Partida Rol por web

El paladín enarca una ceja y responde con frialdad - "Valor e irresponsabilidad no son sinónimos, enano. Aunque espero, por tu bien, que tardes mucho en aprender esa lección en tus propias carnes".

Nadie parece saber qué es la dichosa esfera, así que Sir Héctor se encoge de hombros y comienza también a ascender, aunque poniendo extrema atención en cada paso que da.

 Antes de emprender la ascensión por las delicadas y maltrechas escaleras, la joven pelirroja susurro una pequeña plegaria tras la cual volvió a pasear su mirada por la zona antes de ascender.

 - Creo que lo mejor sería que Bratza, más liviana que vosotros, abriera la marcha.- dijo a Hector y a Eberk.- Simpre y cuanto así lo quieras Bratza.

Damarcus avanza al centro del grupo, con la red bien doblada sobre su hombro, y la diestra sosteniendo el tridente.

Al ver que la cosa esférica no parece ser más que algo abandonado, el pescador la ignora y sigue subiendo atento al desagradable entorno...

Et'o huele peor que el puerto... susurra.

Bratza no dice nada, tantea la habitación observando y dando una pequeña vuelta alrededor; luego se acerca a los escalones..

- Bien subamos poco a poco y por tramos, esto será resbaladizo ya os lo digo.  - que hay más resbaladizo que el guano.. - 

Aunque antes se para un momento observando el mecanismo del centro.. Bratza está algo confusa..

..finalmente me acerco al resto del grupo susurrando.

- Alguien ha estado aquí recientemente, y luego.. subió.. silencio ahora.

Dicho esto Bratza empieza a subir lentamente extremando precauciones.

  Subís dejando atrás gran parte de hedor del hedor a murciélago y veis un gran mecanismo de guía con una manivela en el centro del suelo de piedra. Cuatro ventanas proporcionan una reducida vista del mundo exterior. No parece que haya nada de interés aquí.

 Mientras Bratza y los demás permanecen antentos ante un aposible amenaza, la pelirroja examina con curiosidad la manivela central y la gran guía.

 - Bueno, imagino que haciendo rotar esa manivela recogeremos una de las partes de la valla.- Lo dijo en un tono que invitaba a alguno de los varónes ha realizar la prueba, pues por descontado, ella no era la más indicada para los esfuerzos físicos.

Damarcus asiente sin decir palabra, pero señala hacia arriba.
Me hubiera gustado encontrar a quien estuvo aqui antes...apuesto a que fue algun esqueleto enorme de esa bruja....mmmsusurra acercandose a girar la manivela.

 Tras girar la manivela, oís claramente un ruido de metal en el exterior: al parecer la puerta se abre.

 La joven asiente satisfecha ante el sonido de los engranajes funcionar.

 - Bien, vayamos a la otra torre, con un poco de suerte no tendremos más contratiempos y podremos continuar con la persecución.

 No había mucho mas que hacer aquí por lo que decidís ir a la otra torre. Salís y veis como, efectivamente, una parte de la puerta se ha abierto: sin embargo, aún no es suficiente para que el Fortuna pueda pasar por él. 

Vais a la otra torre con el mismo procedimiento: el Fortuna os lleva hacia la otra orilla. Por el momento no estáis teniendo mayores problemas, pero estáis perdiendo mucho tiempo aquí.

No hay otra puerta que os impida el paso, y dentro de la torre no hay nada excepto polvo y hojas marchitas. Unos herrumbrosos escalones de hierro en la pared superior os llevan hacia arriba.

- "Bueno, está visto que pequé de desconfiado" - comenta Sir Héctor mirando hacia arriba, hacia la oscura altura de la torre - "aunque supongo que nunca está de más en parajes como éste" - el caballero se echa el escudo a la espalda y añade en tono desdeñoso - "Acabemos con esto. Cada minuto que gastamos en interrupciones como ésta, es un minuto que Alexia nos toma de ventaja". Dicho y hecho, Sir Héctor comienza a ascender por la herrumbrosa escalera.

Bratza entra en la torre y escucha a Sir Héctor.

- De acuerdo, vamos pues.  - que prisas, no va venir de un rato.. hombres.. -

No está completamente de acuerdo pero quien es ella para mandar en ese grupo? ..hace poco que la conocen y no se atreve a dar su opinión ante tal convencimiento.

Bratza sigue los pasos de Sir Hector de cerca, alerta en todo momento.

 Cuando llegáis a la parte superior de la escalera, un humano con la locura en sus ojos se acerca desde detrás de un gran mecanismo con una manivela y os lanza estocadas con su estoque. Un extraño símbolo cruza la frente del hombre.

- "Ah, claro" - murmura el paladín - "No podía ser tan sencillo, ¿no?" - con voz clara y potente, Sir Héctor le grita - "¡Deténgase!" 

Al no obtener respuesta, echa mano de su escudo y, utilizándolo a modo de barrera, carga contra el hombre para empujarlo dentro de la habitación, y que así puedan entrar los demás.

 El ataque de Sir Hector da resultado: con su rápido y potente movimiento logra echar al suelo al revivido, dejando espacio para que el resto de los compañeros puedan pasar. 

Bratza avanza decidida, mientras desenvaina de su espalda su arma filo largo y curvado. Con sus dos manos y fuerza poco habitual en una mujer traspasa sin dudar al oponente caído.
 
- Aghh!

Damarcus, al ver al loco tumbado en el piso, trata de pasar corriendo y pisando sobre él...Una vez adentro, ve a otro hombre algo más alejado, y se le acerca con la red para inmovilizarlo como a un pescado.