Partida Rol por web

Más que humanos

.: Megan Carter :.

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19/11/2009, 20:18
Megan Carter

Ya llevaba un rato con la cabeza metida en esa carpeta y lo único que había conseguido es que el regalo de Malcom me volviera loca. No podía pensar, no podía hacer nada, ya que cada vez que conseguía concentrarme escuchaba el sonido del bicho ese.

- No sé si eso relajará algo, pero me está volviendo loca!! - Pensé mirando a la figurita que no paraba quieta ni un segundo. En ese momento, me imaginé hasta mirándola mal, que seguramente es lo que estaba haciendo casi sin querer. - Qué agonía!

Como era un regalo y me daba pena deshacerme de él tan pronto ( y más si te lo regalan sin tener por qué ni venir a cuento de nada ) lo cogí y lo metí en el cajón de uno de los armarios más alejados de mi mesa. Ahí seguro que no lo iba a escuchar y así, igual avanzaba antes de que me despidieran por no hacer lo que tenía que hacer.

Aún así tardé un rato en volver a ponerme con la carpeta, ya que me había vuelto a distraer y se me fue el santo al cielo, pensando en lo extraño del día. - ¿ Por qué se habrá acordado de mí para comprarme la cosilla esa? Quizás n es nada más a parte de que te ve muy estresada, aunque bueno, no sé si hay tanta confianza como para regalos ¿ no? Yo no sé si le habría comprado nada a él, aunque me hubiera acordado. ¿ Y por qué ha accedido tan rápidamente a comer conmigo? Si casi nome ha dejado acabar de hablar.. - Tras un rato con mis preguntas decidí darme por vencida, ya que yo sola a mí misma no iba a poder responderme y me parecía que no tenía tanto arrojo como para preguntárselo, así que en el fondo suponía que daba igual y que me iba a quedar con las ganas de saberlo.

Notas de juego

Lo puse en la ficha, abajo en notas.

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23/11/2009, 18:14
Director

Y así lo haces... o por lo menos lo intentas... el plic plic plic del maltido regalo aún seguía metido en tu cabeza. Pero ahora cierras los ojos con fuerza y el ruido sigue allí, aunque cuando intentas escucharlo, te parece que no proviene desde dentro del armario. Está claro, desde allí dentro no puede salir un sonido tan suave como un plic plic plic pero lo sigues escuchando... como si se te hubiera metido en la cabeza.

Por un momento piensas en qué maldito regalo, en que maldita sea la hora que te lo ha regalado, pero en ese momento el ruidillo se detiene por completo.

No más plic plic plic. Y eso era un alivio, ya que te puedes poner manos a la obra con la puñetera carpeta.

Ahora necesitas calcular, muchos números, muchos de color rojo y necesitas cuadrar eso si quieres salir con vida esta semana de la oficina. Comienzas a tamborillear con la goma del lapiz sobre la mesa de manera rítmica mientras piensas y al cabo de unos minutos bajas la mirada para buscar la calculadora de tu escritorio y la tienes justo bajo la goma de tu lapiz que durante todo este tiempo le ha estado dando al 4 en la máquina.

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24/11/2009, 20:50
Megan Carter

Tardé unos instantes en poder volver a controlar mi cabeza y en volver a la calma y la tranquilidad de permanecer sin ningún sonido molesto, ya fuera imaginario o real, que me impidiera volver a comenzar una tras otra las cuentas, ya que el rato que me había pasado antes de levantarme no habia servido absolutamente para nada, tan sólo para tener ganar de meter el lápiz por uno de mis oídos y sacarlo por el otro, hasta que no escuchase nada más que mis propios pensamientos y no el sonido de aquel cacharro infernal que me había regalado mi compañero.

Por un lado, estaba feliz de que se hubiera acordado así de mí, pero por el otro estaba apunto de querer abrir la ventana y mandar el pajarito a volar en entera libertad.

Al final sí, logré calmarme y volver a meter la cabeza en mi parpeta. Conseguí comenzar a hacer cálculos mentales hasta que levanté la vista y vi que tenía la calculadora debajo del lápiz. Suponía que el estrés que me había hecho sentir el bicho ese en unos instantes me había hecho no dejar las cosas donde solían estar siempre. Eché un vistazo a mi mesa, y vi que el resto continuaba en el lugar que le correspondía.

Borré todos los cuatros pulsando la tecla de la calculadora y comencé a calcular, ahora sí, centrándome por fin en lo que hacía.

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25/11/2009, 13:22
Director

Plic plic plic.

Sí. Otra vez el maldito sonido.

Ahora si lo puedes escuchar desde dentro del armario y lentamente, te va sacando de quisio. Llega un momento en que te das cuenta que no tocas las teclas de la calculadora con el lapiz, sino, las golpeas con él hasta que al final, se termina rompiendo en dos.

Plic plic plic.

El ruido continúa.

Tu no quieres otra cosa que gritar, que gritar con fuerza, pero aún así intentas controlarte. Cosa que es implosible por que el ruido sigue siendo cada vez más fuerte. Llevas tus manos a tus sienes y cierras los ojos con fuerza, como último remedio antes de volverte loca y en ese momento, el ruido de cristales rotos te saca de tu locura transitoria.

El patito azul yace en el suelo... destrozado...

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25/11/2009, 14:03
Megan Carter

Esto no era normal, era imposible que desde esta distancia escuchara aún el sonido de aquel juguetito y sin embargo estaba apunto de hacer gritar como no había gritado nunca.

- Megan contrólate.. ¿ qué coño te pasa ?

Mis pensamientos no conseguían calmarme, me estaba volviendo loca, loquísima sin poder evitarlo, tenía que parar esto.. - puta carpera y jodido estrés que me está generando.

Apreté mis sienes, llegándome a hacer daño para ver si el dolor me devolvía a mi lugar, para darme cuenta de que acababa de cargarme la calculadora y ahora tendría que buscarme otra. El sonido de los cristales al romperse me hizo mirar hacia el suelo, y allí, al lado del lugar donde lo había metido, estaban los fragmentos de la figurita que me acaban de regalar.

Mi ánimo cambió al instante, pasando de un estado en el que si hubiera tenido a alguien delante me hubiera liado a " tortas " a un estado de tristeza. Malcom se había acordado de mí y había tenido un detalle conmigo y ahora, su regalo se mostraba inerte, en mil pedazos sobre el suelo de mi despacho. Tuve que esforzarme con contener las lágrimas en aquel momento, aunque por suerte, logré hacerlo cuando me di cuenta de que aquí algo me cuadraba menos que la carpeta de los mil números rojos.

Yo estaba segura y totalmente convencida de que había metido la figurita en el cajón y no me había levantado para tocarla. Estaba estresada, vale, quizás más nerviosa y malhumorada que de costumbre, pero al menos que este pajarito volara sólo, seguía sin encontrar ninguna explicación lógica para lo que había sucedido.

Recogí los cachitos del suelo con la mano y me quedé unos instantes observándolos. Se había acabado aquel horrible sonido, pero ahora me sentía culpable y mucho porque se hubiera roto. Me levante y cerré la manos sobre los critales, sin hacer fuerza para no cortarme y salí de mi despacho para llamar a la puerta del despacho de mi compañero.

Entré su despacho con la misma cara que un alma en pena y tras colocarme delante de su mesa abríla mano, mientras mi expresión pedía disculpas. No dije nada, tan sólo me quedé ahí de pie, mirando los cristalitos.

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25/11/2009, 18:19
Malcom Helland

Malcom levantó la mirada de su carpeta, primero, para mirarte la cara y frunció el entrecejo. Después, fue bajando poco a poco la mirada hasta tu mano, donde los pedacitos de cristal bañados en el tinte azul que contenía el pajarito reposaban completamente destrozados.

El chico volvió a mirarte, pero esta vez, lo hizo con una cara paternal y sin decir absolutamente nada, cogió los pedacitos de cristal y los metió dentro de un sobre de papel, después, los arrojó a la papelera incorporándose para colocarse a tu lado. Su mano se apoyó en tu palma abierta y la presionó.

Se ha roto. No pasa nada. Dice sonriente mirándote a los ojos. Era solo un pajarillo.

Malcom cogió el suyo de la mesa, que era amarillo y te lo puso en la mano.

Puedes quedarte con el mío y asunto arreglado. ¿Qué te parece?

Pero no era eso lo que tenías en la mente ahora mismo. El problema era que el pajaro se había caído al suelo... desde dentro de un cajón... el cual estaba cerrado... eso si que era realmente extraño...

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25/11/2009, 19:44
Megan Carter

Me quede mirándole aún con peor cara de la que ya traía. A alguien le tenía que contar lo que me había sucedido o iba a pensar que estaba loca, pero claro, si se lo contaba a él iba a pensar que estaba más loca.

- Te lo agradezco, pero lo que menos me preocupa es el resultado del pajarito. Es decir, no te ofendas, que te agradezco en el alma el detalle y que sin tener por qué te acordaras de mí.. el problema es cómo se ha roto..

Le miré en silencio, aunque mi expresión había pasado a mostrar gratitud, no sabía por dónde empezar así que suspiré y me expliqué, con la esperanza de que no pensara en que necesitaba una cita con un siquiatra urgentemente.

- El caso.. es que estaba con la dichosa carpetita de marras.. - comencé sin querer tocar la otra figura - y el ruido que hace esa cosa me empezó a taladrar la cabeza, y no me dejaba concentrarme, asi que la metí en un cajón de lejos de mi mesa, ya sabes, del armario y volví a mi sitio. Al principio, todo iba bien porque conseguí volver a concentrarme y empezar de nuevo, pero luego, volví a escuchar el ruidito, aunque estaba en el cajón y no sobre mi mesa.. como si estuviera ya metido en mi cabeza.. - No sabía como explicar esto. - Como cuando escuchas una canción pegadiza y luego estás continuamente repitiéndola mentalmente.. sólo que el sonido en este caso era desagradable.

Hizo una pausa para pensar si seguir o darme la vuelta y no volver a mirar a la cara a mi compañero, ya que la vergüenza por lo que estaba a punto de contar iba a acabar por hacerme salir corriendo. Incluso mis mejillas ardían ya con intensidad.

- Bueno pues el ruidito me hizo sentirme muy pero que muy mal y cerré los ojos y.. joder que mal.. escuché el ruido de que algo que había roto y al mirar el pajarito ya no estaba en el cajón, sino roto en el suelo.. Sé que suena absurdo, que parece que me lo estoy inventando y tan sólo es como una historia para decir que yo no lo he roto, pero te juro que es lo que ha sucedido..

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25/11/2009, 22:42
Malcom Helland

Entonces me dices que se cayó sólo y... dios... ¿Fantasmas? Dice riéndose para después negar con la cabeza como pidiéndote perdón. Vale, vale. Te creo.

Después, Malcom se acercó a su perchero y cogió su abrigo para ponérselo y mirarte a los ojos.

Tu y yo, ahora mismo, nos vamos a comer algo, o a tomar algo o lo que sea. Dice sonriente. La carpeta esa te va a terminar de volver loca sin más. Cuando regresemos, te daré una mano para sacarte algo de curro de esa puñetera carpeta y ya.

El chico se acerca a la puerta de su despacho y la abre, moviendo su brazo hacia delante para dejarte salir a ti primero, y cuando salís de su despacho, cierra la puerta dirigiéndose hacia el tuyo.

Vamos, coge tu chaqueta y salimos de aquí un rato.

Y aquí viene lo interesante. Por que en ese momento, Malcom se gira hacia el otro lado, dándote la espalda para responder a una llamada a su movil mientras tu abres la puerta de tu despacho y metes la mano para intentar coger la chaqueta desde la puerta. Tu perchero está a mas de medio metro de tu mano y en ese instante, te giras un segundo para mirar a tu compañero, cuando sientes que la chaqueta se cuelga de tu mano extendida como por arte de magia.

No puedes reprimir un gritito de susto y dejas caer la chaqueta al suelo...

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25/11/2009, 23:11
Megan Carter

Ante su primera frase el rojo de mis mejillas se volvió a encender contrastando tanto con mi pelo que parecía más una muñeca que una persona, aunque sus posteriores palabras me hicieron relajarme un poco.

- Tienes razón, creo que tengoque salir de aquí un rato. Esto no es normal y ya no estoy segura de que nada de lo que he dicho haya sucedido así.. quizás es que me haya superado ver esa carpeta.

Salí del despacho  junto a Malcom para abrir la puerta de mi despacho para ir a coger la chaqueta, pero cuando la noté en mi mano solté un grito y di un salto mientras la puerta se abría y dejaba ver la chaqueta ahí, en la entrada de ella. Mis manos aferraron con firmeza el brazo del muchacho, casi incluso haciéndole algo de daño, mientras estaba a punto de echarme a llorar, ya notaba cómo mi vista se volvía borrosa y como mis ojos se llenaban de lágrimas. No pude decir nada más, tan sólo señalé la chaqueta mientras las lágrimas brotaron por sí solas, resbalando sin hacer sonido alguno por mis mejillas.

Estaba asustada, totalmente asustada y mi cuerpo temblaba levemente mientras mis piernas se habían paralizado, no podía moverme.

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26/11/2009, 11:59
Malcom Helland

Malcom se giró al escucharte sollozar y de dos zancadas, se puso a tu lado y te abrazó.

¿Qué te pasa? ¿Qué pasa Megan? Te dice mientras mira dentro de tu despacho y ve la chaqueta tendida en el suelo.

En realidad, el chico ahora no entendía nada, sólo te ve así, temblando, llorando y lo único que se le ocurre es volver a meterte a tu despacho y sentarte en la silla, al mismo tiempo que cierra la puerta para que nadie más te vea así. No es bueno que la gente te vea de esta forma, como son en la oficina, podrían pensar cualquier cosa y eso no sería bueno para tu trabajo.

Megan. Dice el chico mientras se arrodilla delante tuyo y te coge de las manos. ¿Qué sucede? ¿Estás bien? ¿Quieres irte a tu casa? Yo te cubro en lo que sea, pero por favor, dime que es lo que te pasa.

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26/11/2009, 12:36
Megan Carter

Me djé llevar por mi compañero hasta mi despacho, aunque empezaba a creer que había algo que hacía que las cosas se movieran solas y eso sólo podía significar dos cosas, o que de verdad existían los fantasmas o que me estaba volviendo loca, que apostaría que era lo más probable y ninguna de ambas opciones me resultaba demasiado alentadora.

Las lágrimas seguían resbalando por mi cara, mientras tenía la vista baja, no quería ni mirar a Malcom a la cara, ya que no sabía como explicar nada. Ya no era vergüenza, era simplemente admitir que había algo dentro de mi cabeza que acababa de hacer como aquel pajarito al caerse al suelo, romperse en mil pedazos..

El contacto de sus manos me hizo volver de nuevo a la oficina, aunque tardé unos instante aún en levantar la vista.

- Malcom, la chaqueta estaba en el perchero y yo no hice nada más que abrir la puerta y la chaqueta estaba en mi mano.. - Las lágrimas seguían corriendo por mi cara, pero al menos entre sollozos podía hablar. - Lo único que he hecho es estirar la mano pensando en que quería coger la chaqueta para marcharnos..

Definitivamente, después de esto no iba a poder mirar a Malcom a la cara nunca más en la vida, no podría, aunque no sabía si iba a durar mucho en el despacho conmigo ya que si yo fuera él seguramente me marcharía ahora mismo.

 

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26/11/2009, 19:06
Malcom Helland

Espera un segundo... ¿me estás diciendo que has pensado en coger la chaqueta y esta se ha movido sola hasta donde estabas? Dice el chico aún sin soltarte las manos. ¿Eso es lo que me estás diciendo?

Malcom se incorporó y comenzó a caminar de un lado al otro del despacho, pensativo, mientras no dejaba de pasarse la mano por la barbilla y con los dedos se acomodaba las gafas sobre su nariz.

Después se acercó a tu mesa y cogió un boli para dejarlo sobre su palma de la mano. Luego, te miró con una sonrisa tranquilizadora.

Piensa en el boli e intenta moverlo. Te dice y tu piensas que te esta pidiendo algo completamente loco.

Aún así, lo intentas...

Te concentras... piensas en el boli... y así, ante tu mirada, el boli comienza a elevarse de la mano de Malcom para viajar por el aire hasta tu mano.

Malcom sonríe y se acerca a ti, cogiéndote nuevamente las manos, esta vez con el boli.

Cielo, ¿sabes lo que es la telekinesia?

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26/11/2009, 20:28
Megan Carter

Ya estaba mirando a mi compañero con cara de pocos amigos, mientras pensaba que se estaba " quedando conmigo ". - Supongo que me lo he ganado por decirle lo que le he dicho, aunque podía tener algo de consideración con lo mal que lo estoy pasando ¿ no?

Cuando me propuse lo del boli, me quedé unos momentos pensando si coger el boli y lanzárselo a la cabeza, per para que viera que no iba a pasar nada, decidí hacer lo que me pedía, aún entre sollozos.. - Está bien pero esto es una tontería..

Para mi sorpresa, no resultó serlo tanto ya que en cuando pensé que quería coger ese bolígrafo con la mano, el bolígrafo comenzó a acercarse lentamente hasta que pude cogerlo. Abrí la boca por la sorpresa al mismo tiempo que cerraba la mano sobre el boli y dejaba de llorar. - ¿ Entonces sí que fui yo la que rompí tu regalo? - Pensé ahora sintiéndome más aliviada que culpable por haberlo hecho.

Respiré hondo un par de veces y luego levanté la vista para mirarle mientras dejando el boli en la mesa secaba mi cara, a pesar de que tenía los ojos inchados por haber estado llorando.

- Sí claro, pero no sabía que lo pudiera hacer alguien y mucho menos yo..

Sin poder evitarlo, como el niño que tiene un juguete nuevo, miré a mi escritorio y vi la calculadora. - Así que a ti también te había movido yo ¿ eh? - Pensé al recordar que le había destrozado las teclas porque estaba donde no podía estar. Intenté volver a hacerlo otra vez, aunque sólo fuera moverla un poquito.

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26/11/2009, 20:47
Malcom Helland

Con un poco menos de esfuerzo, la calculadora se movió un poco, y después un poco más y un poco más.

Lo estabas haciendo y Malcom te miraba con una sonrisa, pero por muy extraño que parezca, no estaba para nada soprendido que puedas mover cosas sin tocarlas, simplemente con solo pensarlo. El chico se acercó a ti y te cogió de la cintura, haciéndote girar para quedar mirándolo a los ojos y haciendo que la concentración en la calculadora pasara de ella a sus ojos.

Yo tampoco conocía a nadie que pudiera hacer ese tipo de cosas. Dijo con una sonrisa. Pero tenía la esperanza de que cuando vine aquí buscándo a la elegida, que esa fueras tu. No sé por qué me lo había imaginado.

Claro que después te conocí cada vez más y la búsqueda pasó a un segundo plano. Sientes claramente en tu mente.

¿Has oído eso? Te pregunta en voz alta.

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26/11/2009, 21:01
Megan Carter

Claro que lo había oído, y a eso no hacía falta ni que respondiera. Mis mejillas cobraron un color rojo intenso casi al instante, como si me acabara de quedar sin ropa en mitad de la calle y todo el mundo me estuviera mirando.

Me quedé mirando a sus ojos. Había escuchado no sé qué de una elegida, pero sólo me había quedado con lo que había escuchado dentro de mi cabeza.. - ¿ dentro de mi cabeza? ¿ Por qué puede hablar dentro de mi cabeza? ¿ Telepatía? ¿ si me habla me puede escuchar?

Pasaban ya demasiadas preguntas por mi cabeza, a la vez que tan sólo era capaz de mirar sus ojos incluso tan ruborizada como estaba..

- Sssí, si he oído eso.. - Respondí aunque no sin un esfuerzo enorme por mi parte. - Me parece que tienes muchas cosas que explicarme y me gustaría escucharlas todas, incluyendo esa que me has dicho pero que no has pronunciado.. - Y la cual me había parecido muy interesante - Así que me parece que ahora sí es el momento indicado para que vayamos a comer..

 

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26/11/2009, 22:26
Director

Malcom te sonríe y te pasa la chaqueta que has dejado caer al suelo cuando el primer susto y después, cogiéndote de la mano, te saca del despacho cerrando la puerta al salir.

Vamos a comer que allí podremos hablar más tranquilos. Te dice mientras le da al botón del ascensor y ambos bajáis por él.

Cuando salis del ascensor, ponéis rumbo al bar de debajo del edificio donde trabajáis, para entrar a él y sentarse en una mesa dónde hablar tranquilos. El camarero se acerca a coger el pedido mientras Malcom pone su chaqueta en la espalda de la silla y te mira con esos ojos brillantes. Sus ojos brillan como nunca, pero ahora mismo no sabes si es algún tipo de magia o si simplemente siempre son así y nunca te has detenido a mirarlos con detenimiento.

El chico se acomoda en la silla y vuelve a mirarte.

Bien, ¿por dónde quieres que empiece?

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26/11/2009, 23:04
Megan Carter

No es que tuviera demasiadas preguntas, básicamente eran no llegarían a ser cinco, pero no sabía muy bien cómo formularlas. Había estado pensándomelas por el camino y tampoco es que hubiera conseguido tenerlas formuladas ahora que estábamos en la cafetería. Por suerte, ya estaba más relajada y estar fuera de la oficina habiendo podido tomar un poco de aire fresco me había sentado bastante bien.

- ¿ Qué es eso de que habías venido a buscar a la elegida? ¿ la elegida para qué? ¿ por qué puedo hacer, bueno, eso? ¿ por qué te he escuchado dentro de mi cabeza? ¿ Cómo lo haces? ¿ Es algo así cómo lo que hago yo? - Tras todas esas preguntas mostré una sonrisa pícara al hacer la última. - Antes de nada, me gustaría que me explicases eso que ya sabes.. - Dije señalando mi cabeza.

La verdad es que con todo lo que había pasado, la parte que más me había interesado era esa. Claro que quería saber todo lo que estaba sucediendo, pero eso me interesaba más, al menos, en este momento.

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26/11/2009, 23:20
Malcom Helland

Em... a ver... veamos por donde empiezo... Dijo el chico mientras bebia un poco de agua. Empecemos por lo sencillo. Lo que yo puedo hacer es simplemente, usar mi mente para comunicarme con los demás, y usar mi mente para escuchar lo que la gente piensa si es necesario.

Realmente es muy util en ciertos casos. Escuchas en tu mente.

Tu poder se llama Telekinesis, pero eso ya lo sabes. Lo habrás visto en algunas peliculas de Sci-Fi. Puedes mover cosas con solo pensarlo, pero claro, debes tener en cuenta su peso. Ahora mismo, supongo que puedes mover cosas pequeñas, pero con entrenamiento, seguro que podrás mover cosas más grandes.

Malcom comienza a beber otro poco de agua mientras carraspea para seguir hablando.

Lo de la elegida... es simple... bueno, no tanto. A ver... ¿crees en la gente de otro mundo? Pues lo creas o no, yo no soy de este planeta. Me han enviado a buscar a alguien con poderes... bueno, somos muchos los que hemos venido a buscaros... aunque mi misión es protegerte de otras personas que no quieren a gente como nosotros en este planeta. ¿Te resulta creible?

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26/11/2009, 23:45
Megan Carter

Volví a escuchar esas palabras en mi cabeza y no me sentó mal el notarlo, la verdad era que me resultaba hasta divertido, aunque suponía que si estuviera enfadada y pensando alguna cosa no muy bonita sobre él no me gustaría tanto que pudiera adivinarlo.

- Vale, capto lo que puedes hacer, aunque tenemos que hablar sobre eso de leer mente.. - digo medio bromeando medio en serio, dando a entender lo que quería. - Y en cuanto a lo que puedo hacer yo creo que también puedo captar esa idea.

Luego llevé mi mano a su hombro y le di un golpecito en él. - Pues a mi me pareces lo más normal del mundo, que lo sepas, aunque si tu que haces cosas vienes de otro planeta ¿ por qué yo las hago si soy de este? Supongo que eso quiere decir que no me pueden ver haciendo eso ¿ no? Pues menos mal que te lo dije a ti y no a nadie más.. - Suspiré aliviada antes de quedarme unos instantes en silencio, esperando que terminase con sus explicaciones, aunque veía que mis preguntas no se iban a acabar tan fácilmente.

 

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27/11/2009, 00:45
Malcom Helland

No. Debes tener mucho cuidado cuando los utilizas... es más, te diría que sólo lo hagas en momentos críticos, pero eso no quita que puedas utilizarlo en tu casa, intentando comprender un poco más de ese poder. Si no practicas, nunca podrás controlarlo a la perfección. Te dice el chico mientras sonríe.

La verdad es que parece sincero. No tiene por qué mentirte, vamos.

Y sí, vengo de otro planeta no muy distinto a este, donde las personas que tienen poderes son algo normales. Tal vez en un futuro no muy lejano, la Tierra sea como mi planeta, pero bueno, supongo que pasará mucho tiempo hasta que logréis aceptar que estos dones son buenos.

Malcom te guiñó un ojo para finalizar su monologo pero al final, te aclaró una última cosa.

Intenta pasar desapercibida. Ese es el mejor consejo que te puedo dar. ¿Deseas saber algo más?