Partida Rol por web

Vamos acabar con ellos!!!

Las palabras de Elenya transformaron a Arthur en un remolino de golpes, en una furia de la naturaleza se abalanzó contra los monjes.

Su primer espadazo sajó a su enemigo por el vientre, haciendo que todas las entrañas cayeran al suelo como un surtidor rojo. El guerrero las pisó mientras empujaba al monje hacia atrás. - ¡Cuidado, que se te cae!. ¡No te preocupes, que te las piso para que no se escapen! - rió con una mueca macabra a la vez que apretaba haciendo puré contra el suelo.

El amigo del monje, horrizado trató de llegar hasta el guerrero... pero se encontró con la el hacha de Arthur entre ceja y ceja.

- No debería gustarme tanto matar gente. Pero con vosotros no lo puedo evitar.

Alek estaba realmente intrigado por aquel arma. Deberían de estudiarlo antes de hacer nada. Sin embargo, el hecho de que fuera estuvieran a punto de entrar como una estampida le hizo apremiarse. Lanzó un nuevo ataque con la lanza mientras gritaba:

- Que alguien asegure la puerta. Si no, nos vamos a ver en verdaderos problemas.

- ¡Lo que tu llamas problemas yo lo llamo diversión!

- Bueno, pues sal ahi fuera y diviertete mientras el resto intentamos ganar algo de tiempo aqui dentro.

- Vosotros coged el arma y lo que sea, yo os cubro si vienen. El deber antes que la diversión...

Ese golpe me ha dolido en todo el cuerpo, no mucho, pero si lo suficiente. MIro esa guadaña frente a mi, vale ahora hay que cogerl de una manera u otra con cuidado para que no pase nada.

¿Que recuerdo que me dijeran de algo parecido cuando estaba estudiando con mi madre?

Vuestros certeros golpes terminan con la poca resistencia que dan los moribundos monjes, ahora estáis solos frente al arma que sigue flotando, en tanto que Alyanna reconoce la convocación que ha sido llevada en la zona, algo muy malo está viniendo hacía aqui y la luz verde y los truenos solo son las pequeñas llamadas de atención ante la inundación de mal que arrasara el lugar.

En tanto en la entrada, como si fuera el vomito del infierno, decenas de aulladores saltan sobre vosotros como si fuera una tromba que nunca se detuviera. Evadne ya no sabe a donde disparar, pues hay demasiados, Arthur en tanto no es tan contemplativo y empieza a matar con su hacha, pero como siga asi sera superado por el numero y arrollado.

Date prisa Alyanna. No aguantaremos mucho más. la respiración de la pelirroja empezaba a verse entrecortada por el esfuerzo. Demasiados. Habia demasiados enemigos y aunque Arthur se las apañaba bastante bien con el hacha era cuestión de tiempo que los aulladores consiguieran herirle.

Seguí intentando matar a todos aquellos, pero cada vez veía que se complicaba y que yo no podía seguir adelante. Veía como mis fuerzas no podían más y llegaba a un limite agotador.

Miré a Evdane como le decía a Alyanna que se diera prisa. Lo único que yo pensaba era en que acabase con esto ya...

Respiro hondo antes de arrodillarme y coger mi simbolo sagrado entre mis manos. Es la hora de empezar a hacer mi trabajo, por lo que soy, por lo que sera y por lo que puede ocurrir bueno en mi vida.

Señor del alba, rezo por que me des el poder para poder acabar con lo que viene.

Arthur peleaba a dos armas espada y hacha, con el espadón a la espalda, pero las dos armas le venían bien con tantos enemigos, así podía matar a dos manos, a dos enemigos a la vez.

- ¡Veniiid todos, venid y MORID COMO PUTOS PERROS SARNOSOS!

Aun asi... no la podemos dejar ahi, y tendremos que usarla para matar a los semidioses no?

- El portal se va a cerrar. Que alguien agarre ese maldito artefacto y salgamos de aqui echando leches.

Alyanna ve como su signo se apaga como una vela al viento, ahora comprende horrorizada, que no hay nada que impida a la entidad invocada llegar y barrer el lugar... ¡Han llegado demasiado tarde! Solo pueden escapar, si es que se lo permite la marabunta de aulladores que se aplastan contra la barrera que provocan Arthur, Eleyna y Evadne, a pesar de sus intentos son heridos, son demasiados y como sigan asi les barreran de la existencia. 

Entonces con un estallido todas las vidrieras del templo se rompen a la vez y parte del tejado empieza a caer contra el suelo provocando un estruendo, en tanto que el arma sigue flotando, como riendose de la situación que ha provocado.

- ¡Estoy harto de esta jodida mierda! ¿Te crees que puedes reírte de mí? ¿ESO CREES?

Y diciendo eso, Arthur cargó contra el arma,  contra la luz verde, a grandes zancadas, sacando el espadón de su espalda en un fluido movimiento y moviéndolo por encima de su cabeza, para golpear con todas sus fuerzas. Para que cayera como una guadaña de verdad contra la guadaña rara verde.

- ¡Creo que no entiendes algo, maldita cosa sobrenatural de mierda! ¡Cagarruta cósmica! ¡TE ESTAS ENFRENTANDO A ARTHUR SILVER! - Los salivazos salían de la boca del guerrero mientras golpeaba salvajemente, mientras atacaba con una habilidad ultraterrena. - ¡Y NO ME VOY A RETIRAR! - En los ojos del guerrero ya sólo estaba la locura.-  ¡Voy a estar aquí hasta matar a todos tus esbirros ridículos, voy a destriparlos como perros putrefactos Y A TI EL PRIMERO! ¡PORQUE ME TIENE MÁS MIEDO A MI QUE A TÍ, QUE NO ERES MÁS QUE UNA PUTA MIERDA! MUEREEEEEEE

Con heridas en mi cuerpo, seguía afrontando aquella lucha. No podía rendirme, ya que una bárbara nunca se rinde, siempre va a más. Las palabras de Arthur sonaban en mi cabeza, y hacía que sacara más fuerzas de mi interior para acabar de una vez por todas con esta lucha infinita y pesada.

Dioses replico mientras me levanto horrorizada y miro la maldita guadaña. Los gritos de detras mio hacen que simplemente reaccione, no voy a dejar que muera nadie en este tiempo y lugar y menos Arthur, aun tenemos muchas cosas que hacer y tambien tengo muchas cosas que  contarle.

Alzo la mano para coger esa maldita guadaña. Te voy a sacar de aqui aunque me pueda doler. Por mi, por ellos sobre todo.