Partida Rol por web

Mike se apartó de ti como poseido, abriendo los ojos grandes como platos, y sacudiendo las manos delante de él como si se tropezara a punto de caer. Pero no se cae, simplemente abre los ojos más grandes, y sacude la cabeza como un tonto mientras intenta hablar o simplemente, no balbucear...

¿Qué... qué... dices? Dijo con miedo Mike.

¿Cómo ha sabido qué he dicho...? ¿Lo he dicho en voz alta?

Lentamente, ves como el rostro de Mike comienza a ponerse completamente rojo, como si lo hubieras pillado en algo completamente secreto.

Seguro que lo he dicho en voz alta... dios... que vergüenza.

No. No lo has dicho en voz alta.

Dijo ella, abriendo los ojos igual de sorprendida que él, sin entender absolutamente nada... por segunda vez, estaba ocurriendo algo que Lucy Maria no podía controlar. Pero no parecía bromar... estaba muy confusa.

¿Escucho lo que piensas? - preguntó, más que para que él le respondiera, a modo de intentárselo reafirmar - Eso es imposible, ¿no? - ahora sí, lo miró de nuevo.

Empezó a parecer asustada...

Dios... escucha lo que pienso... ¿me está tomando el pelo?

Lucy... no... yo... Dijo Mike mientras se ponía aún más colorado. Yo... he pensado eso... tal vez lo he dicho en voz alta. ¿Cómo puedes saber lo que estoy pensando?

Pero si sabe lo que pienso... mierda... deja de pensar... deja de pensar... deja de pensar... ¡mente en blanco!

No sé que es lo que me estás diciendo, pero eso es imposible... no puedes leer mis pensamientos... no puedes... a ver, inténtalo.

Dios... ahora que pienso... música... sí, música... a ver... durante miles de noches quise contártelo, quiero que me ames pero no creo que lo hagas, deambulo en esta repetición. Es la única respuesta que tengo, aunque me de miedo de acabar herido, le diré "te quiero" a la persona que amo.

¿Qué? ¿Has sentido algo?

Y si, claro que has sentido algo... y no sólo las palabras que estaba pensando Mike, sino sentías como lo que decía lo sentía. En realidad le gustas mucho, y no sólo en palabras, sino que realmente siente eso... es como si, además de saber lo que piensa, sabes lo que siente en ese momento.

Sonrió levemente... no conocía esta faceta tan adorable de Mike, aunque le seguía extrañando la situación, y asustándola, él... así, colorado. No pudo reprimir una leve carcajada, pero luego se puso seria de nuevo, o lo intentó, mientras él se esforzaba en tener la mente en blanco.

Yo tampoco sé qué es lo que está pasando, no me había pasado nunca antes... - le dijo ladeando la cabeza, luego afirmó con la cabeza - Vale.

No le hizo falta ni concentrarse, es más, su corazón empezó a latir al mismo ritmo que Mike, pero no... era diferente. Se fue sonrojando... y finalmente, estaba otra vez como un tomate, pero esta vez frunció el ceño.

¿¡No podías pensar algo normal!? - le riñió, dándole golpes en los pectorales, pero muy flojitos, levantó la mirada... hasta encontrarse con sus ojos - No sabía que te gustara tanto - dijo sin más, respondiendo así a su pregunta... luego se separó de él, algo avergonzada por la proximidad. - Eres un tonto. - con lo mal que lo trataba siempre... y las intenciones suicidas que tenía siempre con él.

Además... ella no era como siempre era, era muy diferente a la amable, paciente y genial Lucy Maria... demasiado, diferente. Si él se había enamorado de la Lucy Maria perfecta, se había enamorado de una ilusión.

Mike sacudió la cabeza, intentando no pensar en nada... y eso era realmente dificil en esta situación. Podías escuchar en tus oídos sus palpitaciones, lo que sentía, aunque no pensara en nada en este momento sabías que te quería, y que le daba igual como seas, si la perfecta o la rockera o una llorona, le daba completamente igual.

Se acercó a ti y llevó una mano a tu mentón, levantándolo para que tus ojos se crucen con los suyos. Sus ojos brillaban como nunca. Sus labios se abrieron solo un poco mientras las palabras salían de su boca en un susurro.

¿Y yo a tí? Dice sin dejar de mirarte.

Como me diga que no me muero... de vergüenza... de todo...

¡Mierda! Deja de pensar... ¡deja de pensar!

Lo mira a los ojos cuando él le levanta el mentón... aún sonrojada, y sonrojándose más por su pregunta. Su cabeza empieza a pensar con rapidez, su corazón late aún más rápido si había alguna posibilidad de eso... bajó la mirada, al momento que se apartaba.

Yo... no... - lo miró - no lo sé... aún. Ha sido todo muy repentino...

Se cogió con fuerza el bolso, colgado en su hombro.

Eso... eso tenía que pensarlo en casa, con tranquilidad, tenía que pensar en toooodo lo que había pasado. Tenía que meditar.

Tu no... yo... Dice separándose un poco de ti. Lo siento, Lucy.

Mike sonrió un poco mientras lentamente te soltaba las manos, hasta quedar casi a un metro de tí.

Si no lo sabes por que puedes leerme la mente, eso no es algo que me incomode... ni tampoco sé por qué me lo has dicho... ¿nunca te ha pasado antes? Dijo al final intentando sonreir, dejando de pensar en lo que acabas de decir.

Ahora el chico parecía bastante confuso. Acababa de abrir su corazón hacia ti, su corazón y su mente, y tu no le has dicho lo que él quería escuchar. Pero eso él ya lo sabía... podría pasar...

Pero en ese momento algo ocurrió, algo extraño... algo que no tendría que haber pasado en ese momento, por lo menos no en la parte de detrás del lugar del concierto. Un coche venía a toda pastilla, golpeando contra las paredes, el conductor seguramente estaba borracho. Podías sentir sus pensamientos... eran confusos... estaba claro que tenía un pedo terrible...

Y el coche no parecía parar... por lo menos no a tiempo e iba directamente hacia ti y a Mike...

El chico no tardó mucho en reaccionar y salto sobre ti abrazándote y colocándote contra una de las paredes. El coche seguía una trayectoria definida... iba hacia ti y hacia Mike. Tu podías ver todo entre los brazos del chico hasta que cerraste los ojos y sólo sentiste el golpe del coche sobre el cuerpo de Mike...

Cuando vuelves a abrir los ojos, el coche continúa su camino dándose golpes contra las paredes y sale por el otro lado del callejón, mientras Mike te ayuda a incorporarte con algo de dificultad.

¿Estás bien? Parece que nos ha esquivado a tiempo.

Pero tu sabías que no. El coche había chocado contra vosotros...

Cerró los ojos, cogiendo con fuerza la piel de Mike, sin llegar a hacerle daño, asustada, sabiendo que iba a pasar lo peor y que allí se acababa todo... pero... abrió los ojos lentamente, el coche se iba, y ellos estaban bien. Confusa, más confusa todavía se levantó, sin prestar atención a la ayuda de Mike, con dificultad también, la respiración acelerada y terriblemente asustada.

No... - ladeó la cabeza, sin mirarlo, pensando - No nos ha esquivado, él venía directamente hacia aquí... hacia nosotros. -  miró a Mike, frunciendo el ceño.

¿Podía ser? ¿Qué también tuviera alguna extraña habilidad...? ¿Cómo la que le había salido ahora a ella?

Lo siguió mirando, esperando, seguramente... que pensara algo referente al tema.

Nah, seguramente nos ha esquivado. Si hubiera chocado contra nosotros a esa velocidad, estaríamos los dos muertos. Dijo el chico sacudiéndose un poco el polvo del cuerpo y de los pantalones.

Yo también he sentido el golpe... pero no entiendo como no ha pasado nada... ¿qué demonios está pasando con esta ciudad? Es que... ¿somos todos raros?

Mierda, deja de pensar... ¡deja de pensar!

Supongo que no ha sido nada. ¿En verdad estás bien? ¿Seguro? Continuó mientras te tocaba los brazos para ver si estas lastimada. ¿Necesitas que te lleve a casa? ¿Quieres que te acompañe?

¡Estoy bien! - dijo cogiendo sus brazos - Y si... - lo miró abriendo los ojos - ¿¡Y si te ha pasado algo a ti también!? ¡Tú también has sentido el golpe! Tenemos... ¡tenemos que hacer la prueba!

Sin más, empezó a arrastrarlo cogido de la mano... hacia cualquier parque que hubiera por la zona, miró a lado y lado, comprobando que no hubiese nadie, pero la hora que era, eso era improbable.

A ver, ponte aquí - lo puso un poco lejos de la fuente que había al final del parque, el estanque con pececillos - Irás corriendo hacia las barras de gimnastas, o como se llamen, saltas, te tropiezas y te comes el suelo, ¿vale? - le dijo señalándolo... luego, se puso de puntillas y le dio otro beso en la mejilla - Confía en mí, ¿vale? Cuando diga uno.

Ella se separó un poco...

3...

Se impulsó algo

2...

Se preparó un poco más, y...

Lo envió derechito al agua del estanque.

Ups, me he olvidado de decir 1... - corrió hacia él, esperando que, al menos, estuviera vivo... si estaba herido llamaría a la ambulancia.

El golpe ha sido tremendo.

Mike vuela hacia atrás haciendo un arco para caer contra la estatua del estanque, haciendo que el agua salga disparada hacia fuera salpicándote toda.

Te acercas corriendo y ves al chico hundido en el agua, boca abajo, flotando con los brazos abiertos. También puedes ver como la estatua está como rajada, justo donde el cuerpo del chico ha chocado.

Pero Mike no se mueve. Ni siquiera parece respirar...

Su pecho no se mueve mientras sigue flotando boca abajo en el agua de la fuente.

o_Ô

¿¡Mike!? ¡¡¡No me digas que te he matado!!!

Saltó al agua del estanque, quedando empapada por completo, por el agua helada del estanque y la que caía del cielo por culpa de la fuente rota.

¡Que no te he dado tan fuerte!

Lo giró y le empezó a dar bofetones a la cara... asustada, con los ojos bien abiertos.

¡¡¡Mike!!!

Nada.

Su cara se mueve de un lado a otro, y nada.

Acercas tu oído a su nariz y no sientes su respiración. Mike no respira... pero tiene pulso... pero no respira...

Tiró de él hasta el borde del estanque, lo puso encima, cara arriba, sacándolo del agua... lo miró con el ceño fruncido, completamente roja, con la boca temblándole.

No respira. Tiene pulso. No respira. Tiene pulso.

Era una chica inteligente, había prestado perfecta atención en las clases de primeros auxilios que ofrecían gratuitamente el instituto...

Miró sus labios. Quizás no sería tan difícil si no fuera Mike... se mordió su propio labio inferior. Cerró los ojos... y respiró profundamente.

Hechó su cabeza un poco hacia atrás, para tener la tráquea recta, entreabrió su boca por la barbilla... y se acercó, tomó aire y... le hizo el boca boca cerrando los ojos muy fuertes, haciéndole después el masaje cardiovascular, quizás estaba exagerando, pero... eso antes que llamar a la ambulancia y la acosaran de homicidio... además, había sido por su culpa.

Vamos, Mike... - mientras por segunda vez juntaba sus labios con los de él, una lágrima bajó por su mejilla, que no se entretuvo a secarla.

Pillada. Ahora me las pagará... Escuchas en tu mente.

Eso era... ese era... ¿estaba Mike pensando?

Los brazos de Mike se movieron rápido, abrazándote por la cintura y dándote la vuelta para ponerte debajo de él mientras comenzaba a besarte como nunca te habían besado. Sus labios se pegaron a los tuyos mientras le hacías el boca a boca y sus manos te apretaron contra su cuerpo y contra su torso, aún desnudo.

Su boca es tan... suave... si puedes escuchar lo que pienso, que sepas que me ha dolido ese golpe y ahora creo que me falta una muela...

El chico ahora continúa besándote, pero sin hacer fuerza con sus brazos, para que cuando quieras, te puedas soltar.

Abrió los ojos sorprendida... dejó que la besara, el tiempo suficiente que se recuperara del susto, porque su puño se estaba apretando con fuerza... finalmente se apartó... y ocurrió lo inevitable:

Por suerte, esta vez, y gracias a los nervios y al sonrojo de los besos, no le dio muy fuerte, solo para mandarlo a la otra punta del estanque. Se levantó, empapada, estaba... llorando. La primera vez que Mike veía un símbolo de debilidad en la pelirrosa.

¡¡¡Eres un imbécil!!! ¡¡¡Ahí te mueras!!! - le grita, ya sin poderse controlar - ... ¡¡¡TE ODIO!!!

Y sin más, echó a correr hacia su casa dejando una hilera de humo detrás de sí... ahora no tenía tiempo de pensar en que Mike también tenía algún poder, ahora no estaba para eso.

Es un idiota, un idiota, ¡¡¡un idiotaaaa!!!

Sales corriendo, dejando a Mike en la fuente por el golpe que le has dado. Pero no sales corriendo sin más, entre tus sollozos puedes sentir el corazón de Mike rompiéndose, su tristeza, su arrepentimiento, él sólo quería darte un susto, y lo ha logrado, pero no quería para nada esas consecuencias.

Cuando sales del parque secándote las lágrimas puedes escuchar un grito a lo lejos.

¡Lucy! ¡Te amooooooooooooo~~~~~!

Y era la voz de Mike que gritaba tu nombre a los cuatro vientos.

Pero tu corrías. Y con toda la gente que te cruzabas, te miraban...

¿Qué le pasa?

¿Estará herida?

¿La ha dejado su novio?

Todos los pensamientos de la gente, sus sentimientos, llegaban a ti sin poder controlar nada de lo que sucedia a tu alrededor. Y dentro tuyo, muy dentro tuyo, la imagen de Mike desolado aparecía un par de veces... mirándote a los ojos... y cantandote una canción...

Tiene ganas de decir a todos que se callen, que dejen de pensar, empieza a correr con las manos en las orejas, pero ni así consigue detener todo lo que escucha... sigue corriendo, y cuando se detiene, exhausta y levanta la mirada... se sorprende de encontrarse delante de casa de Mike.

¿Por qué ha acabado delante de su casa...?

Respirando entrecortada, se agacha fuera, delante del muro... mojada, quizás solo quiere descansar. Esconde la cabeza entre sus brazos en cruz, y ahora sí, piensa en todo lo que ha pasado... tiene la cabeza como un bombo, a punto de estallar... han pasado demasiadas cosas...

Te pones a pensar un buen rato. No sabes cuanto tiempo ha pasado, sólo sabes que tras un buen rato, unas manos te cogen de las mejillas haciendo que levantes tu cara.

Allí estaba Mike, todavía en cueros y todo mojado, pero su rostro mostraba una sonrisa de felicidad. Era como si esa sonrisa te tranquilizara de alguna manera. No estaba enfadado, aunque si notabas su arrepentimiento todavía flotando en su interior. Realmente el chico deseaba pedirte perdón por lo que había hecho, pero tampoco sabía si lo ibas a perdonar por lo que prefirío callar y sólo mirarte unos segundos.

¿Estás bien, Lucy Maria? Te pregunta con una sonrisa en los labios y guiñándote un ojo.

Lo siento, de verdad, lo siento. No quería que te sintieras mal por lo que hice.

La chica levanta la cabeza y la mirada, ¿se había dormido? Algo confusa, miró alrededor, y acabó mirando a Mike... estiró sus brazos, y rodeó su cuello con ellos. Quedando de rodillas al suelo, abrazada a Mike.

Si vuelves a hacer algo por el estilo... te mataré - le susurra, aunque no puede evitar esbozar una leve sonrisa.

Se separa de él y se levanta.

Será mejor que vuelva a casa... o me volveré loca, no puedo dejar de escuchar lo que piensan los demás... pero cuando consiga controlarlo... - esbozó una sádica sonrisa - Jujuju... cuando consiga controlarlo...