Partida Rol por web

¿Quién soy yo?

Un día cualquiera

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23/09/2010, 12:57
Director

Cuando Edgar abrió los ojos, el mundo se tambaleó ante ellos. Notaba una sensación pegajosa en la boca, como si hubiese estado mascando un trozo de carne hasta que se había convertido en chicle. Sin embargo, no sabía como tal. Sabía a sangre.

No reconocía el lugar donde estaba, pero al incorporarse notó un fuerte dolor en el pecho. Recordó que Ismene le había clavado un puñal. Había sentido el horrible ardor, algo que no podía haber dañado solamente su carne, sino también su espíritu. Parecía una locura, pero también lo era el hecho de transformarse en un monstruo de varios metros. Y eso era lo que recordaba que había ocurrido.

Estaba en una cabaña de madera, en una cama de pieles. No llevaba ropa. Alguien le había vendado el pecho. Un poco más allá ardía un fuego que servía para caldear el ambiente y, gracias a él, que no se estremeciera a pesar de estar desnudo.

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23/09/2010, 13:13
Adam Olsen

Viviane llegó a casa y se encontró a su padre trabajando en el ordedor del salón, como siempre. Estaba pasando unos informes al registro informático que él tanto odiaba, pero que le imponían en el hospital. Cuando escuchó la puerta, Adam la saludó sin quitar los ojos de la pantalla.

-Hola, cariño. ¿Cómo te ha ido la tarde? -Su padre dejó de teclear, miró el reloj y luego a ella-. ¿Te han vuelto a echar de clase? Viv, me prometiste que no pasaría otra vez...

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23/09/2010, 13:42
Viviane Olsen

Viviane arrastró su cuerpo helado hasta una cafetería donde comió algo e hizo tiempo hasta pasadas las tres. Asqueada y con la cabeza dolorida de darle tantas vueltas al tema, decidió volver a casa y plantarle cara al asunto.

No se molestó ni en quitarse el chaquetón y las botas al entrar, fue directa al salón y se quedó de pie contemplando con los ojos ensombrecidos a su padre. Adam siempre solía estar así, distraido y absorto en su trabajo, tanto que perdía la noción del tiempo amenudo. Le hizo gracia lo de "echar de clase" cuando en realidad había tenido que salir corriendo para salvar su vida. Se soltó el pelo sacudiendo las motitas blancas de nieve y se sentó en el reposabrazos del sofá. Tenía el rostro cansado, y lo cierto es que no se diferenciaba mucho de cuando hacía alguna cosa mal y sabía que le esperaba bronca. Pero aquella vez era diferente.

Viviane sintió como se le oprimía el corazón en el pecho.

-¿Por qué no me lo contaste cuando me metiste en ese colegio? -murmuró con un hilo de voz.

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23/09/2010, 13:55
Adam Olsen

-¿Por qué no te conté qué? -preguntó, y luego sacudió la cabeza-. Ah. Viv, ¿has...? ¿Has cambiado?

El hombre tragó saliva y fue hacia ella. Miró sus manos, limpias de sangre, y respiró.

-Ya veo. Te lo han contado, ¿no? ¿Ha sido Charles?

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23/09/2010, 13:39
Kate Whish
Sólo para el director

El sonido de la vieja furgoneta distrajo a Kate. Clavó la pala en el montón de nieve que estaba intentando destrozar y se apoyó en ella mientras veía bajar a su madre. Sus ojos tristes al mirarla fueron, como siempre, como un puñetazo en la boca del estómago. Sus palabras, en comparación, eran solo una triste expresión de aquel sentimiento que hacía años que inundaba a  Sarah.

Kate se detuvo un instante a analizar todo aquello desde su nueva perspectiva. La directora había dicho que Sarah la había traído allí para protegerla. Eso implicaba que su madre sabía (quizá desde siempre, quizá no) que ella iba a convertirse en un garou. Siempre se había preguntado porqué motivo (realmente) habían dejado de viajar, y su madre siempre había respondido que era hora de que Kate supiera lo que era tener una vida de verdad. Ahora parecía evidente que la verdadera razón era que su madre sabía lo suyo... y no quería estar sola (o quizá cerca) de ella cuando ocurriera...

El pensamiento le atenazó las entrañas por todo lo que implicaba, y se esforzó por negarlo. No podía ser que su madre le tuviera miedo, pero era la primera en reconocer que debería...

Tragó saliva y se enderezó, esforzándose por sonreír. Resultó más natural de lo que esperaba: lleva años esforzándose por sonreír. Ambas lo hacían, y ambas sabían que no funcionaba.

- No importa, mamá. - Respondió. Esa era la gran frase, la que siempre repetía. Le resultó irónico que sólo aquella vez tuviera visos de ser verdad. - Ya casi está, de todos modos. Vamos adentro, yo también necesito descansar. ¿Qué tal ha ido el dia?

Quería hablar con ella, hacerlo de verdad, pero no estaba muy segura de cómo sacar el tema y no quería soltárselo como una bomba. Quizá un poco de conversación trivial le diera la oportunidad.

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23/09/2010, 14:14
Sarah Whish

-Hoy mi jefe me ha dicho que si trabajo el fin de semana que viene me dará un aumento de un pavo la hora. No es mucho, pero lo necesitamos -dijo mientras entraban en la casa.

Sarah dejó el bolso sobre una silla y acudió a la cocina, donde puso agua a calentar y sacó un par de bolsitas de té.

-Seguro que te apetece algo caliente, ¿verdad? -sonrió de nuevo y se sopló las manos-. Vaya, no hace ni cinco minutos que he salido del coche y las tengo como un témpano. Espero que no heredes mi mala circulación...

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23/09/2010, 14:20
Viviane Olsen
Sólo para el director

Viviane apartó las manos cuando comprendió qué buscada, confusa y a la vez aterrada por ello.

-No, no. Una chica de clase cambió y luego aparecieron otros dos más y tuvieron que evacuar la zona y vino una ambulancia porque a un compañero casi lo matan. Casi lo matan, papá. ¿Por qué no me dijíste que estaba en un colegio donde pueden aparecer monstruos matando gente? O pero, que yo podía ser uno de esos -se quejó, herida.

Sacudió la cabeza y la echó hacia atrás resoplando. Se restregó los ojos para evitar llorar de la angustia.

-La directora nos lo contó y luego vino mamá a hablar conmigo -explicó un poco más tranquila.

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23/09/2010, 14:53
Kate Whish
Sólo para el director

Kate cerró la puerta tras su madre y se fue directa al sofá, de donde agarró el par de mantas que solían tener allí. Se echó directamente una sobre los hombros, aunque de algún modo sentía que no le hacia tanta falta como a su madre, que en la cocina temblaba. La tapó también a ella y se sentó a la mesa en la cocina, mirándola, mientras se acurrucaba en la silla como un polluelo, los pies sobre el asiento.

- Tu jefe se está aprovechando de ti, mamá... - dijo, aunque poco convencida. Resopló, indignada, pero intentó contenerse. No quería acabar discutiendo con ella, hoy no. Desde luego ahora no. - Y sí, me apetece algo caliente. Gracias.

Apoyando la cabeza sobre las rodillas la vio frotarse las manos con insistencia. Casi sonrió. Y supo como iba a plantearle el asunto... por que lo hiciese como lo hiciese, iba a ser una bomba.

- Creo que en eso me parezco también a mi padre, mamá. Igual que... en otras cosas, al parecer. - Dijo, mientras jugueteaba con uno de los pelirojos rizos. No esperó a que su madre la mirara, por que sabía que si aquellos ojos tristes volvían a impactar en ella no sería capaz de decirlo.- Tenemos que hablar, mamá. 

El nudo en la boca del estómago seguí allí, insistiendo en que aquello era un error. ¿Porqué si no habían acabado viviendo en casas, pasando tan poco tiempo juntas, casi sin verse la una a la otra si no era por que su madre tenía miedo de su propia hija?

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23/09/2010, 15:28
Donny Garrett

No quería seguir hablando, y como aquel hombre parecía muy interesado en las caras que ponía le dio la espalda y empezó a cavar. ¿Qué iba a saber él? No estaba en su cabeza. Él ni siquiera vivía allí, no debería estar limpiando. Tampoco tenía porche del que quitar la nieve, era cierto. Cuando terminó de apartar la nieve de delante de una de las cabañas ya estaba acalorado. Se quitó la chaqueta y la tiró sobre el montón de nieve que había ido formando a un lado.

Al principio cavaba deprisa, pero pronto se cansó. Aún así, era mucho el tiempo que tenía por delante hasta que terminasen las clases. O hubiera llegado la hora de que terminasen. Saboreaba el momento en el que tiraría la pala al suelo y se marcharía. Había tenido demasiado para un día.

Había parado a descansar por culpa de sus brazos entumecidos cuando trajeron al otro chico. Se apartó para dejar pasar a la tuerta, porque andaba cerca de la cabaña donde le metieron. No sabía cómo se llamaba, pero recordaba que había llegado tarde a primera hora. También estaba en clase de gimnasia. Después de un rato de quitar nieve se había calmado, o más bien se había olvidado de que estaba de malas. Se apoyó en la pala y miró cómo lo metían en una de las casitas. Cambiarse de instituto iba a ser aún más raro de lo que había pensado.

Pensó que a lo mejor Hécate sabría algo más del asunto, pero se no fue a buscarla. Flexionó los brazos y cerró y abrió los puños un par de veces antes de seguir cavando.

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23/09/2010, 17:00
Adam Olsen

Adam hizo un mohín y se sentó a su lado.

-Lo siento. Quería... quería retenerte a mi lado todo lo posible, que fueses una niña inocente hasta que ya no hubiera vuelta atrás. Quería verte sonreír sin que tuvieses que pensar en lo que va a pasar a partir de ahora. Lo entiendes, ¿verdad? -Le pasó un brazo sobre los hombros-. No quería que supieras que eres un soldado y que vas a enfrentarte a... a cosas horribles...

Los ojos de Adam brillaban cuajados de lágrimas.

-Al menos me alegro de que Lys haya hablado contigo.

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23/09/2010, 17:08
Sarah Whish

-¿De qué, hija? -preguntó Sarah jugueteando con las cucharillas en las tazas vacías.

La miró a los ojos, pero encogió el hombro derecho. Hacía siempre aquel gesto cuando mentía o hablaba sobre algo que sabía que no era verdad.

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23/09/2010, 17:47
Kate Whish
Sólo para el director

Kate la miró irritada. Odiaba que ella se hiciera la tonta, y el tic en del hombro siempre la delataba, especialmente desde que habían empezado a asentarse. Cuando todavía viajaban era muy extraño verle aquel gesto, y de pequeña incluso lo relacionaba con algo bueno, ya que sólo solía repetirse cerca de navidad o de su cumpleaños.
Sin embargo desde que la primera vez que se metieran en una casa "de verdad", se había vuelto incluso común. Y cabía decir que la gran mayoría de las veces Kate se había hecho la tonta a su vez, había obviado el gesto y había dejado de preguntar. ¿Para qué insistir, si la mayoría de las veces lo mejor que conseguía era una discusión con ella? O lo que era peor, ¿qué derecho tenía ella a preguntar sobre las mentiras de su madre cuando ella misma se guardaba aquel terrible secreto para sí misma?

Era por cosas como esa que echaba tan terriblemente de menos viajar. Antes ese frío no existía. Y fue por todos esos viajes que habían hecho juntas, por todo aquel tiempo que ya era pasado, que decidió volver a la vieja costumbre de exponer las cosas tal cual las pensaba o habían ocurrido. Una costumbre que pervirtió en silencios y medias verdades desde la primera vez en la que su cabeza se había desconectado, y muy especialmente desde aquel episodio en el tren de Suiza.

Aquella ocasión había marcado un principio en su vida, y Kate lo sabía. Acababa de decidir que lo que había pasado aquella mañana marcaba el final del mismo, o el principio de otro. Y le hubiera gustado poder hablarlo con ella con aquella franqueza de antaño. Pero si su madre quería una bomba... bueno, la iba a tener.
Por algún motivo que ni ella misma llegaba a comprender, sonrió al decidirlo. Y empezó a hablar.

- Esta mañana ha llegado un chico nuevo a la escuela. Se llama Donald, o Donny como se presentó él. Es alto, fuerte y, de algún modo, da miedo. Al principio pensé que eran imaginaciones mías, por que me recordó a aquel perro que tenía el tío Rupert en Alemania, pero a segunda hora, en clase de gimnasia supe que no lo eran.

Se acurrucó un poco más, y si normalmente hubiera dejado de mirar a su madre para seguir, esta vez mantuvo la mirada fija en ella. No quería perderse un maldito detalle de cómo iba a reaccionar.

- El caso fue la jefa de animadoras se convirtió de repente en un bicho enorme de tres metros con pelo y garras y se lanzó sobre un compañero asiático, Chang. Primero creíamos que era un oso, o algo así, pero no, por que en ese momento otra compañera que al parecer tiene cáncer o algo así también se convirtió en algo similar, aunque sin un solo pelo, como uno de esos gatos egipcios que son todo pellejo. Y el chico nuevo también, y entre los dos, al parecer, pudieron con ella, aunque yo no lo vi, por que después de sacar al profesor de allí, al que Ashley le rompió la nariz de un portazo, salí disparada a avisar a la directora Lovejoy, que luego nos contó a Edgar, Viviane y a mi que al parecer somos una cosa llamada Garous y que mi padre, sea quién sea, lo es, ya según ella tu eres una Pariente.

Volvió a acomodarse en la silla, intentando buscar una postura que le resultara cómoda, aunque sabía que no la iba a encontrar. Sí, había cumplido su "maquiavélico plan" y lo había soltado todo como una bomba, pero no se sentía mejor por ello. Más bien, ahora que aquella especie de ansia había desaparecido, el frío de tantos años y mentiras amenazaba con invadirla desde lo más hondo de su corazón.

Suspiró ruidosamente, apoyando la cabeza de nuevo en las rodillas, sin dejar de mirar a su madre.

- Así pues... ¿Podemos hablar, por favor? - Preguntó, sin que pudiera hacer mucho por que no le temblara la voz.

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23/09/2010, 20:56
Viviane Olsen

Viviane permaneció en silencio sin saber muy bien a qué atenerse. Había sido una niña feliz hasta que había ingresado en ese colegio del demonio. A partir de ahí todo había ido cuesta abajo, y quizás hubiese sido mejor que le contase la verdad, o tal vez no y así estaba todo bien. No sabía cómo habría sido vivir sabiendo que cualquier día le iban a salir garras y pelo por todas partes. Error, lo iba a descubrir entonces, durante aquellos días.

Como si una bombilla se hubiese encendido en su cabeza, supo que había sido mejor así. De otra forma no habría podido soportarlo.

-Bueno, una hija muy normal no he sido de todas maneras –balbuceó, recordando todos los follones en los que se había metido-. Yo no quiero ser eso, papá… Quiero quedarme contigo.

Y acto seguido abrazó a su padre como hacía años que no pasaba. Se contradecía a sí misma, pues no hacía mucho que le había dicho a Lysandra que afrontaría su destino de forma estoica, acudiendo al Túmulo cuando estuviese lista. Pero sólo era una chiquilla de diecisiete años, no se podía pedir más de ella.

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24/09/2010, 11:28
Adam Olsen

Cuando Viviane lo abrazó, Adam rompió a llorar. La estrecho contra su pecho con fuerza, sollozando, y empapó la sudadera de la joven con sus lagrimas. Viviane lo había oído llorar en otras ocasiones, después de que sonara el teléfono, pero nunca había llegado a verlo. Y aunque muchas veces, en sus correrías, se había ganado una reprimenda, siempre había sido desde la dureza de la decepción.

-Yo tampoco quiero que te vayas -dijo, acariciándole el pelo-. Quiero que te quedes conmigo, a salvo. Cuando naciste y te olieron y dijeron que serías Garou, tu madre se puso loca de alegría. Pero yo sabía... sabía lo que eso supondría... cuidarte hasta que cambiaras y después...

Negó con la cabeza y la sujetó por los hombros.

-Tienes que estar bien, cielo. Tienes que sobrevivir. Tienes que aprender todo lo que puedas de tu madre, ella lleva luchando más de veinte años. No vayas a morirte, ¿eh? ¡Tienes que seguir viva pase lo que pase!

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24/09/2010, 11:37
Sarah Whish

Sarah tragó saliva y dejó las cucharillas en paz. Miró a su hija como si la hubiese amenazado con un cuchillo y negó con la cabeza.

-No... Aún no has cambiado, no tenías por qué saberlo. ¡Me prometieron que se callarían!

Se giró y comenzó a temblar de pies a cabeza.

-Te traje aquí sólo porque mi familia me presionó -dijo-. Si por mí fuese, aún seguiríamos viajando. Pero ellos... Yo... -Se dio la vuelta y miró a Kate con los ojos desorbitados-. No sabes... No debes saber... Es mejor que no me preguntes.

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24/09/2010, 13:36
Viviane Olsen

Viviane siempre había considerado que llorar era una cobardía. Cuando la reñían, o incluso cuando se peleaba y acababa con alguna herida de importancia, se mordía los labios para aguantar las lágrimas porque la ley de la calle decía que eso era signo de debilidad. Ella no tenía una apariencia intimidatoria o una mirada agresiva de esas que ponían los pelos de punta, así que se tenía que hacer valer por lo que era, y ella no era una cobarde. Aun así, cundo Adam empezó a llorar se dejó contagiar al cobijo de sus brazos. Aquella casa nunca había llegado a ser su hogar, no como lo había sido el pueblecito en el que se había criado. Pero ahora era el único lugar seguro en el que podía sentirse a salvo y encontrar algo de consuelo. No le importó llorar porque sabía que no saldría de aquel lugar.

-¡No me voy a morir! –gritó escandalizada al escuchar las últimas frases de su padre, mirándole fijamente a los ojos.

No se había parado a pensar las consecuencias de ser un guerrero de esos: la muerte. Aquella perspectiva la horrorizó. Desde luego que no quería morir. Todavía recordaba aquella noche en que se pelearon con unas chicas y las muy zorras les sacaron un arma. Una de verdad, de las que a distancia te matan. No llegaron a apretar el gatillo, pero la simple posibilidad ya había hecho que se acojonaran y se marchasen de allí. Esas cosas eran peligrosas, eran de verdad. Aquello, aunque más surrealista, no dejaba de serlo también.

-Joder, no digas eso ni en broma, papá. –Se restregó las mejillas humedecidas con las manos y sorbió por la nariz-. Claro que voy a sobrevivir y estar bien. Mamá es una de las importantes, ¿no? Es como la jefa, algo de eso habré heredado también. –Viviane le cogió la mano y la apretó-. No soy tonta, papá. Es sólo que los estudios precisamente no son mi fuerte, pero sé pelear y manejarme. Sé como funciona el mundo, y aprenderé rápido y de la mejor, ya lo verás. Estaré bien.

Una triste pero sincera sonrisa se dibujó en los labios de la futura Garou.

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24/09/2010, 13:40
Adam Olsen

-Escucha, no quiero asustarte. pero tienes que saberlo -dijo él-. No tienes ni idea de lo que hay ahi fuera. ¿Qué es lo peor que has visto? ¿Una pandilla rival, con pistolas, cadenas...? Eso no es nada comparado con lo que encontrarás. Yo... Lysandra nunca me ha contado nada para no preocuparme, pero he curado sus heridas. Los Garou podéis sanaros de casi cualquier cosa en cuestión de segundos: balas, cuchillos, caidas, enfermedades... Imagínate con qué os herirán vuestros enemigos para mataros.

Adam le besó la mano.

-El Wyrm puede transformar a las personas y los animales en cosas horrendas. ¿Crees que vuestra forma Crinos es lo peor que puede haber? Cariño, eso no es nada.

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24/09/2010, 14:03
Viviane Olsen

Los ojos de Viviane se entrecerraron, desconfiados. Aquella era la parte terrorífica del asunto, pero no sabía si era tal cual lo contaba o una exageración para meterle miedo y que se quedase con él. Sabía que Adam no era de esos padres sobreprotectores, pero aquello era un tema diferente, se trataba del destino de su hija, a la cual le iban a arrebatar, y de su posible muerte. Aun así no fue capaz de imaginar lo que él quería que comprendiese. Eran todavía conceptos demasiado abstractos. Sólo pudo sacar en claro que era algo muy peligroso, y pudo imaginar que las cicatrices de su madre y el ojo que había perdido la rubia eran a causa de eso, del Wyrm.

-Entonces, ¿qué hay ahí afuera? Sólo… ¿muerte y destrucción? ¿Por qué nadie se da cuenta? ¿Por qué… no sé, el ejército no hace nada en vez de tener que mandar chicos y chicas como yo?

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24/09/2010, 13:51
Kate Whish
Sólo para el director

Kate no se movió de su sitio. Ella también temblaba, ya que ese miedo frío y viscoso que estaba invadiéndola lentamente parecía tener incluso razón. Se abrazó con más fuerza si cabe las piernas, obligándose a mirar a su madre aún. La necesitaba como no la había necesitado nunca... pero ella también debía sentir aquel miedo que la recorría. ¿Si no porqué no se acercaba y la abrazaba como necesitaba que hiciera?

- Mamá, por favor... necesito saber. No he cambiado aún, es cierto... pero dicen que voy a hacerlo, y ni siquiera se porqué. No creo que nos lo hubieran dicho de no haber pasado esto pero ahora... ahora necesito saber. Necesito saber si lo que me está pasando es normal o no, si tiene que ver con lo que ha pasado hoy y lo que se supone que soy o no. ¿Porqué se supone que no debo saber? 

Se calló un momento, intentando controlar las ganas de llorar que llevaba aguantándose desde que salió de la escuela. Ahora daba gracias al tute que se había dado con la nieve, por que aunque se moría de ganas de llorar, no sentía esa rabia que otras veces la invadía con ganas de destrozar cosas.

- A mi también me gustaría seguir viajando, pero si estar aquí puede ayudarme a que esto, sea lo que sea, salga bien... lo acepto. Ya hace tres años que nos asentamos, aunque todavía no se el porqué, el verdadero porqué, pero lo he aceptado, por que siempre he creído en ti, mamá.

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24/09/2010, 14:09
Adam Olsen

-Nadie lo sabe porque al Wyrm no le interesa. Lo que quiere el Wyrm es que la Humanidad decaiga para usarla con sus fines, quier destruir el mundo, devorarlo, llevarlo a la inexistencia. El ejército no puede hacer nada contra algo así. No puedes comprender cómo de grande y de poderoso es. Nadie puede. Y por eso sólo vosotros podéis luchar contra él. Vosotros teneis los Dones de Gaia, la sangre de lobo, la Rabia...

Adam suspiró.

-Nosotros, los Parientes, tenemos que engendraros y criaros para mantener la sangre. Y cuando os hacéis mayores y os marchais a un sitio donde no podemos ir, sólo nos queda temer...