Partida Rol por web

Aunque fuese complicado encontrar algo interesante, Adrianne entró en la habitación. Buscaba cualquier cosa que pudiese aportarle pistas sobre lo que pretendía Gregor.

Poco habia en la habitación a parte de su baul, y algunas ropas tiradas sobre la mesa. No había pasado mucho tiempo en el lugar y se notaba. 

Adrianne intentó abrir el baúl. Esperaba encontrar cartas o misivas, o al menos que no estuviese cerrado.

Dentro del cofre, además de sus ropas, encontraste un joyero de plata envuelto en unas telas de seda y un buen fajo de misivas atadas entre si, así como una daga.

La muchacha desató el fajo, y comenzó a ojearlas por encima, buscando alguna misiva que fuese de Brody, o alguna mención a los Goldriver o a los Wildhorn. 

Ninguna de las cartas era de Brody, sino de mujeres... algunas firmaban con su nombre, otras no. Posiblemente la comunicación con Brody fuera mediante cuervos, y esos pequeños pedazos de pergamino no siempre suelen conservarse. 

Cartas de amantes... Tiene que haber algo interesante aquí. Pensaba Adrianne. La joven sigió buscando, en busca de algo que pudiese serle útil.

La hija de Lord Wynch*, una de las casa más fuertes en Pyke, le asegura el transporte de tropas de forma segura a Gregor en una de las misivas.

Lady Lynderly** le advierte de la marcha de un espia hacia sus tierras. 

Lady Moreland***, le informa de que al fin los dioses han agraciado su casa con descendencia y de que ha sido una niña.

El contenido de las otras cartas, es algo menos relevante.

Adrianne memorizó los datos, y dejó las misivas en su sitio. Tras eso, y revisando que todo estuviese mas o menos como lo encontró, salió de los aposentos de Gregor, volviendo a los suyos. 

El siguiente paso es revisar la correspondencia de Brody. Es posible que él si que guarde algo, ya que no parece tan acostumbrado a las conspiraciones como Gregor.

Todo transcurría tranquilo

- Mi señora, la cena está lista... - te informó

-Gracias Kate -dijo la muchacha. Adrianne bajó al salón, con un vestido menos rústico que el de la mañana. Era de color verde, con remates en dorado y encaje myriense. Era uno de los vestidos que mejor la sentaban. Llevaba el pelo suelto, con su larga melena rubia bien peinada, cayendo por su espalda.

CUando llegó ocupó su sitio en la mesa.

Brody ya estaba sentado a la mesa

- Me han informado que has escrito al norte, ¿con que motivo?

-Buenas noches a ti tambien, Bordy -replicó Adrianne con cortesía demasiado falsa. Volviendo a un tono conciliador, añadió: -He escrito porque mi tío Kevan me ha pedido en su misiva que le escribiese todo lo que pudiese. Están ansiosos de tener noticias de mi, se ve que me echan de menos -sonrió.

- Ten cuidado con lo que haces Adrianne, no sería la primera vez que te equivocas - haciendo referencia posiblemente a la playa

-Oh Brody, vuestra preocupación me conmueve -Adrianne empezaba a cansarse del castellano. -No os preocupeis, no he escrito nada comprometido. Tan solo he informado al tío Kevan de que he llegado bien, y de que se me ha tratado perfectamente. Seguro que solo tiene elogios para vos cuando regrese a Puntaoro. 

Se detuvo un momento antes de continuar, cambiando su rostro para expresar preocupación: -¿O acaso debo añadirle algo mas a mi buen tío?

- No más de lo que debería añadirle yo, a no ser que haya olvidado mencionarle algún insignificante detalle 

Te miró duro