Partida Rol por web

Los siguientes mese pasaron rápidos, la cofradía de Beatriz te acepto dentro de su seno, ya conocías a varios de sus miembros: Melkart y Fausto. También te presentaron a Momus un malkavian antitribu que actuaba como Chaman de la cofradía realizando varios ritos. Aunque te aceptaron dentro del grupo eras la más joven, apenas un cachorro, y como recién llegada los miembros de la manada aun no te consideraban un verdadero vampiro. Para ser un verdadero vampiro del Sabbat tendrías que demostrar tu valía en combate.

Los primeros meses fueron muy tranquilos, entrenando tus nuevos poderes y la aprendiendo la filosofía de la Secta. La cofradía también recibió a otro cachorro para su intuición, este era Paul Salamanca, pero durante los primeros meses de intrusión apenas pudiste establecer conversación con él.

Alfonso te condujo en presencia de Betriz de Galindo una joven atractiva que dirigía una Cofradía formada por Fausto, un Ventrue antitrivu; Melkart un gangrel; y Momus, un malkavian antitribu que actuaba como Chaman de la cofradía. También había una chica, que al igual que tú, aun no era considerada un verdadero vampiro a ojos del Sabbat, su nombre era Angvar Silfrsson.

Durante los primeros mese apenas pudiste hablar con el resto del grupo, pasabas todo el tiempo entrenando las nuevas disciplinas y poderes, comprendiendo que significaba ser un vampiro.

Finalmente un día, después de que Beatriz hablara por teléfono, se dirigió al grupo. Moncada necesita de nosotros. Los miembros de la cofradía aullaron de júbilo, la llamada del arzobispo para realizar una misión era algo muy importante para la cofradía. Puede que haya llegado el momento en que demostréis vuestra valía. Dijo dirigiéndose a sus dos nuevos aprendices.

Una sonrisa recatada iluminó la cara de Angvar. EN fin, ella era jóven y su objetivo ahora era ayudar a que los tiránicos monstruos antediluvianos no nos comieran a todos. Si se acababa el mundo, Gaia moría, asique aún como un servidor del Wyrm Angvar podía servirle a Gaia. Toma eso, Wyrm!

Patearems los culos necesarios. Afirmó

Hacia una semana de la llegada a Madrid y la reunión con Moncada, tiempo que Constanza y tú aprovechasteis para instalaros en la ciudad, buscar contactos y hacer las transacciones bancarias.  Pero también hubo tiempo para pasear por el Retiro, ver los cuadros del Museo del Prado o contemplar los edificios iluminados por los focos, porque aunque fuerais vampiros del Sabbat y aceptarais vuestro papel como monstruos de la humanidad también tenías derecho a de disfrutar de la belleza de la ciudad. “Uno monstruo no solo sabe destruir, también sabe admirar la belleza de las cosa así cuando las destruya disfrutara el doble” Solía decir Constanza.

Pasadas las dos semanas Iradiel volvió a aparecer por el piso, el arzobispo ya había encontrado una manada para Constanza y para ti, también había una misión donde podrías demostrar tu valor como vampiro. Decidida, Constanza pidió a Iradiel que os llevara a presencia de Moncada y después desapareció.

El Arzobispo paseaba por la nave central de la Catedral de la Tinieblas, el sitio donde una semana antes os dio la bienvenida a la ciudad, su gesto era sereno pero se notaba algo de inquietud bajo la máscara de tranquilidad. Buenos y plácidas noches. Supongo que Iradiel ya os ha comentado el motivo esta reunión. Contanza, ya he encontrado una Cofradia que está dispuesta a aceptarte, es la cofradía de Minerva, su ductus es Beatriz “La latina”. Te pondrás esta misma noche bajo sus mando.

Lo que usted desee eminencia, si con ello conseguimos engrandecer el poder del Sabbat. Constanza aspecto sin rechistar pero al igual que Moncada ocultaba su inquietud, Constanza ocultaba su rabia e indignación.

La ciudad de Madrid no es que fuera la que más deseara para vivir, pero el destino nos había guiado a esa ciudad tanto a mi Sire como a mí. Por lo que decidí aceptarlo rápido y aprovechar lo que ofrecía está, desde luego mucho para alguien de mi estilo y maneras de manejar, era más que conocido en Europa el nivel de corrupción del sitio, así que con dinero podría abrir muchas puertas. Aunque Constanza me hizo seguirla a visitar varios museos, a ella le gustaba ver esas obras de arte, aunque yo era más pragmático "Hoy en día podía ponerlas en una pantalla plana gigante de alta definición y sería más cómodo" Me decía cuando pasábamos por los museos, pero obviamente sonreía para que Constanza no se alterara.

Nos habíamos instalado los chicos se habían encargado de la mayoría de las cosas y Yuri del tema de la seguridad, como siempre eficientemente. Todo marchaba tranquilo hasta que fuimos requeridos por su Excelencia.

Acudí acompañando a Constanza, hasta la Catedral de las Tinieblas, para la reunión. Por lo visto nos habían ubicado ya en una cofradía "Se me hará raro no ver a Constanza dirigirla" Pensé, ella había nacido con el don del liderazgo, siendo mi mentora, dado que aún me quedaba mucho que aprender. Me mantuve en un segundo plano, guardando las formas y escuchando.

Espere a estar a solas con ella para hablar. Mi señora estoy seguro que pronto estará en la posición que merece. Dije tratándola de animar, aunque era difícil para ella el bajar ese pequeño escalón, aunque fuera por un tiempo. En cuanto demostrara su valía, el cargo de Ductus cambiaria seguro a ella y obviamente yo haría lo que fuera para que así fuera. Ahora tocaba conocer a la nueva cofradía y buscar un lugar en ella nuevamente.

Beatriz sonrió satisfecha ante el entusiasmo demostrado por sus vástagos. El arzobispo nos espera en la Catedral de las Tinieblas. Luego se dirigió solo Angvar y Paul. Novatos, hoy veréis el verdadero centro de poder del Sabbat de Madrid.

Los miembros de la cofradía se montaron en dos coche que callejearon por las calles céntricas de Madrid hasta parar enfrente de una pequeña iglesia de barrio, Beatriz dirigió al grupo a las catacumbas de la iglesia y desde estás a una cueva que se introducía en las profundidades de la tierra. La Catedral de la Tinieblas, el mítico hogar de los Lasobra de Madrid compuesto por un conjunto de túneles y cuevas que se extiende por el subsuelo de ciudad.

Tras recorrer diferentes pasillos llegáis a la galería principal, una cueva de 30 metros de alto donde podrían entrar más de mil personas, la galería se encuentra reforzada por arcos ojivales al estilo de las catedrales góticas del medievo y en las inexistentes vidrieras la oscuridad de la cueva ondula.

Un hombre orondo vestido con una simple túnica negra está en el centro de la nave, es el arzobispo Moncada.

Cerca del arzobispo hay otras dos personas, una mujer pálida con un vestido negro largo y un hombre trajeado.

El arzobispo se separó un poco dejando espacio para que pudierais habar con privacidad. Si, retomare el poder. Aunque habrá que tener paciencia, primero estudiaremos a nuestros adversarios, hay que evitar dar un paso en falso. Constanza nunca lo admitiría pero la perdida de la cofradía de Milán significo mucho para ellas.

Las puertas de la cueva se abrieron y un grupo de seis vampiros entro en la sala ¿sería la cofradía?

Al frente del grupo avanzaba una mujer de aspecto elegante vestida con un largo abrigo negro.

Detrás de ella había un extraño trio, formado por un hombre entrado en años que vestía un elegante traje gris con un pañuelo al cuello; a su lado iba un andrajoso hombre con varios tatuajes, una cresta y la ropa llena de barra; finalmente el tercero era un chico joven con gafas y el pelo teñido de rubio.

Detrás del todo esperaba una pareja formada por un hombre trajeado y una mujer con ropa cómoda ¿los novatos de la cofradía?

Moncada rompió el silencio. Mi querida Beatriz, dichosos son los ojos que me permiten contemplarte.

Reverendísimo. Beatriz se acercó a Moncada y beso el anillo que este le tendía. ¿A qué debo este honor?

Lo primero es presentarte a dos nuevos cainitas que desean entrar en tu cofradía. La mano del arzobispo señalo a la pareja que estaba esperando. Ella es Constanza, antigua ductus de manada en Milán, y él es Antuan, un cainita que aún está a prueba.

Angvar está sobre el metro 70, rubia de pelo un poco mas abajo de los hombros, ojos color azul claro y labios carnosos. Es flaca y fornida para ser una chica, busto copa D, y las manos con las uñas comidas. Tiene una mirada grave la mayoría del tiempo y viene vestida con ropas militares de campaña y una boina.
Angvar se quedó callada en señal de respeto, realmente no sabía mucho que decir.

Las puertas se abrieron para dar paso a un grupo variopinto, me mantuve al lado de Constanza a la espera. El Cardenal no tardó mucho en hacer las presentaciones “Vaya así que esta será mi nueva cofradía” La Ductus era una mujer bastante bella a mi modo de ver, el resto era gente variopinta, cuatro hombres y una mujer.

Espere que Constanza se presentara para luego hacerlo yo, creía que era lo más lógico, dado que yo apenas era un novato. Mire de soslayo a la cofradía para hacerme una pequeña idea de quienes eran cada uno de ellos, pero era difícil hacerlo así de rápido. Aunque suponía que lo averiguaría con el tiempo. Ahora de nuevo volvía a tener que ganarme el aprecio y respeto de esta nueva cofradía, pero solo esperaba que no acabara esta como la de Milan.

Estos son los demás integrantes del grupo. Serán los que compartirán mi destino en este tiempo, supongo que habra llegado el momento de conocernos.
La presencia de Moncada era reseñable si el estaba en aquel lugar y les recibía era una muestra de la importancia al menos de la ductus.

Constanza avanza hacia Beatriz y le da dos besos a modo de saludo.

Beatriz ahora que tu cofradía vuelve a estar completa, hay algo que podrías hacer por mantener la supremacía del Sabbat en España. La Camarilla, aprovechando la traición de Giangaleazzo, ha enviado a dos grupo de Arcontes sobre España. Todos habíais oído el rumor sobre Giangaleazzo, antiguo Arzobispo de Milan, que había traicionado al Sabbat y se había pasado a la Camarilla. Parecía que la Camarilla no perdía el tiempo, aprovechando este primer golpe sobre Italia para dar un segundo golpe sobre España.

Uno de los grupos ha llegado a Valencia y el otro a Oviedo, creemos que el ataque a Valencia es una distracción y que el verdadero ataque es en Oviedo. Dese hace días no recibimos comunicaciones de los cainitas de Oviedo y desde ayer tampoco recibimos noticias de Alfonso de Rojas cainita a cargo de León. Te pido que partas sin demora hacia León, descubras que pasa  y aniquiles a los vampiros de la Camarilla.

Tengo que comunicarte que hay otro grupo del Sabbat que se dirige hacia León, es la manada nómada de Lobos de Lieja mandados por el francés Jack de Nesle. Espero que entre los dos consigáis terminar con esta amenaza.

No necesitamos ayuda de gabachos para terminar con los vampiros de la camarilla.  Contesto Beatriz con tono autoritario. Jack y su manada pueden volver a Francia, nosotros solos nos bastamos.

Muy bien. Contesto el arzobispo complacido ante la respuesta autoritaria de la ductus. ¿Alguna pregunta? Vosotros, neófitos, también podéis preguntar si lo deseáis. Esta será vuestra prueba de fuego.

Era derecho del capitán al mando preguntar y obtener mas repuestas. le gustaría saber si había alguna otra información disponible sobre quienes eran los Camarillas (imaginaba que brujahs y gangrels, quizás tremere para guerra) y con qué contaban pero también era cierto que si no se la dieron, es porque no la tenían.

Por lo visto pronto nos pondríamos a la cosa, se encomendó a la cofradía el localizar y acabar con un grupo de Camarillas que pretendían dar un golpe en Oviedo, para continuar con el que ya habían dado por la traición ocurrida en Milán. Sabía que Constanza estaría deseando hacerlo, no era que eso limpiara lo que paso en Milán pero al menos sería algo. Pensando en el tema, me preocupaba algo ese grupo de ataque Camarilla. Mi fuerte no era el enfrentamiento físico, por lo que en combate no aportaría mucho, pero mirando a los otros de la cofradía suponía que ellos no tenían ese problema.

Espere que la Ductus contestara y hablara con el Cardenal, era nuevo y no conocía su manera de manejar las cosas, por eso evitaría cualquier falta de respeto o que ella tomara como eso. Pero en mi cabeza bullía los pensamientos sobre el problema "Me da que esos Camarillas no serán moco de pavo" Pensé, dado que les enviaban a territorio enemigo, para dar un golpe, así que no serían neonatos. Un escalofrió recorrió mi espalda pensando en la opción que hubiera entre ellos algún asesino, esos assamitas eran terribles, apareciendo de las sombras. Rápido quite aquella idea de la cabeza para centrarme en la conversación que se mantenía en la sala.

Beatriz miro a sus nuevos reclutas satisfecha, no había hecho ninguna pregunta estúpida eso demostraba cierta inteligencia o la falta total de ella, el tiempo indicaría cuál de las dos opciones era la correcta. Su reverendísima, solo quisiera pedirle una única cosa, ya que nos vamos a encaminar a una misión peligrosa y cuento con nuevos reclutas en mi manada…

Pero Beatriz no pudo terminar la frase, fue el propio arzobispo quien la termino. Desearías que fuera yo quien ceremoniera la vaulderie. ¿No es así Beatriz? No fue necesario que la ductus contestara, la respuesta se leía en sus ojos.

Momus, el sacerdote a cargo de los rituales de la cofradía saco una gran copa de oro labrada, un cáliz seguramente robado de alguna iglesia. Muy bien neófitos, no es normal que vosotros participen en los rituales de sus mayores. Explico con voz suave. Pero debido al peligro de la misión, vais a tener ese honor.

El cáliz comenzó a parar por todos los miembros de la cofradía, que haciéndose un corte en la muñeca, vertieron su sangre en el cáliz. Como había indicado Momus, vosotros también participasteis vertiendo vuestra sangre. Moncada tomo el cáliz y lo elevo mientras recitaba una letanía en latín, una burla del ritual cristiano de la consagración. Finalmente el cáliz pasó de mano en mano otra vez, bebiendo cada uno de él.