Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Viena, el principio

Cargando editor
Cargando editor
11/03/2008, 17:52
Director

Algunos rayos del sol se cuelan a través de las rendijas de la persiana de tu habitación, formando un hermoso contraste al atravesar el atril con las partituras y reflejar dorados destellos sobre tu preciado instrumento que descansa sobre la silla donde normalmente te sientas durante tus interminables horas de estudio y práctica, es raro, porque normalmente tienes la costumbre de cerrar la ventana, y el oboe, ¿en la silla?, tus pensamientos sobre esta anómala situación se interrumpen bruscamente al fijar tu mirada en el reloj que descansa junto a tu mesita.

10:30 a.m. Viernes 10/ 10 /2008

Bien claro

¿Cómo es posible?, tú nunca llegas tarde, ¿Por qué no ha sonado el despertador?, ¿Por qué tus padres no te han despertado?, ¿Por qué estás tan cansada?, pero sobre todas estas preguntas aún sin respuesta una más se abre paso con más intensidad.

¿Qué pasó anoche?

Intentas en vano recordar lo que sucedió desde que saliste del precioso edificio donde trabajas, lo hiciste con Thomas, como casi siempre, ibais a tomar algo, pero a última hora te dijo que su padre había tenido que ser ingresado en el hospital, tenía cáncer, y su estado de salud empeoraba con rapidez, no era la primera vez que se marchaba de esta manera, al principio sus ojos mostraban ansiedad y premura al decírtelo, ahora sólo tristeza y resignación, todo el mundo se acostumbra a la rutina, aunque esta sea de sufrimiento.

Te incorporas de la cama, algo extraño en tu pijama, lógico, no lo llevas, sino la misma ropa con la que saliste de casa el día anterior, la cabeza te duele, pero sólo unos segundos, el levantarse bruscamente, hay ruidos en la planta baja, por lo que deduces que tu madre anda por allí, de nuevo las tres horas de retraso martillean en tu cabeza, llegas tarde, muy tarde.

Cargando editor
11/03/2008, 18:03
Karin Salzgeber

¿pero? Karin, ¡corre! me ducharé luego...
Me cambio corriendo de ropa, pantalon mejor, así correré más con la bici.... no me lo explico... Bajo corriendo las escaleras, con mi oboe en la espalda, en su malétín. - ¡Me voy! ¿a nadie se le ha ocurrido despertarme o qué? - lo grito a mitad de las escaleras, a voces y muy muy cabreada. No me importa la respuesta en realidad, luego arreglaré cuentas, ¡ahora coge la bici y corre!....
Al estar sacando la bici me encuentro con el señor Dalton, que me mira sorprendido.
- Buenos dias Señor Dalton, ¡me voy que es muy tarde!.-
Ya en la calle con la bici salgo a toda velocidad en dirección a la Orquesta, que está a 20 minutos con la bici, espero tardar un poco menos..... ¿qué digo cuando llegue?... ufff, que cabreo que cabreo, ya te vale Karin, ¡vas a llegar tarde!

Cargando editor
11/03/2008, 23:00
Director

Las calles a esta hora parecen más concurridas de lo que suelen estar a primera hora de la mañana, diferentes tipos de personas a las del amanecer pueblan las aceras, dando un colorido diferente al recorrido, el mismo escenario, distintos protagonistas de particulares historias, algunas interesantes, otras anodinas, pero nuestra vida es lo único que tenemos, independientemente de cómo decidamos vivirla.

El recuerdo del rostro asombrado del señor Dalton arranca una tímida sonrisa de tus labios, tampoco es tan grave llegar tarde una vez, ¿o si?, puesto que todo lo que nos afecta está lleno de pequeñas casualidades, el detenernos en un simple semáforo, o el continuar adelante, todas esas cosas sin aparente importancia nos van formando a lo largo de los años, y así la joven Karin se había forjado cargada de responsabilidad, firme en sus objetivos, segura en lo que hace, pero aquel día, no fue la primera, ¿culpa de Josef?, quizás, pero, ¿y si no hubiera contestado al teléfono?, o ¿si simplemente se le hubiera olvidado encenderlo?, detalles que nunca son recordados, pero así es la vida, por mucho que lo neguemos, sólo somos casuales actores de nuestro propio destino.

El imponente edificio del Musikverein se eleva ante ti refulgiendo con extraordinaria belleza debido el curioso efecto óptico del la luz solar, una imagen nueva para ti, un hermoso descubrimiento, otro edificio, ¿ha merecido la pena no ser puntual?, puede que sí.

Cargando editor
12/03/2008, 00:01
Karin Salzgeber

No consigo quitarme de la cabeza que el oboe no estuviese en su sitio, ¿Cuándo llegué me puse a practicar y lo deje allí? Nunca llego tan cansada ni soy tan descuidada, ¿será que alguien lo cogió y no me di cuenta de que estaba ahí hasta hoy? Esto sería intolerable…. Vaya, que señora tan elegante está cruzando el paso de cebra…. en fin, desde luego esto no se va a quedar así, faltaría más…. y lo del despertador… realmente raro: si suena todos los días a esa hora, hasta los domingos, ¿se habrá ido la luz por la noche? No me lo explico, y pasa todo a la vez….Vaya, el Musikverein esta realmente magnifico con esta luz, este domingo me acercaré a hacerle alguna foto a esta hora…. hoy la situación no acompaña...
- Buenos días señor Been, no me puedo parar a charlar un rato, he tenido una mañana complicada y llego muy tarde al ensayo. Le dejo aquí la bici y en el descanso del ensayo la encadeno, ¿de acuerdo? Muchas gracias…Hasta luego….- que hombre tan amable…
Me encanta el sonido de los pasos en estos pasillos tan largos, cuando no hay nadie y retumba… creo que me gusta más cuando vas corriendo que andando… anda, es la primera vez que llegas corriendo….. Bien, estamos en la puerta, alísate un poco la camiseta, recomponte y ¡suerte Karin!

Cargando editor
12/03/2008, 10:56
Director

La ornamentada y robusta puerta de madera contrasta con la sencillez y aparente fragilidad del señor Been, lo único que parecen tener en común es la antigüedad, pero a pesar de todo, ambos, objeto y persona, parecen capaces de soportar cualquier carga, muchas veces has visto incompresibles matices en la mirada de aquel anciano, y muchas veces te has preguntado cuanta gente ha cruzado el umbral de tan emblemática puerta.

Esperas a que el apenas audible sonido de la música cese para entrar, sólo faltaría que irrumpieras en mitad de la interpretación, sería considerado de un extremo mal gusto, por suerte, no tienes que esperar demasiado, y con timidez abres la puerta, inmediatamente eres el centro de todas las miradas, vas despeinada, la ropa algo arrugada, y ¡ni siquiera te has lavado la cara!, por suerte el aire frío de la mañana te ha despejado lo suficiente, bueno, no recibes todas las miradas, la más detestada permanece impasible en su partitura, una sonrisa en el rostro de Thomas, sincera, y por supuesto el aire paterno militar del director, el famoso Zubin Mehta, ahora dedicado por voluntad propia a enseñar a los más jóvenes, y lo hace realmente bien.

Cargando editor
12/03/2008, 10:57
Zubin Mehta

Entrado en años, sigue siendo el mejor músico con el que has tocado nunca, y eso que sólo lo has oído un par de veces, pero desprende ese destello que sólo los genios poseen, ese que a todos os gustaría descubrir que poseéis, desde luego no es fácil estar donde estáis.

Es un placer contar con su presencia señorita Salzgeber ese alemán mezclado con su remarcado acento hindú ligeramente irónico te pone en guardia, pero simplemente un gesto con la mano indicándote que esperes unos instantes, que aún no es tu turno.

Claro, falta poco para que termine la primera parte del ensayo, quizás hubiera sido mejor esperar hasta entonces, ahora ya sólo puedes sentarte en una de las cómodas butacas tras el director y observar en silencio a tus compañeros.

Cargando editor
12/03/2008, 11:31
Karin Salzgeber

…. una y no más.... qué vergüenza… tengo las mejillas ardiendo….…. Vaya impresión se está llevando el señor Metha, tanto tiempo soñando con aprender de él y lo que debe estar pensando de mí…. y con razón… que vergüenza….
Intenta no hacer mucho ruido…. gracias por tu mirada de apoyo Thomas, que bonita sonrisa…… casi agradezco a Josef que no me esté mirando…. otra vez me noto la subida de color en las chapetas... voy a colocarme detrás del profesor para disculparme nada más empiece el descanso. Me hago una coleta cuando ya estoy sentada, termino de alisarme la camiseta y me quedo quieta esperando a que acabe el descanso. Poco a poco noto como mi corazón se va tranquilizando y que recupero el color natural de mi cara, y la compostura.

Cargando editor
12/03/2008, 13:00
Director

Una interpretación bastante más que aceptable de una parte de la pequeña serenata nocturna de Mozart, preparáis un pequeño concierto en homenaje al autor, no serán muchas piezas las que tocaréis, y además aún falta más de un mes para el estreno, obras sencillas y que llegan a la gente, suele ser lo más indicado para este tipo de conciertos.

El tiempo pasa volando escuchando la música, por lo menos para ti, logrando borrar los pensamientos que te han ido ocupando desde tu reciente despertar, sumergiéndote en un mágico mundo lleno de sensaciones dispares, tristeza, alegría, muchas en definitiva, pero todo llega a su fin, nada es infinito, y el sonido de las notas cesa devolviéndote a la realidad de golpe.

El señor Metha se anticipa a tu movimiento, bueno, más bien parecéis sincronizados por lo que con gesto adusto te cede la iniciativa, a su espalda, con una expresión medio divertida, medio preocupada, Thomas permanece expectante.

Cargando editor
12/03/2008, 13:26
Karin Salzgeber

Me incorporo y me coloco frente a él. Mi cara refleja el mayor de los pesares, totalmente sincera. Respiro profundamente y trago saliva…. lo miro a los ojos.
- Sseñor Mehta, le ruego disculpe la hora a la que he llegado. – …. espero tener mejor aspecto con el pelo recogido, deja de retorcer las manos, ponlas juntas a la espalda… -Es algo totalmente impropio de mí y le aseguro que no volverá a ocurrir. Lo siento muchísimo, para mi este trabajo es lo más... es muy importante y no quiero que se lleve una impresión equivocada de mi, por favor, discúlpeme. Lo lamento profundamente.- La voz es de una total desolación, va disminuyendo su fuerza y acaba con un ligero temblor que normalmente preludia lágrimas…. Consigo controlarlo, por poco pero lo consigo… la compostura es lo primero…. ya he soportado esta presión otras veces…
En la última frase he bajado la vista al suelo, para controlarme mejor y lentamente la levanto y miro al profesor, en espera de su veredicto.

Cargando editor
12/03/2008, 16:04
Zubin Mehta

La expresión del rostro del genial director se relaja, incluso se permite esbozar una ligera sonrisa, asintiendo con la cabeza, No se preocupe señorita Salzgeber, el llegar tarde es algo que a todos nos puede suceder dice con voz calmada el anciano compositor, quitándole importancia al retraso.

Pero, permítame darle un pequeño consejo, más vale llegar un poco más tarde pero impecablemente presentada, las prisas no son buenas compañeras de un músico, te aceleran, te dominan, y te impiden mantener el pulso firme y la concentración férrea, dese un respiro y prepárese para continuar con la clase termina ampliando su sonrisa, él siempre llamaba clase a los ensayos, bueno, seguramente eso sean para él.

Cargando editor
12/03/2008, 16:04
Thomas Krankl

Cuando el profesor se retira su figura es sustituida de inmediato por la de otro hombre, más joven y cuya mirada es mucho más ávida que la de su antecesor, ligeras ojeras y expresión cansada, pero sus labios se curvan agradablemente al mirarte.

Realmente no tienes buen aspecto los pantalones arrugados del trayecto en bici, el pelo recogido de cualquier forma, y los aún somnolientos ojos, aunque eso no parece importarle a aquel chico, que te mira como quien miraría a la obra de arte más perfecta jamás hecha.

¿Va todo bien?, es la primera vez que llegas tarde desde que entraste en la escuela ligeramente sorprendido mientras entrelaza las manos nerviosamente, luego parece tranquilizarse un poco pero la sombra de la preocupación se cierne sobre sus pequeños ojos marrones fijos en ti llenos de inquietud al comprobar que estás a punto de echarte a llorar.

Cargando editor
12/03/2008, 16:59
Karin Salzgeber

-Muchas gracias profesor…- No estoy segura de que me haya oído, ha sido casi un suspiro… Ay, casi no puedo creer que se aleje sin haberme pedido explicaciones… menos mal…. Un suspiro de alivio, ¡por fin!... Una y no más Karin…
Thomas…. tampoco tiene buen aspecto, pero es tan cálido….- Hola Thomas, tranquilo, estoy bien, sólo es que ha empezado mal el día. No te preocupes.- Es la persona que mejor me trata, con diferencia y no soy capaz de corresponderle...- Me quedé preocupada ayer, cuéntame como se encuentra tu padre, ¿mejor?- Le sonrío tímidamente y agrego: ¿te invito a un café y mientras me cuentas? No he comido nada y creo que tomar algo mejorará mi aspecto. Bastantes problemas tiene como para contarle tonterías sobre un despertador…

Cargando editor
12/03/2008, 17:51
Thomas Krankl

El chico no parece quedar demasiado satisfecho con tu explicación, pero desde que te conoce siempre ha sabido callarse cuando tus ojos adquieren esa expresión, ese color parecido al del hielo bajo el mar, así que simplemente asiente a lo que le dices.

Salís en silencio del edificio, por una de las puertas laterales, justo enfrente, una antigua cafetería sirve de lugar de esparcimiento para los integrantes de aquella elitista escuela Mi padre, bueno, estas cosas, son así, no hay mucho que podamos hacer el chico se encoge de hombros, mordiéndose el labio inferior, un gesto que muchas veces realiza, sobre todo cuando toca.

Os quedáis en una pequeña mesa junto a la entrada, algunos compañeros os saludan amablemente cuando entran en el local, un par de crujiente cruasanes y un dos cafés, no sabes si tu aspecto, pero tu estómago si que mejora con el primer bocado, Siento haberme tenido marchar anoche, de verás, se que lo entiendes, pero aún así me hubiera gustado tomar esa cerveza contigo, ¿te fuiste para casa al final? dice bebiendo un sorbo de café.

Cargando editor
13/03/2008, 14:15
Karin Salzgeber

… pobre Thomas, me imagino el sufrimiento por el que pasa….ese gesto es tan familiar ya… ¿qué hago? ¿le digo la verdad? Si ni siquiera yo la se…
-Thomas, lo cierto es que... Verás, estoy un poco nerviosa todavía, preferiría volver lo antes posible a la sala y sacar el oboe, para estar lista cuando comencemos, ¿de acuerdo?- Me termino el café rápidamente.- ¿qué obras habéis tocado esta mañana? voy a estar todo el fin de semana practicándolas, por cierto, os ha salido realmente bien la obra de Mozart. ¿vamos?
… qué mal me siento por él……

Cargando editor
15/03/2008, 20:59
Thomas Krankl

Por un momento parece que muchacho no va a quedar satisfecho con esa respuesta, pero finalmente, tras mirar por unos eternos instantes al azul de aquella mujer que tanta inquietud producía en su interior, se limito a suspirar con cierta resignación Hemos tocado las mismas que ayer realmente debía estar afectada, o aún somnolienta, sonríe con cierta tristeza

Si vamos, pero deja que pague, anda, que sino se van a enfadar un mediocre intento de bromear, pero por lo menos parece consolarse un poco, se da la vuelta para acercarse a la barra.

Cargando editor
15/03/2008, 21:00
Josef Herzog

Mientras Thomas se dirige hacia la barra, una voz suena a tu espaldas, conocida, demasiado tal vez, detestada y ansiada, pocas veces habéis hablado desde entonces, y sólo cosas relacionadas con el trabajo, por lo que el tono zalamero de sus palabras te puso en alerta

Karin, ¿Todo bien?, es la primera vez que te he visto llegar tarde te vuelves y esa sonrisa tan familiar ilumina su rostro, junto a él, una chica joven, rubia, ojos azules, pelo largo, con una dulce expresión en el rostro y una agradable sonrisa esta junto a él quería presentarte a Tatiajna, una amiga, toca el chelo en la filial de la filarmónica de Moscú dice mientras la coge de la mano, Esta es una antigua amiga, Karin, no encontrarás a nadie que toque mejor el oboe dice mientras te mira.

La chica te tiende la mano que estrechas, ella lo hace con suavidad, sin apretar demasiado, luego Josef continua hablando Entonces, ¿todo bien anoche?

Cargando editor
15/03/2008, 23:16
Karin Salzgeber

Veo como se aleja y siento otra punzada de culpabilidad, que al sonido de la familiar voz desaparece rápidamente….. TÚ y no estás solo….
-Hola Tatiajna, encantada de conocerte.- ¿a que viene esto?... y precisamente hoy….- Así que Moscú, que interesante…. ¿Tenéis oboísta? Josef, a lo mejor te interesa….– ¿estará Moscú lo suficientemente lejos para olvidarme de él? A él parece que no le ha hecho falta alejarse…- Bueno, ya fuera de bromas, tengo que irme a la sala a prepararme para el ensayo. De verdad que me ha encantado conocerte.- …Te deseo suerte, toda la que yo no tuve…- Adiós.
Les sonrío levemente y me doy la vuelta, buscando con la mirada a Thomas, para reunirme con él, ya lejos de Tatiajna y ÉL…. Algunas veces, las separaciones producen un dolor físico….

Cargando editor
16/03/2008, 00:10
Thomas Krankl

La obvia ignorancia de su pregunta no parece gustar a Josef, que sonríe de manera forzada, bueno, aunque en él queda bastante presentable de todas formas, cuando gastas la broma de Moscú, la chica se queda un poco parada, sin saber bien que decir, y tus ojos confluyen entonces con los de un Thomas que parece diferente, como si su energía se renovara con tu mirada.

A pesar del gesto de suficiencia que aparece en el rostro del oboísta, el otro chico parece ignorarlo, y educadamente saluda a Tatiajna, aunque sus pensamientos están lejos de todo eso Si, disculpadnos, pero la mañana ha sido difícil y aún nos queda un largo día por delante, yo soy Thomas Krankl, es un placer conocerte el aplomo y seguridad con que se mueve es importante, la otra chica parece agarrarse a esta nueva presentación después de tu no demasiado agradable contestación, y devuelve el saludo, encogiéndose de hombros para quitar importancia al hecho de que tengáis que marcharos con celeridad.

Ahora Josef si que sonríe, pero de una manera mucho más socarrona, quizás divertido ante la protectora actitud del recién llegado, un caballero andante en defensa de su dama, guardando la virtud de su doncella, sin querer asumir que ella desea a otro hombre, otro que quizás no le convenga, que no la quiere, que nunca la trataría tan bien como él, y eso, eso al final lo mataría por dentro.

Notas de juego

postea si quieres como te vas, a no ser que quieras decir algo más, y como llegáis de nuevo a la sala de ensayos.

Cargando editor
16/03/2008, 11:16
Karin Salzgeber

Lo has hecho fatal Karin, fatal, pero tantos nervios, las prisas, sus ojos azules, la incondicionalidad de Thomas, "una vieja amiga"...... No es propio de ti. Bueno, lo hecho hecho está, ahora tengo que concentrarme en mi oboe y en devolverle la tranquilidad y normalidad al día. Y pronto, dejaran de destrozarme sus ojos...
Tengo que hacer algo con Thomas, es muy bueno conmigo, pero ya no soy la única que conozco sus sentimientos. Tarde o temprano, que yo no le corresponda provocará reproches y entonces si que tendré problemas. ¿Hablar con él? Uf, me pongo colorada con sólo pensarlo.... no quiero dejar de sentirme tan bien como cuando estoy con él. Pero tengo la sensación de que estoy firmando un contrato y que no estoy totalmente de acuerdo con las condiciones....
... que día.... a ver si mejora, aunque sea un poco......
Todas estas ideas se me pasan por la cabeza de camino a los ensayos, por eso, voy bastante callada, al lado de Thomas. Llegamos a la sala y me voy a mi sitio para relajarme y serenarme, esperando a que empiece la última sesión de la mañana.