Partida Rol por web

A pesar de la relativamente reciente incorporación de Uther a la corte de los Ravenwood, el mayordomo -pues es el que controla las finanzas de la Casa- se ve perfectamente integrado en ella, vistiendo ropas de consejero de gran calidad y recuperando a toda prisa el acento y ademanes norteños tanto tiempo olvidados. Al fin y al cabo es de un lugar no muy lejano de aquí.

En cualquier caso el Sr. Crowson está bien despierto y algo tenso, casi a la defensiva. No luce ningún arma, pero tampoco es un guerrero. En el momento en que entra Marcus se lo encuentra encarado al líder de la casa pero mirando hacia Danae, probablemente a causa de una intervención en la conversación de la joven dama.

-Bienvenido, Marcus, vuestra llegada no podría ser más oportuna... -comienzo a decir mientras hago una pequeña reverencia y alzo la vista hacia Lord Héctor en busca de su beneplácito para introducir el problema que nos ocupa o bien dejar que sea él quien lo haga.

-Hermano tu como siempre de caza, Lord Mawle y todos sus ejércitos a nuestras puertas y tu por ahí holgazaneando. Dice con tono de reproche.

Asiente levemente a Uther, lo que acompañado de un gesto de mano le invita a exponer lo ocurrido. 

-Lord Mawle ha venido con sus ejércitos, recordemos, la mayor y mejor caballería cercana a la frontera sur, y pide aprovisionarse. Él está aquí, en el castillo, lo que es indicativo de buena voluntad... Pero parece que coincidimos en tomar una buena ristra de medidas cautelares, como lo que yo había dicho de dotar a Lord Mawle de una guardia de honor que no se despegue un momento de su lado, o poner nuestros ejércitos en guardia. Me preocupa lo que le pudiera pasar al pueblo si las cosas se torcieran, y ahora que estás aquí para hacerte cargo de las guerrillas, creo que podríamos aguantar un tiempo antes de que llegaran refuerzos de otras casas, pero en cualquier caso todavía no conocemos las intenciones de James Mawle y eso deberíamos solucionarlo cuanto antes. Me ofrezco a agasajarlo y tratar de ganarme su afecto y confianza, si queréis, a la vez que negocio el precio del aprovisionamiento... -sugiero en voz alta a todos.

Guerrillas? enserio era necesario llegar a tanto Me giro hacia mi padre para confirmar las ordenes dadas

-Yo me encargare de la guerrilla si es vuestro deseo padre

- Solo si las negociaciones de Uther se tuercen...

No parecia que fuera su deseo entrar en guerra

Danae se encontraba sentada en uno de los sillones del salon, pareciendo leer un libro bastante grueso, habiendo acabado de hacer un comentario. Sus ojos se desvían hacia Marcus, asintiendo levemente en forma de saludo, de nuevo, prestando atención al consejero, realmente teníamos suerte de tenerlo con nosotros.

Yo asentía a lo que escuchaba, ya no prestaba atención al libro, sino  a los hombres, lo que se estaba hablando ahí era de suma importancia a la vez que preocupante, por ello intentaba no expresar ese aspecto en mi rostro.

La idea de otorgar una guardia de honor era buena, pero me preguntaba si era suficiente que nuestros ejercitos se mantuviesen alerta por si el de Mawle tramaban atacarnos.

¿Tan precipitado era avisar a los aliados?...

Mirando a Uther y a Marcus se dirigió con palabras de molestia.

-¿Soy el único que cree que una guerra en estas condiciones seria un total suicidio? ¿Os dais cuenta que tiene a todos sus ejércitos a las puertas de nuestros dominios preparados y armados hasta los dientes y que nosotros no tenemos nada preparado? Por favor pensad con la cabeza antes que con el puño, vamos a ver que tiene que contarnos y que quiere pedir y esperemos que se vaya con viento fresco.

Tras la reprimenda resoplo fuerte y espero las reacciones de los demás en la sala. 

-Lamento deciros, Tyrion, que con esa actitud sí nos ganaríamos una guerra. Las negociaciones SIEMPRE deben comenzarse desde un punto de superioridad, para ir concediendo hasta que se llega a un punto medio que te sea todo lo favorable posible. No puedes comenzar una negociación lamentándote o mostrando debilidades. Cuando comience a hablar con ese señor tengo que CREER que una guerra, aún en las condiciones que mencionáis, como mínimo causaría graves daños a su ejército y convertiría la guerra en algo poco rentable, poco atractiva. Pero mejor comenzar diciéndole que nos sentimos honrados con su presencia y que nos gustaría saber a qué se debe su movilización, pues tenemos las tropas dispuestas y tal vez pudiéramos participar, si la guerra es justa, en la contienda y ganar así gloria y botín para la casa... ¿Qué os parece? Así, sin desprecio o acusación alguna le dejaríamos ver que tenemos tropas preparadas y que estamos dispuestos a la guerra, pero nos mostramos solícitos y no sólo no nos negamos a que pasen por nuestro territorio, sino que estamos interesados en hacer negocio - digo cual negociador experto en temas de guerra, lo que, pese a todo, *todavía* no soy .

Miro a mis camaradas con indignacion, enserio piensan arrastrarse como perros ante ellos? eso no es propio de nuestra casa eso no es propio de ninguna casa del norte

-No creo que sea necesario alarmarse tanto, si es cierto su ejercito es muy superior al nuestro, pero y que? tardarian semanas en tomar pueblo a pueblo el reino, nuestros aldeanos son duros son hombres del norte y conocen el terreno. y en cuanto caiga la primera nevada y los caminos sean obstruidos que pasara con sus jinetes? apenas podrian moverse seria todo nuestros 

Percibí que lo que dijese una dama en cuanto a una posible guerra no valía demasiado, tampoco me sorprendía, pero comenzaba a ponerme de los nervios tanta discusión, no se iban a poner de acuerdo nunca. Unos pedían calma y arrastrarnos ante Mawle y otros comenzar con los preparativos por si osaban atacarnos, donde yo también entraba. 

Miré a Marcus pensando que era probable que se adelantarían a la primera nevada.

Cerré el libro, era inútil aparentar tranquilidad y despreocupación, no les influía para que se calmasen, así que me levanté, mirándolos y cruzándome de brazos, esperando que diesen con una solución, y pudiendo ver lo que opinaba Hector, se conocía que Uther llevaría a cabo sus ideas.

-Marcus, con todo el respeto, creo que sobrevaloráis a vuestras tropas e infravaloráis a las de Lord Mawle, especialmente teniendo en cuenta que la cualidad de norteño se puede aplicar a ambas. Y no sólo eso, también infravaloráis el poder de las palabras. Creedme cuando os digo que la voluntad de un hombre se puede quebrar con las sugerencias adecuadas. ¿Para qué ir a la guerra si podemos ahuyentar al lobo sólo con algo de ruido? ¿Quieres llevar tú las negociaciones? Así al menos tendríamos una certeza... Aunque tengo que daros la razón en un punto, sus jinetes de poco valdrían ante las murallas del castillo o en la profundidad de los bosques -concedo finalmente al valeroso guerrero.

-No busco la guerra, jamas derramaria la sangre de mi pueblo sin motivo solo opino que no debemos dejar amedentrar y dejarnos oprimir solo porque tenga un ejercito a nuestras puertas al fin y al cabo no tiene ningun motivo de interes para atacarnos solo diezmaria sus tropas

-Tranquilizaos nadie duda de vuestra valía y coraje, si fuera necesario yo mismo saldría  a pelear. Pero en estos momentos estáis suponiendo cosas a azar que probablemente si Lord Mawle se enterase no le agradarían. Dejemos que nuestro padre y el lleguen a un acuerdo y si llegado el momento es necesario luchar lo haremos con honor, pero mientras no dejemos que el orgullo nuble nuestra mente. 

Me voy calmando poco a poco a sido demasiada informacion a la vez suspiro y giro la cabeza hacia mi hermano con una sonrisa acabo diciendo.

-Sigo viendote raro con armadura jajaja

-Tranquilo solo me la he puesto para ir a ver a Lord Mawle, no me verás mucho mas con ella. Digo con voz calmada y pausada. 

- Uther por favor... ocupate de nuestro invitado... - cediendole las tareas diplomáticas

Mira a sus hijos

- Vosotros haced una valoración sobre las tropas... 

Tan solo debíamos esperar que Uther sea tan bueno con su don de la palabra con Mawle como con nosotros.

Observe como ambos hombres se tranquilizaban bromeando sobre la armadura. Mis ojos escudriñaron a Tyrion de arriba abajo, si, realmente estaba raro con ella, pero no dije nada.

Hector comenzó a ordenar que nuestro consejero marchara a ocuparse de Mawle. Quizá estábamos hablando demasiado pronto, pero hasta él debía admitir que todo aquello era extraño.

- Que os vaya bien, Señor Uther, confiamos en vuestra palabra. - Dije ofreciendole una leve sonrisa.

Vamos Marcus, salgamos con los caballos y que nos acompañen mi guardia personal. Dije mientras me daba la vuelta y me dirigía hasta la salida de la habitación. 

-Lord Héctor, señores, señorita... -digo mientras hago una respetuosa aunque corta reverencia y me dirijo en busca del "invitado" para comenzar las negociaciones.