Partida Rol por web

Orichalchum

Escena IV (Acteon, DG, Daniel y Sven): La biblioteca del Dragón

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16/07/2011, 12:03
Director

Tras un camino en el que Acteon y DG se han pasado el rato discutiendo de armas sin llegar a ponerse de acuerdo del todo, volvéis al castillo. La luz del atardecer envuelve la silueta del castillo en una aureola cobriza, dando la sensación de encontraros no en el mundo terrenal, sino en una suerte de tierra feérica de encantos, princesas y... dragones.

Sí, bueno, lo del dragón sigue siendo cierto.

Llegáis hasta el portón lateral que da acceso a las caballerizas. Allí, como un clavo, os está esperando Antonio, el mayordomo del Señor Dragón, quien os ayuda a colocar vuestras monturas en sus correspondientes lugares de descanso. Un criado aparece con agua y pienso para ellos, y los animales muestran su agradecimiento.

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16/07/2011, 12:21
Antonio Montenegro

-Mis señores, bienvenidos. ¿Han tenido un buen viaje? -pregunto, mientras recojo y ordeno sus pertenencias-. Tienen un baño preparado y enseguida se procederá a servir un refrigerio en el Salón Púrpura. Si lo desean, el Señor se entevistará con ustedes una vez se refresquen...

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16/07/2011, 12:28
Acteon Gwyn Dwr

-No es necesario, buen hombre -dice el irlandés, algo molesto por la actitud del mayordomo de tenerlo todo previsto y preparado-. Tal vez un par de tragos mientras el enano se encarga de coger el material que no llevamos esta mañana y ya está...

Y dicho esto quita de las manos de Antonio parte de su equipaje para, de forma un tanto rebelde, tirarla al suelo. El mayordomo, por supuesto, dirige al montón de bártulos una mirada de intensa desaprobación.

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16/07/2011, 12:31
D.G. HijodeFeneris

-En cuanto a eso -digo, mientras Acteon se dedica a subrayar su hombría tirando sus cosas por el suelo-, necesitamos listones de madera, cuerdas, poleas... -voy enumerando mientras extiendo los dedos uno a uno.

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16/07/2011, 12:35
Antonio Montenegro

-Mucho he de lamentarlo, señor, pero me temo que no tenemos provisión de semejantes artículos en el castillo -interrumpo suavemente al enano-. Por desgracia tendrá que encargar esas cosas en la villa...

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16/07/2011, 12:35
D.G. HijodeFeneris

-¡Hidrodinámica! -mascullo, contrariado. Pero los enanos tenemos una mente pragmática, por lo que me doy cuenta de que quejarme no solucionará nada. Suspiro-. Bien, pues entonces habrá que ir al pueblo y...

Miro la cara de Antonio.

-...y no servirá de nada porque hasta mañana por la mañana no estarán listos los encargos, claro. Vaya, hombre -digo, acariciándome la barba-. Eso es todo un problema...

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17/07/2011, 19:11
Sven Herzog

Durante todo el camino he cabalgado callado y taciturno. La conversación del irlandés y el enano sobre distintas armas de fuego no me ha ayudado a mejorar mi oscuro humor, intranquilo por haber dejado atrás a mi hija. ¿Cómo me he dejado convencer para venir aquí? Y ¿por qué han tenido que venir tanto el enano como el explorador? Si al menos D.G. se hubiera quedado con las chicas estaría más tranquilo...

Desmonto del caballo con las piernas doloridas. ¿Un baño? Sí, la verdad es que no me vendría mal, pero no creo que tenga mucho tiempo para eso esta noche.

Escucho la conversación y la última afirmación del mayordomo dándome cuenta de que acaba de destacar una obviedad. ¡Maldita sea! ¡Se me podía haber ocurrido que en el castillo no tendrían todo lo necesario!

- Mi intención era, de todas formas, pasar aquí la noche. Aunque me temo que alguno de ustedes habrá hecho el viaje en balde. Sugeriría que volviesen ahora con las señoritas tal y como estaba planteado. De todas formas, señor Gwyn Dwr, meñana tendría que haber vuelto a por mi, así que llevaremos todo el equipo entre los dos. No hace falta que D.G. haga nuevamente el camino. ¿Están de acuerdo?

Me sacudo el polvo de la chaqueta y me dirijo al mayordomo.

- Desgraciadamente, señor Montenegro, me temo que no tenemos mucho tiempo para ese baño. Tendrá que valer con que me asee rápidamente antes de reunirme con el señor Draconis. En cuanto a ese refrigerio, me temo que mi estómago no será capaz de aceptar nada de comida ahora mismo. Tan sólo necesitaré agua en abundancia y, si disponen de ello algo de café, té o alguna bebida estimulante. Necesito mantenerme despierto toda la noche - digo mientras descargo mi maletín.

Cuando termino de informar al mayordomo, me vuelvo nuevamente a mis compañeros, esperando que me cuenten lo que piensan hacer.

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20/07/2011, 22:26
Acteon Gwyn Dwr

El irlandés enarca las cejas, contrariado.

-¡Pero, míster! ¡Eso implica que en menos de un día tengo que hacer el camino cuatro veces! Más la distancia hasta el pueblo, hay que añadir -bufa, molesto con la idea del inventor-. ¿No sería mejor ir al pueblo a encargar que mañana tengan listas las cosas, dormir aquí, y mañana recoger el encargo y volverse para la caverna ésa?

Mira a Sven, ceñudo, pero parece que el inventor ha escogido el momento para encerrilarse en su opinión. Patea el suelo.

-¡Maldita sea! -protesta. De seguro inútilmente-Estoy seguro que las chicas sabrán cuidarse bien...

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20/07/2011, 22:27
Antonio Montenegro

-Oh, señor -digo, amablemente pero con firmeza, dirigiéndome a Acteon-, no se preocupe. Estoy persuadido de que por unas pocas monedas alguno de los mozos de la villa seránc aapces de realizar el transporte del encargo convenido hasta la misma entrada de la Cámara de la Puerta.

Les miro de nuevo a todos, inclinando levemente la cabeza como despedida, mientras digo:

-Su baño, señores, estará listo para justo antes de la cena, entonces. La cena -añado, sin admitir excusas-, será servida en el Salón de los Retratos a las 9:00 horas. No es necesario presentarse de etiqueta, pues el Señor me ha asegurado que será una colación informal.

Justo antes de salir, me detengo y me dirijo a Sven.

-Ah, se me olvidaba informarle, señor, de que la entrevista con el Señor Draconis no era una sugerencia. Lo encontrará en su despacho junto a la Biblioteca Sur.

Y ahora sí salgo.

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20/07/2011, 22:27
D.G. HijodeFeneris

-Hmmm... Puede ser una solución -anuncio, una vez el entrometido mayordomo tiquismiquis se ha marchado-. Digo, lo de ir al pueblo, encargar las cosas y que las lleven mañana. Mirad, ya sé lo que voy a hacer. Tú -señalo a Sven-, mira a ver si se te ocurre algo que añadir a esta lista -se la entrego. Después señalo a Acteon-. Y tú, deja de quejarte. Yo me encargaré de ir al pueblo, pedir las cosas y, si eso, me marcharé de vuelta a la cueva... a la Cámara de la Puerta, como la ha llamado el estirado ése. Y vosotros os venís mañana -termino, satisfecho y cruzándome de brazos- acompañando a las cosas. ¿Os hace?

Procedo a sacar tabaco de mi chaleco y a cargar hasta arriba mi preciosa pipa.

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20/07/2011, 22:28
Director

La lista de la que te hace entrega el enano es una hoja de papel amarillento arrancada de un cuaderno barato. El papel es malo y no muy fino. Escrita con pulcritud con un lapicero, se encuentra un relación de materiales:
- Tablones de madera (de tales y tales tamaños)
- Cuerdas (tanta longitud y de diversos grosores. Hay una relación de grosores y resistencias a la tensión)
- Poleas (de tales y tales tamaños, a er posible de acero. Si no, de hierro)
- Clavos, tornillos y demás materiales de "unión".
- Plomadas.
- Aceite (tantos galones).
- Agua (tantos galones).
- cemento en polvo (tantos kilos).
- Pintura y brochas (de colores fácilmente visibles, destinadas a marcar piezas)

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22/07/2011, 11:05
Sven Herzog

Escucho a mis compañero y asiento ante la propuesta de D.G.

- Está bien... - acepto a duras penas. - Pero ten cuidado en el viaje de vuelta, ¿de acuerdo? - le digo al enano. "Al fin y al cabo tampoco era una buena idea dejar al irlandés pasar la noche cerca de Hannah sin que yo pueda vigilarle".

Cojo la lista de cosas que me entregan y la leo detenidamente. Me paro a pensar por un momento y rebusco entre mis bolsillos hasta encontrar un lapicero. Me apoyo en una de las paredes y añado algunas cosas a la lista:

- Cartuchos de dinamita
- Cal (un par de sacos)
- Tiza
- Vendajes y medicinas varias (¡tal vez mi maletín no tenga suficientes!)
- Mascarillas para todos
- Lejía
- Agua fuerte

Miro al enano cuando le doy la lista. Al ver su expresión al leer los dos últimos artículos me apresuro a decir.

- No, no tengo intención de ponerme a limpiar la puerta... en principio. Pero las propiedades químicas de la lejía y el ácido clorhídrico pueden resultar útiles para conseguir abrir la puerta - explico con una sonrisa.

Cojiendo nuevamente el maletín, me despido de D.G. hasta la mañana siguiente y de Acteon hasta la cena. Me dirijo a mi habitación para asearme rápidamente antes de dirigirme al despacho del señor Draconis en el ala Sur del castillo

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23/07/2011, 15:26
Director

Preguntando a un  criado, enseguida encuentras el camino hasta el despacho del dragón. Con una mente tan analítica como la tuya, enseguida te das cuenta de que en esta parte del castillo los corredores no surgen rectos, en una perfecta y limpia red cartesiana, como en el ala en la que estabais alojados o la parte delantera, reservada a alas recepciones y las visitas. No, aquí los corredores son sinuosos y tienen una ligera inclinación. La decoración es mucho más pobre, aunque está bien iluminada, pero normalmente la luz sólo se refleja en las losas de piedra que tapizan suelo, paredes y techos. Prácticamente no ves ninguna puerta y, cosa extraña, tampoco el rumor de ningún criado trabajando.

Llegas hasta una puerta, la que te han descrito como la entrada al despacho del Señor Draconis. Una puerta de metal con tallas fantásticas, medievales, de aspecto reforzado. Educada y algo tímidamente, llamas.

-¡ADELANTE!

La voz, potente, surge sin problemas (y con extrañas reverberaciones) a través de la superficie de metal. Empujas la puerta y cede sin chirridos, perfectamente engrasados sus goznes. Pasas el umbral y... entras en una enorme caverna caliza. Las estalactitas y las estalagmitas se encuentran por doquier. Fantásticas y enormes columnas van de techo a suelo, o de suelo a techo, con caprichosas formas. Todo esto lo ves gracias al enorme cristal luminiscente que hay en el centro de la caverna, un poliedro de múltiples facetas que brilla con una agradable luz blanco-amarillenta.

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23/07/2011, 15:44
Lord Everard

-POR FAVOR, NO SE QUEDE EN EL UMBRAL, HERR HERZOG...

Junto al cristal, se encuentra tu anfitrión... en su forma natural. Apoyado sobre un banco de piedra de varias toneladas de peso, su esbelta y sinuosa majestuosidad te observa. Las escama de su piel brillan, cerosas, de un suave color blanco-cremoso. Su afilado cráneo de lado, su enorme ojo centrado en ti. Los suaves tentáculos que cuelgan de su mandíbula inferior tiemblan levemente. La boca está semiabierta, y en su "pico" destellan algunos dientes. En una de sus garras delanteras sostiene un librito. Frente a él, ves con extrañeza varios muebles pertenecientes a un juego de muñecas (que reconoces porque tu hija tenía una casa de muñecas con la que solía jugar a diario), aunque de buena calidad, por lo que parece. Una mesa con varias sillas, un escritorio y otros libritos encima, un armario y un biombo.

Agitas con incredulidad la cabeza cuando las verdaderas proporciones de lo que se despliega ante ti calan en tu mente. Everard Draconis es enorme, posiblemente no más de un tercio del tamaño de la estatua que viste en el Salón de Recepciones, pero aún así... seguramente tenga casi 4 metros de altura. Sin poder evitarlo haces un cálculo de su envergadura probable... y dejas escapar un silbido.

Por primera vez tienes ante ti, tremendamente cerca, a un dragón en su Forma Verdadera. Entiendes perfectamente por qué los primeros hombres se arrodillaban ante ellos. Claro que ya lo sabías... pero ahora lo sientes.

-POR FAVOR, REÚNASE CONMIGO -dice, señalando suavemente con la otra garra delantera la mesa que tiene frente a su banco-. ¿LE APETECE ALGO DE TÉ? SORPRENDENTEMENTE BUENO PARA SER FRANCÉS...

La voz es la de Everard Draconis, sin duda alguna, pero algo más sibilante y profunda. Y reverberante. Y poderosa. Y está siendo amable...

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24/07/2011, 15:09
Sven Herzog

La visión del dragón me deja casi sin palabras. Pese a imaginarme algo así por la estructura de los pasillos del ala sur, la visión del dragón en su verdadera forma es más impresionante de lo que me había imaginado. Hannah se arrepentirá de no haber venido... pienso imaginando su expresivo "Ooohhhh!!".

Me aproximo al dragón. Sus amables palabras contrastan con su imponente imagen, más acorde a la mitología que a un mundo movido por el vapor. Camino hacia él con una mezcla de reverencia y admiración, pero esos sentimientos quedan en segundo plano ante la curiosidad que me produce el poder admirar de cerca esa inmensa figura.

- Sí, agradecería un té, señor Draconis - le digo intentando mantener la compostura, esperando que así desvíe su atención de mi aunque sea por un momento. Su mirada penetrante se clava en mi y me pregunto cuántos humanos han sido capaces de mantenerle la mirada a un dragón.

Respiro profundamente cuando el dragón se vuelve para coger una nueva taza. La imagen sería cómica si no fuese por el aura de respeto que emana del ser. Como no podía ser de otra forma, mi mirada se centra en sus escamas. No puedo dejar de admirarlas, preguntándome las propiedades del material del que están formadas, deseando probar su legendaria dureza. ¿Serán acaso más duras que el orichalcum?

Esa pregunta me devuelve a la realidad de mi viaje, a la verdadera razón por la que estoy en este castillo, en esta sala, temiendo por mi hija de la que me he tenido que separar.

- Me ha hecho llamar hasta aquí, señor... - Digo sin estar seguro de cómo introducir la conversación de forma que no parezca demasiado brusca.

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28/07/2011, 16:21
Lord Everard

El dragón te sirve personalmente té en una taza con increíble habilidad. No sabrías decir por qué, pero crees... o te parece... que al vez esté sonriendo.

-¿LE MOLESTA SI PERMANEZCO EN MI FORMA VERDADERA, HERR HERZOG? -te pregunta con retumbante amabilidad mientras te tiende la taza-. EN OCASIONES CONSIDERO QUE LA FORMA HUMANOIDE ME CONSTRIÑE. ALGO RIDÍCULO, POR SUPUESTO, PERO... DIGAMOS QUE NECESITO ESTIRAR LAS ALAS DE VEZ EN CUANDO, JO, JO, JO, JO... -su risa hace que el líquido de tu taza forme círculos concéntricos en su superficie.

El dragón se reclina sobre su enorme banco, pasa distraídamente una afilada y larga lengua (no bífida, como tal vez esperarías) por entre sus dientes mientras su ojo sigue fijo en ti.

-SÍ, LE HE SOLICITADO ESTA REUNIÓN PORQUE... ME INTERESA SOBREMANERA SU PRIMERA IMPRESIÓN DE LA PUERTA. COMO USTED ES EL HUMANO... SUPONGO QUE PODRÍA DECIR MENOS IMPRESIONABLE DEL GRUPO -dice, pensándose las palabras-, ESPERO QUE SUS PRIMEROS ANÁLISIS, HERR HERZOG, NO SE HAYAN DEJADO LLEVAR POR... CUESTIONES MÁS EMOCIONALES QUE EL INTERÉS CIENTÍFICO EN BRUTO.

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29/07/2011, 08:42
Sven Herzog

Tomo la taza de té, sorprendido por la capacidad de manipular un objetan pequeño con unas garras tan inmensas. - Por supuesto, señor Draconis, no tengo ningún problema en que permanezca en su verdadera forma - digo mientras levanto ligeramente la taza del platillo para amortiguar la vibración que provoca su voz. - Es más, la considero realmente interesante. - Añado admirando una vez más sus escamas y sus alas, sin darme cuenta de que la afirmación puede resultar una leve falta de etiqueta.

Le doy un pequeño sorbo al té mientras observo la imponente figura del dragón, sin el sobrecogimiento de la impresión inicial y con un marcado interés científico. Cuando pregunta por la puerta, saco la libreta para revisar mis notas, mirándole con un gesto de extrañeza al escuchar su último comentario sobre las "cuestiones emocionales", levemente ofendido por el hecho de que se ponga en duda mi profesionalidad. ¡Ay! ¿Cómo estará Hannah? Espero que Liv cuide bien de ella...

- Por supuesto, Lord Draconis. Deje que revise mis notas... - Abro el cuaderno y leo mis notas, completando las frases que no están escritas. - La puerta se halla en una cámara semiesférica, de unos 14 metros de diámetro. El acceso a esa cámara se realiza por un túnel artificial, de forma cilíndrica con un diámetro aproximado de 4 metros. - Salto la nota sobre investigar las técnicas de manufactura de un túnel de semejantes características - de lo que se deduce que la puerta ha sido montada directamente en esa cámara. - Levanto la vista de la libreta para mirar al dragón. - En si mismo, eso es una buena noticia, puesto que si se ha podido montar allí, siempre se puede desarmar. - Explico antes de tomar un trago de té para humedecer la garganta reseca. - La puerta sella completamente el centro de la cámara y está unida a las paredes por una gruesa capa de cemento u hormigón, pero se extiende por debajo de la piedra, por lo que no parece factible hacer un nuevo túnel evitándola. Por distintos indicios encontrados en la cámara, podemos afirmar que la puerta lleva allí desde hace al menos 1800 años, aunque algo me dice que es realmente mucho más antigua. Las medidas ambientales tomadas en la cámara desvelan que el campo mágico es prácticamente inexistente, aunque no se han detectado anomalías en el campo magnético, humedad o temperatura.

Descrita la geometría externa de la puerta y su entorno, prosigo con las características intrínsecas, siguiendo un esquema mental claramente prefijado.

- Parece estar formada completamente por ese material, orichalcum. El metal presenta una resistencia excepcional a la corrosión y otros fenómenos químicos, pues no se ha documentado ningún otro metal que no presente ninguna alteración en varios milenios. Si en la puerta hubiese algún otro componente metálico no compuesto por ese material, habría estado completamente oxidado.

Paso la página mientras miro al dragón. Sorprendentemente, no parece aburrido por la disertación, sino... interesado. Eso me anima a continuar con la descripción.

- En la puerta se pueden observar distintos engranajes, conformando un complicado mecanismo que no he tenido tiempo para analizar en detalle. Sin embargo, muchas de las ruedas quedan ocultas al otro lado, por lo que parece complicado llegar a entender la función de cada componente. - Mi gesto de fastidio ante esta última afirmación es evidente. - Hay partes de la puerta que están marcadas con dibujos, muy similares a las runas oghámicas. Tengo copiados aquí algunos de los más repetidos y esperaba poder descifrarlos en la biblioteca o, tal vez consultándole a usted o a la señorita Clums... Aunque no sé por qué me hice a la idea de que tal vez ella podría comprender el significado de unas runas celtas. - Agito la cabeza, retomando el hilo de la disertación, esperando que no se esté haciendo demasiado larga... Pero al fin y al cabo es lo que me ha preguntado, ¿no? La duda hace que pierda parte de la confianza que muestro al hablar de temas que conozco en detalle. - Además de los dibujos visibles, la puerta está cruzada por varias líneas donde el campo magnético es más intenso. Aún no hemos podido investigarlo en más detalle, pues necesitamos un andamio para poder trazarlas en toda la puerta. Pienso que puedan corresponderse a las lineas de ensamblaje de las distintas partes de la puerta, pero me faltan datos para corroborar esa teoría.

Cierro la libreta y miro al dragón, concluída la explicación.

- Una cosa más... Existen indicios que nos llevan a pensar que tal vez ésta sea solamente la primera de varias puertas... ¿Podría indicarnos algo más al respecto?

Notas de juego

EDITO: ¡Buff! Esto me lo copiaré tal cual en el diario, porque si tengo que resumir otra vez la escena, me da algo...

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01/08/2011, 18:56
Lord Everard

El dragón no mueve un músculo mientras escucha tu disertación, totalmente atento a cada palabra que dices (sobre todo cuando hablas de los campos magnéticos). Cuando terminas con tu pregunta pestañea un par de veces y deja escapar un suspiro... lo suficientemente potente como para mover tu cabello.

-UNA DE MUCHAS... UNA DE POCAS... -se encoge de hombros-. SÍ QUE ES CIERTO QUE HE OÍDO TALES RUMORES. HACE UNOS SIGLOS APARECIÓ EN EL VALLE UN HECHICERO QUE ME SUPLICÓ VER LA PUERTA, PUES HABÍA... TENIDO EXTRAÑOS SUEÑOS. CONJETURABA QUE ESA PUERTA NO ERA MÁS QUE LA PRIMERA DE UNA SERIE DE PUERTAS QUE ACABABAN LLEVANDO AL REINO INTERIOR... UN MITO SIN SENTIDO, POR SUPUESTO.

Se levanta y se acerca al escritorio, diminuto en comparación a su tamaño, y de su superficie coge un libro. Te lo tiende. Tiene aspecto de ser más un cuaderno de campo que un libro, y desde luego sus páginas son de pergamino y la tapa de cuero. Nada del "modernísimo" papel de ahora.

-ESTUVO VARIOS AÑOS, Y CADA VEZ QUE HABLABA DEL ASUNTO... SE REFERÍA A LA PUERTA COMO "LA PRIMERA DE MUCHAS". ASÍ QUE EL APELATIVO "LA PRIMERA PUERTA" SE HA ACABADO MANTENIENDO HASTA NUESTROS DÍAS.

Se vuelve a echar sobre su banco. El susurro de las escamas sobre la piedra es extraño. Como una serpiente gigantesca que rascara su vientre contra la arena.

-NO SÉ SI ES LA PRIMERA O LA ÚNICA, HERR HERZOG. NADA SALVO LOS... DESVARÍOS... DE AQUEL HOMBRE ASÍ LO INDICAN. NO OBSTANTE LE INVITO A QUE ESTUDIE ESE LIBRO -añade-, ASÍ COMO CUALQUIER OTRO QUE DESEE SOBRE EL TEMA. RESPECTO A LO DE LAS RUNAS -continúa, cambiando de tema para abordar parte de la información que le has facilitado-, SÍ, YO TAMBIÉN SOSPECHABA ALGO ASÍ, Y POR ESO LE HE PEDIDO A LA SEÑORITA CLUMS QUE INVESTIGUE ENTRE LOS ÚNICOS QUE SEGURAMENTE SEPAN ALGO CONCRETO: LOS FEÉRICOS DEL VALLE. CLARO QUE CON LO ORGULLOSA QUE ES... ESPERO QUE NO ACABE HACIENDO QUE LA MATEN, PESE A LA INMUNIDAD DE LA QUE DISFRUTA...

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02/08/2011, 07:33
Sven Herzog

Cojo el libro que me ofrece el dragón, leyendo automáticamente el título de la portada. Sonrío para mi cuando me informa de que la señorita Clums está investigando el significado de las runas. "¡Vaya! Se me sigue dando bien juzgar a la gente... Si tan solo supiera tratarlos de la misma forma... ¿Verdad Sveta?".

- En realidad, el nombre de la "primera puerta" lo conocemos por un pergamino que el señor Gwyn Dwr encontró en la cámara. Tenía unas palabras en latín... primam portam. Miles Iovem...  - Mientras compruebo las palabras en mis notas no puedo sino pensar si la expedición romana que imaginamos escribió esas palabras fue también enviada por el mismo señor Draconis. Su trato cordial hace a veces olvidar que es un dragón pero, viéndolo en su verdadera forma, es difícil no preguntarse cuánto de humana puede tener esta criatura.

- El "Reino interior"... - pienso en voz alta. - La mitología no es mi fuerte, pese a mis estudios clásicos y los esfuerzos de mi madre en enseñarme las creencias de los antiguos. Sin embargo veo alguna correlación en todo lo que rodea a esta puerta. El material, orichalcum, es un legendario metal proveniente de la Atlántida... Y ahora me habla de un reino interior... Dígame, Lord Everard, ¿qué espera encontrar detrás de esa puerta?

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04/08/2011, 18:23
Lord Everard

La cabeza del dragón sube y baja en un lento asentimiento.

-SÍ, SABÍA DE LA EXISTENCIA DE RESTOS ROMANOS. EL HECHICERO LO MENCIONÓ, POR SUPUESTO, Y ESTÁ CONSIGNADO EN SU DIARIO -señala el libro con una garra. Y comenta-: QUE, POR CIERTO, LORD DANIEL VAN HARKOV ESTÁ INTERESADO EN SU LECTURA.

Emite un nuevo suspiro que hace temblar las tacitas de porcelana. Con un movimiento lánguido, suave y elástico, se levanta del banco de piedra. Su andar no es nada elegante, no obstante. Una criatura alada no es la más grácil en tierra. Sus cortas piernas dobladas no son capaces de mantenerlo erguido, por lo que ha de utilizar sus manos para caminar. Su movimiento en el suelo, ahora que lo presencias, se parece más al de un murciélago que al de un lagarto. Claro que jamás se te ocurriría criticar sus andares... ni siquiera cuando él no esté delante. Es curioso, pero su alter-ego humano se mueve con una gracia y un donaire excepcionales. Claro que, siendo justos, su alter-ego humano seguramente no sea muy grácil volando. Es decir, los peñascos cayendo a plomo por una acantilado no son muy gráciles...

-¿SABE, HERR HERZOG? -pregunta, mirando con aparente curiosidad las formaciones de estalactitas de su cueva-. NO EXISTE NINGÚN "MUNDO INTERIOR" NI NADA SIMILAR. NUESTRO HERMOSO PLANETA NO ES MÁS QUE UNA BOLA DE PIEDRA DE VISCOSO Y ARDIENTE CORAZÓN LÍQUIDO -comenta con aire distraído-. LAS HISTORIAS DE REINOS FEÉRICOS BAJO EL SUELO SON... VAYA, HISTORIAS FEÉRICAS -casi podrías asegurar que esta... bueno... sonriendo-. CIERTAS SÓLO HASTA EL AMANECER... PERO TAMBIÉN ES CIERTO QUE HAY... COSAS FRENTE A LAS, COMPARADOS CON ELLAS, USTED Y YO SOMO PRIMOS HERMANOS. Y NO HABLO DE LOS FEÉRICOS.

Con un sobresalto repentino te das cuenta de que jamás, jamás, utiliza apelativos eufemísticos con la Buena Gente.

Se gira con algo de torpeza y vuelve a enfocar su enorme ojo sobre ti.

-NO SÉ LO QUE HAY TRAS ESA PUERTA, HERR HERZOG -dice con seriedad, lanzando las palabras como dardos secos y precisos-, PERO PUEDO ASEGURARLE, DENTRO DE LA ABSOLUTA CONFIDENCIALIDAD DE NUESTRA CONVERSACIÓN, QUE NO CREO QUE SEA ALGO MUNDANO. NO RECUERDO QUÉ HABÍA HACE MÁS DE 130 MILLONES DE AÑOS, Y NO POSEO RECUERDOS REALMENTE PRECISOS ANTERIORES AL GRAN IMPACTO -comienza a avanzar de nuevo hacia la pequeña salita montada dentro de la enorme cueva. Es como si un enorme gorila escamoso y escupefuego te hubiera escogido a ti como su objetivo-, PERO PUEDO DECIRLE QUE ABSOLUTAMENTE NADA DE LO QUE ALGUNA VEZ DESDE ENTONCES CAMINÓ SOBRE LA TIERRA PODRÍA CONCORDAR CON LO QUE HAY EN ESA CUEVA. NADA DE NADA.

Se detiene justo frente a ti, con su enorme y picuda cabeza mirándote desde arriba ligeramente ladeada.