Partida Rol por web

En el hangar hay algunos soldados revisando equipo y hablando entre ellos. El espacio es muy amplio y solo está ocupado por la lanzadera y las taquillas de equipo junto a algunos bancos para equiparse o pasar el tiempo. Tras un vistazo rápido cuentas dos humanos y dos turianos. Cuando te acercas más a ellos reconoces a uno de los humanos como uno de los guardaespaldas de Botnar, y cuando le miras más fijamente te fijas que bajo la pesada armadura se trata de una mujer.

Me acerco a los soldados y la guardaespaldas lentamente. Me gusta ver soldados que se molestan en comprobar el equipo del que disponen- dije para que se dieran cuenta de mi presencia en un tono tanto exagerado como peliculero.

Soy el teniente Salazar, será un placer trabajar juntos- mi rostro mostraba un semblante serio pero, al mismo tiempo, de respeto hacia los hombres que protegerán la misión. También va por usted, señorita, aunque entendería que quisiera ser un poco más independiente.

Cuando se dan cuenta de tu presencia los tres soldados se ponen automáticamente en firmes y se llevan la mano al frente al estilo marcial, dirigiéndote un unísono "Señor, sí, señor". Pero la guardaespaldas no se levanta, se queda sentada como estaba recogiendo sus cosas y haciéndote caso omiso. 

Tus soldados se quedan mirándote expectantes de tus órdenes.

Descansen soldados, me gusta la disciplina, pero hoy he venido como uno más a conocer a mis compañeros. Seguidamente extiendo mi mano para estrechar la de los soldados en un gesto sincero de compañerismo. Eso si, no me gustan los juegos de azar durante el servicio.

Parece que esta mujer será un hueso duro de roer.

-Señor - El soldado humano te estrecha la mano visiblemente animado- encantado de ver a otro soldado de la alianza a bordo, señor. Perdone los juegos, solo estábamos haciendo tiempo hasta que hubiera algo de acción.

- Pffff- La guardaespaldas suelta un leve resoplido y se levanta, dirigiéndose a la salida pasando justo por tu lado. Cuando te giras instintivamente uno de los turianos, pensando que no le ves, suelta una risilla muy breve pero se pone firme en cuanto vuelves a dirigirles la mirada.

Una mujer de carácter al parecer. Usted soldado, ¿Cómo le gusta a usted el sexo opuesto?- digo mirando al turiano de la risita.

No tenía problema con las razas alienígenas a excepción de los batarianos y los Vorcha. Pero desde luego no me gustan los turianos que se creen superiores a la Humanidad. No demostraron nada en la Guerra del Primer Contacto como para creerse la mayor fuerza militar de la galaxia..

El turiano se queda en blanco durante un momento y sabes, que si la biología turiana lo permitiera, estaría poniéndose rojo de vergüenza. A su alrededor los otros dos soldados hacen lo que pueden para contener la risa y mantener la cara seria.

- Señor, perdone, no era mi intención, no he tenido contacto con muchos humanos, ni con su género femenino señor.

Tras darse cuenta de lo que dice el pobre se avergüenza aún más, pensando en todos los baños que esta fraga tiene y viéndose destinado a limpiar como castigo por el resto del viaje.

En realidad le preguntaba por las féminas de su especie, pero no se preocupe, no haré más hincapié en el tema. Mientras sepa como volarle la cabeza a un esclavista sin morir en el intento me vale- dije con severidad.

Ahora sigan con su trabajo, ¡Rompan filas! Mientras me dirijo a la salido giro la cabeza hacia ellos y digo: "Ah.. Y recuerden, nada de juegos de azar mientras estemos de servicio" Espero que ese turiano no tenga oportunidad de volarle la cabeza a nada y tengamos un viaje tranquilito.

Al salir del hangar me doy un paseo por la nave esperando encontrarme con Seena para cumplir mi promesa, supongo que me dirigiré hacia ingeniería. Soy un hombre de palabra.

El hangar está más solitario que antes. Parece que la mayoría de los soldados se han ido, solo queda el humano. Cuando entras se cuadra y luego continua trabajando en su equipamiento y en sus cosas, parece que está en su turno de vigilar el hangar.

Te encuentras solo, rodeado de cajas y contenedores de equipamiento y provisiones. Te concentras y rapidamente un aura morada empieza a rodearte. Puedes elegir entre entrenar una habilidad concreta o intentar mejorar tu biotica en general. En consecuencia mejorarás las tiradas de una habilidad o ganarás un pequeño bonus para cada vez que uses tu biotica y poder de voluntad.

Quiero entrenar la biótica en general. Práctico todas mis habilidades, además de aguantar todo lo que pueda antes de empezar a necesitar ingerir calorías en estado puro. Me llevo unos zumos. También entreno físicamente haciendo algunas flexiones, abdominales y dominadas, para mantener la forma militar.

Haz una tirada de biotica, a ver cuan efectivo es tu entrenamiento. La primera parte de tu entrenamiento se centra en control y uso de biotica, dejando la forma física para más tarde. Cuanto más te adentras en el uso de tus poderes, más se te queda mirando el soldado de guardia, primero curioso y luego impresionado. Al ver que te detienes se acerca y te ofrece una barrita energética.

- Impresionante, ya veo por que es usted nuestro teniente. Me encantaría poder entrenar con usted, pero ahora es mi turno de guardia. ¿Quizá en otro momento? No tengo capacidades bioticas, pero practicar puntería nunca viene mal. Sobretodo cuando tenemos que quedar bien delante de los turianos. ¿No le parece?

Claro soldado, estaría encantado de entrenar con usted cuando tenga un rato libre- dije mientras agarraba la barrita energética- y gracias por esto.

Y sí, no todos los turianos son unos creídos, pero los que lo son...