Partida Rol por web

como los recupero?

Leorn se dirigió hacia el arbol con cautela e intentó subir sin hacer mucho ruido por la cuerda que le tendía Taurnil.

Leorn trepó sin problemas por la cuerda, al ser el primero tenía tiempo suficiente para vestirse con las ropas de los guardias siempre que lo hicera sigilosamente. Ahora, solo faltaba que Beren trepara, y después cuando llegara lo hiciera Elladen.

Beren tambien trepó de forma comoda hasta la muralla.

Una vez que los tres estuvieron arriba, pudieron observar que Elladen había tenido éxito en dormir a los guardias de la muralla este.

Un minuto más tarde de que Beren hubiera trepado, Elladen apareció de entre los árboles y empezó a trepar. Aunque le costo algo y tuvo que parar en ciertos momentos de la escalada, el medio-elfo consiguió alcanzar la muralla sin incidentes que pudieran alertar a los guardias.

Cuando Leorn estaba cogiendo las ropas de uno de los guardias dormidos, este se despertó, entonces el beornida tuvo que propinarle un gancho en la cara para que no diera la voz de alarma. Después de este incidente Leorn pudo vestirse tranquilamente puesto que el golpe había vuelto a enviar al guardia al mundo de los sueños y esta vez de una forma más duradera.

El grupo ató a todos los guardias dormidos con la cuerda y les amordazo la boca, aunque para ello algunos de sus miembros tuvieron que dar un rodeo alrededor de la torre del vigía porque de la sala por donde pensaban entrar salía un halo de luz pequeño por la parte inferior de la puerta y el sonido de una conversación de por lo menos tres personas.

Elladen tenía la misma idea en mente para entrar al interior del edificio que la que había tenido para subir a las murallas, y de la misma manera necesitaba de la ayuda de Beren, por lo que le preguntó.- ¿Aun te quedan energías mágicas para dormir a un guardia?- Antes de que el noldor el pudiera responder, el medioelfo expuso su plan a los demás compañeros.- Taurnil por ejemplo abrirá la puerta, y nosotros los magos nos ocuparemos de intentar dormir al máximo número posible de guardias, pero estar con las armas preparadas por si acaso.- dijó estas últimas palabras mirando a Taurnil y a Leorn.

Antes de entrar Taurnil echó un último vistazo atrás para ver si el granero ardía como habían acordado con el otro grupo.

Después contestó a Elladen en voz baja.

Tranquilo, tendre las espadas preparadas. Las desenvainó con cuidado y lentamente.

-Estoy listo Dijo el beornida. Taurnil, voy detrás tuyo.

Elladen adivino porque Taurnil miraba al horizonte.- no se ve ninguna columna de humo, sus motivos habrán tenido para…-

El medioelfo también se fijo en que Beren no aparentaba estar cansado, lo cuál implicaba que podría lanzar el simple hechizo por el que le había preguntado, ante esto el animista no espero a que Beren le contestará y se dirigió de la forma más sigilosa posible hacia la puerta de la sala por la que pensaban entrar.

Todos siguieron a Elladen sigilosamente.

Taurnil se colocó a un lado de la puerta, dispuesto a abrirla, aunque en el trayecto hasta ella había pensado que podía estar cerrada pero tenían que jugársela.

Cuando Elladen le hubo avisado con un gesto que estaba preparado para lanzar el hechizo, Taurnil asió el pomo de la puerta y lo giró sintiendo alivio al ver que esto sucedía, luego empujó  la puerta mientras que dejaba hueco a Elladen y Beren para que actuaran.

Después rápidamente desenvainó las dos espadas cortas por si se necesitaban de su intervención.

Elladen que había estado preparando su hechizo lo lanzó, y este tuvo efecto ya que dos de los tres guardias que había en la sala cayeron dormidos.

Ahora solo esperaba que Beren durmiera al otro.