró al noldor fugazmente y de reojo para saber si estaba deacuerdo con este “plan”.