Partida Rol por web

Mi mano se lanza a coger la espada que aparece en esta antes de pensarlo siquiera,colocando la hoja bien afilada en el cuello del hechicero...

La magia es buena......siempre que sirva a nuestros propósitos....¿que es eso de apoderarte de la mente de uno de los generales del señor Meirkon?

Haciendo hincapié en su pregunta,la espada se apoya en el cuello del sujeto,cortando suavemente su piel e iniciando el rastro de un pequeño y ligero corte....

Morlor hizo caso omiso de lo sucedido en la tienda, mientras comentaba en voz alta sus pensamientos sobre cómo obtener más información del valle arrasando con los campesinos locales.
La magia desprende más terror, que odio en Sira y Grundha y nadie sabe exactamente qué pensar hasta que Sidhe recupera la compostura y la pupila de sus ojos, que estaban en blanco, baja hasta ponerse en una posición normal. Entonces agarra al consejero y Morlor salta sobre el mismo.

El hechicero grita mientras extiende sus brazos macilentos y con unos huesos profundamente marcados. Las venas de su cuello y de su frente se muestran ante todos y sus ojos, parecen volverse como los de una serpiente. Una serpiente falsa, mentirosa y traidora. Justo antes de que Morlor lo agarre, lo eleve y le haga un pequeño corte en el cuello, le da tiempo a decir:

Imbéciles, ignorantes, chalados, violentos y confiados. Así sois. Estoy aquí para demostraros que la magia no es algo que se pueda tomar a la ligera. No podéis vencerla matando, sajando y amenazando. Es un poder superior a ... ¡glup!

Morlor lo eleva y raja ligeramente su cuello.

Si, puedo controlar las mentes. Pero tal y como acabo de hacer aquí yo, ¡un mago menor, un simple aprendiz! Imaginaos lo que os puede pasar en ese valle. ¡Confiados! ¡No sabéis a lo que os enfrentáis! Pensáis que todo se puede vencer por el filo del metal.

El mago patalea y golpea la tela de la tienda, que se comba ligeramente hacia su lado. Desde fuera Daaron, puede escucharlo todo.

creo que cortarle el cuello a un aliado no supone ninguna ventaja y menos cuando este pude meterse en la mente de nuestros enemigo, debemos avanzar y hacerlo rapido, Creo, que perder nuestras ventajas es estupido, y que debemos de tener menos interes en matarnos los unos a los otros, para eso estan nuestros enemigo, contened vuestras ganas hasta entonces y cuando los avistesmos que corran rios de sangre y oleadas de dolor sin limite, pero ahora, no.

-Tiene razón. Ese viejo hechicero tiene razón.

Grundha avanza desde el fondo de la tienda, donde se ha situado cuando el anciano ha empezado su demostración.

-Malditos sean sus huesos, ¡la tiene! Vayamos con cautela. Adentrémonos, pero que alguien vaya por delante, sigo pensando que es lo mejor... No comprendo la magia. No me gusta, no me gusta lo que no entiendo. Pero si ellos allá delante la tienen, y saben usarla... hay que estar prevenidos...

Entro en la tienda y miro al hechicero con gesto serio. Le dirijo una fugaz mirada directamente a los ojos, y luego desvío la mirada hacia el resto.

-Parece que han acabado los trucos de magia... por hoy, así que sugiero que nos retiremos con una decisión tomada. Acercar el ejército al valle mientras una partida de tres exploradores ganan terreno, para luego comunicarnos sus averiguaciones. El procedimiento normal, vaya, pero enfocado al valle. También creo necesario enviar cuatro hacia un costado y otros cuatro hacia el otro, ya que, entre estas montañas, somos como un ratón en una trampa. Mientras el ejército se mueve, los exploradores nos dirán si el valle es franqueable y si alguien nos vigila desde las montañas que nos rodean.

¿Qué pensáis?

Digo mirando a todos menos al hechicero y a Sidhe

Sira como si de una reina misma se tratara apoya fuertemente sus manos en los brazos de la silla y se levanta. Sira siempre se ha caracterizado por su extrema violencia, pero al mismo tiempo por las cosas bien hechas. Con pasos firmes y fuertes se va acercando hasta el hechicero y dice con seriedad Entonces hechicero, haber si lo he entendido bien. me quieres decir que la magia no ha sido Sidhe Sira saca la cimitarra con la cual han pasado tantas cabezas. Nos has estado engañando todo el tiempo? entonces perfectamente puedes estar trabajando para el enemigo. No es asi? Sira tiene preparada la Cimitarra para arrancarle la cabeza al hechicero. Pero algo se lo impide y es su compañero Morlor el cual pide permiso con la mano para poder estar enfrente del hechicero Y dime una cosa: que me daras acambio de no arrancarte la cabeza y paserme por el valle de los difuntos con ella?

Miro la escena con aparente tranquilidad, sin actuar, por ahora.

Grundha y Zoltar abogan por contener su ira por el momento. Pero Sira no está por la labor. Ante la impasible mirada de Daaron, Sira agarra al hechicero que había empezado a hacer mutis y lo sostiene por el cuello dispuesto a cortárselo. Va la segunda vez que ocurre el suceso en cuestión de segundos. El hechicero empieza a sentirse como un muñeco de trapo y aunque sus facciones muestran miedo, sus pupilas se tornan diferentes. Un color rojizo se extiende por el centro de sus ojos. Su voz temblorosa habla.

Por favor.-Toma aire lentamente, aunque con aparente miedo, no parece mostrarlo.-Tan sólo pretendía abriros los ojos. Si ello me va a costar la vida, que así sea.-Y abre los brazos en forma de cruz.

Fuera de la tienda suena un grito y la cimitarra de Sira corta un trozo de piel del rugoso cuello del hechicero.

Aaaaarrrrggggh, ¡por Mitra! ¿Pretendes matarme? ¿Qué ha sido ese grito?

Se escuchan sonidos de carreras y voces de los guardias diciendo: "Por allí, se escapa, cogedlo".

Salgo corriendo de la tienda en dirección a los gritos. En cuanto encuentre a un soldado le pregunto con un áspero:

-Di, qué ocurre. Rápido.

Me quedo dentro de la tienda si los demás salen y agarro por el pelo a el hechicero y mirándole fijamente a los ojos le digo.....

Ahora me explicaras a mi solo,que has hecho,que poderes tiene tu,y que esperas que encontremos allí adelante......por que si no.....no vivirás para ver el regreso de los demás capitanes.....

Mi espada se coloca despacio en la garganta del mago,muy,muy despacio,lo agarro nuevamente de la pechera y lo levanto con una mano,su peso no es nada para mi,como tampoco significa nada su vida,mi voz suena fría e impasible,como si estuviese hablando del tiempo y no de la muerte del mago,solo le quedan unos segundos de vida y así se lo hago saber....

Salgo detrás de Daaron, intentando localizar a quiensea para saber qué ocurre. Aunque no corro, sino que me quedo cercana a la puerta de la tienda, donde observo tanto lo que ocurre fuera como lo que pasa dentro.

Grundha y Daaron salen de la tienda al escuchar el grito. En el momento en que el primer pie de Daaron cruza el marco de la salida de la tienda de campaña, la estructura de la misma se comba hacia delante. Una sombra cruza por encima de la cabeza de Daaron hasta llegar al suelo. Es un niño. Sus pies chocan contra el suelo levantando arena e hierbas, rueda y se pone en pie a la velocidad de un rayo para seguir corriendo.

Calius, uno de los capitanes de infantería aparece por la derecha cuando Grundha y Daaron ya están fuera y a la vez que el niño corre hacia el valle a toda velocidad.

¡Esa pequeña rata miserable ha asesinado a uno de nuestros arqueros! ¡Prendedle! ¡Que no escape!

El niño demuestra una habilidad sobrehumana saltando por encima de todo tipo de elementos.

Mientras dentro de la tienda, Morlor ha vuelto a coger al hechicero y a amenazarle. El hechicero parece susurrar una serie de palabras y al final se pone a llorar.

Por favor, por favor, ¡basta! Soy un simple hombre con dotes de estudio. Sé cómo doblegar las mentes si me escuchan, pero jamás usaría mi poder si no es por un bien mayor. No me fue dado para ser usado en cualquier momento.

El hechicero cierra los ojos y rompe a llorar.

No la ha intercambiado. Sin embargo, por los libros que leiste en una alta torre muy lejos de aquí, puedes saber que ese niño tiene muy poco de niño. Es lo que se conoce como un espectro encadenado a un lugar.

Salgo de la tienda y viendo como salta y corre el muchacho le increpo....Detente, nadie te va a hacer daño....puedes estar seguro. Capitan podeis retiraros, hacer un funeral digno a vuestro hombre y dejad al niño con nostros. intento tranquilizar al niño.

El hechicero ha tratado de controlar por mímica el cuerpo de uno de los que le cogieron, pero como ha estado pasando de mano a mano entre personajes, le ha sido imposible.
Y si, su llorera es fingida.

Sidhe, enervada y con la espada en una mano, mira al Consejero con una expresión suspicaz para después girar su hermosa cabeza y mirar al niño en fuga por el poco espacio que Zoltak ha dejado entre su vetusto cuerpo y la lona de la tienda. Quizás el único gesto que denote su confusión sea un rápido parpadeo, pero la cuestión es que las extrañas preguntas que rondan el ambiente requieren una rápida respuesta:

-Una cosa está clara -indica, dejando en manos del bárbaro hibóreo el asunto, incomprensible asunto, del crio-. Que aunque este viejo sea un brujo, es solo un mero aprendiz ¿Qué hacemos con él? Es evidente que sabe algo de lo que sucede en el valle...