Partida Rol por web

No puedo pediros que os arriesguéis, es más que posible que la barca naufrague antes de llegar al barco, asi que iré yo solo, luego enviare una barca a buscaros. Soy el capitán y solo ami me corresponde correr el riesgo

Perdona Jack... ¿Pretendes ir solo con todo eso que hay en el mar? Al menos déjame que te acompañe, mientras tú remas yo puedo ir defendiendo la barca de peces carnívoros. Comento con un escalofrío que me recorre la espalda. Y una mierda me voy a quedar aquí sola con estos dos... Capaces son de entregarse a los escarlata y dejarse coger como esclavos...

Mantengo la mirada decidida sin apartarla de la de Jack, esperando cual es su respuesta...

Jack no esperaba menos de su amiga, pero no podría haberle exigido que viniera, era demasiado  peligroso.

Sonrió con dulzura y sus rasgos se suavizaron

Gracias. Yo solo hubiera tenido problemas para remar, achicar el  agua y defenderme de esas criaturas que ahora pueblan estas aguas.

Echó un vistazo a la barca, y no pudo evitar que por una decima de segundo un guiño de desagrado se reflejara en ella.

Bueno, pongámonos manos a la obra. Sería peor si no tuviéramos nada con que irnos a la mar

Señores... nos vamos todos. No creo que sea prudente que nadie se quede, excepto si lo hace voluntariamente.

Cabemos todos, y todos podemos ayudar en algo. Yo puedo remar o achicar agua.. lo que se necesite, y Ulrich...

Ulrich, ¿tiene usted algun conjuro que pueda llamar la atención de nuestro barco?

Lo digo porque nos será muy útil que ellos también se nos acerquen... yo lo lanzaría cuando ya estemos a mar abierto, para facilitar las cosas... pero esa decisión se la dejo a usted y al Capitán...

Lo único que logró arrancar a Uldrich fue un asentimiento con la cabeza mientras levantaba sus ropajes para subir al "Survivor" cuyos tablones crujieron amenazantes. Un par de cangrejos molestos abandonaron la quilla entre el chasquear de sus pinzas. Tras alguna leve oración y un gañido de pánico de Khunder la barca emprendió su camino dejando atrás el cuerpo caído de Vayran. Aquella aventura ya se había cobrado más vidas humanas de las que habían en la barca.

Las aguas afortunadamentes estaban calmas y no habían señales de más criaturas hambrientas nadando por las aguas. El ritmo de remada era bueno a pesar de contar solo con tres remos, el resto se dedicaba a achicar agua por las numerosas grietas. Anochecía lentamente en aquellas tierras, y los brazos de los compañeros empezaban a dolerles ya fatigados. Un vistazo atrás permitió ver que ya a unas millas lejos, donde estaba la Cueva del Kraken se acercaban tres imponentes galeras de tres mástiles con velas rojo sangre. La Hermandad había llegado. Redoblaron sus esfuerzos. Era ya noche cerrada cuando Jack calculó que habían llegado al punto donde les esperaba el Blue Nixie, las costas eran las mismas y esperaba que sus dotes de marino no se equivocasen.

Nadie, mientras la barca seguía haciendo aguas y los brazos cada vez la achicaban con menos brío. Un par de palabras de Uldrich que al resto les habría desencajado las mandibulas y los guantes del elfo empezaron a brillar en medio de la noche como si de una antorcha se tratara. LA magia del elfo terminó y solo quedaron los gemidos del resto mientras achicaban aguas con todas sus fuerza. Un crugido más de los maderos señalaron que poco más iba a sobrevivir el "Survivor".

A lo lejos, mar adentro los delicados ojos de Jazzminn fueron los primeros en divisar las oscuras velas de un navío rompiendo la noche y dirigiendose hacia ellos sin ninguna luz encendida, al menos a sus ojos las velas no parecáin de color sangre. Se trataba del Blue Nixie y en ella al fin alguna cara amiga.

Saludos Capitán!! Gritó Fendar desde cubierta. Lamento la espera pero teníamos que escondernos de esas galeras!! Tienen permiso para subir a bordo.

Un gruñido a alguien anónimo de cubierta y se desplegó una escalera de cuerda.

Una emoción rallando la alegría embarga mi corazón al ver las oscuras velas. Casi convencida de que se habrían ido, abandonándonos a una muerte casi segura, compruebo que estaba completamente equivocada. Una sonrisa se ve dibujada en mi demacrado rostro. Un suspiro de alivio sale por mis labios mientras la brisa juega con mis enredados cabellos.

Una vez desplegada la cuerda, con mis ansias de salir de ese lugar, la cojo y se la tiendo a Jack. Toma, sube tú primero, que eres el capitán. Le hago un gesto con la cabeza señalando mi maltrecho brazo. Por una parte temo la reacción de los marineros al ver su estado.

Señores, lo hemos conseguido. Ahora hemos de llegar a Tashluta lo antes posible. Veremos lo que da de si este  pequeño.- Dijo dando un par de palmadas en el casco húmedo del barco, que arrancando un par de sonidos sordos al ser golpeado por el capitán.

Jack subió con soltura de alguien que esta acostumbrado a hacerlo habitualmente.  Una vez arriba le dio una palmada en el hombro a Fendar y acercándose a el le dijo.

Hemos de volver ahora mismo a Tashluta, Drevopraz se dirige a tashluta  a dar muerte a la Vanderboren.- No dijo nada más peor le dirigió una mirada  a Fendar indicando que si ella moría se acabaría la gallina de los huevos de oro. Se callo y disimulo que el tenía otra razón para hacerlo

Jack antes de dirigirse al puente echo un vistazo a Jazz y al resto de sus compañeros, luego esbozando una sonrisa fue al puente.

Jack se dirigió al timón.- Que todos los hombres ocupen sus puestos, tenemos trabajo que hacer .- Cogió el timón y dio las ordenes oportunas para el nuevo rumbo

Viendo que nadie necesitaba ayuda para subir, Cornelius cargó a Khunder a sus hombros y trepó por la cuerda hasta la cubierta.

Allí bajó a Khunder y le dijo que se fuera a descansar, mientras él esperaba las órdenes para ayudar en la partida de regreso del barco.

Si no recibía ordenes, se iría a descansar.

Al subir al Blue Nixie, siento de repente todo el cansancio en mis huesos. Me acerco a Jack, asombrada de la energía que parece desprender este hombre... 

Jack, me voy a descansar, no me siento muy bien. Le susurro lanzando una significativa mirada a mi brazo que intento ocultar con la manga para que pase desapercibido... Si me necesitas estaré en el camarote que me asignasteis...

Aun y estando cansada, mis pasos ágiles y felinos me llevan hacia el camarote, en estos momentos solo puedo pensar en el catre que me espera...

No te preocupes.- Dijo con cara de comprender la situación.- Aguanta, hare lo imposible para llegar tashluta lo antes posible, allí te buscare un medico que te eche un vistazo. Aquí no hay mucho que podamos hacer.

Jack le guiño un ojo en señal de complicidad, luego posó una mano sobre el hombro de Jazz. – No te preocupes, ahora ya no estas sola.- esto último lo dijo casi al oído de ella, para que quedara entre ellos.

A pesar de algunas miradas suspicaces de los marineros al grupo que subía a bordo el Blue Nixie partió a toda la velocidad que le permitían sus tres palos en dirección a la ciudad. Sería un viaje largo hasta la ciudad, y más contano con el brazo de la elfa que permanecía semi oculto apartado de las m¡radas de la tripulación.

Fendar les recibió amablemente y sonriente como siempre mientras que el viejo del loro permanecía al lado del timón mirando agresivamente a todo aquel que se acercara. Fue entonces cuando los compañeros se percataron del labio hinchado del pirata y de alguna mancha de sangre en cubierta mal lavada.

Jazzminne entró en su camarote con rostro ceniciento y segura de que se tuviera algo en el estómago lo vomitaría al momento. Cayó tumbada sobre el jergón de su camarote y se sumió en un intranquilo sueño de dientes afilados, aullidos y hambre. Cuando despertó el hambre era voraz y la infección del antebrazo había llegado al codo.

Cornelius vió poco a sus compañeros durante el viaje, prefirió permanecer lejos de los demás mientras trataba de averiguar algo más de lo que les había  pasado a él y a Khunder. Por desgracia las respuestas del animal fueron vagas, casi parecía que deliberadamente vagas siendole imposible al guardabosques arrancarle ninguna información nueva al animal.

Después de un sueño intránquilo, y varias vueltas en el catre, me despierto. Lo primero que siento al empezar a ser consciente de la realidad que me embuelve, es de un fuerte latigazo en el estómago. Joder... Me muero de hambre.

Abro mis ojos febriles, y llevándome el brazo a la vista, observo horrorizada como éste ha empeorado... Sé en lo que me estoy convirtiendo y no puedo evitar que lágrimas amargas empiecen a correr por mis mejillas. Respiro hondo, intentando controlar el ataque de nervios que está a punto de sobrevenirme.

Me levanto del catre, vistiéndome torpemente. No puedo evitar pensar continuamente en las criaturas con las que nos hemos enfrentado. Sé que me estoy convirtiendo en una de ellas y no puedo evitar pensar horrorizada, que quizás dentro de poco sea un peligro para mis compañeros.

Toda mi vida ha sido un desastre, muchas veces he estado al borde de la muerte. Pero... Esta situación me supera.

Por fin, termino de vestirme. Tapándome completamente el brazo salgo del camarote, un sudor frío y pegajoso recubre mi cuerpo, haciendo que la ropa rápidamente se pegue a él.

Salgo al exterior, sintiendo la brisa marina en mi rostro, busco a Jack con la mirada, necesito hablar con él.

Jack contemplo el rostro de su amigo, pero si bien ya se imaginaba lo que había pasado, no pudo evitar expresar la pregunta en voz alta.- ¿ Que demonios te ha pasado...? -Dijo señalando las zonas afectadas.

El ruido de las olas y el viento llenando las velas dió más enfasi a su pregunta de la que el hubiera querido en un primer instante.

Una vez a en el Blue Nixie y sin hacer demasiado caso a las miradas y comentarios de Jazzmine, pues poco me importaba que pensara de mi, habia conseguido que aquella pirata nos digera que la señorita Vanderboren estaba en peligro de muerte, gracias a que la pirata no vio rastro de mentiras en mis ojos.

No se puede engañar a quien es experta en mentiras, lo habria detectado y no estariamos en estas condiciones, de esto estoy seguro.

Cornelius... creo que usted y yo teniamos una conversacion pendiente.

Si no esta muy cansado, creo que es hora de charlar.

Capitan si no le importa nos retirtamos Cornelius y yo, si necesita algo avisenos.

Deje que el capitan se ocupase de los asuntos de su tripulacion.

Cornelius estaba cansado.

El viaje, las carreras, los combates... y toda aquella acumulación de monstruosidades en tan pocos días empezaba a hacer mella. Su fatiga ya no era tan física como psicológica, y todo apuntaba a que todo este asunto sólo acababa de empezar, y que avanzaría in crescendo...

Las palabras de Ulrich sólo fueron un pequeño despertar en sus cabilaciones.

Le miró unos instantes a los ojos, acarició el cogote de Khunder y fué a buscar un lugar tranquilo para hablar.

Si... supongo que le debo una explicación... o algo.