Partida Rol por web

-No podemos..son demasiados para mi...lo siento...pero a él no le haran nada si no hace tonterias. Es como ellos. Huele a ellos.-

Te coge en brazos y empieza a correr y saltar bastante más rápido.

Por el pasillo de enfrente aparecen más lobos, se lanzan contra vosotros, por detrás aún os siguen. recibe a uno con una tremenda patada que hace que el animal suelte un gañido de dolor, aprovecha la patada para impulsarse y esquivar a otro. Pero son demasiados, uno le muerde. Notas como su cuerpo se tensa por el dolor.

-Joder...si fuese de noche y me hubiese alimentado...putos perros....-

Os están cercando. De pronto Kio levanta la cabeza, como si escuchase algo, y sonríe.

-Mala suerte chuchos.- pese a la situación, no puedes dejar de darte cuenta de que mantiene una sonrisa muy atractiva ante tamaño peligro.

Cogiendote para protegerte con su cuerpo, salta por la ventana.

Caeis.

Pero algo os detiene, abres los ojos y ves unas enormes alas negras, de más de 5 metros de punta a punta, entre ellas está Eros, con cara de estar cabreada. Os sostiene a ambos sin problema ninguno, simplemente cogiendo la mano de Kio.

Mira a la ventana, dónde hay varios lobos, y muestra sus colmillos, como los de Kiara, alza la otra mano y los huesos de uno de los lobos salen disparados en todas direcciones, hiriendo a los demás. Huyen antes de que haga nada más.

Volais sobre el bosque un tiempo antes de que os deje en el suelo, en un claro, y ella se pose con una gracia fuera del alcance de cualquiera.

Kiara está allí, acariciando la cabeza de su "pequeña" pantera. Kiara llora, la pantera está muy herida, kiara tiene marcas de dientes en un hombro, pero la pantera respira con dificultad.

Me quedé de una pieza, las cosas que estaban pasando ante mis ojos y así, de un momento a otro, me habían separado de Jamie. Claro que me preocupé por Kiara pero mi mente estaba en ese momento con Jamie, mis ojos dejaron caer una lágrima tras otra y entonces me volví a Eros.

-¿Qué pasará con Jamie?

Mi cabeza daba vueltas, no tenía necesidad de vivir todo aquello y sin embargo, habíamos sido escogidos de alguna manera pero por qué y por quién. Todo era demasiado y sentía una furia crecer dentro de mí.

Eros te ignora, se acerca a kiara y la abraza. Kiara la coge de la manga y señala a la pantera, suplicando a Eros que haga algo, pero Eros niega suavemente. Entonces Kiara la empuja, el empujón la manda a varios metros. Se acerca a la pantera y se pone de pie, extendiendo sus manos, se concentra. Ves como Eros se levanta, y al verla, abre los ojos mucho y grita a Kiara que pare. Pero ella no lo hace.

Se concentra y las heridas de la pantera se empiezan a curar....pero en pocos instantes, Kiara sangra y tiembla, sin embargo no para....se va a matar si sigue así.

Eros la hace bajar los brazos, abrazándola, Kiara sigue llorando hasta que eros susurra algo.

La pantera está perfectamente, Eros la curó de la forma en que intentaba hacerlo Kiara, pero ella si lo logró. Sin embargo ahora parece cansada.

Descansa bajo un árbol, Kiara abrazada a su pantera.

Kio se mantiene vigilante.

Me senté en el suelo a mirar todo en silencio, parecía que no iban a decirme nada y ahora sin Jamie me sentía terriblemente perdida. Luego me volví a Kio, pobrecillo, ni siquiera me había tomado la molestia de preocuparme por él.

-¿Estás bien, Kio?

Me acerqué preguntándole.

-¿Hay algo que pueda hacer por ti?

-¿Yo? Si, no hay problema. Ya me he curado ¿Ves?-

Sonríe.

-Es una pena que hayas visto como un chucho me mordía...si no hubiese sido de día...je...otra cosa hubiera pasado. Claro, que no habrían atacado de día....-

-¿qué piensas de lo que ha pasado?-

-Pienso que...-toqué su herida ya curada.-Pienso que tengo que encontrar a Jamie, es mi otra parte, ¿entiendes? Haré lo que sea, pero tienes que ayudarme, por favor. Kiara y Eros no parecen estar muy dispuestas y la pequeña ni siquiera es capaz de hablarme sin desangrarse...

Bajé la mirada triste.

-No voy a mentirte... Nadie sabe dónde se ocultan los lobos. Tal vez la reina...ella es...la reina. Pero no te engañes, no te dirá nada...ella quiere protegerte. Si Jamie es un lobo...estará bien...de hecho mucho mejor que rodeado de vampiros, te lo aseguro.-

-Además...siendo una simple humana ahora...no tan simple, vale, pero humana....no podrías acercarte...los lobos odian a los humanos...nosotros...usamos a los humanos como cazadores durante mucho tiempo. La reina acabó con eso pero...el odio perdura.-

La voz de Eros suena a través del claro.

-Te llevaré yo misma con los lobos. Cuando me demuestres que estás preparada, no antes.-

-Está bien, está bien...

Intentaba entender lo que me estaba diciendo Kio cuando de pronto me encontré con la voz de Eros y me levanté lentamente.

-¿Y ahora qué se supone que debo hacer? Porque imagino que esto será parte de la profecía...

-Kiara ha notado algo en ti. La gente dice que es una loca, una tarada....pero...ellos no saben...Yo puedo adiestrarte, si quieres. Pero no te diré que debes hacer. Eso debes saberlo por ti misma.-

Sus ojos se desvian a su hermana, que duerme junto a su pantera, como un angelito.

-Está bien, yo no creo que Kiara sea una loca tarada...

Realmente no lo creía, le tenía mucho aprecio.

-Acepto tu ayuda, ya veremos lo que sucede después.

No se dice nada más...descansáis.

Tu estomago te duele de pronto, despertándote de golpe. Te encuentras de frente a los colmillos de Kiara, expuestos en su sonrisa.

Ha saltado sobre ti mientras dormias. Te ha hecho bastante daño...aunque no se ha dado cuenta.

Estáis solas, con la pantera.

-Kiara qué...

Pero no conseguí hablar, no entendía muy bien qué estaba pasando. Intenté incorporarme pero era en vano, ella estaba encima de mí y muy cerca la pantera, alguien a quien aún no me había acostumbrado.

-¿Qué pasa, pequeña?

Acaricié su rostro suavemente.

Sonríe de nuevo. Parece que simplemente quiere jugar. Se lanza sobre la pantera, y te mira, para que participes.

Ambas pareecn perfectamente curadas.

-Kiara...

Pero no me resistí y me lancé con ellas a jugar, olvidándome por un momento de todo.

No tardas mucho en comprender que no puedes jugar con ella. No así...son demasiado fuertes, y ya estás segura de que te van a salir varios moratones...y acabáis de empezar.

La risa de Kio llama tu atención.

-Ten cuidado, la princesa te aprecia, pero cuando juega se le olvida todo.- sonríe -¿Quieres sangre? La mía no es sagrada, no soy de la familia real, pero también puede curarte.-

Te ofrece la muñeca.

Kiara y la pantera derriban un árbol, con un sonido de crujir de madera que te hace pensar en tus huesos. Kiara se detiene y os mira, con una mano en la boca y una expresión de "¡Ups!" bastante cómica.

Sonreí a pesar de que estaba bastante dolorida, por suerte Kio estaba cerca.

-Perdón por hacerte esto, creo...

Tomé su muñeca y sin saber muy bien cómo, empecé a alimentarme de él. Cerré los ojos y disfruté cada gota de su sangre.

Cuando ve que vas a aceptar, sonríe, y se muerde la muñeca para que puedas beber, ya que tus dientes no pueden hacer eso.

El sabor es distinto al de Kiara...mucho menos...bueno. Más sabor a sangre corriente que al néctar maravilloso que tomaste de Kiara. Sin embargo, mucho más que sangre al mismo tiempo.

Te deja beber unos diez segundos, antes de apartarte.

-No te pases...jeje...-

Inmediatamente notas como te duele menos, hasta llegar a desaparecer cualquier dolor.

-El entrenamiento será duro, creo. no entiendo como es posible que tú vayas a recibirlo. Supuestamente solo vampiros de sangre real pueden. Es decir, solo ellos tienen el poder de intentarlo....eres humana no obstante, y la Reina afirma que tienes esa capacidad.-

-Lo siento...

Sonreí limpiándome los labios.

-Pues yo tampoco sé cómo me vayan a entrenar pero lo cierto es que necesito aprender todo lo que pueda porque quiero buscar a Jamie... Él haría lo mismo por mí...

Bajé la mirada triste, lo extrañaba mucho.

-Hey...-

Te levanta la barbilla, sonriendo.

-No estés triste, eres demasiado guapa para poner esas caras.-

Te lleva hasta estar debajo de un árbol.

-Cuentame cosas de tu mundo Angel.-

Kio es un chico muy agradable y siempre es mejor pasar tiempo con él que estar pensando en lo mal que van las cosas.

-Bueno, es moderno. Tiene muchas cosas para comunicarnos pero aunque parece que no, las guerras que se libran en este mundo, también se libran en el mío y con mucho más odio, creo que es ligeramente peor...

Sonreí.

-Gracias por lo de guapa... Pero no se te ocurra ponerme nerviosa con esas cosas que no me gustan-le mostré la lengua sacándola de modo chistoso.