Partida Rol por web

Cáledan sintió una repentina sensación de libertad, tras la agonía que sufría debida a su parálisis, y exclamó:

-¡Al fin! - decía mientas se estiraba, y luego dirigiéndose al necrófago y pateándola con rabia le dijo - condenada ... criatura ... del demonio ... - continuaba alternado pata y frase - más te vale estar bien muerto ya, porque como te levantes vas a ser el primer no muerto en conocer el dolor, hijo de puta - el explorador parecía un poco ido, y bastante cabreado; se le veía con una expresión sádica que no pasó desapercibida a sus compañeros. 

Luego un poco más calmado y tras haber liberado algo de tensión acumulada vio el penoso estado del viejo guerrero y se sintió mal por no haber ido a ayudarlo en primer lugar y luego tomarse su venganza. Afortunadamente parecía que el mago lo tenía todo bajo control y se acercó a ver si necesitaban más ayuda; sus conocimientos para la curación eran escasos, por no decir inexistentes, pero tras muchos años como mercenario algo había aprendido.

-¿Estás bien Svein? Creo que ha perdido mucha sangre, necesitará mucho líquido para reponerla - dijo mientras acercaba su cantimplora a los labios del guerrero - ésta inconsciente - dijo comentando lo obvio y mirando al paladín de forma suplicante le dijo - ¿puedes hacer algo Erik? necesitamos de tus dotes sanitarias. Dijo en última instancia sin hacer mucho caso a sus propias heridas, ya se las arreglaría como pueda más tarde, aunque esperaba que no tuviera nada roto.

Hay huellas de una carreta algo hundida que atraveso los arbustos a gran velocidad, llevandose parte del mismo por delante, las huellas se adentran en la arboleda. Ves sangre en el suelo y restos de haber arrastrado algo hacía el otro lado del camino, dejando gotas de sangre en el suelo.

Apenas termina de hablar el explorador se queda rígido y paralizado. No se mueve y no responde.

Cáledan? Algo está pasando. Erik, sabes si nos acecha algún mal en nuestro alrededor?

Vale... Tranquilo, Sir Erik, creo que ya se por que nuestro querido explorador esta como está. Le intento coger en hombros, pero al ver que no puedo, le arrastro lejos del necrófago y le hecho agua por encima
No vuelvas a pegar al necrófago con tu cuerpo, recuerda que ese tipo de muerto viviente paraliza. Jajajaj
Le digo a Cáledan, mientras rio un poco entre dientes, me parece un poco ridicula la situación, en fin, para la siguiente, ya sabemos.

El explorador volvió en sí tras otras de esas angustiosas parálisis, "Como esto tenga algún efecto secundario voy a lamentarlo mucho", pensó. Luego con el rostro aún más marcado por la ira cogió una de las grandes piedras del camino y la dejó caer con fuerza sobre la cabeza del necrofago que se aplastó y dispersó sus sesos por el camino, y le dijo visiblemente enfadado:

-¡Paralízame ahora si tienes cojones! cabronazo - y se dispuso a pegarle otra patada pero se lo pensó mejor y simplemente escupió al cuerpo.

Luego vio las sonrisas de sus compañeros y se sintió un poco estúpido, "Bueno, la verdad es que la situación ha debido de ser bastante graciosa" y cambiando su expresión a una más jovial rió con sus amigos diciendo:

-Jajajaja, a menudo imbécil habéis nombrado líder jajaja, bueno, al menos no se puede decir que no mantenga el buen ánimo de la tropa jaja, seguramente se habrá reído hasta Sköll - dijo con ironía e intentando quitarle hierro al asunto.

Luego se acercó a la zona donde estaba el mercader medio devorado, le segó la cabeza de una tajo rápido por si se convertía en necrófago también y se puso a mirar a su alrededor a ver si había algo de interés. Mientras, con un palo se ponía a darle vueltas a las ropas del muerto; no volvería a tocar a un cadáver mientras se acordara de su agonía anterior.

Sigo las huellas de la carreta, observando de vez en cuando a mi alrededor, atento a cualquier ruido. Siguiendo las marcas de sangre, que iluminan mi mundo de grises.

Estoy seguro que escuché a otros dos, y por las huellas de ruedas, alguien se topó con ellos e intento huir. Sólo espero que tuvieran suerte y lograran escapar. No creo que nadie haya sobrevivido en el poblado, y vamos a necesitar respuestas.

Erik sentía que su vida pendía de un hilo mientras aquella aberración se dirigía a matarlo, pero el ataque del Barbaro logró salvar la vida del paladín. Mientras concentraba sus sentidos para percibir el mal, escucho las suplicas de sus camaradas para salvar la vida del guerrero delirante, y eso impidió concentrarse dado que la ayuda está primero. Cuando quiso realizar su imposición de manos, observó que el mago curó las heridas del guerrero con gran maestría. Eso tranquilizó al paladín, una vida salvada por el mago ya era una victima perdonada. Suspiro un segundo y tomo aliento, recitó una pequeña plegaria y luego se dirigió a Baern "Hechicero, quédate junto con Svein. Sin tus conjuros serás solo una molestia en la lucha." Luego siguió por Cáledan: "Ten más respeto con un necrofago, después de todo es victima de la corrupción" Cuando estaba por decir algo al Barbaro este se encontraba tan dispuesto para el combate que Erik solo puedo comentar: "Y Tú!... tú sigue asi."  Observo a sus dos compañeros de combate: "Sigamos adelante, he visto más movimiento extraños antes del ataque del necrófago" Comenzó a concentrarse para detectar una vez más el mal.     

Sientes mal pero muy lejano, casi a una hora de camino. No hay ningún mal cerca.

Lleva un par de bolsas con unas 500 monedas de oro, una pequeña daga ornamental y un figura de ajedrez de marfil y plata (3 mp) la figura es un peón.

Tras unos metros, mas o menos 60m, encuentras un carromato cargado de mercancias y lleva aparejado un poni gordo y manso que pace tranquilamente. Hay muescas de arañazos y sangre en el pescante del carro.

Cáledan sonrió cuando vio la pequeña fortuna que había encontrado, y exclamó alegremente a sus compañeros:

-¡Eeeh! Mirad, al fin la fortuna nos sonrie - decía mientras hacía un pequeño malabarismo con la mano en la que tenía una pequeña bolsa perteneciente al mercader, de forma que sus compañeros pudieran verla - también tenía esta pieza de ajedrez de marfil y tres monedas de plata - dijo para que los demás notaran que no se había quedado nada para sí. Ya empezamos a sacarle partido al derecho de saqueo - dijo contento mientras repartía el botín entre sus compañeros (eran 500 monedas de oro, 100 para cada uno) - si no os importa yo me quedaré con el peón y la plata hasta que encontremos algún lugar donde venderlo y poder repartirlo más equitativamente.

Luego se dirigió a Blür y le dijo:

-Bueno señor bárbaro, creo que si no veis ningún peligro por allí deberíamos ponernos en marcha hacia el pueblo y comprobar si su estado es tan deplorable como parece o si aún queda algo por salvar. Amarremos a Svein a su silla hasta que despierte. Comentó mientras intentaba levantar al pesado nórdico, pero sus heridas con el no muerto le pasaron factura y esbozando una profunda mueca de dolor, dijo:

-¿Podéis ayudarme? Creo que el necrófago me ha dejado más maltrecho de lo que pensaba - decía con un intento de sonrisa, pero que seguía mostrando el dolor que lo atenzaba.

Espera, Cáledan, podría ver esa pieza de marfil y la plata? Creo que me suena de haber leído algo sobre ellas, pero quiero asegurarme

-Sin problemas, guárdala tú si crees que es algo mágico, yo ya he tenido suficientes maleficios por hoy jajaja - dijo riéndose.

Después de comprobar que no hay nada por los alrededores, mas con el oído que con la vista, la noche era cerrada y no portaba luz que me ayudara. Me acerco con calma al poni, dirigiendole unos sonidos tranquilizadores y lo acaricio ligeramente hasta hacerme con las riendas.

Subo y compruebo el carro, echando un rápido vistazo para hacerme una idea del contenido que trasporta. Y despacio me dirijo al grupo.

* En caso de no encontrarme con ningún inconveniente por el camino, esto es lo que hago:

Bien chicos, el resto de esas criaturas han debido huir, al comprobar que les superábamos en número. Que tal se encuentra Svein? si no puede montar podríamos llevarlo en el carro.

La carreta está cargada de mercancías, bienes, armas y armaduras. Has oido a Caledan nombrarte en voz alta pero no sabes que ha dicho.

No estás seguro si es un medio de identificación entre sociedades secretas, una señal de una secta de adoradores de Orcus o la firma de una banda de ladrones afincada en la región de Cirinea.