Partida Rol por web

Kate, la ardilla queda completamente inmóvil a tus pies. Los 3 agentes que iban por ti comienzan a rodearte. A gran velocidad apuntas a la rubia, pero las esposas te dificultan el pulso, por lo que el tiro pasa rozándole el cabello. La rubia se aparta rápidamente ante el tiro, y ante la precipitada maniobra de Frederick, todo indica que está perdiendo el control de la situación. Los agentes tratan de cogerte, pero tú los esquivas rápidamente sin dejar de aplastar a la pequeña ardillita. Pero entonces comienzas a notar cómo se revuelve con fuerza bajo tus pies…

Frederick, tu vertiginosa maniobra hace que el agente que se te ha cogido de la pierna grite de terror. Cuando comienzas a dirigirte hacia la azotea se suelta, para no estrellarse contigo. La caída es demasiado fuerte para él, y queda inconsciente en el suelo. A última hora consigues detenerte y estabilizarte, la azotea casi llega a rozar tu rostro. Ves que la chica rubia vuelve a apuntarte con la pistola, y cuando le ves los ojos sientes como si se estuviera metiendo dentro de ti.

Anton, cuando golpeas a los guardias sientes de nuevo esa extraña sensación, y comienzas a sentirte vigoroso. Antes habías experimentado la sensación que supone darle tu vida a los demás, pero ahora sientes todo lo contrario. Los dos guardias caen debilitados al suelo, y te sientes fuerte. Cuando corres hacia la ardilla sientes como la adrenalina se te desborda, pero te detienes en seco.

La ardilla que había pisado Kate se revuelve continuamente y cada vez con más fuerza. En un abrir y cerrar de ojos su cuerpo crece con una gran fuerza, proyectando a Kate hacia el borde de la azotea. Gracias a su velocidad consigue agarrarse de la cornisa, pero las esposas se le clavan y amenazan con hacer que se caiga.

Fredrick y Anton, ante vuestras atónitas miradas, y las de los agentes que se alejan rápidamente, veis como la ardilla ha pasado de ser un diminuto roedor a un imponente león. El felino ruge con fuerza a Anton, que permanece observándolo fijamente. La rubia sigue apuntando a Frederick, pero el problema de Kate no ha quedado en el anonimato. La rubia sonríe, a sabiendas de que ahora juega con ventaja.

-Parece que habéis podido conocer la forma que adquiere Mark cuando se enfada. Escucha chaval, no estáis en posición de pedir nada. Si tú y Anton os comportáis bien, ayudaremos a vuestra amiga.- Frederick entiende el mensaje completamente, ¿pero cómo es que conoce el nombre del que ha venido a ayudar?

Mire al león y esboce una sonrisa. Estaba borracho de poder, controlaba la vida a mi alrededor. Me sentía todo poderoso. Me pare y le mire a los ojos y luego mire al chico. Esto tenia una fácil solución. Busque la mirada del chico y le asentí levemente con una sonrisa.

Crees que me importa un blendo esa furcia pelirroja? Solo vine a eliminaros a ti y a la ardilla, rubia de mierda. Crees que Adam se preocupa por ellos? – le decía mientras me reía provocándoles. – Sois unos idiotas descuidándoos de esta manera.

Confiaba que el chico comprendiera la farsa, pero no tenia tiempo a seguirla. Así que me tire sobre el león con todas mis ganas para pegarle, no me importaba nada. Me sentía inmortal y todo poderoso, la adrenalina corría por mis venas.

No pude darme cuenta de demasiadas cosas a la velocidad que me movía, pero más que nada, porque estaba cocentrada en aquel maldito animal. Nunca había probado a ver cómo se veía una bala yendo tan rápido, pero la facilidad con la que se podían esquivar me resultó cuando menos soprendente. Lo que también me llamó sobremanera la atención es del material con el que estaría hecha esa mierda de ardilla, porque por más que la pisé, vamos, como si nada. No era momento de pararse a pensar demasiado, pero lo estab " flipando " literalmente ".

Por si no era suficiente que un animalito así no se muriera ni con mis más de sesenta kilos encima, cuando quise darme cuenta había salido despedida hacia atrás y como pude, me agarré al borde de la cornisa del edificio intentando no caerme aunque sabía que esto no iba a resultar tan fácil, que aquí el moverme a toda velocidad tan sólo iba a servir para caerme antes de tiempo.

Donde antes estaba el diminuto e " inmortal " mamífero, ahora había un león. - Un león!! - Y por unos instantes pensé que quizás dejarme caer dolería menos que aquel imponente animal me arrancara la cabeza de un mordisco, pero mi instinto de supervivencia, eso que en realidad casi no sabía ni que tenía, me impidió suicidarme, al menos, antes de tiempo.

Las palabras de aquel gilipollas no ayudaron mucho a que me sintiera mejor por haber conseguido agarrarme. - ¿ Furcia? Venga no me jodas. Como consiga salvarme el culo voy a poner un pie en esa maldita cara de maricón que tienes.. payaso!!

Se lo hubiera gritado, pero me daba miedo hasta hablar.

Fred 1 - Maton 0 -digo en voz baja sonriendo de nuevo-

Intento adaptarme rapidamente a la nueva situación. Todo va muy deprisa y apenas da tiempo a pensar una estrategia. Ya me he quitado un tipo de encima, pero aun queda lo peor. La chica rubia me sigue apuntando con su arma...

Su mirada me emborracha, algo esta haciendo conmigo, debe tener algun tipo de poder mental. Sin pensarmelo dos veces comienzo a restregarme los ojos y agitar la cabeza intentando dificultar sea lo que sea lo que esta haciendo.

Entre tanto vaivén de cabeza mi mirada se fija finalmente en Kate. Mi corazón da un vuelco al verla agarrada a al a cornisa. Pese a que odio sus viajes a toda velocidad, los dos estamos juntos en esto desde el principio...

Trago saliva... Con el corazon a mil por hora vulevo a lanzarme, esta vez hacia Kate... Se que ella haría lo mismo por mi...  Espero ser más rápido que las balas...

Frederick, lo sientes con gran intensidad. Una fuerza sobrenatural te proyecta hacia Kate, alcanzando una velocidad que te recuerda a los momentos en los que ella misma te arrastra a su paso. La rubia dispara, tratando de dañarte inútilmente mientras pasas justo por su lado. La onda expansiva de tu estela la proyecta hacia un lado, pero se mantiene en pie tras una pirueta acrobática. Dispara muy rápido, ha vaciado todo el cargador tratando de darte en tu carrera, pero has sido más rápido que ella.

Llegas a Kate con tanta fuerza que por poco no la agarras con fuerza suficiente. En unos momentos os encontráis a varios metros de la azotea, por los aires. Tratas de agarrar mejor a Kate para no dejarla caer, mirar a bajo da una molesta sensación de vértigo…

Anton, te lanzas contra el león que ruge ferozmente. Entre golpe y zarpazo, os enzarzáis en una brutal pelea, en la que tu repentino subidón de energía te da una considerable ventaja. Cada vez que desgarra tu piel, ésta se regenera a una velocidad vertiginosa. La pelea comienza a alargarse, pero tus poderes en cambio van menguando a cada herida que el león te hace. Por alguna razón que desconoces no puedes “absorber su energía” como lo has hecho con los dos agentes. Comienza a llevarte ventaja.

Kate, Frederick se proyecta a una velocidad que incluso a ti te parece muy rápida. Llega a ti con tanta fuerza que no puedes emitir un grito ahogado. Te agarras a él lo más bien que puedes, y tratas de no mirar a bajo, pues sabes que no es lo mejor en estos casos. Durante todo este tiempo Frederick había sido tu “mochila”. Parece que ahora se han cambiado las tornas.

La rubia apunta de nuevo a Frederick, pero esta vez no dispara. El león también parece comenzar a ralentizar sus movimientos. De pronto notáis que los músculos de los dos se tensan, como si estuvieran siendo forzados a mantenerse quietos. El subidón que habíais experimentado con vuestros poderes comienza a remitir, Frederick comienza a volver a sentirse como cuando acababa de ser afectado por el campo de energía. Y su creciente peso comienza a hacerle perder altitud. Anton cae agotado al suelo, toda la energía que ha experimentado le ha pasado factura.

Por la puerta de la azotea emerge una figura. Parece que le cueste andar, y tarda un poco en entrar a escena. Es un chico joven, quizá un poco más mayor que Kate. Cuando la rubia lo ve no puede evitar pronunciar su nombre. “Adam.”

-Parece que ya te has apropiado por completo del poder de Eric, ¿eh? Lo usas tan bien como él, y ni siquiera se te nota.- la rubia habla con un tono despectivo. –Y ahora no dejas de interponerte en nuestros asuntos. ¿¡Qué demonios quieres!?

Adam permanece en silencio, como si el mero hecho de respirar le costara esfuerzo. Entonces os mira.

Frederick aprovecha sus últimos momentos de vuelo para dejar a Kate en la azotea. El joven os habla, costosamente. –Marchaos de aquí, rápido. La señora Dawson os indicará el camino de vuelta. No podré contenerlos mucho más, me he cansado demasiado alimentando vuestros poderes.

Los dedos me dolían ya de estar agarrada mientras la gravedad se empeñaba en hacer su trabajo. No quería acabar estampada como un cromo en la acera del edificio, pero tampoco tenía la fuerza suficiente como para subirme de nuevo a la azotea.

Noté una gran velocidad y como me agarraban, a la vez que mi estómago sentía esa inequívoca sensación de cuando tus pies no tocan el suelo. Cuando quise darme cuenta, me estaba agarrando fuertemente a Fred, quien ahora era el que me llevaba a mí, aunque mucho menos que molesta, lo primero que hice fue agradecérselo.

- Gracias, dios, me veía ya ahí abajo... muchas gracias!! - dije sabiendo que me acababa de salvar la vida. - Sabía que podrías hacerlo, ¿ ves cómo puedes volar rápido? Era cuestión de tiempo.. - Esta vez mis palabras querían ser una enhorabuena, aunque desde la gratitud que sentía en ese momento.

Vi lo que pasaba en la azotea, pero me parecía que tenían razón y que no podíamos hacer mucho más ahí a parte de irnos, así que ahora, era en mi compañero en el que recaía la decisión, ya que por mucho que hubiera podido moverme, seguía queriendo respirar y yo no podía volar..

Sentía que la euforia había pasado y ahora lo que quedaba es cansancio, tremendo y abrumador, Estaba de rodillas sobre el suelo y veía como aparecía Adam. Parece que no me contó bastante mas de lo que suponía pero ahora no resultaba lo mas importante. Estaba demasiado cansado para pensar, vi como la pelirroja y el chaval estaban sanos y suspire con alivio.

Esperaba que la mujer no me guardase rencor por lo de furcia puesto que lo había dicho para atraer la atención de la rubia. Pero eso no importaba ahora. Trate de levantarme y alejarme rápidamente del león, pero resulto ser bastante complicado pues a duras penas me mantenía de pie. A Adam no se le veía en mejores condiciones. Busque por la azotea si veía algún otro agente que no estuviera jodido para poder repetir lo que hice antes. Así podría salvar también a Adam, no quería que se sacrificase por estos dos. Era mucho mas útil y poderoso…

Espero que no estés intentando sacrificarte, estamos en tan mal estado que es poco probable que podamos huir. Lo lógico seria acabar como sea con estos, luego podría curaros a todos e irnos – Decía a Adam pero con voz lo suficientemente alta para que los otros dos me oigan. No quería que Adam muriese ahí, el me había salvado. Ahora tenia que hacer algo yo por el.

-De nada. Somos un equipo... -contesto a Kate, guiñandole el ojo... Aun siento el subidon de adrenalina y eso se nota en mi actitud-

Despues de toda la acción, freno suavemente y reflexiono... No me queda otra que lanzar un gran suspiro de alivio.
Conforme van pasando los segundos voy asimilando todo lo que ha pasado y me doy cuenta de la actitud suicida que he tenido.

Por un lado me siento bien, he ayudado a salir de la trampa en la que caimos por mi culpa y he conseguido salvar a Kate, pero por el otro no paro de pensar en que hibiera pasado si todo hubiese salido mal.

Miro a la azotea desde el cielo. Aparentemente ahora tenemos ventaja, un nuevo aliado ha hecho su aparicion y parece que su presencia allí ha sido de gran ayuda.
No se muy bien que hacer ahora, mi heroicidad esta ya bajo minimos y dicho sea de paso, tampoco gozo de muchas energias más.

Finalmente, despues de darle vueltas a la cabeza, recuerdo como habiamos llegado alli, la señora Dawson... tal y como aquel tipo dice, ella sabrá sacarnos de esta.

-Señora Dawson... ¿sigue ahi?... ¿Señora Dawson?... -le hablo el microfono, como siempre sin saber muy bien si esta funcionando o si hay alguien al otro lado-

Sonrío tontamente. Sacrificarme, yo… Yo nunca podré sacrificarme, no hasta que el falso crepúsculo tiña el cielo…

Hago acopio de las fuerzas que le quedan a mi amigo. “Siento que tengas que hacer esto por mí.” Digo para mis adentros, tratando de que él me escuche. Con un movimiento de manos intensifico mi presa muscular. Casi puedo sentir en mi propia anatomía como los músculos se tensan y se retuercen.

Sophie cae al suelo, encogida. Está tratando de controlar mis emociones, pero ya lo había visto venir. –No trates de controlarme, ni a ellos tampoco. No quiero tener que cargar con tu carácter durante el resto de mi vida.

…

La señora Dawson, tras unos segundos de silencio, responde a los intercomunicadores de Kate y Frederick. –Lo siento, chicos. He perdido la conexión durante unos minutos. ¿Qué ha sucedido, está Adam con vosotros?

…

Alzo la voz de nuevo, dirigiéndome a Anton ésta vez. –No creo que la solución sea acabar con ellos. Acabar con ellos cambiaría el futuro que he visto, y entonces sí que no sé lo que sucedería. Hay que irse de aquí.- me giro, para mirarlos a la cara.

El sudor que recorre mi frente pone de manifiesto mi cansancio. Podría haber dañado permanentemente los músculos de esos dos, pero me he quedado sin fuerzas al usar ese maldito poder.

-Volved con la señora Dawson.- Sophie se retuerce cuando escucha ese nombre. Ella la conoce, perteneció a la corporación. Sigue tratando de controlar nuestras emociones, pero también se ha quedado sin fuerzas. En cambio, el león… su poder es extraño. Muy versátil, demasiado versátil. Espero que al menos su poder no conlleve la misma maldición que porta el mío.

-Yo os alcanzaré más tarde, tengo que hacer unas preguntas.- Mi semblante cambia, y mi imagen se vuelve un poco más lúgubre. Hay cosas que incluso los que ven el futuro no saben, sobretodo referentes al pasado… -Tendréis que apañároslas sin vuestras habilidades durante un tiempo. Y, Anton, ya te dije que tu poder era especial. Pero no intentes volver a hacerlo, he sido yo quien lo ha sobrecargado. Ese es mi verdadero poder…

Les doy la espalda, dándoles a entender que la conversación ha finalizado. Éste no es un lugar seguro, en cualquier momento podrían llegar refuerzos. Y estoy seguro de que el chico que se teletransporta podría estar en cualquier parte.

…

-Chicos, lo he oído todo. Y tiene razón, deberíais volver, Adam sabe cuidarse solo.- La voz de la señora Dawson, con tono conciliador, os tranquiliza en cierta medida. –Además, hay que poner a salvo los documentos…

- ¿ Que tendremos que apañar sin nuestras habilidades? Pues al menos espero que sea cuando me dejen en el suelo.. - Pensé sin poder evitar llevar la vista hacia el suelo, ahora muy lejos bajo nuestros pies. - Yo sola era capaz de meterme en problemas, no necesitaba todo esto.. Nunca, jamás, vamos a conseguir ayudar a nadie así..

Empezaba a estar demasiado intranquila, aunque seguía sin querer moverme demasiado y eso que mi " hiperactividad" me ponía bastante dificil el no hacerlo.

- Fred, hagamos caso, vámonos.. - Dije esperando a que se moviera y nos dejara en alguna parte, ya que empezaba a ponerme nerviosa ahí quieta en el aire, y estaba claro que no íbamos a poder ayudar, que todo esto nos quedaba demasiado grande, al menos, a mí..

En aquel momento es cuando de verdad me planteaba el hecho de acabar de hermitaña en alguna parte de desaparecer a los ojos del mundo, a los ojos de todos los que me conocían y de todos los que me habían visto alguna vez. No quería formar parte de algo para lo que ni siquiera era una pieza útil y estorbaba más de lo que podía ayudar.

Era la hora de salir de allí. Nuestra misión habia terminado.

Al parecer el tipo ese... Adam... es muy poderoso. He estado todo el rato creyendome un heroe y resulta que todo ha sido gracias a él.
Aun así, estoy satisfecho. Hemos conseguido salir vivos, que al fin y al cabo supongo que en este tipo de cosas de eso se trata.

Me doy cuenta de que Kate esta algo inquieta. Caigo en la cuenta que aun estamos varios metros sobre la azotea. Me siento tan bien levitando que ni siquiera me doy cuenta que mis pies no tocan el suelo. Desciendo poco a poco, para evitar chocarnos de lleno con el suelo.

Una vez hecho eso, vuelvo a echar mano del microfono:

-Señora Dawson, vamos para ya... Gracias a dios todo ha salido bien.

Comienzo a andar hacia la puerta por donde habiamos salido a la azotea. Cojo a Kate de la mano para que me siga y sobre todo evitar que comienze a correr a toda velocidad. Esta vez vamos a mi ritmo.

Según camino me fijo en Adam. Parece un tipo interesante...

Mire a Adam sin llegar a comprender lo que realmente hacia su poder. Pero nos había venido de perlas al parecer nos salvamos gracias a ello. Podría llegar yo algún día a tener semejante poder yo solo? Pensaba sobre lo que hice absorbiendo la energía de otros. Resultaba bastante curioso, poder curar y ademas matar a la vez. Sin duda podría darle muchos uso.

Cuando vi bajar a los otros dos, me acerque a ellos con cierta cara de culpabilidad. No era el momento pero no era una persona a la que le gustara ofender por que si. Así que me dirigí a Kate:

Oye perdona lo de antes, solo trataba hacer que centrara su atención en mi. Y la única forma que se me ocurrió era provocando. Me llamo Anton.

Decía después de haberme quedado tranquilo después de saber que Adam no pensaba hacer nada raro. Ahora podíamos irnos, realmente no sabia donde. Pero Adam dijo que tenia que seguirlos así que me propuse hacer eso.

Agarré con fuerza la mano de Fred, ya que tener a un conocido cerca me hacía estar más segura aunque en realidad puede que no lo estuviera. Agradecía tenerle al lado y eso que apenas le conocía, pero, como estaba tan sumamente perdido como yo, incluso podría cogerle cariño, eso contando con mi habitual desconfianza a la gente eran muchos puntos a su favor. Seguramente lo que estaba intentando es que no echase a correr como acostumbraba hacerlo, así que esta vez, me limité a correr a su ritmo, a un ritmo normal.

En ese momento apareció el que hacía unos segundos me había llamado " furcia " y le miré unos instantes como si fuera a patearle el trasero, pero sus palabras me hicieron asentir y cambiar mi expresión.

- Está bien, no pasa nada. Me han llamado cosas peores en la vida.. Yo soy Kate y él, es Fred. - No sonreí, no era la mejor situación para una presentación, así que con esas escuetas palabras continué junto con mi compañero con la intención de salir del edificio.

Cuando volvéis a entrar en el edificio todo parece desierto, cómo si las únicas personas que había por aquí fuesen esos agentes de la misteriosa organización que custodiaba los papeles. Mientras bajáis por las escaleras os preguntáis a vosotros mismos acerca de los temas sin resolver que envuelven todo este asunto.

Os molesta no saber lo que está sucediendo, por lo que esperáis que la señora Dawson os lo explique mejor. Ésta se mantiene inmersa en otros temas, y se centra en guiaros por el camino de regreso. No tardáis en encontrar el rumbo.

Parece que de momento podéis respirar tranquilos, Adam se quedó con la rubia y el león en la azotea, reteniéndoles. Os dijo que volvería, pero no sabéis a ciencia cierta qué ha sido de él. La señora Dawson trata de tranquilizaros diciéndoos que Adam es muy duro de pelar, y que si no supiera que todo iba a salir bien no se habría quedado ahí reteniéndolos.

La señora Dawson os comunica por los transmisores que os espera un largo descanso, y que habéis hecho un muy buen trabajo.

Aguardo su llegada justo en la entrada del viejo edificio. Cuando los veo a los lejos los saludo con la mano, sonriendo. Éstos jóvenes de hoy en día, consumen mucha energía… me digo para mis adentros.

-Bueno, chicos. Seguramente estaréis muy cansados, acompañadme por favor.

Noto el cansancio en sus miradas, Adam ha sobrecargado sus poderes para que pudieran salirse con la suya, y eso deja a uno hecho polvo. Aún me acuerdo de cuando Mathew hacía lo mismo para ayudar a los demás… Suspiro y susurro en voz baja. –Me temo que el antiguo espíritu se ha perdido…

-Aquí podéis dormir Fred y tú.- le digo al chico que los acompaña cuyo nombre aún no conozco. Abro la puerta de una habitación múltiple, con varias camas. –Me temo que no habéis conservado vuestros enseres personales, pero ya me encargaré yo de proporcionaros lo que necesitéis. Hay toallas en el baño, por si os queréis duchar…

Tras dejarlos en la habitación acompaño a Kate hasta la siguiente puerta. –Tú puedes dormir aquí, cariño. Espero que te sientas cómoda. Me temo que esto nos viene muy grande, ¿verdad? – la miro a los ojos, tratando de desentrañar sus pensamientos.

-Sé que ahora parece algo muy complicado, pero ten confianza, pronto todo cambiará. Sé que puedo parecer algo egoísta pidiéndoos esto, pidiéndoos que me ayudéis a remendar un error del pasado. Pero necesito que confiéis, mañana os lo explicaré todo, lo prometo. Si tenemos que ayudarnos mutuamente no puede haber secretos.

Tras dedicarle una última sonrisa a la joven doy la vuelta sobre mi misma y vuelvo atrás, en dirección a las escaleras.

Después de escuchar a la señora, puse una media sonrisa. La verdad es que mis cosas personales se reducían a lo que llevaba encima después de salir pitando desde Londres. Aun trataba de comprender como era el poder de Adam, parecía que podía hacer muchas cosas que no tenia relación siquiera.

Me llamo Anton por cierto. – Le decía a la señora. – Supongo que será la señora Dawson. Vine con Adam de Londres, me salvo de Sophie… Y luego veníamos aquí. Tuvimos un altercado con dos agentes luego. Uno que podía teletransportarse y otro que controlaba la mente de alguna manera. – Les contaba mas o menos como había llegado hasta aquí – Luego al llegar aquí fuimos a un hospital para que curara a una chica que nos dio vuestra localización – Dirigiéndome a Kate y Fred. – Y lo demás ya lo visteis. Eso es un ligero resumen de mis últimos días, y espero saber mañana por que pasa todo esto y quien son los “malos”

Decía con la sonrisa en los labios pero estaba bastante hecho polvo. Era la primera vez que hacia algo diferente a curar, esta vez había absorbido vida… Me resultaba extraña esa sensación.

Luego eche un vistazo por la habitación para ver si también había algo de ropa, por que no tenia nada encima. Ahora resultaba hasta gracioso haberle pedido la pistola a Adam, parece que no la iba a necesitar. Ahora mismo sentía deseos de pegarme una ducha rápida y tirarme a la cama.

La verdad es que las palabras de la mujer vinieron como si leyera todos y cada uno de los pensamientos que habían cruzado durante este tiempo mi cabeza. Esperaría mínimo hasta mañana a ver qué era lo que estaba sucediendo, aunque por mi parte, ya me había quedado claro que éramos la inutilidad personificada para estas cosas. Sí, podíamos tener ciertas habilidades, pero no nos servían de nada ya que ellos eran más y estaban mejor preparados.

Ver la habitación me hizo darme cuenta de lo cansada que estaba, aunque el correr como lo hacía siempre me abría el apetito, necesitaba muchas calorías para poder quemarlas luego. Mirándome, la verdad es que nadie juraría que pudiera " engullir " todo lo que me metía al cuerpo, pero era así.

- Si no le importa me gustaría darme una ducha y cenar algo, así que si pudieras dejarme algo de ropa limpia, sobre todo ropa interior, te estaría muy agradecida..

No quise preguntar por nada de lo que había ocurrido, ya nos lo contaría cuando estuviéramos los tres juntos,

Me detengo a escuchar el relato del chico. En cierto modo puedo llegar a sentir el flujo de su… energía. Me mantengo seria hasta que finaliza su relato. –Bueno, has tenido suerte de encontrarte con Adam. La verdad es que su precognición está muy desarrollada. Lo tenía todo previsto, en principio, pues el futuro es cambiante. Cuando nos conocimos su poder solía ocasionarle jaquecas. A veces el futuro se vuelve muy inestable, y ofrece infinitas posibilidades. Eso deja exhausto a cualquiera.

Frederick se deja caer sobre la cama, la sobrecarga de Adam le ha pasado factura, se siente muy pesado. Parece ser que haber disfrutado de un aumento tiene su justa contrapartida.

Miro a Kate, sonriente. –Por supuesto. Os traeré ropa limpia, y algo para comer. Aguardad unos minutos, podéis ir duchándoos de mientras.- Abandono el lugar en dirección al piso de abajo.

Pocos minutos después vuelvo, mientras siguen en el baño. Dejo ropa limpia para Anton y Kate sobre sus respectivas camas. Fred se ha quedado profundamente dormido. Pobre chico, tan joven y ya preocupándose de los problemas que conlleva este mundillo…

Acto seguido me retiro a conseguir algo de comida. No tengo nada para preparar, así que pienso en ir a comprar comida para llevar. Por aquí cerca había un lugar, espero que les guste la comida china… 

Todo había pasado demasiado deprisa. No es que me importara la velocidad, bueno, en los acontecimientos sí que me resultaba muy molesto. Mi estado de ánimo, que parecía haber consido levantar un poco cuando descubrí lo que podía hacer, había vuelto a desplomarse por todo lo que había sucedido, mi frustración al no poder hacer nada y más, cuando a la primera que intento hacer algo casi acabo hecha una pegatina sobre una acera.

Me duché con calma, más que nada para poder lamentarme a gusto y descargar mi frustración a modo de lágrimas ahí donde no me veía nadie y cuando me conseguí sosegar salí de la ducha y me vestí para ir a sentarme unos instantes en una silla, levantarme unos isntantes para acabar sentada en otra.. lo habitual cuando tenía que estar sin hacer nada, estar por estar sin parar quieta.

- No sé qué es lo que tendrán que explicarnos, pero no vamos a ser de ninguna ayuda. El pobre Fred lo ha hecho muy bien hoy, ya que a conseguido superar eso que no lograba al volar, pero no creo que eso vaya a servir de mucho con esa gente y las cosas que pueden hacer..