Partida Rol por web

Al final de la travesía, cuando llegan a Port Drofo, tanto Fibbin como Wendel  necesitan atención médica, pues sufren una fuerte deshidratación y deben ser atendidos inmediatamente. Una vez recuperados reemprenden el viaje, el cual ya cuenta con  veintitrés días de viaje.

Empiezan el descenso hacia el desierto de Chun y el primer lugar que tienen que atravesar son los infames pantanos del sobre mundo. En ellos innumerables peligros les acechan, de los cuales salen nuevamente victoriosos de todos ellos. La presencia de las fuerzas de Saldrak es más evidente a cada paso que dan en la zona.

Hasta ese momento el grupo ha estado relativamente tranquilo, pero todo indica que a partir de alli la situación se volvera cada vez más tensa y peligrosa.

Desde los pantanos bajan directamente hasta el imperio de  Karst  donde tras varios días de viaje deciden hacer una parada en Willem, un pequeño pueblo  envuelto en una  misteriosa y milenaria leyenda que sin saber muy bien porque, tanto Fibbin como Wendel estaban muy al tanto de la misma.

Han pasado 29 dias desde que el grupo partió de Kajin, ahora se encuentran en las puertas de Willem para buscar un lugar donde descansar antes de enfrentarse al último tramo de su viaje…

Como es habitual en él, Wendel se detiene ante las murallas de Willem para admirar su arquitectura y la belleza de sus formas. Aún ante las puertas de la muralla, el enano se gira hacia sus compañeros.

- Dicen que el templo que corona la ciudad es magnífico, y entre otras leyendas se habla de cavernas subterráneas bajo Willem que esconden misterios legendarios.

Tras el comentario Wendel pone los brazos en jarra y contempla la puerta una vez más. De pronto, su estómago produce un vibrante sonido que le hace fruncir el rostro.

- Será mejor entrar y buscar un buen lugar donde cenar y dormir.

Tras un instante donde atiende a las respuestas de sus compañeros, Wendel se pone en marcha y avanza hacia las puertas dispuesto a llamar, presentarse y entrar en la ciudad en busca de una buena posada.

El paladín escucha atentamente las explicaciones que da el enano mientras contempla el imponente aspecto que presenta la ciudad. Acto seguido, avanza lentamente tras la montura de Wendel en dirección a las puertas y espera a que llame.

- Extrememos las precauciones, maese -le comenta- Esperemos que la ciudad se mantenga libre, pero no descartemos la posibilidad de que haya espías o asesinos de Saldrak; estamos ya muy cerca del destino final.

Luthien escucha intrigada las palabras del enano y comienza a imaginar lo que podría esconderse en esos supustos subterráneos.

- Toda leyenda tiene parte de verdad maese Wendel, quizás en un futuro podramos volver y estudiar esas cavernas, ahora lo mejor será tratar de pasar desapercibidos, salvo la parada en las minas enanas, no hemos tenido demasiada suerte, al menos mientras que no nos detengan o nos confundan con criminales podría conformarme.- dice recordando sus dias en la carcel.

Wendel se muestra orgulloso ante el comentario de Lúthien acerca del recibimiento de su clan, que resultó ser el único tramo tranquilo del viaje.

- Tal vez podamos investigar en el futuro o tal vez otros lo hagan, sin embargo, ahora nos ocupa esta misión. Y no creo que nos ocurra lo mismo dos veces en este viaje, con que nos hayan tomado por bandidos una vez, ya es suficiente.

-Qué nos deparará el destino detrás de los muros de esta ciudad -Se pregunta el guerrero mientras avanza junto a sus compañeros.

-Soy de la opinión del señor Arnold. Toda precaución es poca. Ya habéis visto lo que nos ha sucedido en ciudades anteriores... -Comenta pensativo el guerrero mientras mira a los alrededores.

-Probablemente tengamos la suerte de que, si son ciertas las leyendas, este lugar atraiga a muchos forasteros queriendo destripar las entrañas de la misma en busca de tesoros y pasemos como un grupo más de estos. Recordemos que nosotros portamos el más grande de todos ellos... La salvación de todo Embelyon. -Les dice a sus compañeros con un giño.

Fibbin ve a lo lejos la ciudad de Willem y su memoria comienza a pensar en todas las leyendas que hay sobre el lugar...¿Serán ciertas?...Un cierto reparo se interna en la mediana cuando se van acercando a la puerta.

-¿Nos dejarán pasar?-pregunta a sus compañeros-quizás lo mejor sea continuar hacia otra ciudad, esta me trae malas vibraciones...-comenta a sus compañeros.

Aun así y al igual que a Wendel, las murallas de Willem le impresionan y queda mirándolas como si estuviese atrapada por ellas.

Wendel es el primero en dirigirse hacia las puertas de Willem. El enano mantiene un paso firme sobre su montura sin perder de vista los dos centinelas que hay situados en lo alto de las dos torres junto a la puerta de entrada. Sus compañeros lo siguen de cerca y se detienen tras el cuando este para.

El centinela de la torre de vigilancia derecha no pierde detalle de los movimientos del grupo que se acerca hacia las puertas de Willem. Dirige una complice mirada hacia su compañero situado en la otra torre de vigilancia antes de que el grupo llegue a su posición. Una vez el enano se planta delante de la puerta, el centinela toma la palabra…

-¿Qué se os ofrece?

Wendel toma la palabra al encontrarse al frente del grupo

- Somos viajeros de Embelyon, algunos de nosotros devotos peregrinos y buscamos alojamiento tras estas murallas.

El enano espera con gesto tranquilo la respuesta del guardia.

El guardia observa al grupo detenidamente cuando Wendel indica que son devotos peregrinos. La elfa y el paladin son los unicos a los que les veo algo de devocion por algo, el resto parecen meros guerreros sedientos de batalla... piensa para si mismo.

- Debeis estar locos para querer alojaros en un lugar como este en estos momentos tan dificiles.

El guerrero retoma la palabra...

-Señor. Venimos buscando un lugar donde pasar la noche y aprovisionarnos con algo de comida para continuar nuestro viaje. Mañana al alba partiremos. No venimos para buscar problemas. Somos gentes de paz!!! -Le comenta Khelben a los guardias.

- ¿A qué se refiere con estos momentos tan difíciles? ¿Ocurre algo en Willem que ignoremos?

Wende percibe un leve atisbo de temor en la voz del guardia y se extraña, pues Willem siempre había sido un lugar idóneo para peregrinos que deseaban guarecerse.

La elfa se se sorprende al oir al guardia pero antes de que pueda intervenir, el enano haze gala de una oportuna pregunta, pasando entonces la maga a permanecer en silencio mientras sus compañeros tratan de aeriguar lo que ocurre en la ciudad.

Espero que lo ocurrido en Aldulume no haya sucedido tambien aqui-  piensa para si misma.

Arnold mira pasmado al enano haciéndose pasar por peregrino y da un paso en dirección al guarda para dar más credibilidad a sus palabras. El vigilante les mira con cara de escepticismo pero sus siguientes palabras son más alarmantes.

- ¿Momentos difíciles? ¿a qué se referirá? - El paladín está a punto de hablar cuando Wendel se le adelanta con la pregunta.

¡¡¡ Abrid las puertas !!!… se escucha tras el portón de madera que os impide el paso a Willem. Apenas unos segundos después de la orden dada desde dentro, las grandes puertas de la ciudad se abren para mostrar el interior de las mismas.

Frente a vosotros se muestra Telsur, un guerrero de Willem que manteniéndose firme en su posición os mira de arriba abajo intentando adivinar quien ha sido el ultimo que había hablado. No tarda mucho en deducir que había sido el enano, pues era el único capaz de emitir una voz tan rotunda.

Entonces se dirige lentamente hacia el y tras unos segundos de silencio dice… Ocurre en Willem y está ocurriendo en Embelyon.

¡¡¡ Por todos los diablos, de qué lugar de Embelyon procedéis para no daros cuenta de lo que está ocurriendo!!!, ¿habréis tenido la inmensa suerte de no tropezaros con los hijos del mal?... Nooooo, A juzgar por vuestro estado veo que también os habéis cruzado con esos engendros del mal.

Telsur se echa a reír mientras os mira detenidamente y os invita a entrar a la ciudad…

¡¡¡ Adelante, pasad!!!

Una vez estáis todos dentro de Willem Telsur se gira hacia los guardias y les ordena cerrar las puertas.

Decidme… ¿Que estáis buscando en Willem?

Wendel respira aliviado al comprobar como se le abren las puertas y se le invita a pasar.

- Sin duda. Algo ocurre en Embelyon aunque no sepamos exactamente de qué se trata. Por eso queremos alojarnos aquí, tras vuestras murallas.

Fibbin se queda sorprendida al oir las palabras del guarda de la puerta...ya decía yo que me traía malas vibraciones este lugar...

Yo creo que lo mejor es seguir avanzando...-dice en el preciso momento en el que se abren las puertas y aparece un guerrero de la ciudad.

La mediana mira boquiabierta a aquel hombre que solo con su presencia ya impone respeto y sus palabras le hacen temblar. ¿Acaso habrá pasado aqui lo mismo que en Aldulume?Si es así, lo más seguro es que Lippelt también haya sido arrasado...- piensa tristemente.

-Por favor, permitidnos aunque sea pasar aqui la noche-le pide Fibbin.