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Uno cae y más aparecen, así es el combate

Uno cae y más aparecen, así es el combate. Una gran cantidad de esa asquerosa sustancia me cubre el cuerpo y mi armadura se desintegra. Maldito seas. Mazcullo mientras me zambullo tras una cobertura y luego le abro fuego dejando el dedo apretando bien fuerte el gatillo. Como esto basura.

M´Butu seguía buscando algo a lo que disparar. Se oían ráfagas de disparos en ciertas direcciones, pero con la resonancia de la sala metálica, no sabía ubicar donde estaban. Continuó avanzando a ciegas mientras Jon soltaba un grito estremecedor desde algún lado más adelante.

Ardo seguía buscando algo tras lo que cubrirse. Se oían ráfagas de disparos en ciertas direcciones, pero con la resonancia de la sala metálica, no sabía ubicar donde estaban. Continuó avanzando a ciegas mientras Jon soltaba un grito estremecedor desde algún lado más adelante.

Jon encontró cobertura justo cuando un nuevo aliento fétido salía directo hacia él. Si quería poder disparar de nuevo, debería de salir de la cobertura que había buscado. AL menos parcialmente. Asi pues tenía dos posibilidades. Aguantar y esperar a que el bicho se fuese, o asomarse un poco y disparar, arriesgándose a que quizás pudieran alcanzarle de nuevo.

Sabiendo el riesgo que me puede llevar, la muerte segura lo más probable, salgo de mi escondite a medias. Solo sacando lo justo de mi cuerpo para poder dispararle al maldito, pero tanta precaución me juega en contra y los disparos pasan lejos de mi blanco y encima ahora estoy a su merced. ¿El fin? ¿Este es? ¿No con la bandera en una mano y acribillando Zergs con la otra? Aquí en donde nadie sabrá como pasó caeremos? Pienso algo nostálgico mientras veo como abre su boca para olver a escupir sus inmundicias en mi armadura y ahora si, sobre mi cuerpo.

El humo se disipó con la caída del segundo Mutalisco. Smith-Punn había acertado de pleno en otra de las criaturas y junto al fuego combinado de alguno de los marines habían acabado con otra de las criaturas.

Ardo estaba en un rincón acorralado. Se cubría con la isleta, escondiéndose debajo de la misma mientras se asomaba un poco. Jon se cubría también y disparaba al mutalisco que había salido por los aires, y M´butu, andaba por mitad de la sala buscando como un loco a los Zergs.

Quedaba uno... pero ¿dónde estaba?

Cuando se disipa el humo veo como cae inerte el segundo mutalisco bajo los disparos de mis compañeros.

Lo que me preocupa es que no hay rastro del último de esos asquerosos seres.

- ¿Donde se habrá metido? - pienso mientras miro en derredor.

M´Butu daba vueltas por la habitación buscando a los mutaliscos, sin tener en cuenta su propia seguridad. Hacía ruido, pues la armadura hacía que el metal resonara por toda la estancia. Y entonces apareció el mutalisco, escupiendo por su boca aquellos murciélagos verdes.

M´Butu se vió rodeado y su armadura sufrió muchos daños. Pero enseguida se sobrepuso y se preparó para atacar de nuevo.

De pronto una lluvia de murciélagos verdes se me viene encima. Por fortuna mi armadura me protege bastante y evita que los daños sean mayores. Cuando consigo recuperarme abro fuego contra el Mutalisco.

- Muere Maldito Mutalisco.

El impulsivo M´Butu hace gala de la estirpe de Los Murciélagos de Fuego. De frente y sin titubear, pero los Marines actuamos distinto, nos entrenaron distinto y por ello mantengo parte de mi cobertura mientras abro fuego contra el Zerg. No trato de ser muy fino con la puntería, pero lo suficiente como para no herir a mi compañero con fuego amigo.