Partida Rol por web

Os llevaron tranquilamente hasta unas sillas que formaban un círculo frente a lo que parecía una consola de mandos o algo parecido. Allí os dejaron tranquilos, sentados, mientras una pantalla bajaba desde el centro la cual todos podiáis ver sin ningún problema. Rabitten también se sentó en una de las sillas, sin embargo, la de él tenía un par de botones sobre los apoyabrazos, los cuales comenzó a tocar y lentamente, como por arte de magia, todos os sentísteis muy cansados, casi sin fuerzas para hablar y mucho menos para mover un músculo.

Queriáis gritar, otros simplemente salir de allí ya que no sabían que iba a pasar.

Un grupo de gente con bata comenzó a colocaros unos arneses en la cabeza, con auriculares y con unos electrodos que se pegaban a vuestras sienes mientras la proyección comenzaba a correr.

Lentamente, comenzasteis a dormiros, pero no profundamente, sino en un estado de vigilia y a soñar... a soñar con lo que estaban transmitiendo por la pantalla, aunque con los ojos cerrados. Por un momento pensastéis que las imágenes iban directamente a vuestras cabezas, pero eso era una simple tontería... ¿cómo pueden poner pensamientos en nuestras cabezas?

Y así pasó algo de tiempo.

¿Minutos? ¿Días? ¿Horas?

Cuando terminó la proyección, los hombres de batas os llevaron a una especie de ataudes acristalados. No sentisteis miedo, es más, estabais muy a gusto con lo que estaba pasando. Estabais muy tranquilos y lentamente, comenzasteis a dormir.

Cuando despertasteis, ya no estabais en el lugar de siempre, sin embargo, una sensación extraña recorría vuestros cuerpos. Era muy raro, todo era muy raro.

Sólo recordabais claramente una cosa, una piedra redonda y oscura.

Cada uno despertó en una mullida cama, en una habitación de lo que parecía ser un hotel. El tiempo fuera estaba horrible, el viento movia las cortinas y se escuchaba el sonido de los truenos y las luces de los relámpagos en el exterior.

En el centro, había una mesita, con una carpeta. Os acercastéis lentamente a ella y la misma contenía una página de periodico, la cual decía:

Cita:

Dejastéis la carpeta a un lado cuando uno de vosotros reparó en la fecha del periódico. Era de hace dos días.

De repente la radio se encendió con un estruendo, y todos os pusistéis a la defensiva... pero de una forma completamente instintiva.

Esta es la WKA de Alburquerque, son las cuatro de la mañana y ahora estamos pasando por un temporal nunca visto. Para que os relajéis, os dejo en compañía de John Allen y Jorn Lande, nuestro número uno este año... Waiting for a Miracle... sonando en la WKA de Alburquerque, en pleno corazón de America.

Lucy María abrió su mente al infinito, buscando con ella cualquier signo de pensamiento peligroso en los alrededores, al mismo tiempo, Layla levantó su mano y una enorme espada de energía salió de ella. José Luis, por su parte, creo un escudo psíquico que lo cubrió por completo, Edie, a su lado, hizo que de alguna forma aparecieran dos como él a su lado, mientras que Alejandra, levantó su mano derecha haciendo que una bola verde apareciera en su mano.

Todo esto, lo hicisteis sin pensarlo.

Lentamente, todos se tranquilizaron y se miraron unos con otros.

Al parecer, lo que haya tocado en vuestras cabezas el conejo, ha hecho que podáis dominar vuestros poderes a voluntad, sin más que pensar las cosas.

Lucy Maria no tardó en calmarse nuevamente al ver que solo había sido la radio... sorprendiéndose, pero sin que se le notara, de los poderes que ahora sabía y podía controlar, eso estaba bien. Se miró las manos, adivinando qué otro poder sabría controlar, y aquel le gustaba aún más si eso era posible.

Instintivamente, con el periódico en la mano se puso al lado de Layla, ya que era la única que conocía... y miró a los otros tres. Probablemente en su grupo tampoco hubiera tenido demasiado éxito el conejo que los secuestró.

No nos conocemos, imagino que vosotros estaríais con otro grupo - les dijo con una sonrisa amable y un tono de voz dulce - mi nombre es Lucy Maria Walker, pero podéis llamarme Lucy. - miró el recorte del periódico - Y a juzgar por lo que dice el periódico, seguramente Rabitten quiera que encontremos a este profesor, o informarnos de que lo ha secuestrado...

Al fin y al cabo eso último no sería tan raro, a ellos los había secuestrado... aunque ahora estuvieran allí por propia voluntad.

Layla no parece muy preocupada por lo que ocurre a su alrededor. Se despereza en cuanto se pone en pie, estirando sus brazos y arqueando su espalda, mostrando su trabajado vientre plano sin ningún pudor. Se rasca la cabeza y se sorprende a sí misma sacando su espada de energía con tanta facilidad. Una sonrisa de medio lado, felina, confiada y prepotente se dibuja en sus labios, para nada a conjunto con el claro y adorable color de sus ojos.

Tengo que hacerme con unas gafas de Sol ya mismo.

Piensa para sí mientras hace desaparecer la espada de su mano y da un paso al frente, asomando la cabeza para ver el recorte de periódico desde cierta distancia. No parece muy interesada en el tema...

Su mirada pasa del recorte a los demás "inquilinos". Una mirada demasiado imponente para una jovenzuela de 17 años. Una mirada fiera, mientras levanta la barbilla bien alto, haciendo saber que no se va a echar hacia atrás por nada si ella no quiere. Una mirada que a pesar de venir de unas pupilas azules casi cristalinas, rebosa confianza y agresividad.

Si la rata quiere que hagamos algo, podría habernoslo dicho a la cara.

Responde a las palabras de Layla sin despegar la vista de los otros tres. Su tono de voz es frío pero inestable... como si cualquier pequeño chispazo pudiera "encenderla".

De repente me encuentro sentado en la cama, sudando como un pollo y confuso como un perro que trata de perseguir su propia cola. Creo que he tenido una pesadilla, con un conejo y... ¡Mierda! No ha sido un sueño. Ahí está Edi y la otra chica. Y dos chicas más a las que no conozco de nada. Me vuelvo a tumbar, pasando de todo y tratando de hacer memoria. Sí, recuerdo. Los electrodos, aquellos arneses, al puto conejo de pascua y que, pese a lo prometido, no he obtenido ninguna respuesta. Puto roedor de mierda. Nos lo dijeron. Engañad al conejo y ha sido él quien nos ha engañado. ¡Cabronazo!

Me pongo en pie, con un humor de perros, lo cual parece ser una constante en mi vida desde hace un tiempo. Al menos el tiempo que yo recuerdo. ¿Y 89? ¿Qué habrá sido de él? Joder, le prometí la libertad y ¡mírame! Mierda, mierda, mierda.

Escucho entonces a la jovencita de pelo rosa. Pero, ¿qué cojones les pasa a estos adolescentes para teñirse el pelo con esos colores? Es que de verdad, esto parece una fiesta de Halloween constante. Pero, al menos, parece simpática. Bastante más que unos que yo me sé.

- Yo me llamo José Luís. Y podéis llamarme José Luís - digo con un guiño, a pesar de humor sombrío. A esto de socializar, no me gana nadie. Aprovecho para acercarme a la mesita y tomar el recorte de prensa al que deben estar haciendo alusión. La nena con pinta de macarra echa veneno mientras leo lo que pone allí y sonrío. Esta es de las mías -. Mmm, el periódico es de hace dos días.

Y justo entonces pego un bote de puta madre. Y no he sido el único. La radio se ha puesto en marcha y... ¡Coño! Una bola verde, una espada, dos Edis o estoy borracho o colocado y... Bueno, Lucy no veo que haya hecho nada. Y yo... Parezco una de las tortugas ninja con su caparazón. Al final va a ser verdad que iba a despertar todo nuestro potencial el roedor dentudo.

- Sí, podría habérnoslo dicho directamente o habernos dado instrucciones más completas. Aunque, ¿no es un poco exagerado deducir nada? Tenemos un recorte de prensa nada más. Son las cuatro de la mañana y estamos rodeados de desconocidos. No os lo toméis a mal, pero no os conozco de nada.

Miro los rostros que se agrupan a mi alrededor. A juzgar por sus semblantes, ellos también acaban de despertar del plácido sueño. Algunas de esas caras eran conocidas. Aunque comprendió que todos estaban en la misma situación.

Edie se encontraba distinto. Extrañamente tranquilo. Algo había cambiado... aunque no comprendía qué exactamente. Solo una sensacion le indicaba que todo lo sucedido empezaba a tener sentido. Todo menos aquel periódico. No acababa de entender que relacion pudiera guardar con todo aquel asunto. Aunque a Edie tampoco conocia demasiado del mundo ciemtifico que, de bién seguro, pertenecía aquel doctor. De todas formas algo le decía que no tardarían en sacarle de dudas.

Miró a sus dobles. Luego lo comprendió. En el fondo lo supo mucho tiempo atrás. Aunque nunca tuvo el valor de dar crédito a su realidad. Entonces soltó una carcajada.

-Maldita sea... ¿Que clase de loco querría tres Edies?- Bromeó divertido.  

La radio continúa emitiendo su señal:

Tras esta canción magnífica, para despejar las mentes de este maldito temporal que está azotando a toda América, recordamos las efemérides de lo que ha sucedido este día. En 1970, a esta hora aproximadamente, el cohete espacial que llevaba a la Apolo XIII a la luna despegaba de Houston. Debo recordaros que ese vuelo estuvo plagado de inconvenientes y los astronautas regresaron sanos y salvos a la tierra después de horas y horas de tensión. También, un día como hoy en el 2009, se reinvindica, atención oyentes, el Cambio Climático en la Cumbre del Planeta. Aún recuerdo esa utopía, todavía estamos esperando resultados. Pero bueno, ahora os dejo con una canción bastante vieja, ya tiene unos cuarenta años, pero sigue sonando tan bien como el primer día. Elvis Presley... el rey... y continuamos enseguida.

- Bien, veamos qué tenemos - comento resignado ya que parece que nadie quiere abrir la boca. Y a fin de cuentas, parezco el abuelo de todos ellos -. Nos hemos despertado aquí, los cuatro. Tenemos un recorte de prensa sobre la desaparición de un tipo en el sudoeste de Nuevo México y de dos más y, ¡vaya casualidad!, la radio es la WKA de Albuquerque, con los cual, damas y caballero estamos en... ¡Nuevo México! Si es que el mundo es un lugar lleno de casualidades - les digo con cierto cinismo -. Y por lo que parece, un temporal está machacando al país - digo acercándome a la ventana para mirar al exterior, en medio de la noche, y comprobar lo que dice el tipo acerca del tiempo.

Después, me vuelvo hacia ellos.

- Repasando - digo con el recorte de prensa en lamano y releyénolo por tercera vez -. El profesor este, desapareció en algún lugar entre Santa Ana y Black Rock el 15 de septiembre. En principio, Don Arturo, iba a estudiar algo sobre las colonias españolas de la región y parece ser un experto en ocultismo y magia. Sin embargo, no es el único. Hay dos desaparecidos más. Chris Blake y Joaquín Villalobos. La desaparición de estos dos fulanos, la investiga la policía de Santa Ana. Ah, y el Villalobos se esfumó un 28 de septiempre, casi dos semanas después que el español.

Les miro, interrogante, ya que yo estoy hecho un lío. ¿Qué es lo que se espera de nosotros concretamente?

- Lo primero sería saber qué día es hoy y dónde nos encontramos exactamente. Y dos, si lo que se espera de nosotros es dar con el paradero de estos tipos y, especialmente, del tal Arturo, un poquito de información no nos vendría mal. No sé, podríamos hablar con alguien de esa comisaría de Santa Ana y después acercarnos a esa zona entre Santa Ana y Black Rock. Necesitaríamos un mapa, la localización más o menos exacta y un vehículo, salvo que el puto roedor nos haya hecho las cosas fáciles y contemos con un coche. Si tuviera GPS sería un puntazo. ¿Más ideas? ¿A alguien le parece mal plan? ¿Alternativas? ¿Alguien ve unas llaves por ahí o las tiene encima? - digo empezando a palpar mis bolsillos -. ¡Qué mierda! Siempre quise recorrer la ruta 66, pero no era así como lo tenía pensado hacer.

Al parecer soy la ultima de mis compañeros en despertar ¿Donde estamos?, desde luego no tiene nada que ver con la prisión donde desperté.

Deberían dejar de hacer esto, no creo que a nadie le guste estar en un sitio, perder el conocimiento y estar en otro lugar distinto....

Mi cabeza.... digo llevando mi mano a la nuca Mi nombre es Alejandra digo presentándome a nuestras dos nuevas compañeras Que bien por lo menos no seré la única chica del grupo después observo a Jose Luis y escucho su plan

Desde luego este chico esta lleno de energía, al parecer el grupo ya tiene 1 "líder"

Clavo mi mirada en el suelo y dejo caer mi pelo para cubrirme el rostro, me costaba abrirme con la gente, pero también parecía que iba a tener que pasar bastante tiempo con ellosCreo que lo más sensato seria buscar algo de información en internet, al menos ya tenemos nombres y lugares.

Tratándose de la desaparición de alguien con unos intereses tan peculiares no creo que sea sensato ponerse a hacer preguntas a lo loco , no sabemos en quien podemos confiar

*Toc toc toc* - Ruido de alguien que golpea la puerta -

¿Señores? Soy el encargado de este hotel, acaban de llegar vuestras maletas. Os las dejo aquí junto a la puerta, ¿okey? Dice la voz tras la puerta.

Acto seguido, se escucha como deja sobre el suelo tres o cuatro cosas pesadas, y después, lo escucháis retirarse de la puerta de vuestra habitación.

La radio continúa sonando.

- Contactamos nuevamente con Houston, adelante.

- Ya queda menos de un minuto... escuchemos el audio del Centro de Control y disfrutemos del espectáculo.

Diez, nueve, ocho, comienza secuencia de ignición, cuatro, tres, dos, uno, cero. ¡Luz verde! ¡Tenemos un despegue! ¡Despegue completado!

- ¡Y allí va! La Apolo XIII rumbo a la luna, a su destino. Que maravilloso, que imagen más impresionante.

El locutor vuelve a coger el micrófono y parece bastante contento.

- Y así es como hemos revivido lo sucedido un día como hoy muy cerquita de aquí. El viaje de la Apolo XIII.

- No es mala idea Alejandra, pero no sé... - digo mirándola. No sé, un caso como este, llevado por la policía. Dudo que en la red pudiéramos dar con algo que no fuera lo dicho por laprensa o cotilleos varios. Pero es una idea y tampoco es cosa de desaprovecharla -. Me extrañaría que pudiéramos dar con algo, aunque puede intentarse. No digo que vayamos por las bravas a la policía, a ver qué nos cuentan, pero no sé... algo se nos ocurrirá.

Justo entonces se oye la voz del encargado del hotel interrumpiéndonos. Joder, es nuestra oportunidad.

- Oiga - le grito tras abrir la puerta con rapidez y ver que se aleja -. Muchas gracias por el equipaje. Y una pregunta. Bueno, dos. Verá, ¿podría decirme el nombre de este lugar y la fecha de hoy? Me temo que estaba dormido cuando llegamos aquí y cuando estoy de vacaciones, pierdo el sentido del tiempo - digo con cara inocente y rascándome la coronilla.

-¿El apollo trece?...- Pregunta Edie casi para si mismo. -Pero si esto ya pasa de dejavú...-

-Vaya, Jose Luís. Al parecer ya estas en casa de nuevo.- Dice sin poder contener una carcajada. -Creo que esta claro, ¿no?. Estamos a principios de los años setenta. Pero los setenta de 1970, creo recordar...- Dice aun con la sonrisa en el rostro.

A Edie siempre le llamó la curiosidad los gestos de la história. En ellos buscaba parte de su inspiración al componar e improvisar sus piezas. De manera que se habría convertido sin saberlo en un entendido en el tema.

Me vuelvo con el ceño fruncido hacia Edi. ¿Los setenta del siglo pasado?

- No - le digo en voz baja -. Lo del Apollo era una efeméride. También han hablado del 2009. Dudo que hayamos viajado en el tiempo, si es lo que insinuabas.

Esto es un coñazo. ¿Dónde y cuando estamos? ¿Qué más da? Hay que encontrar a ese cerebrito y punto... Tsk...

Layla mira a uno y a otro cuando hablan. Hace caso omiso de las presentaciones y bromas, mientras los observa a todos con el semblante serio y las manos en sus caderas.

¿La pasma? Ni de coña.

Dice en tono serio y firme, dejando claro que ella no se va a acercar a ningún policía más de lo estrictamente necesario. Lo que sí hace es dirigirse hacia la puerta para meter dentro las maletas y empezar a rebuscar entre ellas.

¿La rata nos ha hecho viajar en el tiempo? Con tanto cacharro que había en ese tuburio no me sorprendería... A ver si hay unas gafas de sol por aquí...

Sin mencionar que han hablado de Jorn Lande, un cantante noruego de hard rock, bastante famoso en la era actual. Ah, y... ha hablado a Elvis como el Rey, pero encabezando la canción con la afirmación de que tiene más de cuarenta años; y han mencionado el Cambio Climático, si no me equivoco. No estamos en 1970, puedes estar tranquilo. - tomó aire, mientras había hablado no había dejado de sonreír con aquella calma y amabilidad, mirando a Edie, pero luego dirigió la mirada a José Luís - Si han querido recordar el día en que despegó el Apolo XIII, entonces hoy es 11 de abril, aunque puede que me equivoque y no lo hayan hecho por eso. 

Después de eso carraspeó y se dirigió a buscar su maleta, para ponerla encima de la cama y abrirla, para ver qué habían metido dentro de la misma, puesto que ella no se había hecho la maleta... esperaba que al menos hubieran elegido su ropa favorita, que era "casualmente" la que le quedaba mejor. 

Mientras, pero, miró de nuevo al rubio. 

Iremos a la policia, solo necesitamos que hablen del tema... sus mentes pensarán en las cosas que han descubierto aunque no quieran decirlas: yo me encargaré de eso. - miró a Layla - No hace falta que vayamos todos, de hecho, si fuéramos todos creo que aún sería sospechoso.

Su ego estaba por las nubes, la bicha egocéntrica que había dentro de Lucy Maria crecido en pasos agigantados, mientras no paraba de reírse haciendo "JOJOJOJOJO"*, pero su apariencia seguía siendo el de una niña frágil y dulce, y sobre todo muy amable.

Aquello se le antojaba aún mas divertido de lo que esperaba. Realmente no tenía desperdicio.

-Entonces puede que sea una grabación superpuesta a lo Orson Welles, o incluso una nave del mismo nombre que esta apunto de alunizar...- Dijo en tono amable pero sin borrar aquella sonrisa burlona de su rostro. -No, chiquilla. Me tendrás que perdonar, pero es que en mi oficio somos dados a la ficción.- Gesticualaba encogiéndose de hombros.

-Esta no es mi cerveza. No es problema mío.- Dijo mostrando de nuevo su pasotismo habitual. -Por cierto. Hablando de cerveza. Tengo el gaznate seco. Que falta de hospitalidad...- Dijo negando con la cabeza.

Entonces se recostó en la silla con los ojos cerrados y con una sonrisa impasible en el rostro. Luego empezó a dar forma a una canción. Un sentimiento que rozaba el placer, pero de una suavidad casi demencial.

Y sin saber como, todos los presentes la oyeron en lo mas profundo de sus cerebros.

La nena de pelo rosa es lista. Ha sabido dar con la fecha del día de hoy. Y la otra parece que eso de contactar con la poli no le gusta demasiado. Pero, a su edad, ¿qué problemas ha podido tener con la policía? ¿O será una de esas antisistema a la que la palabra policía le provoca urticaria?

- ¿Eres telépata? - le pregunto ante su comentario acerca de las mentes. Hace unos días, plantear una pregunta de este tipo ni siquiera se me hubiera ocurrido -. ¿Puedes leer la mente ajena? - insisto mientras estoy pendiente de una respuesta del tipo que nos ha traído las maletas.

Es la WKA de Alburquerque, lo anunció el mismo locutor cuando la radio se encendió... probablemente tenga un sistema de alarma. 

Respondió mirando a Edie, pero luego su atención se dirigió a José Luís, que le hizo aquella pregunta. Lucy Maria solo sonrió levemente, poniéndose un poco sonrojada.

Sí, puedo leer las mentes de los demás pero solo si quiero - miró a todos - no me meteré en vuestras cabezas, podéis estar tranquilos. 

Claro que el sonrojo no era más que una farsa para parecer más inocente y angelical que siempre, y claro que se olvidó de añadir que no se metería en sus cabezas siempre y cuando "no le dieran motivos para hacerlo". 

- Oh, puedes intentarlo Lucy - digo con una sonrisa -. Otra cosa es que encuentres algo. Pero sí, preferiría que no lo hicieras. Además, una intromisión así en la privacidad ajena no sabes qué consecuencias puede tener. Por mi parte, soy... telequinético. Ya sabes. Mover las cosas de sitio y demás. Por ejemplo, pones un riñón donde está el corazón. Y cosas así - digo riendo suavemente.