Partida Rol por web

Philox se bajó del tejado con una agilidad digno de uno de los maestros de la muerte de su clan. Le acompañaba uno de sus esbirros. Observando con mesura la madera del establo vio unos tablones sueltos por los cuales entraron comodamente. Rapidamente hicieron un monton de paja seca en todo el centro del establo y buscaron por alli el agua de los caballos. Si quedaba algo simplemente rompieron los cubos/abrebaderos para que el agua se derramase desde el fondo de los recipientes, asi no seria facil apagarlo. Cuando estuvo listo el sistema, prendieron la paja y salieron corriendo por el agujero de la parte de atras. Encaramados a la cuerda Philox dio un silbido y la cuerda comenzó a izar a él y a su esbirro. Una vez en el tejado observó con detenimiento la nube negra que empezaba a subir lentamente sobre sus cabezas. El fuego deboraria el establo en unos momentos. Mañana pasaria por alli para ver que tal habia quedado su obra. Lo siguiente serian las reservas de comida de cereales y cosas asi, pero antes debia presentarse ante el vidente gris.

De camino hacia las alcantarillas por los tejados iban en el mas absoluto de los silencios. Una vez dentro de las alcantarillas avanzaron sin demora mientras Philox aleccionaba a sus hombres:

- Recordad esto, hay un tiempo para la observación y un tiempo para el asesinato. En ciudad enemiga enemiga que no conocemos es estupido e indigno de una mente skaven enzarzarse en una matanza, y ademas cosas humanas etilicas no merecen la pena el esfuerzo. Usad la cabeza, distraed la atencion del enemigo para golpear, ya sea prendiendo fuego o provocando un ruido. Si volvemos a encontrar a esos enanos no saldran de este tunel.

Y siguieron el mismo camino por el que habian venido para regresar al encuentro del vidente Gris.

Ya de vuelta por las alcantarillas, escuchais ruidos de alarma y de asombro, pero esto ya no os importa cuando casi llegais a la boca de la alcantarilla cerca del bosque, encontrais un skaven llevan un hueso humano en la boca, este se postra asustado y en la mas absoluta de las obediencias humilladas, le miras con urgencia y le dices:

-Habla-habla rapido-rapido- El ratonil sirviente se saca el hueso de la boca y sin mirarte por puro miedo te eleva el hueso para que lo recojas. De un rapido "patazo"(manotazo) se lo quitas de la mano y lees.

Philox ven pronto-pronto necesito tus habilidades con urgencia.

(Marca del vidente gris)

El mensaje no da equivocación alguna, a menos que sea una falsificación el mismisimo Vidente te necesita, y no es bueno hacer esperar a un Vidente gris.

Uno de tus hombres que se ha adelantado, te indica que te asomes a ver esto, tú andas algo pensativo pero te hacercas a mirar que es, nadie se atreveria a molestarte si no valiera la pena. Cuando te asomas fuera de la alcantarilla entre los arboles puedes ver una gran columna de humo y un fuego que parece extenderse con soltura entre las casas de la ciudad.

Philox le dice a la rata mensajera que se esfume. Apremia a sus hombres para correr como no han corrido nunca. Si son corredores de alcantarillas ahora lo van a demostrar bien. Echa un raudo vistazo a la ciudad observando como el fuego se va comiendo todo a su paso. Ha sido un trabajo magnifico el que ha realizado. El vidente estara satisfecho. Pero no hay que hacerle esperar. Asi pues dio la orden y todos echaron a correr en direccion al bosque para llegar al refugio de los ejercitos de la rata cornuda.

Mientras correteas por el bosque la mas absoluta negrura parece envolverlo todo a la par del frio, pero te sientes muy comodo en esta espesa oscuridad. Tus esbirros se mueven sin emitir ni el mas leve sonido, y ademas se convierten en difusas sombras en el tupido bosque, si una palabra buena pudiera llegarte a la cabeza, esta seria sin duda Orgullo, pero no es el caso.

Cuando vuelves a entrar en la mina el olor ha Skaven es mas que evidente, solo con el olor sabes que ahi muchos mas que antes, los pocos guardias que encuentran te dan paso inmediatamente, algunos te reconocen pero la mayor parte solo te teme y se asustan de que las sombras se muevan tan rapido hasta ellos.

Despues de la carrera y encima que te hagan esperar, creo que es lo peor de lo peor, ese Vidente gris deberia morir por esto, pero este pensamiento desaparece rapidamente y subido en un pequeño monticulo de, algo, empiezas a olfatear y a mirar enderredor.

Los estandartes de guerra se han multiplicado en unas horas, parece que se esta organizando una verdadera hueste de guerreros skaven, reconoces algunos estandartes de los diferentes clanes, el murmullo que corre por la galeria es constante e incesante, un nutrido grupo de esclavos pasan cerca de ti, piensas en escupirles pero esto seria un favor muy grande para uno de ellos.

Entre el bosque de lanzas y estandartes que se mueven ves una caseta con los simbolos de un viejo "amigo" este no se atreveria nunca ha atacarte abiertamente, pero ya sabemos lo que pasa con los skaven con algo de rango. La ultima vez que os visteis el clan Mors encima esta ganando mucha fuerza, pero tú has ayudado ha que esto no sea asi, tus intereses se enfrentan a muchas casas, pero esta es una de las que poco te importa, puesto que te sientes por encima de ellos.

Philox quedó impresionado ante el despliegue tan brutal que los skavens habian echo. Estarian pensando en atacar la ciudad que el mismo en persona se habia encargado de incinerar, muy lograda la tactica del Vidente Gris sin duda, antes de darse cuenta de lo que hacia estaba mordiendo su cola de los nervios. Cuando fuese asesino pensaba matarlo y colgar su cabeza de algun estandarte. Pero ahora tenia que hablar con él, a ver que queria. Lo más seguro es que quisiera una escolta, sabia como lo hacian los videntes, pero sus hombres no serian escolta de un necio, tenia algo mejor pensado para ellos. Espero pacientemente a que el vidente les concediera la audiencia.

Un pequeño skaven te da paso, con una reverencia que hace que su ocico toque el piso, llegando a arrastrarlo en señal de sumisión, caes en la cuenta que no es el mismo sirviente que hace menos de 1 dia, este dato no sabes si es bueno o es malo. El vidente se encuentra mirando una especia de mapa, que esta a un lado de un gran trono, adornado de forma rocambolesca a la vez que tetrica, calaberas, pelo, etc. los videntes son skavens de lo mas raro.

Cuando te mira asiente con la cabeza:

-Si, aqui estas, tenga trabajo para ti, tengo una misión importante - remueve unos "papeles" que tiene a un lado y saca algo asi como una barita, rematada con un trozo de piedra bruja tallada -noticias de los humanos, han mandado un grupo siniestro, intentan destrozar nuestro plan, no son una gran amenaza, pero hay 2 elfos entre ellos, rapido-rapido matarlos debes.-saca un saquito de donde esnifa un poco de piedra disforme en esta puro, ves como sus ojos empiezan a volverse verdosos y un pegajoso liquido sale de su boca - pronto llegaran al castillo, buscalos-buscalos en el camino tendras hombres-esclavos, con ellos puedes entrar al castillo sin ser visto, aprisa-aprisa, aun estas ahi, mata-mata ya.-

Sin lugar a rechistar nada mas, sales de la camara, no sabes exacto que es lo que pasa pero tienes una misión y piensas cumplirla. El lacallo del Vidente gris, te indica una caseta donde ves que se mueven unos esclavos, desde donde estas ves que estan bastante limpios y alimentados, algo sumamente raro.

Si claro, esto es como ir al carrefur jajaja!

Vamos a ver unos lanzallas, unos lanzadores de viento, y 2 ametralladora colocadas en un lugar ventajoso.

Son 4 mataos los que tienes que intentar matar.

Tienes esbirros y humanos, la vida skaven nunca fue facil :)

Philox reunió a sus hombres y se presentó de inmediato en el barracón donde le esperaban los esclavos. Sabia perfectamente que de al meons uno podia prescindir. Y sabia muy bien lo que iba a hacer

Entró en el barracon y gritó

- Firmes! Partimos de inmediato, coged solamente una espada que sera todo lo que tengais para sobrevivir ahi fuera. En marcha.

Sus esbirros iban marcando el camino y el iba cerrando la marcha en la retaguardia. Tambien iba mirandoa ver si veia a algun pobre desgraciado que se mereciera morir para dar ejemplo. El olor del almizcle del miedo pronto inundó la caverna, ya que a nadie le gustaba ser mandando por un distinguido miembro del clan Eshin.