Partida Rol por web

Vayamos la cobertizo dijo leorn mientras intentaba no hacer mucho ruido

-Buena idea, Leorn.- dijó Elladen mientras se dirigia hacia el cobertizo.

Todos se dirigieron hacia el cobertizo intentando hacer el mínimo ruido, y les fue justo el entrar a la estructura porque cuando la puerta de hierro forjado fue abierta y el bárbaro entraba al jardín, la puerta del cobertizo fue cerrada por el último en entrar del grupo.

Un poco más tarde, oyeron unos pasos que se dirigían hacia el cobertizo. Y poco después, todos estaban preparados para eliminar rápidamente al bárbaro al ver que la puerta se abrió un poco cuando de pura suerte una voz sonó que provenía de la puerta de hierro.

- ¿Qúe haces?- preguntó un hombre salvaje a otro que se encontraba abriendo la puerta del cobertizo.

Este le respondió.- Había oido un ruido como de un cristal cuando se pisa, y vine a investigar-

El de la puerta le respondió.- Bah!, no te peocupes seguro que ha sido el viento.-

Continuando con la conversación el bárbaro dijó mientras soltaba la puerta del cobertizo y esta se cerraba.- Sí, tienes razón.-

-Bien, pues entonces te esperaré en el interior.- dijó el bárbaro de la puerta, y más tarde el grupo oyó como la puerta de hierro forjado se cerraba.

El hombre salvaje del cobertizo iba ya andando hacia la salida, cuando vió algo que le hizó entrar en alerta, por lo que se dirigió hacia allí, era el portón a doble hoja.

Mierda, el portón nos lo dejamos abierto. Elladen sabia que si el bárbaro veía la puerta del interior de los dormitorios abierta aun sospecharía más e incluso cabría la posibilidad de que viera a los guardias dormidos, por lo que sin pensar abrió la puerta del cobertizo y liberó la magia de su bastón.

Taurnil se estaba temiendo esto desde hacía ya rato, por lo que no le pilló por sorpresa sino lamentandose por lo bajo de su mala suerte.

Tenía las espadas listas para entrar en acción y se colocó detrás de Elladen, esperando ver el resultado de su magia. Si esta no resultaba efectiva, iban a tener que intervenir con lo que fuera. Y en aquella situación tenían las de perder, sin lugar a dudas.

La embestida de la onda mágica fue violenta, y provoco al bárbaro la destrucción de varios organos, causandole así una hemorragia interna masiva que lo iba a matar después de medio minuto de inactividad.

En los primeros segundos la sangre que brotaba de su boca no le dejaba articular ningún ruido, pero Elladen se dió cuenta que eso no iba a durar hasta que falleciera por lo que lo remato.

Todo parecía normal después del incidente, no se oia ningún alboroto ni grito de alarma indicativo de que los bárbaros se hubieran dado cuenta de la presencia de los intrusos.

-Camuflemos un poco el cuerpo y sigamos avanzando. Dijo el hombre mientras se tranquilizaba tras la situación tan peligrosa.

Entre dos metieron al bárbaro muerto dentro del cobertizo, y cerraron la puerta de esta estructura y del portón de doble hoja.

Después, todos se dirigieron despacio pero con paso firme, evitando errores o distracciones hacia la puerta de hierro forjado. Y cuando Beren alzaba la mano para estirar de ella, alguien la abrió desde el interior, era el anterior hombre salvaje que dijó mientras entraba al jardín despreocupado.- ¿Dónde se habrá metido este?-

Sin darle tiempo a reaccionar, con la mano levantada hacia él, libero todo el poder de mi magia.

La magia de Beren hizó que el bárbaro diese un mortal hacia atrás al haberle golpeado en la mandibula y con bastante fuerza, el ruido de la caída fue amortiguado y silenciado debido a las altas hierbas donde cayó.

Los resultados de este ataque fueron que el hombre salvaje quedará algo conmocionado y que no le diese tiempo por ahora de dar la voz de alarma.

Elladen al ver que el bárbaro aun seguía con vida después del ataque de Beren, le atacó rápidamente.

Taurnil también se lanzó al ataque rapidamente para eliminar al bárbaro antes de que este se recuperara y diera la voz de alarma.

Cargó contra él con sus dos espadas, en una posición algo antinatural, con el pomo y las manos arriba y descendienco hacía abajo con la hoja por delante.

Leorn observó el golpe mágico de Beren y como sus otros dos compañeros remataban al guardia. Así que tan solo observó la escena y se preparó para llevar otro cuerpo al cobertizo.

Taurnil se adelanto a Elladen, aunque el elfo quizás lo hizó con demasiada presura ya que sus ataques no fueron muy efectivos. Al contrario que el de el medioelfo que mató al bárbaro tirado en el suelo debido a la gran cantidad de heridas acumuladas en todos los ataques.

Poco después de que hubieran verificado la muerte del hombre salvaje, Leorn lo escondió en el cobertizo, y volvio lo antes posible junto al resto del grupo al lado de la puerta de hierro forjado.

Los aventureros pudieron observar a través de los cristales de la puerta que no había nadie a la vista detrás de esta.

Vamos, no hay tiempo que perder. Dijo Taurnil poniendose nuevamente en marcha, esta vez él iba en cabeza. Dobló por el pasillo que tenía a su lado con sigilo y calma, no sin antes mirar en las esquinas asomando levemente la cabeza, no fuera que otro de esos indeseables bárbaros se cruzara en su camino de nuevo. No sabían cuanto iba a durar la suerte que habían tenido hasta ahora.

En su mente los dos únicos objetivos que contemplaba eran salvar a la elfa y abrir la puerta.

El grupo ando sigilosamente entre los cánticos del ritual(que habían vuelto a comenzar y en el jardín su sonido había sido amortiguado por la tierra) hasta la esquina de un pasillo colindante con la sala de guardia de la que les había hablado las campesinas, fue ahí donde los finos oídos elficos escucharon la voz de unos guardias.

Después de haberse parado, Taurnil miró cuidadadosamente por la esquina y vio que la puerta de la estancia que daba a un largo pasillo estaba abierta totalmente.

Los aventureros se quedaron bastante tiempo pensando como atravesar el pasillo sin alertar a los seis guardias que albergaban por lo menos la sala, en ese tiempo los cánticos se volvieron a extinguir y escucharon un grito proveniente del piso inferior.- Traerme a la muchacha-