Partida Rol por web

Tu problema no son solo las mates.

Pues si solo fueran las mates no repetiría solo por ellas, se la aprobarían y todo solucionado... lo que le pasaba es que se saltaba mates porque no le gustaban y tenía sueño, y se saltaba las otras asignaturas por el mismo motivo. 

Pero sin añadir nada más, se sentó en el pequeño muro que había debajo de las barandillas del patio, dándole un mordisquito al bocadillo de queso. 

Ni ella sabía porque al final, siempre acababa pasando las media horas del patio con aquel idiota. 

Mike se apoya con sus manos detrás en la barandilla e inclina su espalda hacia atrás, mirando el cielo despejado de la mañana y soltando un gran y sonoro bostezo.

Ya. Como decía una antigua amiga, tu no es que no sepas sumar, es que no sabes sumar... bien. Dice con una sonrisa para después comenzar a reirse más fuerte. En realidad, ella utilizaba otra palabra en vez de sumar, pero eso no viene a cuento en este momento. ¿Qué tal tu bocata de queso? ¿Está rico? ¿Quieres un poco de refresco?

Y sí, a veces podía ser el capullo más capullo del mundo, pero a veces, por alguna razón, se hace querer. Aunque tampoco sabes por qué.

Alza una ceja al escuchar hablar de su amiga... y cuando termina, cuando se está partiendo la caja él solo, niega con la cabeza a modo de "no tiene remedio", pues a pesar de todo, ya estaba acostumbrada a su comportamiento un poco excéntrico.

Se miró el bocadillo cuando le preguntó si estaba bueno... y como un acto instintivo, rompió la mitad y se lo ofreció. Conociéndolo, seguro que no traía ni comida, ni dinero para comprar comida, lo miró y sonrió amablemente. Aquellos actos no eran muy comunes en Lucy Maria, al menos no si no le daban algo a cambio... y ya sabía que con Mike nunca obtendría nada a cambio.

No, gracias, tengo zumo - respondió dándole un sorbo a la pajita.  

Luego lo miró de reojo, cuando él ya había cogido el bocadillo.

Es una pena... me gustaría que nos graduáramos los cinco juntos. - quizás era un pensamiento dicho en voz alta, porque rápidamente notó las mejillas sonrojándose y se apresuró a dar otro bocado al bocadillo, recordándose que todos aquellos eran sus enemigos, y que si se quedaban atrás le hacían un favor. 

Gracias. Dice metiéndose todo el bocadillo en la boca para comerselo al instante. ¡Woaaaa! ¡Que hambre que tenía! Gracias Lucy. Continúa ahora, bastante agradecido.

Bueno, por lo menos ha demostrado algún tipo de sentimiento... aunque es un sentimiento nuevo... nunca lo habías visto sonreir de esa manera, por lo menos no tan sincero como se está mostrando ahora. El chico bebe un poco de su refresco y vuelve a apoyarse contra la barandilla.

Y ahora tenemos física... odío la física... Susurra mientras tu dices lo de la graduación.

En ese momento el chico abre los ojos bien grande, se separa de la barandilla y se arrodilla delante de ti, ahora si, sonriendo maliciosamente. Con su mano, se aparta un mechón de pelo que le acaba de caer en la cara y te guiña un ojo.

Claro que nos graduaremos los cinco juntos, aunque tenga que entrar por la noche y robarme las respuestas de los finales.

Un poco más y lo empuja hacia atrás, para poner un pie encima de su abdomen y decirle que deje de hacer el imbécil y decir payasadas, y que se ponga a estudiar un poco en serio, que tampoco es tan difícil.

Pero no.

Solo se lleva una mano a la boca y se ríe de aquella forma que solo ella sabe hacer... divertida y sin dejar de mostrarse amable y fantástica.

Será la pregunta de los exámenes... no las respuestas - le corrigió... luego suspiró y lo miró - En vez de hacer eso... ¿por qué no intentas estudiar? No es muy difícil, y yo podría ayudarte.

Otra vez había soltado algo que no hubiese soltado en su vida, su alma de diablesa le exigía que, inmediatamente, le diera un motivo por el cual tenía que hacer aquello, por el cual tenía que ayudar a aquel zopenco e inútil de Mike que lo único que hacía era molestarla. Pero su cerebro no tardó en reaccionar y en responder: era obvio, si los profes sabían que Mike aprobava gracias a la fantástica Lucy, aún le darían más puntos y aún le pondrían el altar más arriba.

El ego de Lucy, nuevamente, iba "in crescendo".  

Pero por fuera, su máscara solo mostraba una leve sonrisa de amabilidad mientras miraba a Mike. 

Sí. Sin duda hoy tendría que pasarse por el gimnasio a soltar toda la adrenalina. 

Mike soltó un bufido mientras se dejaba caer hacia atrás y se sentaba en el suelo, apoyándo las manos detrás para no terminar acostado en las baldosas. Su mirada cambió de maliciosa a cristalina, te miraba directamente a los ojos mientras cogió mucho aire con los pulmones y lo soltó en un sonoro suspiro para dejar caer la cabeza abatido.

No tengo tiempo para eso, Lucy María. Dice con la cabeza gacha. Si tuviera tiempo para estudiar, bueno, supongo que estudiaría, pero tengo más cosas que hacer antes de ponerme a estudiar. Y ya te digo, robaré las respuestas y las preguntas y las notas de todos para aprobar y terminar de una vez el instituto, por eso, no te preocupes.

Después, levanta las manos hacia el cielo mientras bosteza con ganas.

El sueño terminará ganando esta mañana, supongo. Sururra al aire.

Este tío... ¿qué tenía en la cabeza aparte de nada? Aunque parecía una pregunta bastante estúpida... para Lucy tenía cierta importancia. Que no tenía tiempo, decía... pero si se pasaba los fines de semana saliendo con sus amigos, tatuándose la piel, durmiendo, y jugando a videojuegos. La sien se le había hinchado. Ella sí que no tenía tiempo para nada, y sin embargo sacaba tiempo de debajo de las piedras si hacía falta.

Miró la hora, aún faltaban 20 minutos para la siguiente clase. Se levantó y se colocó bien el uniforme.

Ahora vengo - le dijo con una sonrisa, caminó a paso rápido hasta la clase, aprovechando para tirar a la basura el envoltorio del bocadillo y el zumo ya terminado. Una vez en la clase, cogió su maleta y los apuntes de física y volvió a bajar al patio... dejando de correr justo cuando cruzaba la puerta, no era plan que alguien la viera así... se retocó el cabello disimuladamente y caminó de nuevo hasta Mike. - Pues empieza aprovechando el tiempo libre y deja de decir tonterías cómo saltarte normas del instituto para buscarte la expulsión. - a pesar de que aquellas palabras podrían sonar duras, no dejó de sonreír con amabilidad. 

Y se puso a su lado, para empezar a explicarle lo que habían hecho hasta ahora y lo que iban a dar en la próxima hora. 

Y así pasastéis los veinte minutos siguientes. Mike se rascaba la cabeza una y otra vez, pero bajo esa fachada de tonto y de macarra, había un tio inteligente. No tardó mucho en comprender lo que le habías explicado... ¿O tal vez era que simplemente eras la mejor profesora del mundo mundial explicando cosas?

Bueno, seguro que era eso.

Cuando el timbre de la clase volvió a sonar, os levantasteis y juntos fuisteis caminando hacia la clase. Los demás ya estaban sentados, pero el profesor parece que iba a tardar unos minutos más en llegar.

Mike se sienta en su sitio, justo detrás del tuyo y te pasa un flyer por encima del hombro.

Toma. Te dice. Tal vez te interese saber una de las cosas de por qué tengo tanto sueño.

Obviamente, era la mejor enseñando, una faceta nueva que acababa de descubrir de ella misma. No solo era perfecta en todas las materias, sino que tenía la misma facilidad para enseñárselas a las demás... eso era simplemente algo que solo ella podía conseguir. Y una vez más, el ego por las nubes.

Al sentarse en el pupitre, nota como Mike le pasa algo... lo coge y lo mira, curiosa. Ni que su sueño fuera algún tipo de misterio misterioso.  

Miras la tarjeta y al parecer, es un Flyer de un concierto de rock que se celebrará esa misma noche en uno de los antros de la ciudad. La miras con detenimiento y te das cuenta que el que lleva la guitarra y la voz es el mismisimo Mike. La verdad es que esto no lo sabías. Simplemente te sorprendes un poco, pero por lo menos, ya sabes que por las noches no duerme por... ¿tocar en una banda?

El profesor llega otra vez a la clase y como antes, os hace abrir los libros de física mientras se sienta en su escritorio a corregir los ejercicios de la clase anterior.

Mike parece interesado en los ejercicios y los resulteve sin problemas, aunque claro, no tan rápido como tu. Sin embargo, parece que tus sospechas de que el chico es inteligente son ciertas.

Se queda mirando el Flyer algo sorprendida... se lo podría haber imaginado, el tipo hacia cara de ser rockero y tal, con todos estos piercings y tatuajes... pero no creía que fuese capaz de tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo, la verdad. Aquel pensamiento la hace sonreír divertida unos segundos.

Coge el monedero, que aún tenía encima de la mesa y mete el Flyer dentro, para guardarlo todo dentro de su maletita de nuevo, y atender en clase.

Extrañamente, y a pesar de que lo hace todo correcto como siempre, Lucy no está tan atenta en clase como normalmente, incluso el profesor le tiene que llamar la atención una vez, a lo que ella responde disculpándose y resolviendo lo que le pide.

En el Flyer ponía la dirección del concierto. Decidido, haría algo nuevo, iría a ver a Mike... no por nada, solo sentía curiosidad... y... ¿por qué no? Le comentaría a Edward si se quería venir con ella, en plan "sorpresa", así mismo fue, en cuanto terminaron las clases, se acercó a Edward y le comentó en voz más bien baja si quería acompañarla, justificando que para el día siguiente no había deberes y que tampoco se estarían hasta muy tarde.  

Edward te miró extrañado al ver lo que le estabas pidiendo. ¿Salir de su casa? ¿A un concierto? Si le hubieras pedido ir a una obra de teatro o alguna otra cosa cultural, seguramente no se lo habría pensado, pero a un concierto de rock... bueno, ese no es su estilo.

Lo siento, Lucy Maria. Te dice respetuoso. Debo hacer cosas en mi casa. Mi madre necesita mi ayuda para recoger unas cajas. Continúa, aunque en realidad, suena a excusa.

En ese momento aparece Mike en tu campo de visión, en la puerta de la escuela con otro chico que no conoces. Parece que van juntos o por lo menos, que están en la misma "onda", ya que ambos parecen vestir igual. Están charlando tranquilamente en la puerta de la escuela.

Se encoge de hombros y sonríe amable, como siempre.

Entonces nada, pienso que podría haber sido divertido.

Y que podrías haber hecho algo divertido, para variar... soso de mierda.

Nos vemos mañana, Edward. 

A ver si te pierdes. 

Se despidió también de las gemelas y, a paso rápido, salió del instituto despidiéndose también de Mike. Tenía que ir rápido para pasar por su casa a recoger la bolsa del gimnasio y dirigirse hacia allí en metro, estaba en la otra punta de la ciudad... después volvería a casa y se arreglaría para ir hacia el concierto, aunque no sabía qué ropa se pondría, después cenaría e iría al concierto. Iba ordenándose el tiempo mientras andaba. 

Suerte que había hecho todos los deberes de la semana el sábado y el domingo.
 

Mike te saluda con la mano y continúa hablando con su compañero. El chico que está con él te mira de arriba abajo y también sonríe, pare después codear a Mike y decirle alguna estupidez, ya que tu compañero parece ponerse nervioso y se gira rápidamente para darle la espalda.

Caminas con paso decidido hacia tu casa mientras te vas organizando la vida a medida que das un paso.

Llegas a tu casa y parece no haber nadie, por lo que coges tus cosas y sales a tu ritmo hacia el gimnasio. Tal vez hoy puedas superar tu marca o simplemente igualarla, pero como todos los días, dejarás por los suelos a los demás mientras tu te conviertes en la mejor en cualquier tipo de disciplina.

Cuando llegas a la puerta del gimnasio, te sorprende ver dentro del mismo, al chico que estaba charlando con Mike antes. Está corriendo en una de las cintas que dan contra la ventana. Él también te ve y se sonríe de medio lado, para después beber un poco de agua y seguir corriendo como antes a un buen ritmo.

...

M

I

E

R

D

A

¿¡Se puede saber qué narices pinta este aquí!? 

Estaba perdida. Si le decía a Mike que se iba a desahogar cada tarde en el gimnasio, en el gimnasio que estaba en la otra punta del instituto y de su casa, estaba acabada. Le diría de su mal carácter... ¿¡y si ya la había visto y ya se lo había dicho...!? 

Todo eso lo pensaba mientras, a paso decidido y con la cabeza bien alta, pasaba por delante del chico sin siquiera saludarlo. Totalmente seria. 

Seguro que se lo diría... y Mike se lo diría a todo el instituto, le diría que iba a aquel gimnasio para reírse de lo idiotas que eran sus compañeros, de los nombres que ponía a los colchones de boxeo, los nombres de los profes y todos aquellos que se pasaban por su pupitre a pedirle los apuntes... y lo que era peor. Le diría cómo machacaba a sus compañeros de entrenamiento. 

Un momento. 

La pista de kick-boxing estaba al piso de arriba, si aquel tonto del culo se quedaba allí corriendo a la cinta como una nenaza no pasaría nada. No la vería ni la habría visto. 

Con la sonrisa volviendo a su cara y atándose el largo cabello con una cola alta, se encaminó a la pista de kick-boxing con los guantes ya en sus manos y empezando a golpear, primero suavemente, un saco. Sin dejar de mirar por la puerta. 

Y le das al saco con ganas... con muchas ganas... lo que ha pasado hoy por la mañana te ha cargado de energías para darle con muchas ganas al saco y a lo que se te ponga en frente. Sencillamente, lo que acumulas por el día, lo sueltas las tardes en el gimnasio. Simple.

Mientras golpeas, miras hacia la puerta y todo parece tranquilo... todo parece tranquilo... por ahora...

En ese momento, el chico que antes corría en la cinta, aparece por la puerta con una tohalla en el cuello y las puntas cogidas por las manos tirando hacia abajo. Esta vez no parece verte ya que su mirada está en otra parte del gimnasio... mira directamente al ring donde dos chicos están entrenando.

El amigo de Mike se sienta en uno de los bancos de un lado del ring y comienza a ponerse los guantes de kick bonxing. Al parecer, también entena aquí... o por lo menos ha empezado hoy... o hace poco por que nunca lo habías visto...

Y cuando entra el amigo de Mike el saco recibe el último puñetazo... ya que después se esconde detrás del mismo, respirando agitada por el ejercicio, con el flequillo revuelto y la cara sudada, que se seca con el brazo. Allí no tenía la necesidad de ser la miss perfecta, bueno, lo era cuando entrenaba peleando con alguien ya que iba sin piedad. 

Chasqueó la lengua. 

No era propio de ella esconderse de algo... además, el kick-boxing era algo que le gustaba. Los videojuegos también y no se escondía... pero claro, el kick-boxing era en el mundo real y no le gustaría tener fama de matona y violenta. 
 

Pero no era del instituto, no lo conocía y no lo había visto nunca. Lo que significaba que si se lo decía a Mike solo tendría que matar a una persona: a Mike. Para que no hablara ni lo fuera soltando por allí... lo que estaba claro es que no se iba a cambiar de gimnasio por él... eso no iba con Lucy. Y en consecuencia, tampoco iba a dejar de entrenar. 

Salió de detrás del saco con la toalla en su cuello y secándose el sudor de la frente, y pasando por delante del tipo, igualmente sin decirle nada, se sentó al banco de al lado... esperando que una de las chicas que también entrenaba fuera a pedirle de subirse al ring para echar una lucha. Y ya de paso, allí sentada, aprovechó para descansar y beber un poco de agua de su cantimplora rosa. 

El chico seguía colocándose los guantes mientras te ve pasar por frente suyo y levanta la mirada y sonrie. Parece reconocerte y eso de alguna manera, lo pone feliz.

El compañero de Mike termina de ponerse los guantes y guarda las cosas en su muchila, al mismo tiempo que se gira hacia ti y comienza a mirarte.

Disculpa... Te dice por fin. ¿Tu no eres la compañera de Mike?

Al mismo tiempo que te pregunta, se pone de pie y comienza a acercarse al ring. Cuando llega al borde estira los músculos de las piernas y nuevamente, se gira para esperar tu respuesta.

No lo mira ni un momento, aunque sabe que la está mirando... y eso hace que la venita en su sien se vaya hinchando, mientras piensa qué narices le pasa a este tío para que no deje de mirarla... cuando le pregunta, ya le ha salido el tic nervioso en el labio, aunque consigue borrarlo en cuanto se gira, con su dulce sonrisa.

Así es, vamos a la misma clase.

La respuesta que él había preguntado, pero sin alargarse más... no le apetecía mantener una conversación con un cipote como aquel. A saber, quizás también estaban en el mismo grupo de música con Mike y todo... 

Después de responder, sin dejar de sonreír, miró nuevamente hacia el ring, siguiendo la pelea que allí se desataba.  

Ah. Ya me parecía haberte visto en algún sitio. Dice ahora con la mirada fija en el ring.

Las chicas que estaban conbatiendo están retirándose y de un salto, se mete al ring para apoyarse en una de las esquinas para continuar estirando. Se coloca justo en la esquina que está frente a ti, por lo que vuelve a mirarte pero esta vez, con una sonrisa maliciosa más que amistosa.

¿Uy... estabas esperando tu turno? Siento si me he adelantado, pero bueno, a ver si sube algún oponente lo bastante bueno para hacerme sudar un poco, por que hace mucho que no me golpeo con alguien que merezca la pena.