Partida Rol por web

Miro con cierta desesperanza a través de la mirada ahí fuera hay todo un mundo y yo tengo que seguir encerrada en un maldito orfanato, aguantando las burlas de mis compañeros por ser diferente y.... corto mis pensamientos ante la opción mas que probable de que el cerdo del celador se cuele en ellos, puedo sentir como un escalofrío me recorre la espalda y noto como un nudo comienza a formarse en mi garganta. Me dirijo al cajón de mi cómoda y busco la foto que tengo como recuerdo de mi madre, leo la dedicatoria del reverso y la abrazo por un segundo Mama....

Me pongo la ropa de siempre , unos vaqueros y una camiseta negra con un dibujo rosa estampado en ella, salgo de mi habitación rumbo al comedor para desayunar con la mirada clavada al suelo ocultando mi rostro tras el rojizo velo que forma mi pelo, aunque no los vea puedo sentir las miradas de mis compañeros clavándose en mi espalda ,incluso oír algún bicho raro.

Vamos Alejandra, no estaras aqui para siempre, aguanta un poco más pienso tratarme de autoconsolarme

Buenos días digo saludando a la cocinera mientras espero a que me den el desayuno, una vez que termino el desayuno me dirijo al aula para asistir a mis clases como cada dia

El profesor Malcom siempre te ha tratado como a una igual. Nunca ha hecho distinciones contigo, ni siquiera para bien o para mal. Si no te salía algo, te lo explicaba como a cualquiera y si te salia bien, te felicitaba delante de todos, como haría cualquier profesor con un alumno. No había distinciones para él.

Además, era el único que si te veía por el lugar, te saludada y hasta a veces, se metía con los demás cuando intentaban molestarte, mandandolos a paseo con una simple mirada. Sí, tiene cara de bueno, pero gracias a dios nadie lo ha visto enojado.

Es un buen maestro y muy buen pedagogo. También es tu tutor... y por eso es posible que le tengas un mínimo de cariño... sólo un poco... nunca sabes quién te puede lastimar...

Buenos días, clase. Abrid los libros en la página ocho, hoy veremos ecuaciones interesantes. Dijo con una sonrisa Malcom hacia toda la clase.

Le gustaba enseñar. Pero mucho más le gustaba que todos aprendieran.

A pesar de que el profesor Malcom era de los pocos miembros del personal que me trataba con cierto "cariño" no podía evitar que un escalofrío me recorriese cada vez que se acercaba para explicarme algo , cada vez que alguien se acercaba a mi era para hacerme daño o algo peor, por suerte Alejandra era muy inteligente y eso le permitía seguir las clases sin problemas.

Permanezco casi invisible en la clase tomando notas paseando mi mirada de la pizarra al cuaderno y de allí a la pizarra nuevamente , aunque nunca lo había reconocido le gustaba estar en clase, prácticamente eran las únicas horas de paz que tenia a lo largo del día.

Al sentir la mano del profesor un escalofrío recorre mi espalda y no puedo evitar hacer un pequeño gesto con el hombro para apartarla, a pesar de que el profesor Helland nunca había tenido un mal gesto conmigo.

Al sonar la campana espero a que cese la avalancha rumbo al recreo para poder salir tranquilamente, camino cabizbaja por los pasillos hasta la puerta que da al recreo y como siempre me siento en un banco cerca de la puerta a leer un libro mientras como una manzana aislándome de los gritos típicos de un patio de recreo.

Ja. Dijo un chico mientras se debaja caer a tu lado.

Ya sabías quién era antes de girarte a mirarlo. Era Sebastian, uno de tus "conocidos" desde hace tiempo, el cual siempre te ha intentado hablar de todas las maneras posibles, aún cuando chocaba con un muro de hormigón. Pero siempre insistía y nunca te dejaba en paz.

Aunque sea para decirte buenos días por la mañana, siempre intentaba hacerte hablar, o que te abras con él, o qué simplemente le metas una ostía. Algo para que él sepa que estás viva. Esa era su frase preferida: "Demostrar día a día que estás vivo"... aunque te rompan la cara a ostias...

¿Qué tal el día, Alejandra?

Ho... hola Sebastian digo tartamudeando ligeramente mientras clavo mi mirada en el suelo , no tenia nada en su contra, era de las pocas personas que no se metían conmigo , pero sentía que ya no podía fiarme de nadie. Mas de una vez se habían simulado tener buenas intenciones para luego terminar riéndose de mi.

En ese momento me viene la frase favorita de Sebastian

Cita:

No era una mala filosofía de vida pero aguantar todas las crueldades que sufría ya eran suficiente prueba para mi gusto.

no quería ser maleducada , quizás si Sebastian fuese una chica le costaría menos, pero se podía decir que por las experiencias vividas Alejandra habia desarrollado pánico a los hombres por corta que fuese su edad

Sebastian sonrió ante tu saludo y metió la mano en su mochila sacando un tapper de plástico de dónde extrajo un bocadillo de queso y lo partió en dos delante de tu cara, para tenderte una mitad a ti.

Mira, necesito que me ayudes a terminarme el bocadillo. No soporto el queso... bueno, si lo soporto pero no tanto. En mi casa se pasan un poco con esto. Dice sonriente. ¿Quieres ayudarme a hacerlo desaparecer? Si no quieres, puedes negarte, es una petición sin compromiso... aunque tampoco te vendría mal comer algo, estás en los huesos.

Y allí se queda el pelirrojo, con la mano extendida esperando que cojas o rechaces su ofrecimiento.

Miro el trozo de bocata a través del flequillo que me oculta el rostro ¿Su madre?, una palabra que se oye mucho en el orfanato, pobre quizás sea más feliz pensando eso No gracias digo casi susurrando con mirada reflexiva en el sandwich No tengo hambre

Tu nunca tienes hambre y después te veo arramblar con la comida en el almuerzo y en la cena. Te dice el chico mientras te sonríe. Bueno, mira, lo guardo y me como la mitad. Si quieres ya sabes que sólo tienes que pedírmelo.

Cuando te lo dice, te toca el hombro con la mano, apoyándo sus dedos en tu cuello de manera cariñosa...

En ese momento varios recuerdos confusos recorren tu mente... tu corazón se acelera... tu mente no sabe como reaccionar... intentas moverte pero no puedes. Es como estar paralizada en este momento, sin poder hacer nada.

Pero Sebastian parece cada vez más débil, hasta que de repente, se cae hacia atrás desmayado. Sin sentido.

Por un segundo me quedo bloqueada al sentir el tacto de Sebastian sobre mi piel, un aluvión de recuerdos desagradables vienen a mi mente, la muerte de mi madre, el asqueroso tacto de la piel del celador del orfanato. un segundo más tarde cuando abro los ojos veo a Sebastian en el suelo inconsciente Se.... Sebastian digo con voz entrecortada ¿Que, le ha pasado a Sebastian? , ¿por que yo me siento mejor que hace dos segundos? pienso asustada al sentir como mi cuerpo parece revigorizarse ante lo ocurrido.

Me quito la chaqueta y la coloco en la cabeza de Sebastian aplicando lo que había leído en algunos libros en los que explicaban como actuar cuando una persona perdía la consciencia

Socorro, que alguien me ayude!! grito pidiendo ayuda a alguno de los profesores que se encuentre en el recreo Sebastian se ha desmallado....!! vuelvo a mirar a Sebastian

Vamos Sebastian , despierta....

Los niños parecen pasar te ti cuando gritas, pero al cabo de unos minutos, Sebastian parece recuperarse del desmayo y abre los ojos lentamente, como si no entendiera que ha sucedido.

Te mira a los ojos, con estos aún un poco vidriosos e intenta sonreir con la poca fuerza que le quedaba.

En ese momento, el profesor Malcom se acerca a ti y te mira con los brazos en jarra sobre la cintura, entendiendo aún menos que vosotros acerca de lo sucedido.

¿Qué está pasando aquí? Pregunta el profesor frunciendo el ceño.

Sebastian se acomoda en la escalera y te devuelve lo que le has puesto en la cabeza, para después mirar al profesor.

No ha sido nada, Profesor, simplemente habrá sido un bajón de azucar o algo parecido.

Malcom niega con la cabeza y le da una palmada en el hombro al pelirrojo, para después, seguir con lo suyo.

Observo sorprendida como todo el mundo pasa de mi incluso con el pobre Sebastian en el suelo ¿Pero que demonios le pasa a la gente aquí? pienso impotente. Siento algo de alivio al ver que por fin llega algo de ayuda , aunque el alivio se vuelve en un sentimiento de culpa al ver el gesto en el rostro del profesor Malcom ¿Por que me siento así?, sino hecho nada , yo lo estaba aquí tranquila leyendo mi libro.....

Las palabras de Malcom consiguen que me relaje un poco y cuando el profesor se va puedo notar como si me quitasen un peso de encima Gracias.... digo a Sebastian, a pesar de que no he tenido culpa de nada me remuerde la conciencia por la sensación de mejora cuando he visto al pobre Sebastian desmallarse

Vaya susto me has dado Sebastian, ¿que te ha pasado? pregunto mientras vuelvo a esconder mi rostro tras un telón formado por mi pelo

Ha sido realmente extraño... ahora estoy bien... bueno, algo mareado como sin fuerzas, pero bien al fin y al cabo. Dice Sebastian mientras se acomoda mejor en el sitio. Era una sensación extraña, cuando me has tocado, sentía como si mis fuerzas se iban yendo lentamente hacia ti, como si... bah, es una tontería.

El chico le mete un bocado al bocata que te había ofrecido y mastica bastante rápido, como si quisiera meterse algo en el cuerpo lo más rápido posible para poder recuperarse.

La verdad es que estoy bien, así que olvídate de lo que ha pasado. Te iba a decir una estupidez.

La verdad es que has sido tu el que me ha tocado pienso mientras miro a Sebastian La verdad es que yo he sentido algo parecido.... digo agachando aun mas la cabeza y con tono de vergüenza.

El contacto con la gente me pone muy nerviosa digo suspirando no estoy acostumbrada. No creo que Sebastian se siente bien si le digo que yo me he sentido mejor cuando se ha desmallado, encima el es lo mas parecido a un amigo que tengo aquí...

El día continuó de lo más monotono... como siempre. Hablas un rato más con Sebastian, pero después, toca la comida, más clases, gimnasia, la merienda, tiempo de estudio, tiempo libre, la cena. Todo, igual que todos los benditos días. Pero tu ya estás acostumbrada a todo eso.

Es la rutina de cada día.

Aunque hoy hubo algo que salió de la rutina, y eso, aunque al principio te ha asustado, te ha mantenido pensando durante un buen rato... bueno, a decir verdad durante más de una hora.

Pero al final te vas a dormir, como siempre, justo diez minutos antes de que apaguen las luces...

Pero en tu cama hay un sobre, un sobre cerrado. Lo coges y lo ocultas a todos los demás, y comienzas a leerlo con los últimos minutos de luz artificial.

"No me conoces, pero yo a ti sí. Haz lo que yo te diga y saldrás beneficiada. Reúnete conmigo en los columpios ahora mismo, justo cuando apaguen las luces. Llevan varios meses vigilándote y pueden actuar en cualquier momento. Ten cuidado, podrían seguirte. No olvides que el destino sólo avisa una vez."

¿Pero que tontería es esta?, desde luego ya no saben que inventarse para meterse conmigo pienso tras leer la nota mientras la convierto en una bola y la tiro a la papelera.

Vaya día mas aburrido pienso mientras me tumbo en la cama a la espera de que apaguen las luces, aunque no puedo evitar echar una mirada a la papelera de vez en cuando, evidentemente la nota era una broma , aunque no tenia el "estilo" habitual de la gente del orfanato. El tiempo parece pasar mas lento de lo habitual y cuando las luces se apagan mi cuerpo casi reacciona solo y salgo a hurtadillas de mi habitación para dirigirme al lugar de la cita.

¿Pero que estoy haciendo?, luego que se meten conmigo, no me extraña, mírame a estas horas y yo jugando a los espías