Partida Rol por web

Aiko, riendose te mira y te dice - ¿Que esperabas Jean? Me imaginaba que los que se quedaran conmigo no tendrían nada de acción, a fin de cuentas... Siempre hay que protegerme... Pero da igual, me siento útil colaborando con vosotros de alguna manera, aunque sea alejada del problema que he provocado. Gracias por quedarte conmigo sin poner pegas. - realmente se notaba un poco como tu, quitada de en medio, pues como bien decía, era su problema, y no podía olvidarlo.

Luego cuando le mencionaste aquello a Shinji, se te quedó mirando con los ojos abiertos - B-bueno... se que parezco un informatico... pero solo llevo uno... Pero si puedo ayudar a vigilar - Miró a todos lados y empezó a correr un poco en circulos antes de decidirse a caminar hacia una calle cuando a los pocos pasos se paró y te dijo - Oye Jean... ¿Ese tipo de gente son los "sospechosos"? - Señaló hacia la calle, un tanto a lo lejos podías ver a un tipo con bata de laboratorio y detrás dos miembros del GT siguiendole. Era plutón, y se acercaba bastante, por no decir que os miró cuando se paró en cierto punto. ¿Qué hacia allí Plutón? Y más importante ¿Os ha reconocido?

Hitomi observó la señal de Wisty cuando la mandó a ir a por las cosas, entonces se acercó a la puerta cogiendo por el camino lo que la propia Wisty le daba. Fue entonces cuando al abrir la puerta del despacho de Aiko, lo notasteis. Calor, un fuerte e inmenso calor que desprendía la habitación propio de un pokemon de fuego. La sonrisa de Marte se realzó al ver la puerta abierta, pero Hitomi también se dió cuenta de todo. Era una trampa, desde el principio había algún tipo de trampa preparada en el despacho de Aiko... ¿Solo en él?

Un chasquido de Marte fue lo siguiente y Hitomi gritó - CUIDADO - Se lanzó directamente a por Wisty para tumbarla al suelo y evitar lo que vino a continuación. Un lanzallamas que destrulló los cristales de las puertas del despacho de Aiko y del que estaba enfrente.

Escucho el discurso del chico sin inmutarme ni cambiar el gesto. Rezuma prepotencia por los cuatro costados. Sus constantes amenazas y chulerías rebotan en mis oídos sin que les preste mucha atención. Tengo una misión, la tengo que llevar a cabo y él está molestando, punto.

Pero cuando me fijo mejor en su aspecto, y en esa extraña pokéball no puedo evitar abrir los ojos con gran sorpresa, aunque por suerte solo durante un segundo, lo suficiente como para que él no se dé cuenta. Una vez recupero mi cara de póker empiezo a pensar a toda velocidad, atando cabos. Viendo los parecidos, y la pokéball negra...Incluso la prepotencia...

Blue...

Le miro fijamente, pensando si de verdad puede tratarse de mi hijo en el futuro. ¿Cómo ha acabado así? ¿Por qué está aquí? ¿Habrá sido culpa mía por no haber sabido cuidarle? Esto se nos ha ido de las manos...Y encima ahora está con el GT...¿Cómo puedo salir de esta situación? ¿Cómo hacer para no enfrentarme a mi posible hijo?

Aprieto los puños con fuerza, indeciso, luchando por encontrar la mejor solución. Finalmente, decido que no la hay. Y que lo único que puede sacarme de ahí, de evitar que tenga que pelear contra el posible Blue es...ser yo.

Levanto la cabeza, derrochando orgullo y seguridad en mi mismo, lo que hace que Deino haga lo mismo y que Honedge adopte una actitud desafiante. Me bajo la bufanda, descubriendo mi rostro al completo y mirando al chico fijamente a los ojos.

-No te preocupes por mis padres, sino por los tuyos. Estoy seguro de que ya lamentan que su hijo se haya unido a la escoria del GT. Yo lo haría.

Me acerco a él, desafiante a pesar del fuego, con mis pokémon flanqueandome, uno a cada lado.

-Tal vez eres tú el que no sabe quien soy yo, Moon. Este no es un "dragón regordete", sino Deino, el que pronto se convertirá en el Hydreigon más poderoso de la historia. Y yo no soy ningún "niño". ¡Mi nombre es Lamrod, y voy a ser el entrenador número uno del mundo, le pese a quien le pese!

Marte reia cuando ocurrió todo mientras se encogía de hombros - Venga, no pensariais que estaba cubriendo esta zona sin haber preparado una emboscada ¿Cierto? - El Magcargo que andaba escondido en el despacho de Aiko y causante de aquel calor y lanzallamas, salió poniendose cerca de vosotros - Ahora quietecitas si no quereis que el pequeño Magcargo os explote. En cuanto a tus preguntas, niña, el nombre de Marte se me dió por mi especialidad, los pokemon de fuego, aunque debe de notarse ¿No? Si no te gusta, siempre puedes llamarme Ignis, siempre me sonó mejor.

Y ante tu pregunta de enviar un general contra tres, Marte solo se rió - Ahí tienes un poco de razón, viendo a una niña miedica, a un mocoso mudo y a una Aiko... ¿Vacilona? Puede que me pase un poco sí, pero ¿Sabes? Hace años, el Team Rocket sobreestimó su poder, y solo enviaba a miembros de bajo nivel. Yo no pienso cometer ese mismo error. - Entonces lanzó una pokeball de la que salió un Magmortar, el cual inmediatamente apuntó a Matt - Ahora lo volveré a repetir, y por favor, no me des más dolor de cabeza. ¿Eres tu la autentica Aiko? Si no fuera por eso ya habría acabado con vosotros tres pero... ya estais dandole dolores de cabeza al resto, así que solucionemoslo rápido ¿Quieres? - su sonrisa no se perdía, parecía que aquella tactica que tomaste no tomó resultado alguno, igual era puro ego, pero la trampa que os preparó solo se lo subió más.

Mia se puso a empezar a comprar, mientras que Olga te respondió con una risita - Vaya, buenos modales. Me alegro de que no se pierdan con el paso de los años. Me gustaría poder darte muchos consejos sobre la comida muchacho, pero me temo que el único consejo bueno que acabaría dandote, es que debes hacer la comida de tus amigos, con mucho amor y pensando en ellos. El resto, son solo ingredientes y cocina, y eso ya depende de como quieras hacer su comida. - La mujer te sonrió.

Cuando sonó la campanilla, Mia también miró pero al no haber nadie simplemente siguió comprando. Aquel tipo que viste sin embargo, te recordó a uno de aquellos generales de los que habló la madre de Wisty en aquella casa al lado del rio celeste. Plutón, uno de los nueve generales del Galaxy Trooper. Iba seguido de otros dos miembros, suerte que lo reconociste en ese momento pues un poco más lejos y lo podrias confundir perfectamente con un doctor o profesor. Se dirigía hacia el centro de la ciudad, o al menos... era la única dirección que se podía tomar hacia dentro de la ciudad desde las afueras de esta. Probablemente los llegarías a perder si toman muchos giros debido a la distancia que os separa ¿Qué hará en la ciudad un miembro del GT? ¿Y que querrá hacer? - ¿Pasa algo malo joven?

Se sonrojó cuando dijiste lo de estudiarme por lo bajo, y cuando terminaste de decirle el resto, te dió un pequeño golpe en la frente y miró para otro lado - Te debía una ¿Vale? No me dejaste caer por aquel precipicio... ¿Eras lo que querías oir? No eres un tonto inocenton que... - se detuvo al pensar lo que estabas diciendo - Vale, un poco si que lo eres - y se rió - Pero por lo demás, eres extremadamente malo con los acertijos... Y montando a Tropius. - Dijo mientras recordaba la escena - En fin, ahora cuentame - Te señaló el paisaje para que diera comienzo tu explicación, aunque lograste escuchar algo más que dijo por lo bajo, esperando que no la escucharas - _{Yo... también quiero confiar...}

Escuchó tu explicación sobre el niño y vió como enviaste a Shuppet. - Lo que me parece más raro es que la hija de Green esté usando un ordenador. Nunca la he llegado a ver muy informatica la verdad. - Entonces hizo una pausa y recordó algo - Eso me recuerda. ¿Qué hiciste con el aparato de los del GT? Ya sabes el que me dijiste que era para avisarlos, el que te robé - Como si no te hubiera robado cosas - Es que me parece también muy raro que Plutón no esté por la ciudad, aunque mejor así, más tranquila. - Justo en ese momento, Shuppet corrió hacia vosotros y empezó a decir cosas, que no podiais entender ninguno, hasta que al final, se hartó y te garró del brazo y te empujó y tiró hasta otra lateral de allí. Katsuki te siguió, o más bien a tu Shuppet, y entonces, visteis en lo más bajo de todo, donde señalaba Shuppet, la calle principal por donde estaba la entrada al centro comercial y que también llegaba hasta el edificio Silph.

En la misma calle, enfrente de la puerta del centro comercial, se encontraba Plutón, y ahora estaba mirando en dirección a Wisty, Jean y Shinji, Ruby ahora ya no estaba con ellos y Shinji encima estaba señalando a Plutón. - Mierda ¿Estás de broma? Tenía que ser Plutón, estoy perdida. Yo para que hablo.

... Jean se acercó a Aiko con calma - Abra mantener preparado - dijo en voz baja al lado de Aiko, agachándose como si fueran un par de crías curioseando sus cosas. Abra seguía oculto bajo su pelo tranquilo en espera de cualquier petición - tu sigue con calma, si hace falta desaparecemos - dijo con secretismo típico de críos jugueteando, seguramente Shinji se acercara al ver que no respondía a voces, era más que suficiente inteligente para entender que había dado en el clavo.

¿Como que esta de nuestro lado? Esto no entraba en los planes, además no podíamos fiarnos de un GT así como así. No dudo, Joel y Franco no van a caer en su engaño así que yo tampoco. Parece que el plan de las Aikos falsas se ha ido al traste pero debíamos cumplir nuestra función, armar revuelo en la planta baja, aunque parecía que Marte estaba en otra planta no servía de nada quejarse, Jupiter sería nuestro oponente.

-Debes haber recibido demasiadas descargas si de verdad crees que hay más de una Aiko.- agarro la pokeball con fuerza mientras ignoro el cambio de musica repentino en mis cascos, no era el momento de distraerse.- Vamos rubito, si quieres a nuestra amiga te toca pelear.

-Ay, por Arceus - Jupiter sacó dos pokeballs y las lanzó para posterior mente señalar a Franco y Ace - Luxray, Electivire y Joltik. Abatidlos - Joltik recorrió el brazo de Jupiter y se lanzó por el aire, de las pokeballs salieron Luxray y Electivire a los lados de Franco y Ace flanqueandolos, y los tres lanzaron sus ataques electricos.

Tras unos segundos de destello, todos los civiles, salvo Aiko, y vosotros tres, habian sido noqueados por los rayos - Me estoy hartando de vosotros. ¿Qué no os ha contado Wisty? Su padre y yo somos amigos, o al menos antes de esta tapadera. La ví en Lavanda y le hablé precisamente de este golpe, y que debía prepararse porque no podía darle ningún tipo de ventaja. Os he puesto información en bandeja y advertí a la pequeña de rosa, Jean, que Marte y Uranus estaban aquí. Os felicito por el plan de las tres Aiko, sin duda Wisty ha tenido una gran idea con ello. Pero si no me decis donde está la autentica Aiko ahora, Uranus y Marte no tendrán contemplación con llevar más allá del limite a vuestros amigos. ¿Quereis que eso ocurra? ¿Quereis que dos generales del Galaxy Trooper acaben con otros niños en el edificio Silph? ¿Quereis que incluso puedan matar a Aiko sin saber si era la verdadera o no? Vosotros mismos, pero después de acabar con vosotros iré Aiko por Aiko a asegurarme de que los otros generales no se sobrepasen. - La paciencia de Jupiter llegó a su limite, más bien tenía poca y había estallado en un gran golpe de información el cual si bien alguno de estos actos lo habeis podido llega a presenciar, os daba la duda de si pudiera ser cierto o no, ya que la seriedad con la que lo decía, daba veracidad a sus palabras.

-Última oportunidad. ¿Quereis colaborar o preferis seguir estorbando? - Fue la última pregunta que dijo antes de esperar vuestras respuestas

Finalmente, Aiko dió un paso al frente - Charles si no me equivoco. Ahora me acuerdo de ti - Aiko se llevó la mano a la cara y... ¿SE LA QUITÓ?

Esta cara se acabó trasnformando en un Ditto, y bajo el dito, se hallaba el pelo y la cara de... Blue. - Has cambiado un tanto desde tus primeras insistencias en querer encargarte del gimnasio Carmín. Siento que no lo consiguieras. Aunque ahora quizás me surgen otras dudas más apropiadas para preguntarte, tampoco creo que sea el momento. Joel, Ace y... tu niño del Umbreon ¿Franco? - os llamó Blue a cada uno - Podemos darle un voto de confianza... aunque la elección es vuestra. Pero yo no pelearé contra el. Tomad la decisión que creais correcta.

Observo a Hitomi en el despacho contrario. De momento, a salvo. Entonces miro hacia arriba mientras me pongo de pie. Finjo que alzo las manos en modo de rendición y entonces... Activo la alarma de incendios y, con ello, el sistema de aspersión. Una fina capa de agua empieza a caer, sorprendiendo a los pokemon de fuego y dándome un momento precioso para liberar a mi arma secreta. 

—¡Golduck, usa surf! 

Y lo que pretendo con ello es que arrastre a pokemon y entrenador lejos de nosotros, escaleras abajo. Sólo espero que Matt tenga las luces suficientes como para saltar al despacho vacío, o agarrarse a mí. Yo me agarro fuertemente al extintor y a la palanca de emergencias. Es mejor que nada. 

Chispa, viendoselas venir, se encarama en mi hombro, sin rozarme con las patitas. Electricidad y agua. Sí, tengo mi pequeña bomba de electroshock. 

Ains... seguía tratando de defenderse, y eso no hacía más que hacerme gracia. Reía hasta uno de sus comentarios -¡Ey! ¡Yo montando Tropius soy una pasada! Ya viste como cayendo del aire aterrice en uno y le di de comer... soy temerario, pero montando soy el amo- dije con los brazos en jarra. Al final conseguí que Tropius se viniera conmigo ¿no? Entonces sus argumentos se despeñan como yo lo hago en un acantilado. Pero escuché su última frase... y no solo sonreí, sino que me puse rojo, feliz y rojo, ¡ahora mismo nada podía fastidiarme esta felicidad!.

Hablé muy pronto, porque al poco de oír ese comentario de Kat sobre ver a Wisty con un portátil, y luego con lo del cacharro de Plutón -En verdad... no se que pasó con ese cacharro. Lo perdí- le dije algo dubitativo -Creo que se cayó por el acantilado de la carrera... porque desde entonces no me suena haberlo visto- le confesé. Tampoco me pareció una gran perdida para mi... mejor en el fondo de aquel barranco que en mi mochila. Y Shuppet entonces nos empujó a base de cabezazos y morderme la mano para arrastrarme -¡Auch! ¡¿Shuppet, que has visto?!- le pregunté mientras me dolía todo un poco. Y entonces... lo vimos, y se me ensombreció la cara de golpe: Plutón.

Ni siquiera recordé a Kazuki que estaba viendo el suelo desde esta azotea... había más cosas en las que centrarse -Plutón... ¿que hace aquí?- pregunté serio a mi mismo. Eso no me lo esperaba... ¿porque estaba en la puerta del centro comercial? La amenaza y las sospechas de un ataque eran sobre Silph SA... ¡no aquí! ¡No con Kazuki involucrada! -No estás perdida Kat... mientras esté yo no- le dije muy serio. No pensé mucho. Saqué mi pokeball y elegí a Tropius en medio de la terraza -Sube en él- le dije de forma escueta -Escapa volando sobre él. Si te da miedo la altura, cierra los ojos. No quiero que te pase nada de nada... y Littlefoot te protegera junto a Mirror- le dije en tono imperativo; no dando muchas oportunidades de que se me negase o contradijese. Me daba igual que Mirror pudiera convertirse en algún pokemon volador y llevarsela... con Tropius con ella me sentiría más seguro. Miré a Tropius -Llévala a la granja Rapidash, lo más rápido que puedas y tratando de no estar a la vista de ese hombre de abajo... y allí protegela como si fuera yo- le ordené.

Cogí el pokenav y empecé a marcar un número: el de mi padre Ruby. Tenía que avisarle... tenía que avisarle de que Plutón estaba aquí... y yo al parecer iba a estar en el mismo edificio que él. Aunque se hubiese alejado de la ventana seguiría estando con ellos, así también avisaría al grupo.

El chico te miró con asombro cuando dijiste aquello de sus padres, aunque estuvo todo el rato atento a tu mirada y tu expresión facial, como tratando de captar algo, lo cual solo captó en tus palabras. Entonces rió cual loco y malvado antes de responderte - ¿Mis padres? Uno me abandonó y el otro me alejó de ella, además, ahora ambos están muertos, por traición y desesperanza. - su tono frio y aspero, como si no le afectase y como si apenas tuviera corazón, por no decir que no parecía tenerlo - Además ¿Quién te crees que eres para decirme eso? Tenemos la misma edad.

Entonces cuando iniciales aquella parrafada para presentarte, con una risa como si se estuviera riendo de ti y apartandote la vista dandote la espalda se retiró unos pasos de ti y siguió escuchandote hasta que se detuvo y te interrumpió antes de decir tu nombre - Lamrod - Para sorpresa, o no, sabía tu nombre - El, GRAN E INIGUALABLE MAESTRO DE DRAGONES. - Se giró mientras hacía unos gestos propios de un presentador de circo - El entrenador número uno, en todo Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh, Teselia y Kalos, ganador de todas las ligas y... CASI - resaltó - campeón del mundo. O eres muy listo para dirigirte a mi así, o mi estupida hermana se ha ido de la lengua. Se suponía que esta conversación no tomaría lugar hasta Hoenn. - Dijo mientras tocaba algo de su brazalete - Oh, claro, ya veo... Wisty. ¿Sabes? Siempre he odiado a mi madre, incluso más que a mi padre. - dijo mirandote seriamente a los ojos.

-Pero claro, el que un perdedor que no consiguió ganar a Red al final abandonara a su familia, con un hijo en camino no es ni medio comparable a que una madre abandone a su hijo porque es incapaz de cuidar de él. - se guardó una mano en el bolsillo mientras que con la otra empezó a jugar con la pokeball y miraba tu expresión - Oh, perdona ¿Moetan no te lo ha contado aún? No no, espera, mejor aún, Wisty Oak no te ha contado que vió a tu futuro tu intentando matarla a ella en el futuro. Sí, seguro que es eso. - El chico sonrió pícaramente mientras miraba como toda aquella nueva marabunta de información te llegaba - Siempre me gustó esta parte, lo que me fastidia, es que la niñata de mi hermana lo adelante cada vez más, ya que después apenas si hay con lo que jugar, porque ahora es cuando te digo, principe oscuro de los dragones, que tu, eres el destructor de Kanto, en el futuro claro. - Esta vez hablaba con una voz tenue y sombría, pero se le podía notar la sonrisa de que estaba disfrutando cada palabra que decía.

-Tengo ganas de ver como serás capaz de ver a Siena y Wisteria a la cara ahora que sabes la verdad, ahora que sabes que el principal origen de que la familia se divida y vaya muriendo poco a poco, seas tu. - Marcó, con un dedo al señalar, ese tu. Su sonrisa seguía allí, estaba claro que si algo le gustaba a ese chico el cual por lo que decía, estaba claro que podías denotar que era tu hijo, era la destrucción, incluida la sentimental. - ¿Por qué no te ahorras esto Lamrod y me dejas hacer lo que he venido a hacer? Tu futuro está escrito, y ¿Sabes lo mejor? No puedes cambiarlo, ni tu ni nadie - Siguió riendo mientras, como estaba haciendo hasta el momento, te observaba tu expresión.

-¡¿Estáis bien?! - gritó Matt. ¡Aquello había sucedido demasiado rápida e inesperadamente! Bueno, no es que no estuviera esperando que los atacaran, ¡pero un lanzallamas directo a la cabeza era demasiado! Aquella gente no se andaba con chiquitas, no. Apretando los dientes, Matt se giró hacia Marte y escuchó lo que tenía que decir. - No estoy mudo. - gruñó, aunque su gruñido se tornó en una sonrisa. Aquella sensación... ¡adrenalina! - Es sólo que no se me da bien ser sutil... pero creo que el momento de la sutilidad ya ha pasado, ¿no?

Mientras hablaba, Matt escuchó a la falsa Aiko liberar a su Pokémon. Un Golduck... ¡e iba a usar Surf! Aquello iba a arrasar con todo. Matt tuvo el tiempo justo de llevar las manos a su gorra y dar un tirón a sus gafas, dejando que se colocaran solas. ¡Sin aquella presión era incapaz de concentrarse!

Hecho esto, Matt saltó hacia un lado para evitar el Surf que debía arrastrar al enemigo. Algo le decía que no sería tan sencillo como eso, pero...

-¡Chinchou! - dijo, lanzando una Pokéball de la parte izquierda del cinturón y liberando a su compañero de Agua-Eléctrico. - ¡Pistola Agua!

Describir las sensaciones que estaba experimentando por aquel torrente de información inesperado como un mazazo de proporciones descomunales sería quedarse corto. Confirmar que el loco frente a mi no solo es mi hijo, sino que encima me odia ya es un golpe duro, pero todo lo que viene después es inconmensurable.

¿Yo, abandonando a mi familia? ¿Yo, destruyendo Kanto? Aprieto los puños con fuerza. Mucha. Tal vez demasiada, pero no me doy cuenta hasta que noto la sangre correr entre mis dedos. Tengo las palmas heridas, pero no me importa. Ese dolor me ayudará a pensar con claridad...Espero.

Mi futuro yo matará a nuestra familia y destruirá Kanto...Suena increíble, suena totalmente anti-yo, pero por otra parte...¿Qué otra explicación para la locura de Blue cabe que esa realidad? Entiendo perfectamente como se siente. Entiendo su realidad...Pero no puedo permitir que siga adelante con lo que sea que esta haciendo sin saberlo. Y si es preciso, detenerlo. Arreglaré las cosas con mi futuro yo cuando llegue el momento. Porque ahora más que nunca estoy decidido a ir al futuro.

Debo controlar mis emociones y centrarme en dominar la situación. Debo ser Lamrod.

-Escúchame bien, Blue. Sé perfectamente lo que estás sufriendo. Sé lo que sientes. Pero entregarte al odio no es la solución. Sé que es tarde para ejercer como padre, o temprano, depende como lo mires. Pero eso no cambiará el hecho de que tienes mi sangre. Y la de Wisty. No sé cómo será el futuro pero sé como es el presente, y sé como soy yo ahora.

Avanzo hacia él, haciendo una seña a mis pokémon para que se queden atrás. Me estoy arriesgando, lo sé, pero debo hacerlo. Por el plan, por Moetan...Y por intentar salvar a mi hijo.

-No pienso dejar a mi familia en la estacada. ¡Ni tampoco dejar que se echen a perder! Puedo ver en tus ojos la misma determinación inquebrantable que me mueve a mi. Puedo ver que estás decidido a llegar hasta el final. Eres hijo mío, no puedes negarlo. ¡Pero yo no soy ese monstruo que conoces!

¿Oh, seguro que no?

-Yo no quiero destruir Kanto. ¡Yo quiero protegerlo! ¡Y quiero proteger a mi familia, tú incluido! Haré lo que sea necesario para ello, sin importar el qué. Y mi deber ahora mismo siento que es alejar a mi hijo del camino que está recorriendo. No toleraré que vayas de la mano del GT sin que me des una buena razón. ¡Una maldita buena razón! O de lo contrario, tendré que ejercer como padre...Y pararte a la fuerza.

Quedo justo delante de él, aún rodeados por las llamadas pero intentando mantener una expresión calmada, serena y firme. Debo actuar como un padre. Debo actuar como SU padre.

La situación ante nosotros es algo que comprendo menos a cada momento. Al parecer, hicieron una suerte de plan para detener a los Galaxy Trooper pero, a la vez, uno de sus líderes es un doble agente o algo así. Además, la que parecía ser Aiko es en realidad una chica que no conozco y que parece conocer de antes a Jupiter. Incluso le llama por su nombre de pila.

El punto es que ella, designada por no sé quien que organizó esto, dice darle su voto de confianza en lo que dice, que en realidad está aquí para ayudar evitando que los otros Galaxy consigan su objetivo.

Miro a Ace y a Joel, intentando escrutar en sus rostros lo que piensan, pero en el mío ya es claro. Suspiro y guardo mi pokeball, mientras indico a Umbreon que se acerque a mí. Me giro hacia la mujer y le respondo:

 - "Sí, mi nombre es Franco y soy amigo de Aiko. No sé qué sucede aquí. Vine a ver la presentación de Aiko y reconocí a Jupiter, por lo que quise evitar un eventual ataque. No me equivoqué pero no esperaba todo un plan anterior para evitarlo. ¿Pueden ponerme al día?"

Me giro hacia Jupiter y le hablo:

 - "No me fío del todo de ti pero no te intentaré detener. Confiaré en que dices la verdad, que buscas proteger a Aiko y más te vale que sea cierto pues si veo que nos traicionas, ni tus pokemon podrán evitar que te de una paliza."

Me quedo mirándole, esperando alguna reacción de su parte y respuesta por parte de la chica, que no se ha presentado y que no la conozco pero que parece ser una persona importante y de confianza. De seguro que Ace y Joel la conocen y saben todo este asunto, pero cada uno de ellos elegirá si le cree a Jupiter o no.

De nuevo, tu hijo rió - ¿Blue? Creo que te estás equivocando de nombre, o de persona. Mi nombre es Azure, y no tienes ni puta idea de como me siento - Una punzada extraña atravesó tu mente al oir estas palabras* - Que tu y Wisty seais así ahora, no cambia nada. Nuestros presentes distan muchos de ser, siquiera, parecidos. Lo que os depara el futuro es indecible, y vuestros cambios son brutales, hasta daros cuenta a tal punto, de que son necesarios que sean así. Como Tia Jean dijo una vez, solo el tiempo hace que la experiencia se acumule más y más, y ahora voy a mostrarte lo que ocasionareis - dicho esto Azure terminó de tocar unos botones de su brazal terminando de configurarlo, para acto seguido arremeter con un golpe hacia atrás al mismo aire.

El propio espacio de aire deonde había golpeado, se había resquebrajado y poco a poco como si fuera cristal, iba abriendose una grieta, o una ventana. Un simple agujero que te mostró lo que hasta ahora no podías ver. El futuro. La ventana al futuro daba a un paraje anaranjado y cobrizo, sin naturaleza y muchos escombros donde antes había, supuestamente edificios. No hay ni un misero pokemon cerca en dicho futuro, y el cielo estaba plagado de nubes rojizas. Era el verdadero escenario de un apocalipsis, que tanto Moetan, como Azure, confirmaban que se avecinaba. Acto seguido Azure pulsó un botón y empezaron a pasar imagenes: Gente huyendo de pokemon que les atacaban directamente. Bosques destruidos por pokemon que parecían totalmente idos. Red a lomos de Charizad destruyendo todo a su paso. Azure con aspecto de loco y una serie de pokemon a su alrededor sembrando el caos. Tu, en una versión más adulta y oscuras, a lomos de un Hydreigon, destruyendo todo con tres hiperrayos. Las últimas imagenes eran de tus compañeros. Wisty llorando junto a un Mewtwo mientras pelea contigo, Joel con un ojo ensangrentado, Jean con Ray muerto en sus brazos, Ace junto con Aiko cubiertos en un refugio, Matt y Hitomi encerrados en plena guerra con sus pokemon, Rick y Katsuki atados y torturados...

Era una sucesión de imagenes tortuosas, que te hizo ver. -¿Sorprendido? No solo Kanto, las diferentes regiones, el mundo completo, fue destruido gracias a la triada oscura, incluido a los seres más queridos y cercanos de cada uno - Te observó para mirar cada una de tus reacciones con una sonrisa totalmente malevola y tan demente como hasta ahora había mostrado ser

-Puede que sea hijo tuyo, y claramente, nos diste algo a los dos para que pudieramos avanzar. A Siena le diste un estupido pokemon protector legendario y a mi una figura paterna que no despertó hasta ver la realidad, pero no hiciste nada más, ni podrás hacerlo. No estás listo, ni eres lo suficientemente poderoso para hacer nada. No eres mi padre - Otra punzada de nuevo - Ni podrás ayudarme nunca - De nuevo otra punzada más - Soy lo que soy porque tu me hiciste ser lo que seré. Pero hasta entonces, tu no serás nada, Lamrod - De nuevo te llamó por tu nombre, parecía que tenía muy claro que epoca de ti es su padre y cual no.

-Oh, y no te preocupes por el GT, no pertenezco a ellos, solo... Los utilizo, a fin de cuentas, me viene muy bien usar a las diferentes organizaciones criminales para obtener productos que se extinguieron en mi presente. Por supuesto, no voy a dejar de seguir usandolos, así que... ¿Quién sabe? Puede que nos veamos otra vez, aunque tienes todo el derecho del mundo a intentar detenerme aquí y ahora, pero ya te lo he dicho Lamrod, no eres lo suficientemente poderoso. - De nuevo la pokeball negra, en la mano preparada para el combate que estaba deseando que ocurriera.

-JEAN - La voz de Cresselia te distrajo por un momento. ¿Qué ha ocurrido? Tres golpecitos leves, como si por empatía, notaras que a alguien le ocurre algo malo, te llamaron la atención. - Es Lamrod, puedo notar que alguien está alimentando la oscuridad de Darkray - Te mencionó, justo en el momento en el que Abra, salió disparado lejos de vosotros, casi por arte de magia, y justo entonces Plutón rió y fue acercandose poco a poco con los otros dos miembros, los cuales corrieron para interponerse en el camino que llevaba a Abra.

Aiko: No puedo creerlo ¿Qué vamos a hacer Jean?

Shinji: Son de los malos ¿No? Tranquila Jean, yo me encargo. Charmy, es tu turno - Pero algo prohibió a Shinji lanzar la pokeball. Así poco a poco Plutón se acercó.

Plutón: Volvemos a encontrarnos, y pensar que me esperaba encontrar a ese Ranger* por aquí, entregando a Aiko sola, pero en lugar de eso, me veo que la ha dejado vendida, con una niña kamikaze y un niño... Sinceramente a ti ni te conozco. - Tras ello, Shinji cayó al suelo y entonces la razón de que esas cosas que sucedían por arte de magia se volvió visible. De nuevo Keckleons, pero esta vez eran dos, por el momento. - Bueno, supongo que no hace falta decirlo, pero Aiko con un disfraz muy malo de la hija de Green, rindete y no le haré daño a nadie más. Que suerte que he tenido - Estaba riendo bastante cuando Aiko poco a poco caminaba hacia atrás cogiendo una pokeball

Aiko: Mientras aún tenga fuerzas, lucharé... Lucharemos. ¿Verdad Jean?

Ahora tenías el dilema. Lamrod estaba absorviendo oscuridad por Darkray, y sabías cual peligroso podía ser por el futuro que habías visto, pero por otro lado estaba Plutón a punto de llevarse a Aiko - Jean, se que no tienes por qué hacerlo. Aún hay tiempo. Pero si quieres ir a purificar esa oscuridad, tendrá que ser por el mundo de los sueños.

¿Qué decidirás?

Katsuki negó con la cabeza - Guardate a tu Tropius Rick, Mirror y yo iremos más rápido a solas. Lo siento, pero si el GT está en la ciudad tengo que huir de ellos - Por un momento rió - El GT y la policía, menudos enemigos me busco. - Sacó a mirror quien cogió el aspecto de Pidgeot. - Lo siento Rick, siento que esto acabe tan pronto, y siento ser tan egoista. Nos volveremos a ver - Dijo antes de montarse en el lomo de Mirror y que este salga volando.

El pokenav de Ruby no respondía. Algo extraño pasaba, muy extraño. Pero de vuelta a mirar a Plutón, este se alejó del centro comercial, en dirección a Jean y Wisty. Si el aparato lo tenías tu, y buscaba a Aiko ¿Por qué ir de cabeza a por la hija de Green? Eso era incluso más extraño. Por lo poco que podías ver, un pokemon escondido en alguna parte de Jean, salió volando quedando lejos de ellos. Parecía un Abra.

De nuevo, otro hecho muy extraño sucedió. A parte de que un par de Keckleons se revelaran junto a Plutón, y que el niño acabara en el suelo. Wisty parecía tener miendo, pues estaba retrocediendo ante Plutón, y Jean parecía algo distraida. Solo había una forma de resolver todas las incognitas que estaban surgiendo pero... ¿Serías capaz de plantar cara a Plutón y de trabajar en equipo con Wisty?

Al ver la estratagema plantada por Aiko Wisty, Marte rió y puso la mano como si lloviera. Lo siguiente fue el surf - Por favor, me subestimas chiquilla. - Hizo un gesto señalando al surf y después hacia la derecha, un Delphox justo hizo lo mismo detrás de el pero con los ojos brillando. El surf acabó siendo desviado, por un psiquico, hacia la ventana rompiendo esta de la potencia que llevaba, aunque el agua del sistema de incencio si que molestó a los pokemon de tipo fuego de alrededor al hacerles algo de daño y el pistola agua dió de lleno al Magmortar lo cual hizo que se enfureciera, pero mostrando algo más de cansancio- Reconozco que no me esperaba lo del sistema de incendios, igual debí haberlo apagado.

Justo entonces sonó la voz de Hitomi en un grito de auxilio - SOCORRO, MATT, WISTY, AYUDAAAAA - Wisty, quien era la que podía ver el despacho donde estaba Hitomi, logró ver como un Charmeleon tiraba de Hitomi hacia atrás po, haciendo que cayeran tanto el charmeleon como Hitomi al vacio por una ventana que estaba fundida, aparentemente desde afuera. El grito continuó un poco más hasta ensordecerse. ¿Hasta tal punto era capaz de llegar el GT?

-Bueno, supongo que eso no indica nada, el combate continua, un Golduck y un Chinchou. Nunca podía haber esperado un combate más absurdo - Entonces empezó a reir. - Magmortar, Delphox y Magcargo, Lanzallamas - Podeis evitarlo debido a las estructuras, teneis muchos puntos de cobertura. El ego de Marte estaba por las nubes, tanto que estaba seguro al cien por cien de ganar, pero el agua del sistema de incendios el cual al rato cesó, dejó un charco bien visible, el cual Marte parecía ignorar, que recorría todo el piso y había salpicado un