Partida Rol por web

Erdan observa la grieta que se abre ante ellos y, sin dudarlo un segundo, se mete por ella.

Si en algún momento la grieta se estrecha, puedo tratar de meterme por ella y echar un vistazo antes de volver a salir.

Además, ya estaba bien de que solamente Norte se dedicara a tirar del carro como si fuera una mula.

Aunque bien pensado...

Una vez arriba, hago lo posible por olvidarme lo antes posible del bochorno que supone dejar que una enana te suba a pulso atado a una cuerda. En cualquier otra circunstancia, hubiese preferido quedarme abajo a esperarles, pero posiblemente me necesiten más adelante.

- Gracias por tu ayuda, Norte - me acerco a la enana y le doy una palmada en la espalda mientras asiento a modo de agradecimiento - Espero que podamos continuar por esa grieta

Me acerco hasta el pequeño agujero de la pared y lo examino con detenimiento. No es muy grande, pero sí más que la madriguera en la que me metí arriba.

- Vamos, sigamos o las sombras nos rodearan. Y aquí arriba es demasiado peligroso dejar que lo hagan

Desenfundo la espada y me dispongo a entrar en la grieta.

La enana no puede evitar sonreír al ver la cara del paladín.

Después de guardar el garfio y la cuerda de nuevo se dispone a seguir a sus compañeros por la madriguera del conejo hacia el país de las maravillas.

Uno detrás de otro os coláis por el agujero en la pared. El camino es estrecho y obliga a los mas altos agachar la cabeza un poco, sin embargo resulta cómodamente transitable. Las paredes tienen la anchura justa . Incluso parece ser que en algunos puntos el suelo haya sido rudamente picado para formar escalones en la roca o alisar algún saliente que entorpeciera el paso en exceso.

De repente, la aparición de un viejo soporte para antorchas incrustado a una pared confirma las sospechas. Este agujero fue acondicionado para su uso hace ya mucho, mucho tiempo.

Pocos metros mas adelante, unas escaleras en la roca suben hacia arriba media docena de metros, hasta acabar en una pared lista de pierda. Sobre esta se aprecian parte de lo que debía de ser un mecanismo para apartar la roca a un lado. Son un par de cadenas tan oxidadas que amenazan con romperse al menor esfuerzo.

-Oh, que bien ... una puerta de piedra movida por unas cadenas que no se han caído por que aquí no sopla el viento.- Refunfuña la enana molesta, haber escalado esa pared para encontrarse una puerta de piedra era un tanto molesto.

Apartó una sombra de su lado que amenazaba en molestar.

-Jaesh no tendrás algún conjuro para remendar objetos, ¿verdad?-

- Uhmm.... diria que no, aunque mis conocimientos aun no son tan basto como he podido mostrar que te ha hecho llegar a esa conclusión equivocada.... Pero dejame mirar una cosa...
Dicho esto se acerca el joven estudiante de las magias arcanas con sumo cuidado e investiga la puerta junto la cadena.

Jaesh pasa al frente del grupo, teniéndoos que apretujar un poco contra las rocas para darle paso. Una vez delante la puerta, examina detenidamente la roca, las cadenas y con la luz otea las entrañas del mecanismo que se esconde dentro el estrecho hueco que hay entre la pared y la puerta de piedra que os impide el paso.

Desde este lado de la puerta es fácil ver que hay un mecanismo. Sin duda alguna debe de servir para tirar de la roca hacia un lado, abriéndola. Pero por desgracia el mecanismo esta pensado para ser manipulado desde el otro lado.

Sin muchos problemas, y tras un breve estudio, Jaesh comprende que las cadenas están atadas a algún contrapeso que no logra ver. Si pudiese ... introduce su mano peligrosamente en el hueco, teniendo que guiarse casi por tacto hasta encontrar una ruedecita. Un ligero giro y ... *click*

El mecanismo se pone en marcha. De forma inesperada, alguna fuerza tira de las cadenas y estas se tensan con una sonora sacudida de metal. El mago retira rápidamente su mano antes de que el movimiento de la puerta le arranque el brazo.
Las dos cadenas crujen por el esfuerzo y el sonido de la roca contra roca se hace mas estridente de lo que cabría esperar. Pero de repente una de las baldas mas débiles se rompe. Con un estallido se parte en pedacitos que salen disparados por aire. Inmediatamente se quiebra la segunda carena, incapaz de soportar todo el peso por si sola.
Ahora, con ambas cadenas partidas y sin la resistencia de la puerta, podéis oír claramente como los engranajes del mecanismo se aceleran por segundos hasta acabar con un golpe seco.

El mecanismo se detiene y el silencio vuelve a invadir el pasillo.

La puerta se ha abierto dejando en la parte inferior izquierda una brecha de apenas un palmo de anchura. Insuficiente para pasar, a no ser que se trate de alguien realmente "hábil".

-A sido un buen intento.- Dice la enana con un deje de frustración al ver que se había roto el engranaje.

-A ver, déjame probar si puedo terminar el trabajo.-

Mover una piedra tan pesada tenia que ser difícil, pero no perdía nada por intentarlo.

Norte hace a un lado al mago para agacharse junto la puerta. Clava los dedos en la esquina de la puerta, apoya un pie al suelo, el otro en la pared y tira de ella con fuerza. ... Por unos segundos se aprecia perfectamente la fuerza de la enana. Todos sus músculos se tensan, haciéndose claramente visibles donde la armadura no cubre su piel.

Tras unos largos segundos y varias intentonas, la piedra se mueve, pero a penas un par de centímetros, antes de que la enana quede agotada por su esfuerzo.

- Tal vez haya otra forma de activar el mecanismo al otro lado - digo mientras me agacho para intentar ver algo por la rendija - Es demasiado pequeña, dudo mucho que pueda pasar con la armadura puesta. Tendría que quitármela y pasarla pieza por pieza

Dioses, qué poco me gusta esto.

La idea de meterse por aquel pequeño resquicio entre rocas, para adentrarse en territorio desconocido y probablemente peligroso, no le hacía ni pizca de gracia. Pero tampoco es que tuvieran muchas más opciones...

Con cara de fastidio, Erdan se acuclilla al lado del agujero. En silencio, se quita su arco de la espalda y empieza a realizar unos curiosos ejercicios de distensión muscular.

Creo - hmf - que podría - augh - pasar por ahí.

Arrastrándose por el suelo, Erdan empieza a meterse por el pequeño agujero. Arquea la espalda como si fuera una bailarina exótica, y comprime su caja torácica hasta que apenas puede respirar.

Ya casi, casi...

PD: Me sorprende que antes de pasar, nadie se la haya ocurrido echar un vistazo de lo que hay detras la puerta XD. Pero en fin, allá vamos!. ¡ Que se note ese espíritu aventurero !

Erdan es el primero y en pasar. Tras liberarse de lo que pudiera ser un estorbo, se tumba al suelo para arrastrarse por la brecha. Con unos ligeros movimientos va avanzando centímetro a centímetro. Dando la fals ilusión de que no era tan difícil como pudiera parecer.
La primera mitad del cuerpo resulta complicada, pero llegados a la cintura, Erdan consigue traspasar el hueco en un momento. Pocos segundos después, ya veis desaparecer los pies del elfo tras el umbral.

Tras pasar la puerta te encuentras en una estancia excavada en la roca, de 4 o 5 metros de diámetro.

La primera impresión resulta confusa. Al contrario de lo que habéis estado viendo en la enorme grieta, aquí es evidente que hay rastros de actividad "civilizada", o mejor dicho, de haberla habido. Estas rodeado por vestigios de estanterías y de algo que antaño fue una mesa. También consigues identificar varios cofres de distintos tamaños y mas basura que podría ser cualquier cosa.
Tras un primer vistazo, se nota que todo lo que pudiera haber aquí ha sido devorado por los años y el abandono. Convirtiendo todo en un grotesco juego de intentar adivinar "¿ Que debió de ser eso ?".

Al darte la vuelta, te sorprendes al descubrir que no ves ninguna puerta. Necesitas un par de segundos y enfocar mejor tu luz, para descubrir que la puerta de roca se mimetiza con el entorno hasta hacrse casi invisible a la vista desde este lado.

A parte de eso, hay otra salida. Un pasillo ascendente y mas ancho con escalones bien esculpidos.

La primera impresión resulta confusa. Al contrario de lo que habéis estado viendo en la enorme grieta, al otro lado es evidente que hay rastros de actividad "civilizada", o mejor dicho, de haberla habido. Se aprecian vestigios de estanterías e incluso de algo que antaño fue una mesa. También consiguis identificar varios cofres de distintos tamaños y mas basura que podría ser cualquier cosa.
Tras un primer vistazo, se nota que todo lo que pudiera haber aquí ha sido devorado por los años y el abandono. Convirtiendo todo en un grotesco juego de intentar adivinar "¿ Que debió de ser eso ?".

La enana espera a recibir noticias del elfo con cierta impaciencia.

¡Podéis pasar! - grita el elfo a sus compañeros - Parece que aquí hay menos sombras. Esto parece un antiguo... laboratorio, o la habitación de trabajo de un escriba, o el cubil de alguien dedicado al estudio, pero probablemente hace siglos que nadie pasaba por aquí.

Erdan se arrodilla cerca del agujero.

Voy a ver si encuentro algún mecanismo para abrir la puerta desde este lado, esperad.

El explorador enciende una de sus antorchas y echa un nuevo vistazo por la sala, tratando de encontrar alguna palanca que abra la puerta. Si es que el mecanismo sigue funcionando, claro.

La enana se coloca bien de nuevo para empujar a un lado la puerta.

-Erdan, busca si hay alguna palanca de hierro o algo que nos pueda ayudar.- Dicho esto se pone a empujar de nuevo a ver si lo consigue.

Siguiendo el consejo de Norte, Erdan busca una barra de hierro o algo parecido que le ayude a hacer palanca.

Veré qué puedo encontrar... pero aquí todo está mohoso, podrido y comido por el óxido, no sé si daré con algo que aguante pueda sernos de utilidad.

Ya tendré tiempo después para buscar más tesoros, ahora lo prioritario es volver a reunir al equipo.