Partida Rol por web

El jefe de esas tropas, te mira con cierto nerviosismo, estais en una situación tensa, puesto que tú eres capaz de matarlo a él de un movimiento, pero sus hombres te descuartizarian ahi mismo, asi que es un empate tecnico, ademas tú vida vale mas que esto.

-En el sur-sur, alli encontrareis el camino, puedo mandar a unos soldados-rata que os indiquen el camino - mirando en derredor, u echando miraditas a tus lacallos -no tiene perdida-perdida, cruzais toda la mina, salis al bosque y alli teneis que caminar un pequeño trecho al habrigo de los arboles, y pronto-pronto encontrais la salida a una de sus cosas que huelen mal-mal- su cola se mueve ligeramente - los caminos dentro de la alcantarilla son sencillos, no son muy grande, pero llegan a todos sitios, no son tan complejos como en el norte en el sucio imperio-imperio, me entendeis oh! el mas mortal de todos los asesinos skaven-

- No nos vendria mal unos guias. Asigname alguno y los favores que me estas haciendo serán recordados por el consejo de la muerte del Clan Eshin. - Le costó contenerse la risilla, pero ambos sabian que Philox jamás hablaria en favor de un sucio caudillo. Quizas sus tropas podrian descuartizarlo, pero las bombas de humo se habian inventado para este tipo de huidas. Pero las necesitaria mas tarde.

Haciendo un grave gesto hacia 2 de sus soldados.

-Ellos sabran guiaros, lo mas rapido-rapido posible, parte pronto, en unos días, destrozaremos a esos humanos -

Espera paciente hasta que te retiras, para luego seguir con sus queaceres. Los soldados te miran nerviosos, pero te dirigen con diligencia, y con miedo hacia la rutas que necesitas.

Philox ante todo era un soldado, especializado en el combate y el asesinato, pero sabia lo que era la urgencia en cumplir ordenes. Ordenó a sus gentes seguir a los soldados del caudillo y protegerlos de cualquier agresion posible. Avanzaron raudos y si alguno se sentia desfallecer recibia unos duros azotes por parte del asesino, el cual queria cumplir con la mayor brevedad sus cometidos.

Te diriges tú grupo, tú y los soldados que os guian, por unas sinuosas galerias, hay bastantes ratas mas pequeñas por la zona, ratas que se estan comiendo la fauna local de ese sitio, despues de apenas unas horas, llegais a una salida. Mirando mientras la luz te golpea y te hace daño, ves que estas en la parte mas baja de la montaña y enfrente tuya hay un bosque bastante tupido, uno de los guardia señala hacia delante:

-Pronto ahi-ahi, podemos entrar donde huele malo-malo, deprisa! hay criaturas que es mejor que no nos vean- con la cola rigida de puro nerviosismo, y aguantando el almizcle del miedo, casi seguro. Empezais a corretear semi agachados entre los arbustos, al poco puede olerse un tremendo "tufo", hedor, casi os lloran los ojos a todos, mientras os vais hacercando.

Cuando llegais, el guardia se desvia hacia un lateral, mueve unas piedras sueltas y desencaja uno de lo barrotes que cierra parte del perimetro, es un tubo mas grande que una persona, y los barrotes que ahora se mueven os permitiran acceder.

Philox asintió cuando el soldado le fue indicando. Tanto a él como sus hombres se les fue escapando gemidos por el horrible olor que habia dentro de los tuneles de las cosas humanas. Iban en el más absoluto de los silencios. Si alguien hacia algun ruido lo primero que recibia era una mirada muy intimidadora del asesino, y lo segundo era su garra cerrandole las vias respiratorias del cuello durante unos instantes. El soldado que les servia como guia lo vio hacer a alguno de sus hombres y se sintió más intimidado por lo que el asesino le podria hacer a él. Entraron por donde los barrotes sin apenas ruido.

Tipica alcantarilla, mal oliente y sin apenas luz, durante al menos un kilometro y medio, a partir de ahi alguna pequeña entrada, pero esta todas selladas, bien selladas, o minimo con una puerta con llave y una cadena con candado. Ya sabes para evitar a los vagabundos :) Es de día.

Philox va examinando lentamente las cerraduras.

Philox tras mucho examinar las cerraduras por fin saca unas herramientas y se dispone a desatornillar la puerta. Ordena a sus hombres que sostengan la verja y el explorador que le han enviado se queda un poco intimidado al ver con que facilidad los hombres rata del clan eshin abrian puertas y se internaban dentro de donde se suponia que les estaba prohibido.

- Has sevido bien-bien a nuestra causa. Ahora regresa rápido-rápido. - Con esas palabras el asesino despachó al explorador el cual se vio agradecido de que le dejasen irse. A ningun ser de este mundo le gustaba la compañia de los Eshin.

Los ratones comenzaron a ir hacia el tunel. No portaban luz alguna pero sus olfatos les sirven. Avanzan en el más absoluto de los sigilos y saben que si alguno hace un ruido entonces Philox le cortará las patas.

Empiezas ha escuchar ruidos de carros pasando, gente hablando, etc. Abundan numerosas ratas de alcantarilla por todos lados, una plaga se podria considerar, reconoces y ves detalles, de otras patruyas de los tuyos, es olor los delata  de lejos, pero los humanos no tienen el olfato tan refinado como él tuyo, son cosas de segunda.

Unos tuneles mas haya escuchas algunos humanos trabajando, no sabes exactamente que hacen, pero no crees que te molesten. No entiendes porque los humanos a veces deciden integrarse en estos sitios, buscando la muerte, o la gloria, como ellos lo llaman.

Philox ordena a sus hombres parar y acude en solitario a ver que hacen esos hombres. Si llevan armas regresa a avisar a sus soldados, pero si no las llevan pasa de ellos y continua buscando una salida a la superficie.

Tus esbirros te comunican que hay 4 humanos reparando un muro caido, mientras 7 hombres armados, los vigilan.

El silencio es solo roto ocasionalmente por el sonido de algun martillo, o de cascotes al chapotear, las alcantarillas no son precisamente nuevas.

Ves bastantes posibles salidas, colandote por algunos gastados barrotes, o habriendo alguna cerradura ligeramente herrumbrosa.

- No queremos luchar-luchar aun. Daremos un rodeo. - Y dicho esto comienza a bordear a los humanos mientras va mirando porque tunel de estos herrumbrosos se va a colar.

Cuando ve algunos barrotes lo suficientemente separados como para poder colarse por ellos va hacia alla. Si algun raton hace un ruido y un humano se gira Philox tiene preparada una piedra en la mano para tirarla en sentido opuesto para que oigan el ruido por otro lado de donde estan ellos.

Cuando vas a mirar los barrotes herrumbrosos, el sonido de los humanos ya queda bastante lejos, pero el sol te golpea con fuerza, la luz no te deja moverte con la soltura habitual. El endiablado astro anda un poco menos de su culmine(aproximadamente las 2 o 3 de la tarde) aun se escucha bastante gente pasando, en los alrededores. Pero no has conseguido echar un vistazo en condiciones.

Philox se echó hacia atras al resguardo de una sombra. El maldito astro le quemaba los ojos y no le dejaba ver nada. Ordeno a sus hombres comenzar a disfrazarse. Se pusieron burdas botas de cuero, guardaron las colas en los pantalones sujetandolas a las piernas y con unos discretos sombreros de ala ancha y un embozo se acercó a otear el panorama para ver como estaba la situacion. Tal vez deberia esperar a que se hiciera de noche para salir. Temia que a alguno de sus hombres le pudieran enganchar y descubrir lo que eran, pero sus hombres, adiestrados finamente en la batalla sabian que es lo que debian hacer en caso de que eso ocurriera, cortarse la lengua de un mordisco y tragarsela para morir en el acto.

Aun quedaba tiempo hasta que se ocultara el sol. Philox asomó un poco el hocico y vio que todavia tardaria un rato. Preocupado porque sabia lo que pasaba cuando sus hombres se aburrian pronto les dio algo que hacer. Ordenó a todos prepararse los disfraces de humanos encapuchados y fue haciendoles hablar la lengua de los humanos, aunque con un notable acento, pero más o menos se podian comunicar. Les hizo caminar y les fue azotando para que caminasen bien erguidos y sin oir una sola queja acerca de que si les dolia la espalda o lo que fuera. Y todos con capuchas que les tapase bien la cara.

Sobre que estan o no en la ciudad, lo has dicho tú no yo :D solo necesitaba un poco de tiempo para ver que hacian exactamente.

La tarde que precede a la noche, llega irremediable, y el sonido de carretas y el traqueteo de mercancias, pasa a escucharse risas y fiestas, sonido de jarras rotas y el ambient irremediablemente se vuelve mas fresco.

Philox vuelve a asomar el hocico para ver como esta la iluminacion de las calles. Si la luz es propicia, los hombres de Philox con el al frente saldran a ver que se cuece por las calles.