Partida Rol por web

Por su tamaño casi se podrían decir que son pteranodones, tras un pico aserrado se esconden hileras de dientes pero la cola corta y tímida no encaja, además de que su tamaño es algo más pequeño que el de los fósiles de pteranodon. Podría resultar un cruce entre ramphsognathus (o como se escriba xD) y pteranodon, algunos pelos y plumas en su piel te señalan que para crear esto se ha debido realizar una auténtica violación contra la naturaleza. Pero de que es carnívoro no hay ninguna duda.

- ¡Ian, intenta ponerte a cubierto mientras yo los distraigo! - Le grité a mi compañero paleontólogo mientras caminaba hacía atrás todo lo que el espacio de la nave me permitía, alejándome así de los dinosaurios voladores que había aparecido de la nada. Ya alejada de ellos, clavé una rodilla en el suelo para poder apuntar mejor al dinosaurio que me abría atacado si no hubiera reaccionado a tiempo y luego apreté el gatillo de mi revólver, haciendo que mi disparo se escuchara por todo el lugar. 

A James se le hizo un nudo en la garganta. La cadencia con la que el pasillo se estrechaba le hacía suponer que tendría que correr con todas sus fuerzas para cruzar. Como una versión gorda de Indy cruzando antes de que la pared bajase por completo. Además, James no tenía sombrero de la suerte. Caía de cajón que sin sombrero de la suerte, jamás lo conseguiría.

Va a ser mejor impedir que esa pared rara se hinche.

Se dirigió al respirador artificial y trató de apagarlo. Bastaba con desenchufarlo, si es que no iba por baterías sino que tenía una toma de corriente. Pero por si acaso alguien intentaba reconectarlo cuando los dos agentes de la Dragonfly pasaban, mejor sabotearla por completo.

El pequeño Jimmy dió un paso hacia adelante; Jack había estado observando la "pared" carnosa como una mala pesadilla, buscando una cabeza que reventar a balazos, cuando advirtió que el espacio para moverse ya era estrecho.

- Ey!!! dijo y se lanzó por el camino. Sus piernas lo movieron a toda velocidad, con su cuerpo ardiendo de dolor tras la recuperación. En el último instante se zafó, quedando libre en un espacio apropiado, jadeando por el esfuerzo. Casi me dejas ahí, chico!? Mierda...

Entonces, al darse vuelta, descubrió que en su esfuerzo por atravesar el lugar a toda velocidad no había notado que Jimmy había detenido sus pasos y había quedado del otro lado.

Apenas podía verlo, pero parecía buscar algo. Qué necesitas? Lo que tenemos que buscar es una forma de reventar a este puto cocodrilo gigante, remató la frase escupiendo al suelo con asco. Eso es lo que opinaba de los putos cocodrilos gigantes.

-Mierda- Dije mientras me arrastraba como podía y me ponía a cubierto -Estos reptiles no encajan en la categoría de ningún pterosaurio- Estaba preocupado, entre los deinonicos y estos era evidente una cosa: estaban alterando a los dinosaurios a su antojo.

Estaba desarmado, así que me dediqué a buscar algo que me sirviera contra aquellas criaturas -Los prefiero cuando son huesos- Dije.

Ya voy, ya voy...

Pero sigue sin venir.

Tal y como lo miro yo, esta máquina puede servir para dos cosas:

Mantiene con vida a una criatura que no puede respirar por sí misma. Sin máquina, el "cocodrilo" muere.

Oooooooo...

...o suministra anestésico a los pulmones para mantener al gigante dormido. Sin máquina, el "cocodrilo" despierta y todos tenemos una horrible muerte.

Oh-oh, tal vez no debí tocar el respirador...

Se... seguro que es la primera opción. Están intentando crear dinosaurios grandes, y se encuentran con que tienen graves problemas respiratorios. Sí... sí, debe de ser eso. No hay porqué preocup...

Terminado el apaño en la máquina, James se acerca al dinosaurio y se fija si sus pulmones siguen estrechando el pasillo al compás de la respiración.

Os alejais de los dinosaurios, Ian se pone a cubierto pero Alice se prepara para el combate, detrás del laberinto de lonas y paredes de pega que hay en el fondo a la izquierda de la nave se escucha de manera distinguible la voz de Jimmy, ese chico no sabe ir en silencio ni pasar desapercibido... y como si alguien todo-poderoso quisiera dar fe de ello, unas sirenas empiezan a sonar con una intensidad creciente al tiempo que en las pantallas de los paneles cercanos comienza a ejecutarse un programa a gran velocidad.

Los dinosaurios voladores, temerosos de entrar en lugares más estrechos donde sus alas no sirvan de nada, reemprenden el vuelo volviendo al techo donde sus sombras se pierden entre las bigas. La nave empieza a retumbar con un sonido profundo, algo se está activando, pero no teneis ni idea de qué han podido hacer vuestros compañeros.

La manguera es desenganchada con aparatosidad, sale sangre y desclavas sujeciones para ello, resulta bastante complicado con lo que no lo logras del todo, pero sin duda lo has boicoteado y el aire escapa ahora al vacío dejando un ojo de buey en un costado del monstruo gigante, dejando a la vista algunos cables y mangueritas más pequeñas que circulaban dentro de la manguera. Para desilusión de Jimmy, no deja de respirar por ello.

Unas sirenas empiezan a sonar con una intensidad creciente al tiempo que en la pantalla del panel cercano y polvoriento, casi opaco junto a la manguera  comienza a ejecutarse un programa a gran velocidad. El bicho sufre un temblor que golpea con fuerza la pared tras la que Jimmy se oculta... si le hubiera cogido atravesando el espacio ahora... seguro lo hubiera convertido en puré.

Jack retrocede, a sus espaldas hay montones de lonas y sábanas, se siente como una pulga en el laboratorio de Frankenstein, escucha un disparo y el grito de Alice al otro lado de las lonas, no muy lejos en esta misma nave... pero dejar a Jimmy solo... El monstruo gigante empieza a moverse, primero con estertores de su enorme cuerpo, y poco a poco, lo que parece la musculatura de una pata gigante empieza a contraerse.... este bichito... no va a tardar en ponerse en pie

Ups... ¿Esto es culpa mía?

¡Ve, Stay Puft! ¡Ayuda a Scully!

Esto es un problema de física. Soy ingeniero, puedo hallar la solución. Soy pequeño y tengo que derrotar a algo grande. ¡Galactus! Veamos... ¿Cómo derrotaban habitualmente a Galactus? Los superhéroes solo tenían que demostrarle que la Tierra no era un planeta inferior, y se iba voluntariamente... No, necesito cargármelo. No puedo dejar que se vaya tranquilamente tras convencerle con el poder de mis argumentos, destruiría la ciudad. King Kong... No tengo aviones, y ninguna rubia, solo una pelirroja. Godzila... mierda, me falta un niño japonés que le enseñe el valor de la amistad. ¿Dónde están los niños japoneses cuando se les necesita?

Espera... Godzila me sirve. Las fuerzas de autodefensa niponas tenían la táctica de atraer a los monstruos a lineas de alta tensión para electrocutarlos.

James buscó a su alrededor un panel con un simpático símbolito de un trueno dentro de un triangulito amarillo, guantes aislantes para manipular con seguridad y largos cables en los montones de basura industrial que había apelotonados en todas partes. Era un pajar muy grande para hallar una aguja en tan poco tiempo.

Idiota.

- Corre, sal por el otro lado! grita Jack a Jimmy. Tras lanzarle una última mirada (tal vez realmente la última) se gira, acomoda la pistola en la sobaquera y comienza a sortear las lonas buscando de dónde vienen los gritos de Alice. 

Con un poco de suerte, sorprenderá a sus enemigos por la espalda.

Lo único que podía ver era un reguero de sangre que yo mismo iba dejando, noté cómo la vista se me oscurecía y se me nublaba -Estos dinos no son como Petrie- dije antes de desmayarme.

Al caminar hacía atrás el dinosaurio volador intento atacarme nuevamente. Ésta vez usando su pico. Por suerte pude esquivarlo en el ultimo segundo, pero Ian no tuvo suerte: el pico del reptil alado le dio de lleno en uso de los hombros, mientras él intentaba alejarse rengueando cómo podía, lanzandolo contra una de las maquinas que había en el lugar y haciendo que se golpee la cabeza.

- ¡Ian! - Grité mientras lo veía caer al suelo, inconsciente y moribundo, al mismo tiempo que disparaba al lagarto que tenía frente a mí. El disparo pareció herirlo, aunque no sabría decir cuanto, ya que exhalo un alarido aturdidor antes de emprender vuelo hacía las vigas del techo junto con su compañero. - ¡Resiste compañero: ya estoy aquí! - Corrí los pequeños pasos que me separaban de Ian, me arrodillé a su lado, dejé mi revolver en el suelo y coloqué la linterna en mi boca para tener las manos libres. Rápidamente saqué un botiquín básico de mi mochila y use su contenido sobre las heridas de mi compañero, esperando poder sanarlo. Lamentablemente, por mucho que hiciera, la sangre seguía saliendo del corte que tenia en la pierna y de la perforación del hombro. - ¡Mierda! - Lo único que podía hacer era llamar al resto de mis compañeros. - ¡Jimmy! ¡Hammer! - Grité con todas mis fuerzas. - ¡Ayúdenme!

La pared de lonas tras la que se escuchaba a Jimmy y Jack empieza a agitarse y derrumbarse, el sonido de ordenadores, sirenas y mangueras continua. Alice se coloca encima de Ian intentando reanimarle mientras Jack aparece en escena quedando a unos metros de ellos, desde donde Jack se encuentra puede ver a sus dos compañeros agazapados entre un armario enorme de metal y una mesa de escritorio llena de aparatos rotos, a sus pies una mancha de sangre.

Detrás de Jack la vara travesaño de una de las enormes lonas cae al suelo haciendo el sonido metálico y vibrante característico haciendo derrumbarse con rapidez una pared de lona y haciendo temblar todas las demás, un chillido de dinosaurio, muy agudo, seguramente asustado se escucha desde la oscuridad del techo y sin perder más tiempo éste queda totalmente apagado por el bramido largo, profundo y ensordecedor de un dinosaurio cuyas dimensiones ni siquiera alcanzais a imaginar.... todas las lonas comienzan a deformarse dejando que un cuerpo gargantuesco empiece a erguirse tras ellas en vuestra misma nave.

A unos metros por detrás de Ian y Alice se encuentra la puerta por la que han entrado, no hay luz al final del pasillo ni mucho menos esperanza de que esto vaya a salir bien...

Todas las lonas empiezan a caer mientras el dinosaurio gigante empieza a erguirse, el sonido de máquinas, mangueras y sirenas continua y se escuchan los gritos femeninos de Alice apagados por el chillido agudo de dinosaurios : ¡¡Jimmy Hammer Ayúdenme!! Puedes sentir como al otro lado de la puerta el dinosaurio ya está sobre sus patas desperezándose... ¿Querías ver dinosaurios? Es una buena oportunidad para salir y saludarle. El bramido que el monstruo hace es profundo y grave, y hace enmudecer el resto de ruidos dejando una sensación de eco aún cuando éste ha terminado.

Das la vuelta por el pasillo de carga buscando la caja, tan solo armado con una linterna, se considera que Jimmy es muy valiente, escuchas los pasos fuertes por la pasarela metálica y como algo salta desde ella. Al girarte una sombra desaparece ocultándose en la oscuridad - ¿Así que te quedaste ssssooolito? Oooh

- Qué mierda! grita Jack mientras se acerca en una larga zancada. Está muy mal? Hay que salir de aquí y mandar unos putos tanques o algo así, completa mirando a Alice mientras aprieta el mango del arma.

James no era del tipo de personas que se dejan llevar por el concepto. Vale, puede que esa cosa enorme, llamémosla comejimmysaurio, fuese conceptualmente un dinosaurio. Pero... ¿Es moralmente noble reducir el universo que nos rodea a categorías y etiquetas? Lo que quería decir que no había intención alguna de conocer a ese dinosaurio en concreto. Quizás uno más pequeño... del tamaño que tenían los suyos de juguete cuando era niño, adolescente o universitario tripitidor...

Pero que algo salte de una pasarela hasta el suelo, con voz sibilina y amenazante, también es algo de lo que tener miedo.

Se llevó la mano a la sobaquera. Su pistola no estaba.

Maldito Stay Puft...

Urgó en la basura por un objeto contundente. Necesitaba algo con lo que defenderse.

-Bien dicho, Jack. - Le respondí a mi musculoso compañero. - Ayúdame a llevar a Ian afuera. - Le dije mientras recogía mi revólver y ponía el brazo izquierdo del vapuleado paleontólogo sobre los míos, para levantarlo y sacarlo de allí. - ¡Ven, ayudame! - Le grite a Jack sobre la cacofonía de sonidos que había en el lugar. - ¡Tenemos que salir cuanto antes de aquí! - Me encamine hacía la única salida que teníamos, las puertas dobles que habíamos abierto Ian y yo, guiada por la luz exterior de la luna.

Jack colocó la pistola en la sobaquera con un suspiro pero velocidad de profesional, tomó el otro brazo de Ian e intentó descargar sobre él la mayor cantidad del peso para aliviar a Alice.

Gruñó. El cuerpo le dolía. Y una mierda.

- Grrffph. Vamos allá. No te mueras, niñato, que todavía no te he llevado de putas.

Siguió la dirección de Alice cargando al maltrecho Ian.

Metes las manos entre los escombros y estiras de una correa, un cinturón... un cadáver, es un maldito cadáver, está muy carcomido, como si las ratas se hubieran dado un festín bien sonado, la ropa son solo tiras sucias y el cinturón está muy mordido, pero entre los huesos de sus piernas hay una pistola.... ¡Vaya! Que buena suerte.

La preparas y compruebas la petaca meticulosamente, un carraspeo impaciente te hace voltearte iluminando una figura reptiliana humanoide, no es el dinosaurio que esperabas, y resulta muy espeluznante escuchar la voz humana saliendo de la esa forma - Creo que te hassss perdido caperucita - Durante el siseo una lengua larga y plana se estira hacia tí, sus colmillos son muy largos y puntiagudos y se cruje los dedos como si fuera un boxeador. Una bata larga y blanca, raída por abajo le cubre casi por completo a pesar de ser bastante alto.

El escándalo y ruido que provoca el despertar del GRAN dinosaurio apaga casi todos los sonidos y no escuchas a ninguno de tus compañeros, aunque estás seguro que les escucharías si gritaran