Partida Rol por web

Zane mira hacia atrás y ve a Pat-Dur alejarse - Bola metálica, ¿Vienes o no?

-Joder, qué tropa.

Digo viéndolos marchar. Suelto un bufido, y  me giro hacia Aornis.

-Oye, Aornis, sin querer faltarte al respeto, pero pareces muy joven. ¿Qué te ha llevado a meterte en este fregado? (Intento poner mi cara más sociable)

Me sonrojo en azul. Sí, es evidente que soy muy joven. Carraspeo nerviosamente y me paso la mano por los pliegues dérmicos de la cabeza. No me gusta mentir... así que no lo haré.

- Um. Mmmmm... -suspiro largamente, pensando en el esquivo Mark Kane, que es la fuente original de todos mis problemas, y pienso en cómo se reiría mi conespecífica si le dijera que estoy aquí por un chico. Si es que me suena ridículo hasta a mí-. No... no me molesta que pregunte, señorita -me muerdo los labios con nerviosismo-. Pero es algo... personal.

Y qué razón tiene. Esto es un fregado, y destaco aquí tanto como una mosca en leche.

Cuando nos apartamos del resto del grupo, ya dividida la tripulación del espectro en dos,  pienso que realmente Adina ya sabe algo... así que realmente tampoco pasa nada por revelar esa parte de la información.

- Es una estupidez -continúo mientras caminamos-. Un... un chico - termino lacónicamente, esperando oír la carcajada plena de suficiencia de alguien que, evidentemente, ha vivido muchísimo más que yo. Cambio de tema rápidamente, para no tener que oír las rechuflas por ser una niñata ridícula y enamoradiza-. ¿Y usted, señorita H'Shian?

Sonrío a medio guinche. Mirando hacia el suelo, digo:

-¿Un chico? He oído razones mucho peores para buscarse problemas. Espero que merezca la pena, aunque no sé cómo piensas encontrarle en este agujero.

Con la mirada perdida, continúo:

-¿Por mi parte? Los créditos, supongo. Aunque creo que también estoy buscando algo.

Después de una pausa, en la que parezco perdida en mis pensamientos,

-Supongo que busco algo en lo que creer. Algo por lo que merezca la pena luchar. Yo también soy joven, pero a veces tengo la sensación de que no hay causas importantes. Cuando estaba en el cuerpo de comandos, me intentaron meter los ideales de honor y gloria. Un montón de bazofia, en mi opinión. No he encontrado ni pizca de gloria en la punta de un fusil, y me harté de ver a mis compañeras veteranas marchar al otro extremo de la galaxia para no volver, en el nombre de alguna causa sagrada.

Me reajusto la cincha del arma, y continúo a paso vivo.

-Así que ahora soy mi propia jefa. Escojo mis contratos, cuando no me gusta, me largo. Cumplo, pero no estoy en venta. No es la mejor vida, pero es una vida.

Pienso que lo siguiente que voy a decir no me concierne, pero la pequeña Aornis me empieza a caer bien.

-Y... si ese chaval te interesa, vete a por todas. -Se dibuja una sonrisa afilada en mis labios.- Y si descubres que no merece la pena, dispárale y no mires atrás.

Me doy cuenta de que no es la primera vez que escucho palabras similares sobre el honor y la victoria, sobre lo que significa en realidad ser un miembro del ejército cuando la pared está estucada con los sesos de tus amigos y compañeros, cuando lo único que te queda del tipo con el que llevas haciendo guardias durante años son unas dogtags salpicadas de sangre seca. En La Gata hay clientela muy variada, y todo local que vende alcohol es un local al que acuden los que quieren olvidar. Sí, no es la primera vez que escucho a algún soldado que se harta y decide ser su propio dueño. Al menos, poder tener la decisión de por cuanto vendes la piel. Es curioso, pero ese tipo de gente tiende a estar tan quemada que son los mejores dejando propinas.

Las últimas palabras "y si no merece la pena, dispárale y no mires atrás" me arrancan una carcajada que ahogo rápidamente tapándome la boca con las manos.  Pero sí, sé que él merece la pena... merece la pena lo que he hecho y todo lo que voy a tener que pasar. Recuerdo sus ojos, la cicatriz de su mentón, el modo que tenía de jugar con el vaso vacío haciendo tintinear los hielos, los gintonics vacíos... demasiados recuerdos para tan poco tiempo.  Maldita sea, niña. Es sólo un humano, céntrate.

 Después pienso que Saria tiene razón. ¿Cómo voy a encontrarle? ¿Y qué haré cuando lo haga? Todo el maldito asunto es tan complicado... tan complicado como yo misma. 

- No quisiera ser impertinente, pero intuyo que en compañía de un Espectro turiano va a escuchar usted bastantes discursos sobre honor -añado; de todos es sabido esa faceta turiana-. O... o quizá no, el señor Artrus es un tanto retraído. Bueno, o eso me parece... nunca he visto un turiano tan callado. No sé si todos los Espectros son así de reservados.

-Parece que Artus padece un caso agudo de turianismo. Tiene el palo tan metido por el culo que le hace cosquillas en la boca del paladar. Pero a primera vista no parece mal tipo. Diría que no es de los que se escudan detrás de otros para comer menos balas.

Frunciendo el ceño:

-Por cierto, hablando de espectros. ¿De qué coño va el volus? No sabía que el cuerpo de espectros estaba necesitado de limpiabotas.

Pat Dur se gira y observa como los otros tres se van.

-No.- Responde a Zane.

-¿Acaso vienes tu? *respiro*-

 Definitivamente, H'shian es como Candy... ese comentario del palo en el culo lleva su sello. Río de nuevo, sin poder evitarlo. Me siento mucho más cómoda en este pequeño grupo que en la nave. Estas dos mujeres -H'Shian y Adina'Feru- no podrían ser más diferentes de mí y mi modo de ser. Y sin embargo... por la razón que sea, estoy a gusto en su compañía.

- Bueno, es cierto que tiene un carácter extraño -le respondo. Yo misma no comprendo bien a Pat Dur, pero como tampoco he tratado demasiado con su especie, quiero creer que su actitud tan chocante es el producto de conflictos personales o culturales-. Pero si es un candidato a los Espectros... -añado con candidez. No se me pasa por la cabeza la posibilidad de que no lo sea, o de que no tenga ninguna posibilidad, o de lo absurdo que resulta el concepto de un comando-para-todo que no levanta medio metro del suelo y tiene la misma capacidad de liderazgo que unas chancletas-... Bueno, supongo que la gente que selecciona esas cosas lo hace por alguna razón -termino, algo titubeante. Alguna razón tendrán, seguro. Aunque a mí ni se me pase por la cabeza

-No. Nuestras instrucciones están claras. - Zane habla secamente, quedándose un momento mirando a Pat Dur. Al final se encoge de hombros y se echa el fusil al hombro - Haz lo que quieras. Mucho ánimo cuando un disparo te pinche el traje - dice dándose la vuelta, y dirigiéndose hacia el puesto de mando. 

Reela se habia mantenido callada todo el tiempo, habia preferido no decir nada, simplemente estaba pensando en como actuar, cuando sus comapñeros empiezan a decir a donde ir ella simplemente pregunta:

- Yo voy a la enfermera, quiero ver las heridas de los que han tratado y ver si me pueden decir donde encontrar los restos de los geth y saber que han hecho con ellos.

Mira a su compañera Asari que habia dicho que iria a la enfermeria:

- Yo ire contigo a la enfermeria, quiero comprobar unas cosas

Pat Dur simplemente se va.

-Sí, seguro que se dieron cuenta de que en los Espectros hacía falta algo de diversión -comento tras la última frase de la Sial'ia-... lo que pasa es que no se dieron cuenta de que en una nave tan pequeña, un balón no es de mucha utilidad...

Tras una indicación de Nefilim, mi dron, me giro hacia atrás.

-Parece que la joven Reela viene con nosotras... ¡pfff! -miro un poco más allá-. ¡Y que el Señor Patata se marcha solo! Ah, y el Señor Cara-de-Piedra Clark va hacia el puesto de mando.

Sacudo la cabeza.

-¿Sabéis? Estuve trabajando para un jodido guardia de Seg-C que tenía el palo metido hasta el fondo -sonrío tras mi visor-. Chellick. Creo que llevó hasta el extremo eso de dormir con la porra reglamentaria. Aunque me quedó clara una cosa: los tíos con rango y tal siguen órdenes, y aquí las únicas que las seguimos somos nosotras, que no tenemos nada que ver con el puto Ejército ni la Armada ni nada. ¡Manda huevos!

[Creo que se equivoca, ama Adina] -dice el dron-. [Aunque la comparación del Aspirante a Espectro Pat Dur con un balón lleno de gas pueda considerarse jocosa aunque de mal gusto según los estándares galácticos, el hecho es que la bodega de carga de la Fortuna tiene una capacidad volumétrica considerable].

Se da cuenta de la mirada que le echa Adina.

[Aunque no computo que sea necesario dar la medida exacta].

-Imagino que Clark no estará del mejor de los humores. En fin, vamos a ver qué podemos sacar en limpio de todo esto. -sonriendo a Adina- Efectivamente, cumplimos órdenes... que nos pagarán bien, espero. Un ingreso en efectivo es mejor que una medalla, aunque no seamos del ejército.

Las dos asari se alejan del grupo junto con la quariana de más edad y su drone. Un momento después, la joven Reela se acerca a ellas dispuesta a acompañarlas a la enfermería, dado que su grupo parece haber decidido separarse. Las cuatro mujeres se dirigen hacia la enfermería próxima al espacio puerto de Eden Prime.

La escena sigue en:
Investigación en Eden Prime

Te separas del resto, ignorando la sugerencia de Jareth para ir en grupos de tres. No te vuelves para mirar cómo el mercenario se dirige a la base de la Alianza, ni cómo la quariana se reúne con el otro grupo de camino a la enfermería.

La oficial de aduanas que habló anteriormente con la comando te indica dónde puedes coger un transporte para el asentamiento minero. Tardas unos minutos en llegar al vehículo, que se dispone a cargar material para los trabajadores. Un guardia de la alianza te observa extrañado; acompañará al transporte como protección contra posibles remanentes geth en la zona, pero estás convencido de que no esperaba ver a un volus por aquí.

- ¿Puedo ayudarle? - pregunta. - Si pretende establecer alguna linea comercial con las colonias, tal vez debería pasar por el puesto de mando...

Señala con su arma hacia lo alto de la colina, donde se dirige Zane Clark.

Sales del puerto y empiezas a subir al colina en solitario, pensando en lo poco que se parece la situación actual a lo que había previsto el espectro en la Fortuna. Sin embargo, según te vas acercando al puesto de mando se te empieza a formar un nudo en el estómago. Llevas años escapando de la Alianza y ahora te acercas a uno de sus puestos de mando en una colina humana. Con suerte, tu identidad falsa pasará una comprobación inicial, aunque nunca la has puesto a prueba hasta el punto de infiltrarte en una base militar. Si llegase a fallar, habría que ver si el espectro ha cumplido su palabra, o tiene intención de hacerlo.

Te aproximas al puesto de mando. Recuerdas lo suficiente de los procedimientos militares de la Alianza como pare saber que aún están en alerta amarilla por el ataque Geth: francotiradores en lo alto del edificio y dos guardias en la entrada con armaduras de combate, que te observan seriamente según caminas hacia ellos.

- ¿Quién va? - pregunta uno de ellos con autoridad cuando te encuentras a unos tres metros.

- Zane Clark, bajo la autoridad del Consejo y el mando del espectro  Artrus - Zane hace un breve saludo militar, mientras habla con voz decidida - Mi equipo y yo tenemos órdenes de investigar el último ataque Geth, vengo a por un informe de la situación.

El Volus mira donde apunta el soldado y lo vuelve a mirar a el.

-Muy amable, pero estoy al servicio de Jareth y en el curso de una investigación *respiro* ... Mi intención es ir donde los mineros para realizar algunas preguntas.-

Después de que Pat Dur mire en la dirección que debe tomar, vuelve a centrarse en el soldado.

-Dime, ¿ha habido incidentes últimamente? *respiro curioso*-