Partida Rol por web

Finn avanza hacia el interior de la casa, intentando no tocar nada.

Señora, yo estoy interesado en un abrigo, algo cómodo y caliente para sobrellevar mejor el frío clima

A mi me gustaría un abrigo encerado y una capa, a ser posible parda, por favor. Uy, pero cuán maleducado soy. Señora... Îbal III ¡A su servicio!

La casa de Rosa es todo lo acogedora que cuentan sobre los hogares hobbits. Un calor especial se respira en sus rincones, el olor proveniente de los fogones es delicioso. es como si aquí dentro el tiempo se detuviera.

Os hace sentar en unos taburetes, en una sala alrededor de una mesa de roble bien grueso. Ilumina la estancia una lámpara en el techo con cinco pequeñas velas.

Fuera permanece Tim, podeis verle desde la pequeña ventana a través de unas cortinas de color verde. Está dando pataditas a una piedra mientras que os aguarda.

- Esperen aquí.- levanta la mano y hace un gesto -Solo un momento eh.-

-Ji Ji- podeis oir como rír mientras desaparece

Al rato aparece por la entrada un bulto de ropa, tras la cual solo se distinguen las piernecillas de la señorita Arenas. Esquiva con fortuna el marco de la puerta para dejar de golpe un montón de ropa encima de la mesa.

-Ufff.- gime cansada

-¿que les gustaría comprar.-

Finn coge uno de los abrigos y lo palpa y lo mira con detenimiento.

Creo que será perfecto, señora. Aquí tiene su dinero.

Saca el dinero de su bolsa y se lo entrega sonriente.

Encantado de haberla conocido, señora. Quizás nos volvamos a ver, ya que tengo pensado pasar una larga temporada por la zona.

Señora... Muchísimas gracias, es usted una mediana muy amable. Tome.- El abrigo está bien impermeabilizado, y la capa está a mi medida. Todo perfecto.

Que hermoso, muchas gracias. Balin extiende su mano para darle el dinero y después le estrecha la mano en señal de agradecimiento.

Espero que nos volvamos a ver. Ha sido un placer conocerla señora.

Finn sale de casa de la hobbit y guarda su abrigo en su petate.

Bien, amigo Tim. Yo estoy listo. Supongo que cuanto antes salgamos mejor.

Yo también, espero que nos guíes bien, hombre. Confío en ti. Y la confianza de un enano no se rechaza a la ligera. .Doy unas ligeras palmadas al hombre y me dirigo a mis congéneres.:
-Adelante, hijos de Durin. Adentremonos en el camino...

-Je je.- Tim sonrie con sinceridad
-Os sientan bien esas ropas señores. En verdad lo digo.-

Tim comienza a andar tranquilamente camino abajo silbando alguna cancioncilla humana que no conoceis.

Ya ha pasado la mitad de la tarde y el sol empieza a debilitarse, cada vez el frío se hace más intenso. Es agradable acurrucarse en vuestros abrigos nuevos. En verdad parece que son de gran calidad y han merecido con creces el precio pagado.

Cruzais el portico este de Bree, estas puertas se cierran de noche y un celador se encarga de vigilar la entrada a la ciudad. Es una forma de protegerse de indeseadas visitas.

Después de un rato de caminar en silencio, Finn se acerca a Tim.

Bueno, Tim. Supongo que llegaremos a Archet al anochecer. ¿Hay alguna buena posada donde hospedarnos y cenar algo?

-Eh!?.- parece que con la pregunta has sacado a Tim de algun pensamiento

-Por supuesto que hay posadas en Archet... bueno en realidad solo hay una...aunque no del nivel de El Descanso Real ni mucho menos. Lo suficente para dar descanso a unos viajeros como nosotros y para refrescar la boca del sediento.-

El camino está bien cuidado y parece que es transitado frecuentemente por viajeros y sobre todo comerciantes que realizan sus negocios entre ambas ciudades.

De repente interrumpe vuestra conversación un sonido, como unas ramas secas que se quebraran por el peso de una pisada. Vuestars miradas se dirigen al lugar de donde proviene: unos arbustos bajos al lado derecho del camino.

Tras el ruido estos matorrales se mueven bruscamente y de alguna parte un gruñido terrible rompe el hasta entonces apacible silencio.