Partida Rol por web

Me levanto, lunes que sería un día estupendo si no tuviera que buscarme como sacar algo de dinero. Debería buscar a algun turista adinerado a quien dar alguna clase de poker, ahora se esta poniendo cada vez mas de moda, o a quien desplumar en alguna mesa, en el peor de los casos tan solo me tocara otro día de patearme los casinos para buscar patrones en los demas juegos de "azar" o cualquier indicio que me pueda dar ventaja frente a la que siempre ganaría de cualquier otra forma, la casa.

Pongo la radio y escucho las noticias con desinteres mientras abro la nevera en busca de leche le añado cafe que sobrara de la noche anterior y busco unas galletas en un armario. Despues del desayuno toca una buena ducha, arreglarme y poner buena cara ante un día que se me hara tremendamente largo...

Día largo.

Como todos los días.

Es la vida de un jugador.

Te duchas y te pones tu ropa de "trabajo", tras pegarte una buena afeitada y arreglarte como siempre. Después, sales de tu casa en dirección hacia los casinos y los hoteles. Tu trabajo no es un trabajo como los demás... eres un buscavidas, un timador, un estafador o como quieras llamarlo. El dinero que puedas sacar, lo sacas por ti mismo, no tienes un sueldo y eso no es muy agradecido, pero cuando entras en una racha de buena suerte... no hay quién te pare...

Pero cuando tienes mala suerte durante un tiempo...

Tocas madera cuando piensas eso y sales a buscarte la vida.

Salgo por la puerta ya correctamente arreglado, la imagen es importante en los casinos suelen tratar mucho mejor a los que parece que tienen dinero y son triunfadores que a los que van a jugarse los dos duros que tienen.

Mientras ando por la calle rumbo al primer casino de la lista voy haciendo numeros de cuanto me queda en el banco y cuanto puedo permitirme guardar como red de seguridad por si las cosas salen mal. Aunque las cosas suelen irme relativamente bien no siempre se gana y he aprendido a guardar un poco para poder ir sobreviviendo a las vacas flacas. Un fondo que espero no tener que tocar esta vez.

Observo la frenetica actividad del casino desde la acera del frente antes de dirigirme a él saludando al portero con educación.

Al final, tu primer casino es el Mirage. Un casino impresionante sin lugar a dudas y además, uno de los que mejor sistema de seguridad tienen. Si tienes exito en este, es muy probable que no te pillen en ningún sitio, pero si en este sitio tienes problemas, la opción de que no te dejen entrar a cualquiera de los demás es más que probable.

Pero tu sabes que entre los casinos no se hablan. Si pillan a un tramposo en un casino, eso queda simplemente en la base de datos de ese casino. Siempre es bueno que los tramposos vayan a otros casinos... es una especie de venganza entre ellos... Pero también, si pillan a un tramposo, es muy probable que en los casinos mas caros te inviten a salir y no te arranquen los dientes con tenazas como puede llegar a pasar en algunos otros... menos lujosos.

El portero te abre la puerta cuando entras. No es extraño que te saluden al entrar. Eres un asiduo de todos los casinos y por eso, en muchos te conocen... y hasta ahora, parece que la suerte está contigo... no te han pillado... por ahora...

Al entrar canjeo algo de dinero por fichas, ya tenía alguna pero no esta de más tener algo más de margen. Paseo por el casino evaluando a los jugadores de las mesas de poker, contando cartas y calidad de los jugadores de las mesas de blackjack.

Mientras paseo hago alguna apuesta menor a los dados y ruleta, son juegos mucho más dificiles de predecir y que a la larga ssueles perder pero me sirve para pasar desapercivido mientras evaluo mis verdaderas presas.

Mientras realizas tu "trabajo de campo", te das cuenta que en una mesa de Black Jack hay un tío realmente increible. El muchacho, por que es un muchacho, apenas tendrá 22 años y ni siquiera le sale barba, se está forrando y está desvalijando a la banca. El croupier no puede dejar de sonreir, pero tu sabes que por dentro el tío está hecho una furia.

Sabes también que las dos personas que miran a pocos metros de la mesa son empleados de seguridad del casino. Pero no pueden saber si hace trampas, no pueden actuar... tal vez el muchacho esté pasando una buena racha...

Nuevamente, mientras te acercas, escuchas el típico "a ganar, a ganar, pollo para cenar". Otro Black Jack. Otra vez revienta a la banca. Interesante.

Sonrio viendo al chaval, es joven pero tiene talento, quizá demasiado ya que llama la atención, si sigue así es probable que lo acaben echando por contar cartas o cualquier otra razón que quieran argumentar, por lo pronto ya tiene la atención del casino.

Observo para tratar de averiguar como lo hace, por puro interes profesional, si puedo sentarme a la misma mesa con intención de ganar pero no tanto como él y que mis propias ganancias queden enmascaradas por las del tipo. Ademas de que puede ser un rival interesante y me interesa medir sus habilidades de verdad.

Uno de los que estaban jugando en la mesa, coge sus dos o tres fichas y su copa, dejando el sitio libre para el que quiera sentarse. Como era de esperar, te sientas a su lado justo cuando el croupier saca un Black Jack el mismo y el chico que estaba ganando, acaba de perder... ¿diez dólares?

¿El tío hacia apuestas de mas de quinientos y cuando pierde solo había apostado diez?

Eso si que es extraño.

La pregunta es... ¿sabe un segundo antes que cartas saldrán o simplemente está teniendo una excelente racha?

La apuesta de diez dolares cuando por fin pierde el chico solo hace avivar mis sospechas de gato encerrado, ahora mismo solo me pregunto como lo hara. Puede que las cartas esten marcadas pero para eso necesitaría que el croupier estuviera compinchado, quizá sea más probable alguna carta bajo la manga aunque si fuera así las camaras de seguridad ya deberían haberlo pillado a estas alturas.

Un placer compartir mesa con ustedes caballeros. Espero que pueda contagiarme parte de la suerte que le esta acompañando... Digo con una sonrisa y exquisitos modales.

Empieza el juego y empiezo a calcular las probabillidades carta a carta, las apuestas seran bajas hasta que sepa como hace el chico para hacer trampas. Solo haría alguna apuesta alta si el chico se achica y yo tengo buenas cartas.

Las apuestas son buenas, y tu comienzas ganando a la par que el chico que está a tu lado. Las cartas siguen saliendo y parece que ambos tenéis una buena racha. Por el rabillo del ojo ves a los dos de seguridad del casino, que están mirando espectantes. Seguramente, ahora mismo tengas todas las cámaras del casino enfocando tus manos, tu cara y las cartas que están saliendo.

En ese momento, la banca se pasa mucho, y ambos ganáis casi dos mil dólares cada uno.

El chico de tu lado parece extasiado. Calculas a ojo que debe de haber ganado ya unos veinte mil dólares. Y por lo que parece, la racha de buena suerte no se ha acabado.

En ese momento, el tio se gira hacia ti y te da una palmada en el hombro con una sonrisa.

¿Estamos en racha, eh? Te dice sonriente.

Estaba ganando demasiado y mi primera idea de pasar desapercibido por las ganancias del chico no parece que vaya a funcionar.

Eso parece. Digo extrañado aun sin saber como narices lo hace el chico y por que la suerte tambien parece sonreirme a mi, puede que el chico lo haga para desviar la atención y que no parezca tan sospechoso. Puede que no sea tan estupido a fin de cuentas. Parece que por una vez la que pierde es la banca.

Pero la suerte, esa cosa tan efímera como la suerte, siempre se tiene que acabar. Bueno, al menos no para ti, sino para tu compañero de mesa que en esta mano, acaba de perder más de cuatro mil dólares. Su cara es un poema, parece no entender como ha perdido tanto dinero. Es como si supiera que iba a ganar, pero de repente, las cartas le jugaron una mala pasada.

Ahora parece nervioso, y te mira como enfurruñado, aunque realmente no sabes si es contigo o con él por no darse cuenta que no tenía cartas para ganar.

La siguiente mano vuelve a perder otros dos mil, mientras tu continúas ganando pequeñas sumas, hasta que al final, tu "compañero" de juego decide apostar todo a una mano, su ultima mano. Tu te has pasado, por lo que has perdido unos mil dólares, pero él... acaba de apostar todo... casi diez mil dólares... sus cartas son buenas, las mejores, no puede perder...

Pero pierde. Black Jack para la banca.

El chico se pone todo rojo, se coje de los pelos, te mira con los ojos inyectados en sangre y salta sobre ti para comenzar a darte puñetazos al grito de "todo esto ha sido por tu culpa, monstruo". Los de seguridad correr y logran separarte a tiempo de que te destroce la cara. Sólo te ha dado un par golpes...

El director de seguridad del casino se acerca a ti y te tiende la mano para ayudar a levantarte. Cuando la coges, sientes un pequeño malestar en el cuerpo, un simple mareo...

Siento lo ocurrido señor. ¿Desea seguir jugando? No tiene buena cara. Te dice con una sonrisa.

Las cosas se empiezan a torcer y la cara del chico es un poema, puede que despues de todo fuera tan solo suerte, una buena racha increible. Cuando pierde su última apuesta se lanza sobre mi pero los de seguridad nos separan rápido. Me levanto ayudado por el encargado y me siento algo mareado.

Supongo que no todos tienen un buen perder. Digo tocandome un poco el labio y la nariz para comprobar que no tenga sangre. La suerte es una dama traicionera que no sabes cuando te va a abandonar. Gracias por ser tan rápidos en cumplir su cometido, creo que jugaré una última mano antes de ir a reponerme del susto. Quien sabe puede que el altercado me de suerte. Comento ya que no esta resultando ser un gran día.

Como bien has dicho... suerte... pura suerte...

A veces viene, pero ahora, simplemente se va...

No podías perder, tenías todas las cartas buenas, todas. Habías sacado cuentas, habías podido ver lo que tenía el de al lado, contaste todas las cartas del mazo del coupier... y aún así, habíendo apostado todo lo que habías ganado, pierdes como el mejor, quedándote simplemente con mil dólares sin más.

Tu cara ahora también es un poema... es como si la suerte simplemente te haya abandonado... como cuando el chico te tocó... o como cuando el Jefe de Seguridad te dió la mano...

Ha sido como si una maldición haya caído sobre el chico primero, y después sobre tí...

¿Qué demonios está pasando?

Cuando coges tus mil dólares y te levantas de la mesa, el Jefe de Seguridad está a tu lado, mirándote y sonriendo. Como sabiendo que es lo que había pasado...

Recojo las fichas que me quedan sobre la mesa con resignación ante la mala suerte que tuve en la última mano, a veces se gana y a veces se pierde es cuestión de probabilidades siempre queda un porcentage para que el rival saque la carta justa que le da la partida, pero con las probabilidades a tu favor sabes que la siguiente ganaras.

No entiendo la sonrisa del jefe de seguridad, simplemente son cosas que pasan aunque parezca que la suerte esta especialmente caprichosa hoy.

Si me disculpas creo que voy un momento al baño para ver si me despejo despues del desafortunado incidente de hace un rato. Digo queriendome alejar del jefe de seguridad, ya que por alguna razón me da malas sensaciones.

Vas al baño y te mojas la cara mientras las fichas tintinean en tu bolsillo. ¿Puede ser que la suerte haya cambiado al tocar a alguien? ¿Puede ser que la suerte te haya cambiado a ti al tocarte el Jefe de Seguridad? Es todo tan extraño... es simplemente algo de pelicula, algo fuera de lo común.

Pero allí estás... con un dolor de cabeza terrible...

Te llevas las manos a la cabeza y el dolor parece incrementarse... caes al suelo por el dolor... te duele... te destroza los oídos y un sumbido comienza a sonar en todos lados...

Pero sientes como tu mente se abre... se abre en todas direcciones... y ahora parece que comprendes muchas cosas... todo... hasta el más complicado de los problemas... y tu conocimiento se acrecienta de manera exponencial...

Es como si algo o alguien se metiera en tu cabeza para brindarte cosas que antes no sabías... ahora sabes que lo que ha pasado arriba ha sido cosa tuya... y cosa del Jefe de Seguridad... puedes recordar cada movimiento que has hecho hace unos momentos y sabes con certeza, que qué el tio haya perdido ha sido cosa tuya, como si le hubieras transmitido tu la mala suerte...

Llego algo mareado al cuarto de baño, todo parece darme vueltas a pesar de que el golpe que recibí no parecia para tanto y eso juntado con mis extrañas apreciaciones sobre la suerte... me lavo la cara esperando despejarme y quitarme las malas ideas pero junto a un dolor terrible de cabeza las cosas se aclaran cada vez lo tengo más claro de alguna forma tanto yo como el jefe de seguridad afectamos a la suerte de otras personas, por imposible que parezca.

Me pergunto si seré capaz de repetirlo... creo que si pero no estaré totalmente seguro hasta que lo ponga en practica.

Salgo del baño tratando de aparantar tranquilidad cuando realmente estoy totalmente confuso, busco al jefe de seguridad con la vista, creo que el tambien sabe lo que paso o por lo menos lo sospecha así que trato de evitarlo mientras busco otra mesa donde tratar de repetir lo que paso en la anterior mesa... como es natural hacia mi beneficio.

Sales del servicio pero no ves al Jefe de seguridad por allí. Sin embargo, desde que te ha pasado eso en el servicio, parece que todo está mucho más claro. Pasas por la ruleta y automáticamente calculas las probabilidades que salga un número, la manera de tirar del croupier, las apuestas, los movimientos de los jugadores, como si vieras todo eso en una milésima de segundo.

Pero no sólo eso, cuando pasas por la mesa de las cartas, te crees capaz de jugar en todas y en cada una y ganar. No sabes que te ha pasado, pero crees que es algo bastante bueno, por lo menos para tu profesión.

Y llegas a una mesa de poker, en donde hay un hueco libre para ti. Hay dos personas que tienen un pilon de fichas enormes, mientras que tu y otros dos, solo empiezan con los mil dólares del comienzo. No lo piensas dos veces y te sientas con ellos, esperando ver si lo que realmente te sucede era cosa tuya o simplemente una ilusión.