Partida Rol por web

Tras afianzar el peso de tu arma, mientras descargabas tu rabia a base de palabras de desaliento para las criaturas — te entendiesen o no al hacerlo —, aprovechaste para descargar un golpe con tu arma aprovechando la cinética. Fue un golpe brutal, algo arriesgado, pero te merecía la pena priorizar el daño en ese momento. Había demasiado enemigos contra ti.

El martillo golpeó de pleno a una de las bestias, entre los ojos, y automáticamente dejó de moverse mientras comenzaba a hundirse. Amedrentados, los Murlocks durante un instante no se vieron capacitados para atacar. Pero ya les veías otra vez, haciendo el ademán de moverse aunque tú hubieses podido reaccionar primero.

El Murlock de F3 desaparece en las aguas, moribundo. La Cazadora se hunde en H4.

- ¡Por las barbas de Grugni! - grito pensando en mi padre. No estoy seguro de cómo reaccionaría él en esta situación, seguro que parecido a mí. - ¡Alejaos de aquí u os partiré a todos por la mitad! - gruño mientras trato de hacer girar el martillo para golpear a otra de las criaturas¹. Cuanto antes me libre de ellas más fácil me será intentar sacar a la elfa del agua, y de paso nuestras cosas.

Antes de que el martillo impacte puedo ver la trayectoria y sé que será un golpe certero. Estoy plenamente convencido de que una criatura menos poblará las aguas de este lago. - ¡MORID! - grito intentando sonar amenazador.

1* Ataco al murlock de F4.

El golpe contra el anfibio lo echó para atrás, provocando una salpicadura en el agua. Balbuceó algo durante el impacto, pero conforme se alejaba dejó de moverse y comenzó a sumergirse con aspecto de estar bastante muerto. Sus compañeros, sin embargo, no desistieron, y sin siquiera mirar a su compañero caído consiguieron aprovecharse de tu ofensiva para aferrarse brevemente a tu brazo y mordisquearlo antes de que te zafases de su agarre.

Pierdes 6 PGs.

El pequeño campeón de aquellos salvajes, sin embargo, sí que miró a su compañero con un revuelo de los tentáculos que lucía por cabellos. Te miró, endureció el semblante y descargó la lanza contra tu hombro, sacándola para propinarte un nuevo golpe mientras pronunciaba algo.

Pierdes 3 PGs (Total, 9 PGs).

Los Murlocks, aprovechando su ventaja y que todavía no encontrabas un hueco para atacar, siguieron cebándose. Esta vez sus garras se descargaron sobre tu pecho, y sobre una mano, pero sólo conseguían hacerte sangrar... y enfadarte más. Una cosa estaba clara. Desnudo como prácticamente estabas podían hacerte mucho daño en muy poco tiempo.

Pierdes 8 PGs (Total, 17 PGs).

Siguiendo con su movimiento, el anfibio rojo de ojos brillantes volvió a descargar su lanza sobre ti, trinchándote un muslo. Comenzaba a haber demasiada sangre a tu alrededor.

Pierdes 4 PGs (Total, 21 PGs).

Tengo que concentrarme o voy a morir aquí. Hay mucha sangre, noto las heridas, pero quizá si derribo a su líder el resto huyan. Agarro el martillo con todas mis fuerzas y lo enarbolo contra la cabeza del bicho con la lanza. Escucho el impacto y al menos sonrío. Si no cae le dejaré lo suficientemente tocado como para que vuelva a atreverse a atacar a un enano sumergido en agua.

Tu martillo golpeó el pecho de la criatura. Pudiste sentir un impacto similar al de golpear gelatina. Su pecho se abombó hacia detrás, absorbiendo el impacto, aunque el ser gritó de forma espeluznante componiendo una mueca de dolor. Los tentáculos azules de su cabeza brillaron por un instante antes de recuperar la compostura.

Su lanza volvió a clavarse en ti, esta vez en el gemelo, dejándote a mínimos. Pero él tampoco parecía muy bien...

El Príncipe Murlock pierde 11 PGs. Pierdes 4 PGs (Total, 25 PGs).

O acabo con su jefe con el próximo golpe o no tendré muchas oportunidades. Y encima estoy perdiendo valiosísimos segundos para rescatar a esa elfa. Condenadas situaciones en las que me meto. Condenados ataques por sorpresa y condenada agua y todos los bichos que la rodean.

- ¡He dicho que os marchéis YA! - grito rugiendo con furia mientras descargo otro golpe sobre el que parece el líder. Mentalmente rezo porque muera de una vez y el resto echen a correr, nadar, saltar o lo que hagan, porque de lo contrario voy a tener que tener mucha suerte.

Veo la trayectoria de nuevo y noto cómo el martillo impacta en mi objetivo pero no sé si será suficiente para derribarlo.

Tu golpe contra el anfibio, en pleno rostro, consiguió ladearle el rostro y dejarlo tumbado. No obstante, él no se hundió como la elfa o los secuaces, limitándose a quedar suspendido sobre las aguas, inconsciente pero vivo.

El Príncipe Murlock pierde 8 PGs (Total, 19 PGs) y queda Moribundo.

Los demás anfibios, en aquel instante, o se movieron por inercia o tenían esperanzas de terminar contigo y salvar a su líder. En cualquier caso, siguieron atacándote durante aquellos segundos, al menos. Uno de ellos falló, a centímetros de tu antebrazo, pero el otro consiguió provocarte un feo arañazo adicional en el pecho.

Otro golpe más como ese y te fundirías en aquella orgía de sangre.

Pierdes 4 PGs (Total, 29/31 PGs).

Bien, uno menos. Ahora sólo tengo que preocuparme de tres anfibios pegajosos y pesados. Me encuentro débil, seguramente sea por la pérdida de sangre.

Va siendo hora de recuperarme un poco, sobretodo si quiero acabar con esto cuanto antes. Sin cerrar los ojos me concentro y apoyo la mano libre sobre mi pecho y antebrazo para cerrar algunas de las heridas. Si sanan un poco mejor que mejor. Quizá eso sorprenda a mis atacantes, pero en el peor de los casos ganaré algo de tiempo.

Había pensado en usar mis habilidades con la elfa, pero si no las uso ya no tendré oportunidad de salvarla, y no le sirvo de nada tampoco muerto.

Imposición de manos: Me curo 9 PG. (Total, 20/31 PGs).

Los Murlocks, por un instante, tibuearon. Miraron con extrañeza tu sanación por influjo divino, y casi dirías que se miraron de forma interrogante, pero un segundo después, primitivos, siguieron intentando destruirte, a expensas de que su jefe siguiese inconsciente o quizás precisamente por eso.

La primera de las bestias falló, pero la segunda consiguió aferrarte durante un segundo el brazo y morderte en la mano que habías usado para curarte. Entonces, te zafaste.

Pierdes 4 PGs (Total, 24/31 PGs).

No voy a poder aguantar mucho más así, y encima rodeado de esta apestosa agua. Joder, ya podía morir en un estanque de cerveza, cantarían mi historia en todos los anales.

Enarbolo el martillo con fuerza con ambas manos una vez más y trato de golpear a una de las criaturas. Por qué no se retiran cuando se lo digo... sería mejor para todos.

Mi golpe se estampa contra la superficie del agua y miro incrédulo. He fallado, por poco pero he fallado. Maldigo entre dientes. O me pongo las pilas o estas criaturas acabarán conmigo.

Tu martillo se deslizó casi acariciando la piel del Murlock, algo difícil de decir mientras luchabas por mantenerte a flote y esquivar sus propios embites. Todavía inclementes, definitivamente dispuestos a caer allí o hacer que cayeses tú, lo que llegase antes, siguieron atacándote de forma implacable.

Esta vez te dieron ambos, provocando pequeños cortes en tus antebrazos mientras te revolvías. Heridas menores, pero entre tantas que tenías y la tremenda cantidad de sangre que se estaba perdiendo...

Pierdes 3 PGs (Total, 27/31 PGs).

Si caigo que sea luchando. Haré que mis antepasados estén orgullosos de mí. Mentalmente maldigo a la sombra que nos lanzó aquí. Si sobrevivo y algún día le pongo las manos encima...

Alzo el martillo con fuerza y golpeo de nuevo. Se me acaban las opciones. Es matar o morir. Noto cómo impacto de nuevo en el pecho de la criatura y deseo que sea suficiente para quitarme al menos a una de encima. Si me quedo sólo contra una de las criaturas al menos tendré una posibilidad...

El escamoso y esperpéntico ser verde crujió bajo el peso de tu martillo, combándose hacia dentro por la altura del pecho. Un segundo más tarde, mientras retirabas el arma, podías ver cómo comenzaba a hundirse. Sólo quedaba uno y serías... entre comillas... libre. Entiéndase que seguirías vivo y podrías seguir adelante.

Desesperada, y a sabiendas de que era matar o morir, el último ser no moribundo del escenario — salvándote a ti — intentó aferrarte con sus manos para morderte con esa bocaza. Pero sólo encontró un pequeño codazo por tu parte, justo antes de que pudieses asestar el que podía, o no, ser el golpe final en aquella orgía de sangre y cadáveres.

Un único ser. ¿Por qué no se rinde? ¿Por qué no huye? Eso debería ser lo normal, pero estos Murlocks no parecen muy racionales...

Inspiro el aire que puedo, no llega a ser una bocanada muy profunda ya que no tengo tiempo ni para pensar mientras alzo de nuevo el martillo y golpeo.

Noto cómo el martillo golpea en su cabeza... y normalmente no quedaría más que una masa gelatinosa tras un golpe así, pero he perdido mucha sangre y apenas tengo fuerzas. Con esfuerzo aparto el martillo y compruebo si la criatura sigue con vida.

... ...

Y el Murlock cayó bajo el peso de tu martillo. Habías sobrevivido, y no quedaba ya ningún rival cerca. Al borde de tus fuerzas, con casi tantas heridas como podías llegar a soportar, pero vivo y triunfal. Tenías que reconocer que esos bichejos no eran una amenaza para ti... por separado. Había sido su número, tu falta de equipo y las circunstancias. Quizás ese martillo lanzado por la elfa, ahora moribunda o muerta bajo el agua, te salvó el pellejo.

Cierto, la Elfa. Estabas sangrando, al borde de tus fuerzas, pero sólo en el pequeño lago. Ya no la veías por el fondo de las aguas, y podías llegar a ahogarte, porque no eras precisamente un gran nadador, pero... eras un Paladín.

Segundos más tarde, la bella figura de la elfa yacía sobre la roca, junto a tu equipo y el suyo. El sol incidía sobre su rostro, muerto y mojado, con la cabellera pegada al rostro y cayendo por su cuerpo. Apenas llevaba la ropa interior, cubriendo su pelvis y los pechos, ensangrentada con sus heridas. Aunque la curases, no respiraba, y no sólo se había ahogado, sino también desangrado. Era una visión... trágica.

Era belleza muerta. Porque seamos realistas. Era bella, muy bella. Y simpática.

Pero tú no eras el responsable de su muerte.