Partida Rol por web

Violant atareada en recargar su ballesta finalmente acaba el trabajo.. con unos pasos a su derecha se coloca detràs del sacerdote y aprieta el gatillo sin dudarlo. En lugar de amedrentarla, el sonido del cuerno le apremia más si cabe... - Dios mio como puede ser.. -

 Espoleados por el sonido del cuerno los compañeros no pierden tiempo en cerimonias.

 Ulrien se lanza a por el maldito sacerdote que acaba de sanar parte de sus heridas, tienen que terminar con él, antes de que lleguen más refuerzos. Pero las ganas son mucho mayores que la destreza, al precipitarse al cargar, por poco no pierde el equilibrio y termina en el suelo al resbalar con parte de la estructura del elevador.

 Violant, se desplaza por la espalda del sacerdote para descargar otro nuevo virote, pero este no logra alcanzar de lleno al adepto y sale rebotado aal impactar con las mallas del hombro.

 En la otra punta d ela caverna, cerca del túnel, Gustarson el Bendito no puede aguantar más su farol y acude rápido al auxilio de Judas, quien a duras penas aguanta en pié. Pero el furtivo druida, atento cual depredador, descarga una nueva lanzada, alcanzando de nuevo al sacerdote, esta vez la acerada punta rasga la piel expuesta del cuello (-14 pv), causando que la sangre de este empiece a emanar por la herida, derramándose por la corazaa de metal y el atuendo. Pero sobreponiendose al dolor, logra canalizar parte de la agracia de Lathander en el cuerpo mal herido del aprendiz de mago (+10 pv).

Algo volvió a despertarse en Judas, algo que había estado dormido las últimas horas, algo llamado sentido común. Había estado fuera de si, andando en un mundo de tinieblas, casi como un sueño. Más la sangre de su amigo Gutarson salpicando su rostro, le hizo volver a ser consciente de su propia herida.

Con el rostro lleno de miedo por todo lo que estaba ocurriendo, Judas retrocedió un par de pasos y soltó la ballesta, casi preguntándose que hacía con aquello en las manos. Movió los dedos en complicadas posturas y formuló frases en un lenguaje antiguo.

Él no era un luchador, tenía que salir de allí.

 La situación se hace desesperada por instantes.

 Judas, quien siente la oleada de energía reparadora por parte de su compañero de la infancia, ahora con una tremenda herida sangrante en el cuello, siente como la angustia amenaza con apoderarse él. Retrocediendo unos pasos, con el miedo plasmado en su rostro, efectúa unos espasmódicos gestos en el aire... y antes de terminar estos ¡desaparece de la vista de todos!

 Tarien, quien estaba a punto de sumarse a su hermano para combatir a ese oscuro ser de la oscuridad. Tiene que refrenar sus impulsos. Algo muy extraño. Sus propios compañeros, bueno aquellos con quienes se había embarcado en esta dificultosa misión sin dudarlo ni un instante, parecían estar atacándose entre ellos.

 El Juglar había clavado una flehca a Judas y había recibido un golpe de Gustarson, Nikolau estaba acosando al sacerdote con la lanza, y el siervo de Lathander se encontraba muy mal herido. Sin decidirse a blandir su acero contra alguien equivocado, y viendo las graves heridas que tiene Gustarson, se lanza en su ayuda. Posando su mano en el cuello ensangrentado del sacerdote, un fugaz resplandor destella un instante y este siente como la vida deja de escapársele (+8 pv).

 Con las marcas de las llamas en sus vestimentas y piel, le guardia se lanza temerariamente, daga en mano, contra el recientemente sanado sacerdote. Como una alimaña se abalanza sobre el empapado en sangre Gustarson, pero este logra alzar a tiempo el escudo para repeler el ataque... pero el filo de la daga le ha devuelto otra vez al combate.

 En el otro rincón, el oscuro sacerdote, retrocede, apartándose de las armas de sus perseguidores y se queda arrinconado en una esquina, pretendiendo ganaar tiempo a que lleguen los refuerzos...

 Con el crepitar y chisporreo de las llamas la telaraña, conjurada hace pocos segundos, se ve casi consumida en medio de una humareda.

 Arnau persigue al sacerdote hasta casi el mismísimo final del elevador, sin darle cuartel, lanzándole unos fuertes golpes con su espada de ancho filo, pero ni la habilidad ni la fuerza parecen ser suficientes como para abrirse una brecha en la férrea defensa del sacederdote, quien espera que pronto lleguen los refuerzos.

 Querelar se aparta de la amenaza del caballero y de Gustarson, medio escudándose con las palancas de tiro del engranaje del elevador. Sin pensárselo mucho encoca una nueva flecha y la suelta contra la espalda del menor de los hermanos Falx, la traidora flecha alcanza con precisión la espalda, perforando la coraza de cuero del joven, alojándose entre sus homoplatos (-8 pv).

 Nikolau, con un rictus gélido, avanza con la lanza ensangrentada en las manos y lanza un nuevo ataque a Gustarson. Pareciera que el druida le tenía las medidas tomadas al sacerdote, pues de nuevo aquella maldita lanza alcanzó el cuerpo del siervo de Lathander, esta vez justo por debajo del peto, clavándose en la parte superior de la pierna derecha, retorciendo la punta de la lanza en la herida desgarrando el músculo y causando una tremenda hemorragia, arrancándole un grito de dolor agónico al sacerdote antes de sacarla de nuevo (-14 Pv).

Mientras hay vida, hay esperanza. Y aunque mal herido no pierdo la compostura, ya que tengo plena fe en mi, en mis compañeros y en mi señor Lazhander.

- Tarien déjame que me aparte del alcance de las armas. Comento serio, pero agradecido al joven Falx, ya que sin su inestimable ayuda, seguramente estaría muerto.

Espero que se mueva Tarien y entonces muevo un paso atrás, lo justo para que no puedan interferir en el lanzamiento de mi conjuro.
De mis labios sale una pequeña suplica a mi señor - Señor de la luz, ilumínanos en estos momentos oscuros y ayúdanos en la victoria. Acto seguido Canalizo un pequeño hechizo de curación sobre mi para intentar sanar mis heridas.

La flecha como vimos voló certera hundiéndose en las carnes del inexperto explorador. -Yyyyyaaaargh- Ulrien cayó con una rodilla al suelo profiriendo un grito involuntario de dolor profundo. Que era aquello ardía como si le hubieran puesto un hierro candente dentro del cuerpo, a duras penas consiguió levantarse, no podía sacarse el proyectil cruel y vilmente ensartado pero si dedicó una mirada de odio hacía atrás cuando para su sorpresa vio al rubio payaso  con el arco en las manos. –Tendrás que hacerlo mejor, c@b%#N! si quieres apartarme de en medio. -Dijo en su idioma entre dientes, y con los ojos encendidos de rabia. Entendía que igual instigado quizás por celosía, había decidido sacarse de en medio a un posible rival. Quizás fuera ese el motivo de la traición o igual les había vendido de un principio, habría tiempo de averiguarlo: [-No te librarás de esta.-] escupió cada una de las palabras pero por ahora no iba a dejar la joven pelirroja y al noble solos contra su enemigo así que cargó su rabia contra el encapuchado.

Era insensato darle de nuevo la espalda al juglar pero realmente creía que había arriesgado una flecha en mitad del caos del combate, poco podía pensar que realmente estuviese librando al otro lado. Un error que bien podía hacerle llegar a lamentar con la vida.

Tarien comprendió  a Gustarson y le cedió su sitio para que pudiera recuperarse, aunque el alarido de dolor de su hermano casi lo hace dudar de donde ir.
El combate debía terminar rápido e impulsándose con fuerza, se abalanzó contra el guardia, aunque con poco acierto.

-  Maldición! Gramó mientras fallaba el golpe.

Para Nicolau esperaba encontrar alguna otra opción, porque matar a quien le había salvado la vida con anterioridad no entraba en sus previsiones. - - Mal pago le daría.  Pensó mientras dedicaba una mirada al Druida que se comportaba de forma tan extraña.
 

- Noo! Ulrien! maldición!  La chica hace una mueca de rabia y frustación mientras se muerde la lengua.

La situación era crítica, parecia como si los dioses los hubiernan abandonado, todo iba de mal en peor.. - Que fuerzas oscuras nos acechan.. dios mio -

Al ver el el nuevo flechazo de Querelar Violant renueva su convicción más aún si cabe; recarga su ballesta en su rincón y por algun insensato sentido luego se dirige abiertamente hacia Querelar - "el perturbado" - ;que osa dañar a quien no debe.. guardando las espaldas de Arnau y Ulrien

- Querelar que haces? tranquilo, que pasa?... - Su voz es de repente suave y calmada, y una sonrisa cálida se muestra en su faz.

Judas miraba a su alrededor, casi aterrado. Su furia había desaparecido y ahora parecía estar en un lugar que no le correspondía. Preocupado por su bien estar, el joven mago se alejó de las escaramuzas protagonizadas por sus amigos.

La verdad es que poco podía hacer para ayudarlos, pero miraba hacia todos lados, como si así pudiera descubrir una palanca que sirviera para que aquella pesadilla acabara.

 La caverna se se ve sacudida por una cacofonía fruto de los gritos de dolor de unos y de rabia de otros, la lucha entre los aventrureros es desesperada. Pero a parte de el ruido producto del combate, desde la sima también empiezan a llegar gritos apagados provinientes del fonde de la misma. Al parecer desde allí abajo se ha percatado de que algo no termina de ir bien...

 Sin embargo la situación es desesperada y los valientes aventureros le hacen frente como mejor pueden.

 Ulrien, con más valor y arrojo que destreza, se lanza contra el oscuro adepto para darle muerte. Quiere hacerlo cuanto antes, para irse a plantarle un par de ostias al payaso rubiales. Pero el sacerdote tiene otros planes, y en lugar de dejarse matar por el martillo del joven Falx, aprovechando la bajada de guardia de este, le propina un golpe ascendente, que impacta parcialmente en el pecho del joven, por fortuna la armadura no es un adorno y desvía el impacto... por los pelos. No obstante parece que no inquieta especialmente al sacerdote quien parece estar en guardia.

 Tarien, entendiendo las intenciones de Gustarson, se desplaza dando media vuelta tras el sacerdote para tomar inercia y descargar un buen golpe al maldito centinela, del que se arrepiente de no haber sido más severo con él. Pero la espada no es la mejor arma para abrirse camino por las mallas de metal de la armadura del guardia y a pesar de que el filo impacta en un flanco, se desliza inofensiba por las mallas sin terminar de herir al guardia. Este a su vez se abalaanza contra el cabrón que lo metió en todo ese problema. Pero de las ganas no son suficientes en este caso, y la daga tampoco, el filo de la pequeña arma no logra encontrar el cuerpo del mayor de los Falx.

 Habiendose apartado Tarien de su lado, Gustarson retrocede un rápido paso para evocar la graacia de Lathander, quien a pesar de la oscuridad y malignidad reinante en estas minas, llega atender a su devoto siervo, sanando casi por completo sus terribles heridas (+24 pv), dejando solo la sangre ya derramada por los ropajes y la armadura de placas.

 Enmedio de toda esa locura, la joven pelirroja, decide poner un poco de tacto y serenidad, intentando razonar con el rubio juglar. Sin embargo, cuando esta se acerca puede ver que... Querelar no es el mismo... algo le pasa... No la mira como de costumbre, la mirada del joven es depredadoramaente asesina, buscando una presa a la que flechear.

 Por lo que respecta al aprendiz de mago... ¿qué habrá sido de ese?

 Con la locura desatada por doquier, el joven aprendiz de mago, quien ha estado a punto de seguir un aciago destino como su mentor, siente como las frías garras de la angustia y el miedo le aferran las tripas...

 Pero algo tiene que hacer si quiere que sus compañeros salgan de este lugar... o quizás lo más sensato sería emprender una... "retirada estratégica" para ir avisar al lord de las tierras de lo que está ocurriendo en estas minas...

 El combate estaba lejos de terminarse.

 Sin muchas ceremonias, el heredero sigue en su empeño contra el sacerdote oscuro, sus golpes eran cada vez más briosos. La posibilidad de ver llegar a más enemigos por el túnel le apremia. Esta vez finalmente su filo se abrió paso, a pesar de la armadura, escudo, bendiciones oscuras y las destrezas del adepto, el filo de su ancha espada logra morder la pierna del fanático (-7pv) haciendo que este apriete con rabia los dientes mientras permanece dispuesto a seguir plantando cara.

 Nikolau, viendo la efectividad de sus sangrientos ataques, y quizás por algún oscuro deseo, blande de nuevo la lanza contra Gustarson, hostigándole y acosándolo. Pero esta vez la piel d emetal del sacerdote le proteje contra aaquella vil lanza ensangrentada.

 Querelar mira duranate unos instantes a la joven muchacha, pero un gesto feroz le cruza el rostro antes de avanzar contra ella, y a la vez que la deja a un lado y le escupe:

 - Aparta mujer si sabes lo que es bueno.

 Nada más dar unos pasos más encoca una nueva flecha y la descargaa contra Ulrien de nuevo. Pero la flecha voló lejos de su objetivo en ese momento...

Casi como si un candil se encendiera en su cabeza, el asustado Judas tuvo una iluminación. La única forma de ayudar a sus amigos que se le ocurría, era escapar del aquel lugar. Escapar para traer ayuda, desde luego.

Reuniendo el valor que ya casi se le había evaporado de las venas, el joven mago puso pies en polvorosa, e intentó salir de aquella gruta maldita. Si no conseguía llegar a tiempo, tal vez al regresar, solo encontrara los cadáveres de sus amigos.

Gotas de frio sudor recorrían su cuerpo. Sabía que no tenía tiempo que perder.

Lo último que esperaba Ulrien era que el traidor rubio hiciera un segundo intento de asesinato, y menos cuando seguramente algunos ya se habría percatado de sus intenciones hostiles. –¿Será posib…?- La distracción le costó al pequeño Falx que su enemigo acertara su ataque contra él, que de no ser por la armadura igual yacería frío en el suelo, pero eso no iba a quedar así. Tenía que despachar a su oponente, y de inmediato, no fuera que los celos del bardo decidieran también despachar a la pelirroja por despecho al menos en la imaginación de Querelar. [–¡¡¡VIOLAAANT!!!-] Al final, la premura de un corazón angustiado dirigió certera su mano, golpeando aquel ya odioso pordiosero.

Miro directamente a los ojos de Nikolau, intentando discernir sus verdaderas intenciones. Me estraña mucho que un seguidor de la naturaleza, ayude a un culto que profana tumbas y levanta criaturas no-muertas.

- !!!Nikolau, reacciona ...! Estas actuando en contra de tus principios del equilibrio y la naturaleza!!!. Comento con voz taimada y suplicante. Demostrando el dolor por ser traicionado por un camarada. ?¿No te das cuenta de quienes son tus verdaderos aliados y quienes te están manipulando para que traiciones tus creencias?¿ 

 Hago una pequeña pausa intentando discernir su reacción. Intento recordar en el tiempo que ha viajado con nosotros, tanto Nikolau como Querelar. Algo sospechoso, el porque de esta traición. 

El combate no iba nada bién ytodo estaba tomando un cariz peligroso para sus vida, no tenia miedo a morir, no tenia miedo a nada, pero no deseaba fallar en este lugar...

- Señora, dame fuerzas... imploró a su Diosa, pero la negrura de aquella mina parecía apagar la llama del joven que volvió a errar el golpe.

La chica perdió su sonrisa antes las sucias palabras del juglar, dio media vuelta, dandole la espalda; su cabellera  ondeó a su vez dejando tras de sí un suave olor a perfume, lo último que obtendria ese infame joven de ella..

Corrió detrás de Ulrien ante su grito, - estoy aquí, derrotemos a este mal juntos, luego ya le daremos su merecido a ese juglar..

Dicho esto Violant dispara su ballesta contra el sacerdote apuntando a su cuello.