Partida Rol por web

Las Hojas Caen en Otoño

Escena II - La Fortaleza Perdida

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09/06/2013, 14:13
Director

Habían huido de Piedranegra, pero el caos había venido con ellos en forma de sensaciones encontradas. Los gritos y los reproches se mezclaron con las órdenes y, entre todo aquello, una piedra sobrevoló el cargado aire. Qyburn sintió el golpe en la parte izquierda de su sien; el impacto lo lanzó contra un árbol, cayendo a sus pies, sangrando y atontado.

Barkas gritó para que todos se calmaran, mientras Thomas ponía su acero sobre el cuello del hombre. El anciano, asustado, alzó las manos… antes de que, para sorpresa de todos, especialmente de Thomas, unas fuertes manos alzaran al propio Qyburn. Adran, el temible herrero de enorme cuerpo, estampó al antiguo maestre contra el trono del árbol. Su mano, abierta, cruzó el rostro de Qyburn, que salió despedido por los aires. El caballo en el que intentaba huir se movió, inquieto, bufando, mientras su dueño caía estrepitosamente a los pies de Duncan.

Antes de que la situación fuera a más, Barkas se situó entre el anciano y el resto, alzando las manos. Su teatro comenzó, con alabanzas falsas a Qyburn, mientras más allá, en la entrada de Piedranegra, una acalorada discusión estallaba entre los hermanos Llyfren: Livia quería regresar, con el apoyo de Anna, mientras que Leroi no quería que su hermana desapareciera de nuevo en aquella fortaleza maldita. Thomas gritó, apoyando con palabras a su señor, mientras Edweir, erguido, se situaba junto a Leroi.

Veo que sois la única persona civilizada aquí, maestre —decía Qyburn, torciendo el gesto de dolor en el suelo. La sangre manchaba su túnica, y parte de su rostro—. ¿Qué hacéis con tales salvajes? ¡Hasta los niños levantan la mano sobre un humilde servidor! —torpemente, se levantó del suelo: parecía agotado y dolorido—. En cuanto a esas… “cosas”… me tenéis en mucha estima si creéis que tengo el poder de dominarlas. La Dama es su razón de ser, yo sólo soy el que cosía y… eh… examinaba los cuerpos —Qyburn se sacudió la ropa, antes de sonreír. Bajó la voz, aunque todos lo oyeron—. Maestre, no puedes ni imaginar cuánto podemos aprender de ella; la muerte no es el último paso… —entonces, ladeó al cabeza, como si se diese cuenta de algo—. Realmente, queréis acabar con ella, ¿verdad? Queréis eliminarla. Lo siento, amigo, pero si creéis que esto tendrá un final feliz, estáis muy equivocado…

De repente, un gritó retumbó en el lugar, siguiendo las palabras de Qyburn. Un grito cargado de dolor, físico y emocional: el grito de Leroi. El movimiento de su hermana había sido rápido, pero certero; antes de que nadie pudiera evitarlo, el puñal de la chica surgió de la nada y se clavó en las tripas de Leroi, justo en el hueco entre las piezas de la armadura. Livia abrió los ojos, como si se asustara de lo que acababa de hacer, y su hermano cayó al suelo, delante suya.

Justo entonces, Emir el montaraz salió de Piedranegra, y se encontró con la inesperada escena. Tras él, Piedranegra empezó a temblar, bruscamente.

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09/06/2013, 14:14
Director

Notas de juego

La herida es grave, por lo que necesitas atención médica inmediata. Puedes hablar con un poco de dificultad, pero apenas moverte.

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09/06/2013, 15:30
Martin Blackford

Miro a Elaine y a Darren intentando recobrar el aliento.

- Hay que salir de aquí, vamos! - les digo poniendome en pie y buscando una salida por la que huir. Intento esquivar los cadáveres que puedan caer sobre nosotros.

- ¡Rápido! - grito y corro hacia la salida, si es que la veo, si es que la hay.

- Tiradas (2)

Motivo: Percepcion + Observar

Dificultad: 0

Tirada (5): 1, 5, 5, 6, 3

Guardados (4): 6, 5, 5, 3

Total: 19, Éxito asombroso

Motivo: Agilidad + Contorsionismo

Dificultad: 0

Tirada (5): 3, 1, 4, 6, 2

Guardados (4): 6, 4, 3, 2

Total: 15, Éxito asombroso

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09/06/2013, 15:58
Barkas

Barkas chasqueó la lengua mentalmente. Ya suponia que la parte magica no podia ser obra de Qyburn. Quizás, como decía el maestre corrupto, aquel era el cometido de la dama. Pero él tenía más información que sacar de aquella escoria. A regañadientes, ofreció su mano y le ayudó a levantarse.

-Debo reconocer que pensé que, si alguien era capaz de lograr tal maravilla erais vos, hermano. Igual que lo dela enfermedad de Lady Blackford. Confieso que no he sido capaz de identificarla ni de determinar su causa ni su remedio

entonces se produjo el ataque a su espalda y Barkas observo como caia Leroi. Barkas salto hacia el, desesperado, dispuesto a cortar la hemorragia.

- Tiradas (1)

Motivo: Curacion

Dificultad: 0

Tirada (3): 5, 2, 6

Guardados (3): 6, 5, 2

Total: 13, Éxito increible

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09/06/2013, 16:04
Thomas

Todo pasó tan rápido que no parecía real. La joven Livia apuñalando a su hermano. Para un leal caballero que había visto crecer a ambos hermanos era algo inaudito.
Que locura estaba pasando para que la Casa LLyfren tuviera que ser objeto de tal maldición.

Para un guerrero, lego en artes oscuras y desconocedor del lado siniestro de las personas el problema no tenía una resolución fácil. Pero en su cabeza dos hechos aparentemente inconexos, primero las palabras del tal Qyburn y segundo la muerte de Leroi a manos de su querida hermana, se convirtieron en uno solo. Thomas veía la relación de causalidad. Quizás en circunstancias normales el caballero no hubiera obrado de tal manera. Pero no eran normales las circunstancias.

Y a la velocidad que solo un guerrero entrenado en mil batallas podía actuar, empujó al maestre de la casa enemiga y lanzó su espada directa a la cabeza del causante de todos sus males. Con la espada ya desenvainada no había nada que pudiera evitar la muerte. O eso al menos pensaba Thomas, ahora ya bajo los efectos del frenesí.

- Tiradas (1)

Motivo: Combate

Dificultad: 0

Modificador: +1

Tirada (7): 6, 6, 1, 2, 6, 4, 1

Guardados (5): 6, 6, 6, 4, 2

Total: 24+1 =25, Éxito asombroso

Notas de juego

PD: Por si no queda claro, ataco a Qyburn no a Barkas xD

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09/06/2013, 16:58
Darren

Las acciones de Darren habían sido inútiles he impotente tuvo que seguir viendo el sufrimiento de la mujer, que de otro modo también podía sentir en su propio cuerpo. El caballero miro una ultima vez a la sacerdotisa. La imagen de Elaine fue oscureciéndose hasta que todo se quedo en negro, había cerrado los ojos.

No hay forma de escapar... de luchar contra esto. Pensó Darren mientras esperaba su final aun con Elaine entre sus brazos.

De pronto un fuerte golpe lo desplazo haciéndolo caer al suelo y haciendo que abriera los ojos nuevamente. Lord Blackford había sido liberado, al igual que Elaine que descansaba entre sus brazos, lejos todos del espectro.

Los gritos de la Dama instándonos a huir hicieron que Darren se pusiera en pie. ¿Estas bien? ¿Puedes caminar? pregunto mientras ayudaba a Elaine a ponerse en pie. La cara del caballero mostraba el alivio de verla a salvo, aunque solo fuera durante ese instante.

-Salgamos de aquí. Dijo Ser Darren para ambos. Desenvaino su espada y agarro con firmeza su escudo. ¡A la salida! Grito mientras corría tratando de encabezar la marcha y darle protección a ambos.

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09/06/2013, 17:11
Elaine Ríos

Elaine tosió, aferrándose con fuerza a Darren mientras se incorporaba tan rápido como le fue posible. Sentir su mirada, llena de ternura, y el calor de sus brazos fue como volver a la vida... una tercera vez. Asintió. Podía caminar, y tenían que salir de aquel apestoso agujero.

Sorprendida , se percató de que no sentía ningún dolor físico. Sin embargo, la absoluta tristeza del espíritu aún pesaba en su corazón. Había sentido cómo el horror de ver asesinarse a sus propios hijos entre sí le quebraba el alma, así como su desesperación y su impotencia. La sacerdotisa pensó en su madre, y en cuánto la había echado de menos estos años, y miró al espíritu con lágrimas en los ojos, incapaz de reprocharle nada.

En silencio, Elaine recogió su espada y tomó, mezcla de afecto y ánimo, la mano de Lord Blackford, para seguir a Darren hacia la salida. Durante aquella noche, Martin, sin apenas conocerla, había intentado salvarla dos veces, y Elaine sintió una punzada de orgullo. Martin era su primo, tanto como Leroi. Y saldrían de la cueva. Juntos.

Mientras esquivaba rocas y cadáveres, la mujer roja meditó las palabras del espectro: "Corred antes de que regrese, y quemad este malhadado lugar". Elaine se detuvo por un momento y, antes de salir de la sala, prendió fuego a la pila de cadáveres. A pesar del olor a carne muerta, el sonido familiar del crepitar del fuego la tranquilizó. Ninguno de esos horrores se volvería a levantar aquella noche.

- Descansa en paz, madre- susurró con cariño, antes de reanudar la carrera - La guerra entre hermanos ha terminado.

¿Quién o qué temía Alyssa que regresara? Y... ¿dónde estaba Emir?

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09/06/2013, 18:49
Martin Blackford

Me sorprendo cuando Elaine toma mi mano. No estaba acostumbrado a que alguien... a que nadie me diera alguna muestra de afecto. Había estado solo toda la vida. Urdiendo planes para ayudar mi difunto primo, en soledad, siempre en soledad. Con el tormento de las penas, cargas y pecados pasados.

- Gracias.. - le digo a la mujer con sinceridad. Miro a Darren con cautela, quien sabe si va a reprocharme y recriminarme de nuevo algo.

No es que hubiera tenido una vida amena y alegre y el gesto de Elaine no solo me tranquiliza, sino que me hace sentir, por unos segundos, que todo va a salir bien.

Todos primos... esto es de locos

Me giro una última vez, cuando Elaine va a quemar la pira de cadáveres.

- Hermano... - murmuro recordando al único ser en la tierra al que yo le había importado algo. Pero no estaba ya conmigo..

Sin duda un nuevo horizonte se abría delante de nosotros. Yo sería Lord Blackford y sin duda, después de esa noche, lo mejor que podríamos hacer era pactar un matrimonio Llyfren - Blackford para unir ambas casas.

 

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09/06/2013, 19:04
Elaine Ríos

- Vamos Martin - dijo Elaine, al ver a su primo detenerse. Tiró de el suavemente mientras, como en una nube, recordó las muertes que este le había reprochado a Alyssa.

"No le queda nadie"

¿Habría sentido también él el dolor del espectro, o quizá tenía suficiente con su propia condena? Elaine siempre había sido la prima mayor de la Casa Llyfren, y además, bastarda. Hasta que había conocido a Darren jamás nadie se había preocupado por ella más que Leroi, y este, al fin y al cabo, no era muy distinto a un hermano pequeño al que sentía que debía proteger.

Elaine se recordó a su misma la primera vez que se cayó de un caballo cuando intentó montarlo sola, y cómo, años después, había ayudado a Leroi para evitarle esa misma caída. Apretó el brazo de Lord Blackford. Él había estado solo todo este tiempo, pero en lo que ella dependía, no lo estaría más. Serían una familia, al fin.

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09/06/2013, 23:47
Duncan Ramm
Sólo para el director

Notas de juego

A ver, señor director, le ruego me ilumine.

Pongamos que Duncan quiere parar el golpe que tan alegremente ha soltado Thomas. ¿Cuál es la dificultad a batir? Tengamos en cuenta, por favor, la posible sorpresa de Ser Thomas al ver que alguien defiende al viejales.

Ducan tiene 6 dados y 1 bonificación en combate con arma larga.

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10/06/2013, 00:06
Director

Notas de juego

Si pones que lo detienes, es automático dado de dónde viene y la situación. Lo detendrás seguro.

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10/06/2013, 01:03
Duncan Ramm

Salieron al aire libre, después de una pesadilla de carne pútrida y huesos. Duncan agradeció el aire limpio de la noche como una bendición de los Siete. Inmediatamente miró a su alrededor, buscando al maestre asesino. El bufido de un caballo delató su presencia, pero fue Barkas quien le detuvo con un certero disparo de su ballesta. Al verle alzar los brazos, se concedió un respiro para mirar a quienes llegaban tras él. El herrero llegó tirando de su aprendiz, pero Fargus y Greta habían quedado atrás. El caballero apretó los dientes con una mueca estoica. Si aquella obstinada muchacha no hubiese estado tan endiabladamente obcecada con la guerra, ahora seguiría viva.

Mientras lamentaba la pérdida de su escudera, otros se le adelantaron. El renegado fue amenazado, insultado, apedreado, abofeteado y arrojado por los aires. Duncan deseaba con toda su alma participar en aquel linchamiento. Observó con avaricia las nudosas manos del viejo, y las imaginó colgando del arzón de su silla de montar. La espada tembló en su mano, pero aquello debía esperar.

Los hermanos Llyfren gritaron al fondo, y uno de ellos se tambaleó herido. Inmediatamente uno de sus hombres se dirigió hacia Qyburn, espada en mano, y el avezado ojo de Duncan percibió su intención. Dio medio paso a un lado, como quien hace sitio entre Thomas y el cautivo, y en el último instante alzó su espada bloqueando el golpe que habría dejado al descubierto toda la sabiduría del anciano, literalmente. La mortífera hoja saltó con una chispa y se deslizó por su arma, deteniéndose a una cuarta escasa de su objetivo.

-En nombre de la Madre, templad tanta ira, señor –instó a Thomas mientras sus miradas se cruzaban-. Este bastardo tiene cosas muy importantes que contarnos antes de que llegue su hora final... Que no tardará, lo juro –añadió en un susurro como una dentellada.

Se obligó a tragar la bilis que le subía a la garganta. Ambicionaba conocer el color de los hígados de aquel hombre, pero debían solucionar aquel infernal laberinto de antiguas infidelidades y odios.

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10/06/2013, 01:22
Martin Blackford

Notas de juego

¿y emir? ¿Se lo tragaron los huesos? Es por añadir mas nombres a las perdidas...... -.-" xDD

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10/06/2013, 02:51
Livia Llyfren

El grito heló la sangre de la joven, abrió los ojos y se encontró los ojos amatistas de su hermano abiertos, mirándola fijamente. El dolor era patente en su mirada pero Livia no entendía. Leroi cayó delante de ella, entonces vio la herida en el estómago, la sangre comenzaba a brotar entre la armadura. Seguía sin comprender. Quería llevarse las manos a la boca, el grito estaba a punto de asomar por su garganta, pero notó que algo llevaba en su mano derecha. Un puñal manchado de sangre. La joven ni siquiera recordaba sacar el puñal que empuñaba.

Con las manos temblorosas, dejó caer el puñal y por fin tapó su boca, pero eso no evitó que el grito escapara.
-¡¡Noo!! – Gritó arrodillándose ante su querido hermano. Sus ojos se humedecieron, no llegaba a comprender como había ocurrido. – Leroi – acarició acelerada su rostro y sus cabellos de oro blanco. Estaba asustada. – ¡Ayudadme! – suplicó sin apartar su mirada.

Entonces el maestre de los Blakford se situó junto a ella, parecía dispuesto a ayudarlo, saturando la hemorragia. – Sálvalo, por los siete, sálvalo. -Las lágrimas asomaron cayendo por sus mejillas. –Edweir, quítale la coraza – pidió al escudero de su hermano.

La joven procuraba ayudar al maestre en lo que necesitara, recordó que en su bolsa tenia algunas bayas, algunas de ellas medicinales. Al darse la vuelta y rebuscar entre sus cosas, se percató de la figura familiar que salía de Piedranegra. Un destello de luz brilló en sus ojos.

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10/06/2013, 04:04
Leroi Llyfren

El dolor fue punzante e inesperado para el joven, posiblemente el pinchazo de una mantícora le hubiera dolido menos.

Escupió sangre, abriendo los ojos con sorpresa y mirando solo a su hermana, sin  entender nada, para luego caer hacia un costado y quedarse mirando el cielo, momento en el que le pareció escuchar un grito a lo lejos llamándolo,  mientras sentía como alguien lo movía e intentaba cortar la hemorragia...

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11/06/2013, 20:49
Anna Valerious

Una figura apareció de entre las sombras, mientras Anna entraba de nuevo en Piedranegra. Venía del interior, pero no venía acompañada. En cuanto estuvieron frente a frente, vio que se trataba del montaraz de los Blackford, pero que no le acompañaba nadie.

— ¿Qué ha pasado con los otros?—preguntó intrigada Anna.
Pero justo en ese instante, un grito, lleno de dolor, hizo que Anna se diese media vuelta, desentendiéndose del montaraz.  Había reconocido la voz de Leroi en el grito, y corrió hasta salir de nuevo de Piedranegra.

Al salir observó que Leroi sangraba por el costado y caía en los brazos de su hermana, que dejaba caer un ensangrentado puñal para acariciar el rostro y los cabellos de su hermano, rompiendo a llorar y pidiendo ayuda a gritos.

El maestre Blackford, al ver la escena y a pesar de la rivalidad entre casas, no dudó en dejar de sonsacar información a Qyburn y acudir raudo a tratar de curar a Leroi.

Anna se acercó también antes sus señores, y echando mano a su odre, ofreció un poco de agua a la angustiada Livia, y tratando de no levantar en exceso la voz a su señora, trató de obtener respuestas:
— ¿Qué ha pasado mi joven señora? ¿Qué hacíais con ese puñal?

Mientras Livia bebía, se giró hacía el maestre de los Blackford:
— Usad el agua que quede para lavar la herida, señor. Si necesitáis tela para vendar, decidmelo y rasgaré mi camisa. —Dijo al maestre, mientras se desprendía del peto de su armadura.

Entretanto, Anna trataba de calmar a Livia, y esperaba que su versión de lo hechos tuviese alguna explicación distinta a haber apuñalado voluntariamente a su hermano, como parecía.

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11/06/2013, 22:34
Emir "Almahueca"

Por los Siete. Nunca había sido un abnegado deboto pero ese tal Qyburn debía ser muy poderoso si era capaz de controlar a los vivos además de a los muertos.

Sin duda no era una explicación razonable para lo que acababa de presenciar. Pero esa noche nada parecía razonable. Y era la única explicación que se le ocurría para que Livia actuase de esa manera.

 

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13/06/2013, 23:02
Edweir Lyon

Edweir estaba entre fascinado y asustado mientras observaba al viejo dar sus explicaciones al que parecía ser maestre de la otra casa, hasta que notó un movimiento a su lado seguido del penetrante grito de su señor, inexplicablemente lady Livia había cogido una daga y se lo había clavado a su propio hermano.

Inútilmente intentó tapar la herida con las manos, pero solo terminó con las manos ensangrentadas mientras la sangre continuaba manando por la herida. Apenas se movió cuando otra persona se arrodilló para ayudar, y cuando otra persona sugirió que le quitase la armadura sacó su cuchillo y cortó las correas que la sujetaban sin pensar.

- señor, señor... -

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14/06/2013, 12:16
Finn

Finn no podía creer lo que veía. Livia acaba de apuñalar a su hermano y permanecía en pie aterrada por la acción que había cometido mientras la sangre manaba abundantemente de la herida del caballero de melena plateada que, tendido en el suelo, se aferraba a la vida a duras penas. Ni siquiera la presencia de Emir, que en aquel instante salía de las entrañas de la hedionda fortaleza, calmó al aprendiz. El chico miró a Adran, su maestro, y al montaraz, el terror se reflejaba en sus pequeños ojos marrones.

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14/06/2013, 21:35
Adran "el herrero"

-¡Qué coño ha sido eso!- Bramó nuevamente el herrero al ver el ataque entre hermanos, culpando al corrupto maestre le demandó explicaciones mientras volvía a dirigirse a él ignorando al maestre Barkas -¡Responde!