Partida Rol por web

Ekra escuchó con toda calma a Uldrich, si la joven hubiese estado en una fiesta o un guateque  habría puesto probablemente el mismo placido rostro.

Mi nombre es simplemente Ekra señor, yo solo soy una sirvienta de los señores así que tendreis que esperar a que sean ellos los que os respondan. Si me haceis le favor... -señaló con el brazó bien torneado-. Ekra pasó su brazo por el de él y la otra mano pasó por la cnitura del elfo. Ambos fueron caminando por las salas de la mansión blanca hasta supuestamente donde se debeían encontrar sus anfitriones.

Aquella mansión pues no había duda de que podía competir con cualquiera de sus palacetes en la isla. Lo que más le sorprendió era la estructura y los miranetes del palacio, las habitaciones estaban separadadas pol delgadas paredes de papel correderas. Al fin tras atravesar innumerables salas decoradas con lo mínimo, llegaron a una especie de patio interior. En un porche en la zonas más alejada estaba un pareja enfrascada en alguna especie de juego de mesa. Un hombre anciano con la cabeza rapada y una mujer de espaldas con el pelo negro largo y liso hasta la cintura.

Ekra se detuvo. Los señores te esperan aquí. Descalzate. La joven señalo otros dos pares de babuchas.

Nos vemos querido, por cierto -dijo mientras su brazo abandonaba la cintura del elfo-.

Fue un placer desvestirte...

Su contestacion no me aclaro nada, solo me dijo que era una sirvienta, algo me decia que estaba apunto de conocer a los propietarios de aquel palacete, asi que ayudado por Ekra la sirvienta, caminando de una habitacion a otra, lo cual me permitio ver que la persona o persons propietarias de ese palacete, el cual no tenia nada que envidiar a los que mi familia posee en evermeet, finalmente llegamos a un patio interior donde habia un hombre ya mayor y una mujer de pelo largo de espaldas. Es hora de obtener algunas respuestas.

Ekra me dijo que los señore me esperaban, y me indico que me camviara de babuchas. Camine hacia donde se encotraba aquella pareja pensando, No se a que viene todo esto, no les conozco de nada y ellos a mi es imposible, jamas habia salido antes de la isla de Siempre Unidos, entonces todo esto a que bien? Todo aquello me tenia desconcertado y necesitaba respuestas.

Uldrich se acercó hacia sus anfitriones dispuesto a obtener alguna respuesta, la mano del vigoroso anciano le detuvo haciendo el alto para luego volver a centrarse en el tablero que había entre él y la mujer del pelo largo que ni siquiera se había girado.

Era un tablero cuadricular relleno de cuadrículas más pequeñas y repleto cada una de ella de pequeños discos de mármol blanco y negro, los pequeños discos negros aventajaban en gran medida a los blancos.

Tras una eternidad mirando las fichas con el ceño fruncido por la concentración el anciano dió una fuerte palmada sin previo aviso. La mujer ni se inmutó.

Señora, como siempre me habeis vuelto a derrotar!! Con una sonrisa afectada y graciosa en la derrota se dirigió a Uldrich. Disculpa la espera mi buen amigo, pero la partida de go estaba en un momento importante pero... como siempre ella me vence con suma facilidad. Soy un grosero -se disculpó de nuevo con una leve inclinación de cabeza-, mi nombre es Jiao ching, señor de esta hacienda. Espero que te encuentres mejor, te trajeron aquí tan mal herido que no pensamos en que pudieses sobrevivir a la noche.

Ya me encontraba cerca de aquella pareje que nisiquiera se habian molestado a mirar como me hacercaba, de repente el anciano levanto la mano con un gesto indicandome que parar pero sin levantar la mirada del tablero de juego, poniendo gesto serio y de concentracion durante una eternidad. Piensa que me va a tener depie todo el dia, sera muy rico pero es un descortes como poco. De repente el anciano dio una palmada y le dijo a la mujer que se encontraba enfrente de el:Señora, como siempre me habeis vuelto a derrotar!! aunque el gesto de su cara parecia esconder un cierto grado de afectacion por haber perdido, despues seguiro hacia mi y me pidio disculpas por la espera, como minimo parece reconocer que a sido una groseria por su parte y mas encontrandome herido. Pidio nuevamente disculpas y se presento como Jiao Ching dueño de aquella hacienda. Jamas habia escuchado antes ese nombre, almenos que yo recuerde. sera mejor que vaya al grano, no sea que se ponga a jugar otra vez.

Mi nombre es Uldrich he incline levemente mi cabeza, ya que no estaba para hacer reberencias. Señor Jiao, espero que entienda mi desconcierto y desasosiego, por despertarme enn un lugar extraño y no crea que soy un desagradecido o mal educado. ¿pero que hago aqui? lo ultimo que recuerdo es que un asesino estaba apunto de rematarme, ¿que paso?¿como es que no me remato?¿porque esos sicarios tenian orden de matarme? Yo llevo muy poco tiempo en esta ciudad como para haberme hecho tal enemigo que quiera verme muerto. ¿Y por cierto como logro salvarme y traerme aqui? ¿cuanto tiempo he estado inconsciente? se que estoy preguntando mucho pero intente ponerse en mi lugar, le pido desculpas si le estoy ofendiendo.

Jiao Ching se levantó con tranquilidad del tatami donde estaba sentado e hizo una leve reverencia hacia el elfo, al parecer el anciano no tenía la misma sensación de urgencia de Uldrich.

Mientras se desarrollaba la conversación la mujer de pelo largo no hizo nada por levantarse o girarse hacía Uldrich, lo único que hizo fue coger una taza de té lo que permitió ver a Uldrich unas manos finas y de dedos largos rematados por largas uñas pintadas de azul profundo.

Cita :
 

Usted señor Uldrich fue traido a mi casa después de ser recogido del callejón donde le asaltaron, respondió el anciano tranquilamente, evidentemente no tuvieron tiempo de rematarle.

Cita :

l

Esas dos preguntas son la misma pero formulada doblemente... así que le daré una sola respuesta si no le importa. No le remató porque la señora decidió que debía usted vivir.

Cita :
 

No lo se, la verdad es que Taslutta vive momentos... turbios... algo debe haber hecho un miembro de la realza de Evermeet para llamar tanto la antención en unas pocas horas. El anciano se encogió de hombros para demostrar que no sabía nada más.

Cita :
 

Ha estado inconsciente durante tres días, la señora es una mujer de... inagotables recursos...

Escuchaba atentamente sus respuestas, hasta que dijo: algo debe haber hecho un miembro de la realza de Evermeet para llamar tanto la antención en unas pocas horas. Como sabe el que soy de la realeza si el no estaba, a no ser que el asesino se lo contase...¿pero por que le tendria que contar nada? a no ser...empece a imaginarme que esa señora que aun ni se habia inmutado por mi presencia, tenia mucho que ver en todo aquello, pero ¿era ella la que habia enviado a los asesinos a por mi? o simplemente le pago lo suficiente para que no me rematase y ademas le conto que yo era principe de Evermeet, fura como fuese no podia dejar que me descubriese, aun era demasiado pronto. asi que deje al señor Jiao terminar de que me dieras respuestas, ya que me ayudo a saber que llevaba tres dias incosciente y que tal como sospechaba era ella la que decidio que no muriera. ¿pero porque? ¿que interes puede tener.. por que le importaba a una humana si vivia o moria?

Señor Jiao los asesinos que intentaron acabar con migo dijeron que les habian pagado por matarme, usted me dice que la señora decidio que viviera , ¿pero por que? soy un el elfo al que no conocen de nada, ademas ¿como sabe usted que soy de la realeza de Evermeet?

La sospecha que que habia algo raro en todo aquello cada vez se me hacia mas presente, y aquella señora, ¿tal vez era la misma señora que me digeron los asesinos que les habia pagado?

Estaba vivo pero empezaba a ver el la mansion como una jaula dorada.

Ching con una paciencia imperturbable dejó que Uldricha hablase, a pesar de la urgencia del tono del joven elfo, el anciano humano podría haber estado contemplando caer las ojas de un arbol en flor y poner el mismo rostro beatico.

Cita :
 

Eso mi querido invitado es algo que debe responderos la señora y solo si ella lo deseea. Jamás sería yo tan irreverente de hacer esas preguntas a quien te salva la vida.

Cita :
 

La sonrisa del anciano se ensanchó, su tono se volvió condescendiente, como el que se usa con los niños pequeños o los no muy dotados intelectualmente.

Eso querido invitado es muy fácil de responder, tu mismo lo has dicho, primero los has admitido tu tacitamente con tu pregunta, segundo por tus ropajes y tus armas y tercero porque en los tres días que has estado como huesped bajo mi techo bajo los tiernos cuidados de Ekra has delirado y contado todo tipo de cosas interesantes. Entre ellas tu noble ascendencia.

¿Alguna pregunta más o no te has cansado de faltarme al respeto con tu sarta de preguntas? -dijo sin cambiar en lo más mínimo su tono afable aunque sus ojos se habían vuelto dos finas rendijas.

Una brisa fresca se cruzó entre los melocotoneros en flor que había en el pequeño jardín privado, ambos hombres, un anciano y un elfo herido se miraron fijamente. La brisa movió levemente los ropajes del anciano pero se abstuvo de mover un solo pelo de la mujer que permanecía tranquilamente sentada sorbiendo silenciosamente el te humenate. Uldrich sabía que aquello se acercaba a un conflicto en que herido y desarmado tenía todas las de perder.

Un aura palpable de poder rodeó al anciano, no le hizo falta a Uldrich ninguna dote arcana para saber que Ching era un enemigo más que notable. Pequeños chispazos y destellos surgieron de sus manos para morir allí mismo. Sabe, siempre crei que los elfos eran más... civilizados. El anciano dio un paso hacia delante. Primero da muestras de impaciencia y luego de poco respeto por esta casa al entrar calzado a mis aposentos privados.

Decidiré yo, y solo yo cuando debe o puede abandonar esta casa pricipe Uldrich Ñgyon. Y QUIZÁ decida que deseo disfrutar de su compañía durante un periodo... Indefinido.

La mano la mujer, sin siquiera girarse hacía Uldrich levantó la mano indicando a Jiao que se detuviara, incluso con la tez amarillenta del oriental Uldrich advirtió que Ching palidecía visiblemente.

Ya basta Jiao. Dijo por primera vez la mujer aún de espaldas al elfo.

Pero...

Si Señora -asintió Jiao rapidamente con una leve inclinación de cabeza-

 Retirate.

Esa fue la única palabra que surgió de la mujer que se encontraba de espaldas. Jiao Ghing repitió la reverencia y desapareció por el lado de Uldrich como un susurro ni siquiera le dirigió una mirada de soslayo.

Cada vez lo tenia mas claro, mi presencia alli no era la de un invitado como queria hacerme creer el tal Jiao. Sabia que en aquellas condiciones poco podia hacer por huir y por si no fuera bastante el oriental cada vez parecia estar mas enfadado, apesar de que dio largas a todas mis preguntas, omitiendo de esta forma decirme la verdad de lo que me habia y me estaba pasando. No pretendo enfadarle, pero no quiere darme ningun tipo de informacion, a que viene tanto secretismo, por que me oculta la razon de salvarme la vida, esoty seguro de que no a sido un acto altruista o de generosidad. para colmo este humano oriental parece que se a descontrolado, estoy desarmado y herido sera mejor si me pega tratar de cubrirme.

De repente la señora que seguia inalterable y cuando ya me veia sangrando otra vez, la señora hablo por primera vez, haciendo que jiao parase en seco despues volvio hablar y le ordeno a Jiao que se marchara, el ovedecio sin mas hasta el rostro del homre parecia mas palido. a que vendra que el señor Jiao obedezca en su propia casa a esta mujer e incluso diria que parece tenerle miedo.

Mi perpejidad iba en aumento, no entendia nada y para colmo aquella extraña mujer la unica vez que se le escucha decir algo hasta el señor de la casa obedece, ¿pero por quien era esa mujer? y ¿que es lo que queria de mi?

 Jiao Ching desapareció como un espectro tras la puerta de papel de arroz sin que su delicado kimono de seda crujiese una sola vez. Mirando constantemente al suelo ni siquiera dirigió una sola mirada a las dos figuras que quedaban en la habitación.

La escena se prolongó por unos minutos con Uldrich sin saber bien que hacer y la mujer bebiendo una taza de té que parecía no dejar de humear en ningún momento. La voz de ella le sorprendió, tan calmada, tan controlada, tan... poderosa. Era la voz de una mujer acostumbrada a que no se le negase nada y se la obedeciese al instante. A pesar de ello el tono no era como las elfas de la corte con las que estaba acostumbrado a tratar, mujeres caprichosas y suaves que era su rango lo que les daba poder sobre los demás, no. La voz de aquella mujer era la de una mujer curtida que se sabía poderosa por si misma y que podía demostrarlo en cualquier momento.

Príncipe Ñgyon, ¿No es en su tierra una falta de educación darle la espalda a una dama?, acompáñame a tomar el té. Otra orden.

Uldrich rodeó lentamente la espalda de la mujer, observando la postura en la que se encontraba sentada en la esterilla de bambú la imitió. Al sentarse a su altura por fin pudo verle el rostro. Era el rostro de una mujer hermosa, el largo pelo negro azulado enmarcaba un rostro ovalado y fino de tez morena. A pesar de la belleza de sus facciones y sus enormes ojos negros había una dureza en su rostro y su mirada que la hacía realmente inquietante.

 ¿Dime principe Ñgyon, que le ha sucedido a mi alumno? ¿Que le ha sucedido a S'har?

Me quede de pie sin saber bien que hacer o que decir, no queria complicar mas mi situacion, parecia que todo el mundo esperaba la mas minima oportunidad y encontrar un motivo para atacarme. No estaba dispuesto asi, que no hice nada.

De repente la mujer hablo diciendome: Príncipe Ñgyon, ¿No es en su tierra una falta de educación darle la espalda a una dama?, acompáñame a tomar el té. En realidad era un tono calmado, parecido al que usaba mi mentor cuando era retado, pero este era algo diferente era seguro, y poderoso a la vez. pase despacio pos su lado fijandome en como estaba sentada y me sente de la misma forma.

Tenia una cara bonita, pero transmitia dureza, yo estaba un tanto inquieto, ¿a que venia todo aquello y quien era esa mujer? ademas por que el señor Jiao se mostro tan docil de repente en cuanto esa mujer se lo ordeno cuando ya se disponia a golpearme, y aun mas estando en su propia casa.

De repente la mujer volvio hablar: ¿Dime principe Ñgyon, que le ha sucedido a mi alumno? ¿Que le ha sucedido a S'har?.

Mi reaccion a tal pregunta fue de perplejidad total y absoluta, si antes no entendia nada ahora mucho menos.

¿Mi maestro es su alumno? ¿ como sabe que soy alumno de S'har? No entiendo nada. Esto es cada vez mas confuso.

La Señora se quedó mirandolo como aquel que estudia a un insecto detrás de un bote de cristal. El silencio se hizo eterno a medida que el elfo no se atrevía a decir nada y decenas de confusas preguntas azotaban su mente. La señora apuró la taza de té y harta de tanto silencio lo rompió.

Así es príncipe, dijo en tono pausado y tranquilo. Yo Fuí la maestra de S'har y su mentora en otras artes... Tú llevabas mi regalo y se que él nunca se separaría de Kwaden por propia voluntad. Así que te lo repito de nuevo y por última vez. Donde está Kaltran S'har. -Una serpiente habría tenido un tono más calido en su hablar.-