Partida Rol por web

Ekkie permaneció escondida tras lanzar el fuego de alquimista. Aquel hechicero trasgo a pesar de estar en una situación de completa desventaja, luchaba con uñas y dientes para sacudirse a los taimados pathfinders que se cernían sobre él. 

Mientras tanto, Annis hundía nuevamente su acero en Versevosh que protestaba presa del dolor. Tal era éste, que ni siquiera pudo articular de forma correcta las palabras para desscargar un nuevo hechizo sobre el espadachín.

Vors intento acabar con el hechicero, pero no terminaba de ejecutar un buen golpe.

Isobel aprovechó el momento. Corrió hacia adelante y se colocó al lado del compañero caido, y usó sus poderes de la naturaleza para sanarle antes de que muriera desangrado.

Annis extrajo su arma de la garganta del goblin y se movió alredeor de Vors y el otro monstruo. La tiefling los observó a ambos luchar y esperó el momento oportuno para lanzar una estocada al goblin. Sintió como su estoque mordía carne y sangre pero no estaba segura de cuanto daño había causado.

La yeifling se movió de forma escurridiza, lanzando una nueva estocada certera sobre el cuerpo de Versevosh. El goblin malherido, reculaba intentando hallar alguna vía de escapatoria, pero los pathfinders, con gran tenacidad, intentaban imperdirle la huida.

Por su parte Isobel canalizó las energías para intentar devolver la consciencia a Hatake, pero el muchacho había sufrido demasiadas heridas, requiriendo más atenciones.

Vors lanzo un golpe muy torpe y desviado.

- (Delirios en japones susurrados) 

Ekkie rodeó a Vors y Annis. Verdaderamente sentía odio y desprecio por aquel macho trasgo conocido como Versevosh. A medida que se acercaba a la espalda del goblin, extrajo una espada serrada trasgoide A buen seguro, la goblin adolescente, aprovechara el despiste de los pathfinders para coger una en la sala anterior. 

Una vez colocada tras la espalda de Versevosh, Ekkie exclamó - ¡¡No más cuchi-cuchi contigo!! ¡¡Perro sarnoso!!- y lanzó un fuerte tajo. Pero el malvado goblin estaba preparado para evitar el ataque de la hembra, y casi sin esfuerzo pudo detener el filo que se cernía sobre él. 

Annis se movía entre el barullo de manos, armas y hechizos, tratando de alcanzar de nuevo a la escurridiza criatura pero esta vez, la Magus falló todos sus intentos de ensartar a la alimaña.

Evitando el combate, Isobel se acercó a Vors para ayudarle en su búsqueda del tajo mortal que acabara con el líder goblin.

- Vamos amigo. Terminemos esto.

El cansancio comenzaba a hacer mella en la voluntad del trasgo. Se sentía rodeado por los pathfinders, pero además, Ekkie -una de su propia raza- lo atacaba con saña... Quizás no debería haberla violado... tanto...

- Aunque acabéish conmigo, la siudad será nueshtra ¡¡JAJAJAJAJAJA!!

Vors se lanzo a fondo con una maniobra gracil y letal.

- ¿Que pretendes pequeño bastardo? ¡¡Reza por tu vida!!

Vors se deslizaba por el suelo con un ágil paso galtiano*, el goblin malherido casi no podía seguir el relampagueante desplazamiento del espadachín andorano, pero intentaba mantener una distancia para poder esquivar el temido filo del su estoque. De repente, el espadachín rompió desde arriba y lanzó una estocada en posición de flecha. Aquel ataque era bastante osado, pues durante una fracción de tiempo limitada, las defensas del atacante quedaban al descubierto. A pesar de eso, la punzada del esgrimista viajaba con trayectoria de perforar el corazón del trasgo, con lo que éste tuvo que usar todos sus sentidos en esquivar...

La punta del estoque no atravesó el corazón de Versevosh, pero en esta ocasión, la mano derecha del jefe de aquella banda de pieles verdes, no tuvo tanta suerte. El arma se hundió a través del esternón, destrozando todas las estructuras vitales que fue hallando en su camino. 

Cuando el enemigo quiso darse cuenta, estaba ensartado hasta la cazoleta del acero andoriano. 

Una bocanada de sangre emergió en la comisura del trasgo que cayó a plomo sobre el humedecido suelo de la estancia.

Annis no se paro a comprobar que el goblin hubiera muerto. Dejo caer las armas y busco una de sus pociones de curacion. A continuacion, la destapo y vacio su contenido en la garganta del ninja.

-Aguanta, aguanta, aguanta...

Abrí los ojos lentamente y vi una cabeza humanoide y unos cuernos... Me dolia todo el cuerpo, en especial una zona en el costado, parecia que tuviese cristales dentro del cuerpo. 

- Ore wa jigoku ni imasu ka?* - Le pregunté en Tianés a la figura mientras trataba de enfocar la vista. Tosí sangre al intentar incorporarme y entonces la vi. -  Annis? - Me llevé la mano al costado conforme recordaba lo ocurrido. Vi que tenia un vial en la mano. - Gracias... - Miré a mi alrededor y vi a uno de los goblins muerto y al otro recien ensartado por Vors. - Siento haber sido tan descuidado y dejarme vencer tan rapido... - Dije lleno de rabia y frustracion. - No volverá a ocurrir. 

Me levanté del todo con ayuda de la Tiefling y recogí mis armas que estaban por ahi tiradas. Las envainé y me reuní con el resto. 

Vors sonrio a Hatake.

- Me alegro de que estes en pie. Esto te deberia ayudar. (le entrega una pocion de curacion).

Este malnacido hablaba de un peligro para toda la ciudad. Revisemos la habitación, a ver si era algo mas que una bravuconada. Gracias por tu ayuda Ekkie. Eres nuestra amiga y lo has demostrado.