Partida Rol por web

The Last Blade 2

Capítulo IV: Se avecina tormenta

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09/01/2018, 13:07
Director

23 de enero de 1866
Posada de Minakuchi, provincia de Omi, Japón

La mañana fue fría, aunque no tanto como la anterior, pero había nevado. Los tejados del pueblo de Minakuchi estaban cubiertos por una capa blanca y suave, sin manchas ni huellas. Era temprano y sólo se escuchaban los trinos de los pájaros en los árboles cercanos.

En el exterior de la posada, los viajeros con más prisa se preparaban para iniciar la jornada. Tres de ellos, un gigantón de pelo corto y oscuro, una mujer de melena rubia y una jovencita con coleta y un gracioso mechón rebelde, eran de los que más prisa tenían. Juzoh, Yuki y Akari ayudaban a cargar un carro a los transportistas que estaban a punto de partir al este. Cuanto antes estuvieran listos, antes saldrían y sería mucho mejor para todos.

Un poco más lejos, la Tokaido estaba casi por completo silenciosa. Sólo una patrulla de soldados ocasional la recorría. Y todavía no había ni rastro del maestro Okina...

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09/01/2018, 13:28
Director

23 de enero de 1866
Cerca de Minakuchi, provincia de Omi, Japón

La mañana fue fría, aunque a Zantetsu y Kaede les alegró su llegada. Eran guerreros y estaban habituados a la vida dura y las inclemencias del tiempo, pero apenas habían descansado en todo el día anterior, y la cabalgata de aquella noche les había dejado al límite de sus fuerzas. El hecho de que se hubiera puesto a nevar poco antes del alba tampoco había ayudado... pero la capa de nieve no era gruesa y aún podían avanzar con cierta ligereza, ya que la Tokaido estaba húmeda y los caballos no se resbalaban. Pero también estaban ya cansados. No cabía duda de que estaba siendo un viaje duro y agotador.

Pero al menos habían alcanzado Minakuchi. Al pasar por Ishibe se habían dado cuenta de que la estación de descanso estaba cerrada por reparaciones, así que sus compañeros no habían podido detenerse allí. Era una suerte, puesto que ello dejaba claro que tenían que haber continuado hasta el siguiente pueblo, así que se habían dirigido hacia allí sin perder tiempo. Gracias a los caballos, acababan de llegar poco después del amanecer. Si Yuki, Akari y Juzoh habían seguido camino, no podía hacer mucho tiempo que se habían puesto en marcha. Y con un poco de suerte continuarían aún en la posada... siempre y cuando estuvieran en lo cierto sobre que habían pasado la noche allí, claro.

Zantetsu y Kaede cruzaron un pequeño sendero que se abría paso atravesando un gran bosque de bambú, y pudieron ver los tejados blancos del pueblo. Había poco movimiento aún entre las casas nevadas, pero algunos viajeros ya se estaban preparando para reanudar sus respectivos caminos.

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09/01/2018, 13:47
Akari

Se pasa una mano por la frente tras dejar uno de los paquetes en la parte de atrás del carro. Mira hacia el cielo y se siente intranquila. Algo en el ambiente hace que no se sienta del todo cómoda. No parece un buen día para emprender el viaje, pero no pueden detenerse.

-Creo que hoy deberíamos estar más atentos de lo normal. Tengo un mal presentimiento.

O quizá sea que la noche anterior usó una gran cantidad de su poder espiritual y eso hace que se sienta más insegura. Pero lo cierto es que algo en todo eso no parece estar bien.

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09/01/2018, 13:53
Juzoh

Juzoh llevaba toda la mañana rezongando y gruñendo. Había dormido poco, y cuando le pasaba eso solía estar todo el día siguiente de mal humor. Miró con fastidio la nieve del camino.

- Yo también tengo un mal presentimiento -gruñó-. Presiento que se me van a congelar los pies. ¿Por qué tiene que ponerse a nevar justamente hoy?

Cogió un fardo muy pesado, que levantó como si fuera un saquito de té, y miró el camino.

- Y el maestro Genbu sin aparecer. ¿No sería mejor esperarle? Aunque es muy raro que no haya venido en toda la noche... como haya pasado de largo vamos a tener problemas para encontrarnos.

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09/01/2018, 14:16
Yuki

–Sea lo que sea no se va a poder evitar, solo superarlo– respondió Yuki, sin darle apararentemente la menor importancia. Se sentía profundamente inquieta, pero en los últimos días aquello no era nada nuevo. Cada instante pensaba que un nuevo problema o preocupación le haría explotar, pero la preocupación llegaba y solo se acumulaba. Pese a todo, no conseguía librarse de esa sensación. Y no era nada que, en realidad, pudiese ocultar con facilidad. La habitualmente calmada Yuki no dejaba de dar vueltas al colgante que llevaba encima o de juguetear con el pelo que, desde que usase su cinta como cuerda para apresar a aquellos poseidos, ahora estaba suelto.– Yo le esperaría, pero insistió en que teníamos que seguir. 

Yuki se giró y buscó a la causante de todo aquello con la mirada. Aquella extraña y perturbadora lechuza que no se apartba de sus pensamientos. Las cosas no siempre eran lo que parecían, y la lechuza no era una excepción.

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09/01/2018, 14:25
Akari

Resopla con las quejas de Juzoh.

-Deja de quejarte, no conseguirás nada. Además, hoy no tendrás que caminar que vamos en carro... ¿no era lo que querías?

A ella también le chirría un poco lo de Okina, pero no pueden hacer nada al respecto. Aun tienen una misión de vital importancia y no pueden quedarse atrás. Además, el maestro es perfectamente capaz de enfrentarse a cualquier inconveniente que pueda encontrarse en su camino.

-Estoy segura que el maestro se dirige hacia el mismo lugar. Y nosotros no podemos esperar aquí. Tenemos que llegar a Edo - no dice nada sobre el Monte Fuji - para la fecha señalada. No podemos retrasarnos. Recuerda que la vida de nuestra hermana está en juego. Debemos encontrar esas medicinas para ella.

No es tan tonta como para contar su objetivo delante de extraños.

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09/01/2018, 14:36
Reiko

Reiko se acercó a ellos con una sonrisa y se dirigió a Juzoh para intentar animarle.

- Vuestra hermana tiene razón, hoy podréis viajar sin dar un paso si así lo queréis -dijo indicando el carro-. Además, si seguimos así podremos partir enseguida. Nunca había visto un hombre que pudiera cargar con tanta rapidez...

Después de decir aquello, fue hacia Yuki dejando pequeñas huellas en la nieve.

- Parecéis preocupada -dijo con inquietud-. ¿Teméis que nos ataquen por lo de ayer, o es otra cosa la que os perturba...?

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09/01/2018, 14:41
Yuki

Ni rastro...Oh...

Yuki estaba convencida de que estaba ocultando muy bien sus inquietudes pero la realidad parecía ser otra. La muchacha se había despistado buscando con la mirada al ave, y de pronto se encontró sin saber muy bien que decir. Detestaba mentir, aunque fuese por proteger a otros como era el caso. Odiaba que dos de sus códigos chocasen. Le hacía sentirse mal.

–No... no es nada. Bueno sí, estoy muy preocupada por nuestro viaje. Espero que lleguemos a tiempo– se excusó. Al menos aquello no era mentira. Luego señaló al cielo– Estaba mirando las nubes, e intentando ver si algún pájaro volaba para ver si habrá o no temporal.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro por percibir, y para ahorrarnos tiempo... Yuki va a estar buscando la ***%/&% lechuza sin parar, así que tira cuando consideres xD. Puede atacarnos Putin montado en oso capitaneando un ejército de tigres blancos que va a estar con un ojo buscando a la lechuza. ¡¡LECHUZA!!

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09/01/2018, 23:51
Akari

-No parece que vaya a nevar de momento y tampoco hace tanto frío como ayer. Pero cuanto antes salgamos, antes llegaremos a nuestra siguiente parada.

Continúa colocando la carga en el carro para ordenar el lugar.

-Sin duda, no viajáis ligeros. Lleváis muchas cosas.

Notas de juego

Se ha obsesionado con la lechuza... XD

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10/01/2018, 13:01
Zantetsu

- Rápido, joven amigo. Si nos damos prisa igual les hemos cogido sin partir aun. Si bien es cierto que nos vendría bien algo de descanso, podemos reponernos mientras nos cuentan qué aconteceres les han sucedido. Y entraremos en calor. 

Su viejo cuerpo no estaba acostumbrado ya a estos trotes. El frío le calaba dentro y la humedad no hacía sino empeorar las cosas. Caminando lentamente con ese aspecto viejo que le daba el estar fuera de situación de combate, Zantetsu avanzó rápidamente hacia la posada. 

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11/01/2018, 19:08
Director

La posada de Minakuchi era de las grandes, e incluso se podía ver desde lejos que tenía uno de aquellos recintos para tomar baños naturales. Algunos de los viajeros que transitaban por la Tokaido estaban ya saliendo del edificio para reanudar sus respectivos caminos, y mientras se acercaban pudieron escuchar cómo el pueblo iba cobrando vida bajo la nieve.

Entonces los vieron. Si tenían alguna duda sobre si sería difícil encontrar a sus compañeros, se disipó en cuanto distinguieron la familiar melena rubia de Yuki y la imponente figura de Juzoh. Estaban frente a la entrada de la posada ayudando a cargar un carromato a un hombre grueso y una mujer menuda y delgada, pero no les cupo la menor duda de que eran ellos. Un poco más lejos, Akari se aseguraba de que su hermano no holgazanease, sermoneándole como a menudo solía hacer. Les habían encontrado al fin.

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11/01/2018, 19:13
Director

Por más que Yuki escrutaba el cielo y los árboles, lo único que podía ver eran pajarillos normales y ramas nevadas. No había rastro alguno de la lechuza que les había seguido durante todo el día anterior... aunque pocos animales eran más diestros camuflándose que las aves invernales. En cualquier caso, no parecía que estuviera cerca...

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11/01/2018, 19:15
Kuro

Kuro, el hombre grande y rollizo, asintió para mostrar su acuerdo a lo dicho por Akari.

- Llevamos todo lo que podemos -dijo-. Hay carros más grandes, pero el nuestro es un transporte veloz. No solemos llevar mucha mercancía en peso, pero nos pagan bien por la rapidez del reparto. Habrá sitio atrás si un par de vosotros queréis acomodaros para ir más descansados.

A Juzoh se le iluminó el rostro al escuchar aquello. Kuro estaba terminando de dar de comer a sus cuatro caballos de tiro, y por un momento al mirar el carro, a Yuki le sobrevinieron recuerdos desagradables. Recuerdos de un carro destrozado en el camino, y un cuerpo calcinado hasta los huesos. Lo que los espíritus de más allá de la Puerta podían hacer era realmente terrible...

- Bien, será mejor que comprobéis que no os dejáis nada -anunció el transportista-. Esto ya casi está. Reiko, sube delante y coge las riendas por si estos chicos se impacientan...

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11/01/2018, 19:21
Reiko

La esposa del transportista subió a la parte delantera del carro con la pericia del que ha hecho algo innumerables veces, y retuvo las riendas con firmeza. Sonrió a Yuki y Akari.

- Estaremos listos en cuanto vosotros lo estéis.

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11/01/2018, 19:53
Akari

Se baja del carro y se acerca a su petate. Lo abre y comprueba que todo esté en su interior. Con un carro tirado por cuatro caballos, llegarán a su destino bastante rápido. Le sabe mal por Okina, pero es más importante llegar al Monte Fuji. Comprueba que tiene con ella su bastón de Onmyôji.

-Yo creo que lo tengo todo. Estoy lista para partir. 

Mantiene el bastón con ella y deja el petate en el carro. Se acerca a Reiko.

-Reiko-san, pareces habituada a esto. ¿Cuánto tiempo llevas haciéndolo?

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12/01/2018, 02:12
Yuki

Yuki estaba tan meditativa que apenas comprobó su equipaje, más que de forma  superficial. Las imágenes se sucedían sin parar y sin compasión, pero no tardó en alejarlas, mientras acariciaba la testuz de uno de los caballos. Ya iba a subirse al carro cuando de pronto se dio cuenta de que sí podían hacer algo por Okina. Aunque barajaba únicamente las opciones de que le hubiese ocurrido algo o que estuviese esperándoles más adelante en el camino, no podía tampoco descartar que se hubiese retrasado. Y en ese caso...

–Esperad un momento. Será un minuto– dijo de pronto, momentos antes de pararse y negar con la cabeza.– No, nada. Todo bien. Sigamos adelante.

Por un momento se había planteado dejar una nota al maestro donde dijese simplemente que seguían el camino, pero si Okina preguntaba por ellos y sabría que continuaban el camino. Aquello solo podía servir de rastro para indeseables...o levantar sospechas. Ya habían llamado mucho la atención. Yuki se acercó al carro y, tras un par de intentos, consiguió hacerse una coleta utilizando su propio pelo como nudo para evitar que le cayese sobre la cara. Aunque más descansada, intuía que iba a ser una jornada muy larga. Entonces, algo pareció frenarla de nuevo antes de subir al carro.

–Disculpe, Kuro sama ¿No será mucho peso subirnos todos?– preguntó de pronto dándose cuenta de lo que significaba "un par"

Notas de juego

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12/01/2018, 13:27
- Narrador -

Kuro y Reiko estaban a punto de responder a Yuki, pero al volverse para hacerlo fijaron la vista en algo que había detrás de ellas y se quedaron en silencio. El transportista incluso frunció un poco el ceño, alarmado.

Cuando Akari, Juzoh y Yuki se volvieron, pudieron ver a dos hombres que se acercaban directamente a ellos, montando en dos caballos. Uno era joven de pelo moreno y llevaba una katana al cinto, el otro era un anciano vestido con ropas verdes y un kasa ancho sobre la cabeza. Los reconocieron al instante, eran Kaede y Zantetsu.

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12/01/2018, 13:31
Kuro

Kuro se bajó del carro de un salto y se adelantó hasta colocarse junto a Yuki y Akari. No parecía fiarse de aquellos dos recién llegados que avanzaban con decisión hacia ellos.

- ¿Queréis algo? -preguntó el rollizo transportista, con un tono no demasiado amigable.

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12/01/2018, 13:40
Yuki

–¡¡Kaede!!

El rostro de la guerrera se iluminó por primera vez en mucho tiempo. Una de sus preocupaciones había desaparecido...aunque bien es verdad que volvía sin Moriya, y sin Shigen. ¿Habrían encontrado a Kagami? ¿Qué habría ocurrido? ¿Dónde habría encontrado a Zantetsu?

–¡Hermano! – ajena a la sorpresa de Reiko y Kuro, Yuki se acercó a su hermano y le abrazó. Tenía tantas cosas que preguntar que casi no sabía por donde empezar. –¿Qué haces aquí?

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12/01/2018, 17:00
Kaede

El viaje había sido duro pero sin dudas había dado sus frutos, al llegar a la ciudad y notar que esta recién comenzaba a moverse la esperanza de alcanzar a los demás me inundó por completo, sobretodo en el momento en el que vi la rubia melena de Yuki.

El hombre rollizo se adelantó y su tono no fue nada amigable, seguramente había sido abordado por ladrones alguna vez en su vida, pero decidí ignorarlo y tras bajar del caballo correspondí el abrazo de mi hermana.

-Me alegro de verte- dije sonriendo aunque se me notaba cansado - han ocurrido algunas cosas en el viaje y necesitamos ponernos al día-