Partida Rol por web

En un segundo, todo se desencadenó.

M´Butu se acercó de manera hostil a Ardo, ambos golpearon las servoarmaduras de sus compañeros y salieron despedidos unos centímetros hacia atrás. Habían notado el golpe, pues la cabeza había rebotado contra el interior de la armadura, pero no habían recibido demasiado daño.

Melanie se puso en medio.

- ¿Qué coño estais haciendo? ¿Acaso es que nadie me escucha?

La radio volvió a crepitar.

- Windom. Acuda a la fábrica. Hay problemas. Mantengase alerta.

- Buen golpe Soldadito. - le digo a Ardo sacudiendo la cabeza. Ahora poneos en movimiento.

Me giro habia Melanie.

- Si. Te escuchamos perfectamente. - le respondo.

- Teniente, aquí hay una buena cantidad de Vehículos. - digo por el comunicador. Vamos a probar si funcionan. Si están operativos tendríamos alguna posibilidad de movimiento rápido.

Los soldados intercambian golpes, la cosa se pone tensa y Melanie se para en el medio, por un ligero instante me gustaría que a alguien se le escapara una cachetada contra su rostro, pero la idea se escapa tan rápido como vino. La radio vuelve a sonar y la tensión desaparece por ahora. Sigo al grupo desde más atrás, por si las dudas, cargando con la caja si hace falta, a pesar de las heridas no me importa. Pensando para mi sobre lo último que dijeron. ¿Qué será tan urgente que necesitan a un médico y no a nosotros?

Una idea de las palabras de Melanie pasa continuamente por la cabeza de Ardo... Pero aún no es el momento de actuar. Faltaba poco.

En ese momento llegó Amy corriendo. No fue difícil localizaros gracias a los gritos que pegabais vosotros y la propia Melanie.

 - ¿Qué cojones está pasando aqui? - dijo Amy - ¿A qué coño estais esperando?

Y de repente llega Amy y empieza a preguntar.

- No pasa nada. - digo encogiéndome de hombros. Tal y como le he dicho a la Teniente por el comunicador ibamos a comprobar si funcionan las naves para poder movernos con mayor velocidad.

- Obedezca las órdenes, soldado M´Butu. La chica y la caja tienen que llevarse ante la Teniente, ahora mismo. Son sus órdenes, marine, no las mías. - dijo Amy. Entonces buscó algo en la mochila. Y lo sacó. Seguramente fuera un sedante. Se acercó a Melanie.

Esta empezó a chillar.

- ¡Noooo! ¡No joder! ¿No lo entendeis? Ella no querrá. Es una marioneta. Le han lavado el cerebro aún más que a vosotros. ¡No te acerques a mi, zorra! Vais a perder vuestra única oportunidad.

-¡Silencio! !¿Es qué no os dais cuenta ninguno?¡- Ardo no se pudo contener más- No es importante salir de este planeta. Soldados, la Confederación nos quería muertos, ¡muertos! Y tú Melanie, qué te crees, ¿que les hará mucha gracia verte con vida a tus amigos ahora mismo? Hay mucha gente que ha sido abandonada en este mundo a los zergs. ¡A ser su comida joder! Y tenemos la oportunidad de hacer que eso no pase. Tenemos la oportunidad de dar una oportunidad a esa gente. Tenemos los medios para hacerlo.

Se giró hacia Melanie.

- Dices que esta caja es capaz de hacer que todos los zergs a muchísimos clicks de distancia vengan hacia ella, ¿no es cierto? Pues yo tengo muy claro lo que debemos hacer. Deberíamos de dar tiempo a esa gente a que huya. Tenemos que hacerlo. Por todos los muertos hasta ahora.

Por Meredith.

La cara de Ardo demostraba una firmeza en ese momento del que sabe que tiene que hacer lo correcto.

Y sabía que los demás lo entenderían.

- Todos tenemos que hacer sacrificios, Ardo. A veces es duro, pero...

Amy hizo un movimiento con la mano que bien podía ser el que hacían las mujeres de color allí en el planeta Tierra. - Eh, ¿alguien me puede explicar de qué coño estais hablando?

- ¿Acaso no escuchas cuando el resto de la gente habla? - le digo a Amy.

- Todo eso ya se habló cuando descubrimos allá arriba - digo señalando con la cabeza al edificio del que venimos- que la puñetera caja no era mas que un maldito cebo para los Zerg.

Luego me giro hacia Ardo.

- ¿Y porqué debería valer más la vida de esos civiles que la nuestra? - pregunto a Ardo. Eso contando con que realmente piquen el anzuelo y vengan todos hacia aquí, claro.

- No tenemos munición suficiente como para sobrevivir a una marabunta de Zerg y cuando acaben con nosotros irán a por el resto de habitantes de este infecto planeta. - prosigo. Si escapamos con la dichosa caja podría usarse para la guerra contra esos bichos pero si morimos aquí con la caja nuestra muerte no habrá servido para nada.

Windom llega y con ello la razón, debemos obedecer las órdenes, pero ambas propuestas son válidas. Salvar vidas, mi familia murió a manos de los Zerg, no quiero que haya otro Jon más o por lo menos que sean los menos posibles. Maldita sea, tengo que obedecer, no dudar. Mi cuerpo hace una cosa, obedecer, pero mi cabeza duda y piensa. Vamos Jon, tú sabes que tienes que obedecer, la caja es primordial para ganar la guerra, no se puede desperdiciar por la vida de unos pocos, piensa en más adelante. Tras dudar por un largo rato o por lo menos eso me parece, sigo las órdenes de la Teniente, llevar la caja y si se puede, en un vehículo.

- ¡Son miles de personas, joder! ¡Luchad un poco con el cerebro y con vuestro alma! ¡Podríamos conseguir pararles lo suficiente como para darles tiempo para escapar!

Se giró hacia M´Butu.

- ¿No lo entiendes, verdad? ¡Nuestra vida no vale nada! ¡Aunque saliésemos de aquí, acabarían con nosotros! ¡ELLOS querían acabar con la caja! ¡No la quieren! ¡No es una moneda de cambio ni nada de eso! ¡Es una prueba contra ellos! ¡Te matarán antes si quiera de que puedas decir "hola".

Miró a Melanie.

- Eres una Hija de Korhal. Sabes porque empezó vuestra lucha. Los misiles de la Confederación acabaron con vosotros. Aquí hay más víctimas. Gente que va a sufrir aún más que vosotros a manos de los zergs por causa de un arma de la Confederación, ¿vas a permitirlo, cuando puedes hacer algo al respecto?

A continuación dio un paso en dirección a Littlefield.

- Tío, tenemos armas, tenemos experiencia, y lo más importante, haremos lo correcto. Piensa en toda la gente a la que puedes salvar, y no sólo eso, ¿acaso no enseña la Confederación que una de las prioridades es siempre defender sus secretos? Si todo acaba aquí y ahora, estarás ayudando a que la Confederación continúe. Su error morirá con nosotros. Y así nacerá la esperanza de vida de un montón de gente.

No pensaba darse por vencido, sabía que podían hacerlo.

- Si lo activamos ahora que los zergs están lejos, tardarán en llegar. Hay mucho material aquí para defendernos, aguantaremos horas, con las torretas, las minas y los vehículos. Podemos hacerlo. Debemos hacerlo.

Los ojos de Melanie destellearon. Pero no fue ella la que habló, sino Amy, que parecía empezar a entender.

- Un momento. ¿Cuántas naves vienen?

- ¿Qué?... Puede que un centenar... Todas las que hayan podido reunir, supongo... pero nunca llegarán a las ciudades a tiempo.

Amy cerró el canal de comunicaciones. Sabía que Breanne empezaría a hacer preguntas muy pronto.

- No pero, ¿y si, como dice Ardo, los Zerg no se dirigieran a las ciudades? - se volvió hacia la cabina que había señalado M´Butu - Podrían salvarse miles de personas, ¿no?

Las palabras de M´Butu resonaron en su cabeza. "No tenemos munición suficiente como para sobrevivir a una marabunta de Zerg y cuando acaben con nosotros irán a por el resto de habitantes de este infecto planeta."

- Quizás no sobrevivieramos, pero... tal vez, sólo tal vez, podríamos frenarlos. Estoy con Ardo. - dijo señalando a su compañero. - ¿Cuantas vidas valen las nuestras? Morir unos cuantos soldados y salvar miles de vidas. Creo que merece la pena. Si las naves se dirigieran a las ciudades... y no aqui, pero los Zerg si. Tendrían tiempo de sobra.

- Habeis perdido la cabeza del todo, ¿lo sabíais?