Partida Rol por web

El día podía ser hermoso, incluso sublime, pero al ser el comienzo de otra semana este día no podía significar otra cosa mas que el inicio de otra agotadora semana. Había millones de cosas que hacer en el directorio, pero por el momento prefiere no pensar en ello.

Tan solo daría comienzo a su rutina mañanera ignorando de momento todo, hasta las noticias de la radio. Por ahora prefería una suerte de tranquila y pacifica ignorancia de todo lo que ocurría fuera de su piso.

Por lo tanto se dirigió al baño con la intención de tomar una ducha. Una un poco mas larga de lo habitual (mas o menos 35 minutos). Sin embargo aun bajo la torrencial lluvia de la ducha no podía dejar de pensar en el trabajo. Hacía muy poco que su padre había renunciado al Ministerio por sus problemas de salud y el vice-ministro era un imbécil.  Eso hacía que su trabajo en GazProm fuera mucho mas agobiante y que el fuera virtualmente el ministro.

Al menos hasta que Mevedev o Putin nombren a otro.

Cargado de preocupaciones salió de la ducha y se vistió para ir a la oficina, pero antes de eso pensaba desayunar y leer los periódicos del día. Al menos los miraría por encima.

Ya en la mesa de la cocina el servicio había dejado el Izvestia (publicado por la misma GazProm), El Moscow Times y el Saint Petersburg Times (ambos en inglés). El tabloide Pravda aún no había llegado. Comenzó a leerlos mientra tomaba un vaso de te bien cargado y se preparaba unas tostadas. Al parecer ninguno decía nada verdaderamente interesante, o sea algo que el no supiera a esta altura. Todos mencionan el hecho de Venezuela, pero por ahora eso no le llama mucho la atención. En el Izvestia había una entrevista a Zafina, la tenista. Ni se molestó en leerla. Tan solo paso de largo mientras pensaba que era una de las pocas de su gremio con la cual aún no se había acostado. Tal ves ya era hora de remediar eso.

Finalmente cuando consideró que terminó con los diarios y que no puede demorar mas el comienzo del día llama a portería para que los empleados del garage tengan listo y preparado su automóvil.

Lamentablemente era hora de ir a GazProm.

Eran las 8:30 AM y se le hacía tarde.

Lunes... 

El servicio, ruso, puntual como un reloj suizo, eficiente como un asesino del Spetnaz, tiene preparado tu coche a la hora indicada, en el sitio indicado. Como todos los días.

El coche es un coche negro, con los cristales tintados, completamente blindado. Sabes que no tendrás problemas para llegar a tu lugar de trabajo, ya que tenéis un carril central especial para los coches Zyl rusos y que cualquiera que invada ese carril, puede ser sacado a la fuerza o utilizando fuerza letal. Por eso viajas tranquilo, leyendo tu periodico.

Al llegar a GazProm, tus hombres te van abriendo las puertas a medida que caminas hasta tu despacho. Todos saludan con un leve gesto de su cabeza al verte pasar, o con un suave "buenos días, señor". Todos respetuosos, absolutamente todos.

La última puerta que cruzas es la de la entrada a tu despacho, o mejor dicho, de la entrada al despacho de tu secretaria, tu despacho propiamente dicho está pasando esas ultimas puertas dobles.

La señorira Winry Brubik se acarca a ti con un montón de carpetas y comienza a decirte el orden del día con una velocidad espantosa, como todos los benditos días laborales.

No importaba cuan soleado fuera el día, siempre (pero siempre) la sede de GazProm parecía estar cubierta por niebla eterna y espesa. En lo referente a su lugar de trabajo la chica de la radio siempre erraba.

Una ves que Evgeny llega a su oficina, la cual esta en el último piso del edificio, la señortita Brubik trata por todos los medios de informarle de golpe todo lo que había acontecido en el fin de semana, además de la agenda del día.

- Por favor, haga silencio y simplemente deje las carpetas sobre el escritorio - le dice cortes pero secamente - ponga encima de la pila el expediente del Centro Oktha. Eso es lo prioritario. Luego, calmadamente, dígame los asuntos del día.

Una ves que le dio sus instrucciones Evgeny se sienta en su despacho y toma de la mesa el boletín semanal de la empresa, que ya alguien había dejado. La "noticia" que figuraba en portada era acerca del Centro Oktha, mas conocido como "GazProm City", su mas ambicioso plan hasta el momento. Construir toda una ciudad industrial como nueva sede de la empresa en las afueras de San Petersburgo. Nadie había intentado algo tan arriesgado desde Magnitogorsk, en los 30s.

Eso había sido un fracazo rotundo (aunque nadie se entero de ello por años). Esta ves sería distinto. Estaba seguro de ello.

Comenzó a ojear el boletín en silencio mientras aguardaba que su secretaria comenzara a hablar, despacio esta vez. 

Winry se queda callada mientras se acomoda las carpetas en su brazo y traga un poco de saliva, para después, comenzar a hablar de manera dulce, con su suave voz mientras sonrie.

La noticia más importante del día, Señor, es que los jefes de proyecto de GazProm City desean una reunión con usted para poder tratar ciertos temas de presupuesto que al parecer, no cuadran con los materiales. Además, el presidente de Eon quiere una cita con usted para hablar de la fusión de su empresa con una empresa española. Está a la espera que me usted me confirme dia y hora, si es que desea tener esa reunión. Por hoy, eso es todo, Señor Karev. Dice la chica despacio, haciendo pausas para que no la hagas callar nuevamente.

Si desea algo más, Señor, estaré en mi mesa ordenando informes.

La dulce voz de Winry (ahora que hablaba como el quería se permitía pensar en ella como "Winry") resonaba en la espaciosa oficina durante todo el tiempo que le llevó recitar los asuntos del día. Mientras la escuchaba Evgeny tomó la carpeta del Centro Oktha y pudo ver que, en efecto, los temas presupuestarios se veían un tanto problemáticos ¿Alguien se habrá pasado con algún soborno? Sería bueno investigarlo pensaba a la ves que escuchaba a Winry. El tema parecía ser mas importante que lo que los suaves tonos de su secretaría sugerían, por lo tanto había que resolverlo de inmediato.

Sin levantar la cabeza del expediente que estaba viendo dijo - Muy bien, me reuniré con los jefes del proyecto a la hora del almuerzo. Arregla todo para que sea un almuerzo de trabajo - y de golpe levantó la cabeza, miró fijo a la joven y le dijo con una sonrisa franca y sincera - ¿Puedes arreglarlo para la una , una y media Winry? Acerca del tema con la gente de Eon... arregla para que nos reunamos esta noche, en el bar de la empresa ¿Te parece bien Winry? - preguntó como si la opinión de ella importara algo.

De pronto el era todo afabilidad. Podía ser encantador siempre y cuando no lo contrariaran.

Y al parecer Winry estaba aprendiendo ese hecho.

Ya eran las 9:30 de la mañana...

Winry pegó sus brazos a su cuerpo e hizo una especie de reverencia ante las palabras de su jefe. Estaba claro que no iba a decirle que a esa hora no se podía, ni que estaba reservado por otra persona, simplemente, ella tendría que hacer las llamadas correspondientes para que las "órdenes" de su jefe se cumplan a rajatabla y a la perfección.

Como era de esperar, la chica salió escopetada de la oficina de su jefe y se puso manos a la obra para organizar todo lo que le acababa de pedir. En ese momento, la mañana parecía bastante tranquila, aunque a decir verdad, el tema de los presupuestos te ha dejado un poco preocupado.

¿Qué es lo que estará pasando realmente?

¿Materiales defectuosos? ¿Sobornos mínimos? ¿O tal vez sólo quieren sacarte más dinero?

Ya solo en su oficina pudo prestarle al expediente toda la atención que el mismo requería. Ciertamente se podía apreciar que algo raro estaba pasando. Algunos de los precios estaban por encima de lo que marcaba el mércado, al menos mucho mas de lo que realmente se acostumbraba.

Había cosas que nunca cambían, y en Rusia lo que los ingleses daban en llamar el "old backhander" era una de ellas. No por nada uno de los mas prestigiosos historiadores de Rusia en el siglo XIX, cuando una vez le preguntaron que ocurría en su país, contestó con las inmortales palabras "¿En Rusia? Se roba". Alguien estaba reclamando mas de lo que se le había "asignado" pero quien (¿la alcalde de San Petersburgo? ¿las ONG que se "oponian" al Centro Oktha?) era ese era el gran interrogante.

No, en realidad no.

El gran interrogante era quien lo había autorizado sin consultarle. Solo el Ministro de Energia podría haberlo hecho, pero su padre le habría dicho. Tal ves el imbecil del vice ministro fuera el responsble.

Dudas...

No perdió el tiempo y llamó a su padre.

El mismo se encontraba muy mal, pero de seguro algo sabrìa.

El asistente de tu padre, Igorovich, cogió el teléfono cuando lo has llamado y te atendió con respeto, como siempre. Escuchó tu petición de hablar con tu padre y lentamente, después de confirmarte de que se encontraba un poco mejor esta mañana, escuchas como se dirige hasta donde se encuentra. Los pasos del asistente sobre el parquet resonaban en el auricular como si estuviera a tu lado.

Su hijo, el señor Evgeny, Señor Karev. Dice el asistente cubriendo el auricular con la mano de mala manera.

Dame. Dijo tu padre mientras carraspeaba un poco para aclarar la voz. Llévate la taza de te, y traeme los informes, por favor. Continuó tu padre indicándole a su asistente que quería estar sólo.

¿Lo has leído? Te preguntó como si ya supiera de antemano qué ibas a decirle. No puedo encontrar al pitdarraz del vice ministro. Parece que ha desaparecido de la faz de la tierra... y eso resulta bastante sospechoso, hijo. Pero supongo que el problema incluye también otros activos de la ródina. 

Y por alguna razón, suponías que tu padre estaba en lo cierto. Confirmó lo del vice ministro... ¿pero quién más estaba en el ajo? ¿La constructora? ¿Los capataces? ¿Los ingenieros?

Era todo demasiado turbio... hasta para ti.

- Sí papa, acabo de leer el informe. Es mas, los encargados del proyecto queiren hablar conmigo al respecto. Esto es mas que raro, nadie asigna cuotas superiores a las asignadas sin que yo o tu lo autoricemos. Puede que ese idiota lo haya hecho y no nos digera nada, pero es muy raro... - hace una pausa preparandose para lo que va a decir, pues puede ser muy audaz - Si la cosa sigue turbia luego de la reunión que tengo con esta gente pienso pedir una audiencia con Vladimir Vladirmirovich para ponerlo al tanto, aunque es seguro que el ya lo sepa. Pero el de seguro podrá aclararnos el panorama ¿Te parece... prudente? si no siempre se puede pedir una audiencia con Medvedev.

El hecho que su padre estuviera enterado de esto no lo sorprendía, pero que no supiera quien era el responsable si y mucho. Eran tantos y tan variados aquellos que podrían ser los beneficiados de estas "cuotas suplementarias" que era casi imposible saber por donde empezar. Esperaba que los encargados del proyecto supieran mas de esto.

El Primer Ministro, Putin, sabría algo si o si.

O al menos el Presidente Medvedev tendría que saber algo si su jefe, el Primer Ministro, lo sabía.

Tu padre parece meditar al otro lado del teléfono un segundo.

Lo escuchas toser un poco, pero sabes que en este momento su cabeza, la cual funciona a las mil maravillas, está tejiendo toda una red de cosas para ir descartando cosas, sumando otras, descubrir culpables y muchas cosas más. Te mantiene así durante casi cinco minutos los cuales te parecen una eternidad, pero pasado ese tiempo, lo escuchas carraspear otra vez para aclararse la garganta y continúa con su parloteo.

Hijo, la verdad es que no sé si es prudente molestar al tovarich. Supongo que tendrás que arreglarlo con los de la junta de la obra y hablar con ellos a ver que es lo que realmente quieren. Si es dinero, seguramente alguno de ellos haya "desviado" algo de los fondos y lo más probable es que haya comprado algún material un poco más barato para compensar eso en el presupuesto. Pero eso es lo único que se me ocurre por ahora. Tu padre carraspea otra vez y sientes como se pasa la mano por la cara y se frota la barba. Creo que el problema no viene de tan arriba. ¿Cuanto confias en tus hombres?

- Lo necesario como para dejarlos solos de tanto en tanto, por eso tengo reuniones regulares con ellos. Puede que tengas razón - dice luego de pensarlo un poco - tal ves no sea nada. Disculpa la molestia. Dos Vidania.

Evgeny corta la comunicación, un poco preocupado a pesar de que su padre consideraba la posibilidad de que el asunto no fuera grave, un poco de contabilidad creativa. Nada mas y nada menos.

Ya vería que tienen que decirle sus hombres acerca de esto.

El interfono de tu mesa comenzó a sonar. Era Winry, lo sabes por que se ha iluminado la luz de su extensión al llamarte.

Señor Karev, está todo confirmado lo que me ha pedido. La reunión con la gente de la constructora y sus capataces a la hora del almuerzo, a la una y media y la de Eon en el bar de la empresa como usted me lo ha pedido. Dice Winry hasta que la conversación parece cortarse por un momento.

Diez segundos en los cuales la chica se queda en silencio mientras la escuchas tocar unos botones del ordenador.

Señor, creo que hay un problema en la obra... parece que una de las paredes se ha caído y ha aplastado a dos obreros. El mensaje no especifica quiénes han resultado muertos. ¿Cuales son sus indicaciones?

- Parece que hoy todo sale mal - dijo para si - Winry, avisele a los de Recursos Humanos que quiero que le den a la familias de los obreros un buen paquete de compensación, bastante generoso. No quiero tener problemas en el futuro con ellos. Además hagales saber al capataz de la obra que si algo parecido vuelve a pasar va a ser muy dudoso que vuelva a tener algún empleo en la Fereación Rusa. Bueno, vaya, hagalo...

Se sentí molesto e irritado, pero no por una de estas cosas en particular sino por el cumulo de todas ellas en tan poco tiempo y al comienzo de la maldita semana. Eso francamente le molestaba y lo hacía subir temperatura.

Volvió sus ojos a la carpeta del Centro Oktha, leyendo lo que ya conocía y ya había leido con tremenda concentración. Tanto así que parecía que estaba solo en la oficina.

Cuando Winry comenzó a irse el le dijo, sin levantar la cabeza - Gracias por organizar las reuniones tan rápido.

Gracias, señor. Espere señor. Dice mientras escuchas como suena el teléfono al otro lado del interfono.

Escuchas como Winry dice que sí un par de veces, y algunos noes, y después, cuelga el teléfono.

Señor, al parecer, hay problemas en la obra. La policia está allí, además de muchos periodistas. Quieren una rueda de prensa para que usted explique todo lo ocurrido... ¿qué les digo?

Winry se queda a la espera esperando tu respuesta.

Este era, eféctivamente, un día infernal.

Todo parecía venirsele encima y no hacía ni tres horas que había llegado a la oficina. Se queda callado unos minútos, visiblemente irritado, mientras piensa que decir a continuación. Del otro lado del auricular se escucha la respiración de Winry, espectante y temiendo decir algo (no sea cosa de ofender al jefe). La situación parecía demasiado grave como para postergarla hasta despues del almuerzo, así que lo mejor sería atacarla de una buen vez y de frente.

- Bueno, a ver... Tenga listo el helécoptero listo para salir para San Petersburgo en media hora. Para entonces quiero un informe del capataz de la obra acerca de que pasó para poder leerlo en el viaje. No quiero enfrentarme a la prensa sin tener una clara idea de lo que ocurrió en Oktha ¿entendido? Si ese informe no esta listo en 30 minútos digale al capataz que dificilmente vuelva a trabajar en la Federación Rusa. Aviseme cuando este listo el helícoptero - y corto la comunicacón sin darse cuenta de lo redundante que podía ser cuando estaba furioso.

Se inclino hacía atraz en su silla y a la ves que miraba el cielo raso pensaba que es lo proximo que podría llegar a pasar.

A los cuarenta minutos de la llamada, estás en el helicoptero, viajando hacia San Petesburgo. En tus manos está el informe detallado de lo que ha sucedido. Al parecer, la estructura no ha soportado su propio peso y se resquebrajó y cuando los obreros intentaron repararla, se cayó todo abajo.

En el informe también tienes los nombres de los muertos, de sus familiares, además de sus expedientes laborales y médicos. Los dos eran unas personas sanas y sin ningún problema médico. Ninguno ha tenido problemas con la autoridad ni con las drogas ni con nada. Eran unos empleados modelos, dignos de la Madre Patría.

El helicoptero te deja en el lugar del accidente cinco minutos antes de lo previsto. Los periodistas están controlados a doscientos metros del lugar.

Cuando el helicoptero se detiene y tu bajas de allí, el Jefe de Obra, los capataces y supervisores, salen a tu paso junto con tres tipos de seguridad. Todos sostienen sus cascos con la mano para que el helicoptero no se los haga volar por los aires y se acercan a ti con cara triste...

Aunque tu sabes que alguno de ellos tiene algo que ver con esto...

Y lo vas a descubrir...

Evgeny baja del helicóptero hecho una furia. Ya en su rostro puede verse que no esta para bromas ni mucho menos para excusas y queda mas que claro que todos se estaban jugando su empleo en ese momento.

En un principio no dice nada y solo se limita a alejarse del helipuerto, mientras todos los otros lo siguen como un mero sequito de adulones. Ellos tampoco abren la boca, pero en su caso es por miedo.

Mientras se alejaban del vehículo el enojo de Evgeny aumentaba. No podía soportar la cara de circunstancia que sus empleados le estaban ofreciendo. Denotaba cobardia, ya que todos le parecían dispuestos a acusar al de al lado con tal de escapar a ira.

- Bien, pedazo de imbéciles - dice finalmente - ¿me quieren decir que diablos pasó aquí? ¿como es posible que esto pasara?... Vamos, estoy esperano.

Ninguno de los mandamases parece querer decir nada. Tienen miedo, te tienen miedo, y eso les impide que digan nada, o simplemente están ocultando algo. Uno de ellos, el que parecía el de menor rango, se adelantó al grupo y se acercó a ti para contarte lo sucedido.

Señor, lo que ha sucedido es que la estructura ha cedido. No sé por qué, yo mismo monté la estructura junto con los dos camaradas muertos y... Dice negando con la cabeza. No puedo entenderlo. Estaba todo correcto, todo en su sitio.

El hombre saca una carpeta de debajo de su brazo y comienza a enseñarte planos con notas al pie y al margen con su letra. Estaba todo detallado, como si el tío no hubiera dejado ni un sólo detalle.

No puedo entenderlo, señor. Soy el único responsable de lo que ha sucedido.

Mientras habláis, camináis hacia el lugar del siniestro mientras escuchas los gritos de los periodistas que quieren hablar contigo y preguntarte.