Partida Rol por web

Resolución Turno 029

El tiempo voló más que pasó y la conversación se hizo ameno. Fue extraño después no darse cuenta de que apenas se dijo nada de importancia y sentirse a gusto de aquel modo con un extraño no era algo común en ella.

El fauno se retiró después de algunas nuevas intervenciones. Y después se levantó Aezrel.

Me alegro de que al fin hayas podido venir. Es importante que estéis todos. Todos sois importantes.

El gnomo le miró a la cara con inusitada seriedad.

Siempre fuiste una pieza algo suelta. Pero ajustarás, no me cabe duda. A la hora de la verdad harás lo correcto.

Dejó pasar unos segundos

Me voy. Tengo trabajo y viajes que realizar. Mis clientes no esperan. Volveremos a vernos. No me cabe la menor de las dudas.

Y dejó dinero para pagar las consumiciones y se marchó subiendo las escaleras probablemente hacia su cuarto, donde debía hospedarse.

Alariel se quedó allí sentada en las sombras apenas unos minutos hasta que llegó la diligencia. No podía creerlo. Estaban todos allí. Los viejos amigos. Pensó que nunca les volvería a ver. Pero fueron apareciendo todos, uno a uno por la puerta.

Resolución Turno 029

El camino desaparecía rápidamente bajo las patas de los jumentos que tiraban de los carruajes. Mirelle y Ecthelion jugaron un rato a Nakris.

Las piezas desaparecían de un lado y aparecían en el otro fastidiando al enemigo. Además el juego aceleraba el ritmo cada poco tiempo de modo que muchas veces era más la suerte que la pericia la que determinaba el resultado de la contienda.

Nerguel había permanecido callado desde que había aparecido la dama, absorto en sus cosas y Berick se mostraba incómodo, mirando frecuentemente por las ventanillas. El tiempo pasó y dejaron finalmente el lago atrás. Federin era la próxima parada en el camino y cuando la tarde comenzaba a transformarse en noche pararon. Estaban a las puertas de una posada.

Federin. El pueblecito es pequeño pero quien vive en ella no es pobre. Federin es un agradable pueblecito de campesinos que poco a poco se han convertido en algo más. La tierra fértil ha llevado riqueza y dinero a este sitio.

En una colina está el antiguo castillo del Lord. Vacío y abandonado desde hace tanto tiempo que nadie recuerda siquiera el nombre de la familia que albergaba, ni el símbolo ni los penachos de su emblema. Poco a poco la gente va poblando este nuevo lugar al olor del dinero y nuevas propiedades se van adquiriendo y nuevas casas se construyen con techos firmes. El pueblo puede que en el futuro sea algo más.

No se pagan impuestos a Bentara pero la relación es cordial debido al comercio. El camino y las diligencias traen mercancias y comisiones y el círculo de mercaderes de Federin hace las veces de ley allí. Frot, el competente sanador del lugar, se encarga de que poca gente muera a pesar de cobrar bastante más dinero de lo acostumbrado pero por lo general la gente paga de buena gana.

Dormiremos aquí. Mañana tardaremos en salir. Hay que cambiar algunas mercancías así que tendrán un par de horas después de desayunar para ver Federin si así lo desean.

La posada tenía el nombre "Posada del Timbre y la Pandereta" y dentro el ambiente era agradable.

Descansaron sus huesos en una buena mesa. Berick fue recibido efusivamente por una mujer pelirroja y dos niñas. Se marchó con ellas despidiéndose de un modo algo atropellado. Sacó su equipaje que constaba de poco más que una mochila rellena.

Nerguel se sentó en la mesa y rápidamente volvió a mezclar sus hierbas y beberlas torciendo el gesto.

Lo que nadie esperaba era encontrar alguien más.

Alariel. La umli era la única componente del grupo que no habían encontrado todavía. Varias cosas recordaban de ella.

Su picardía y su extremada belleza. Era una persona versátil aunque alguno habría dicho peores cosas de ella se podría decir que vivía un poco de cada cosa. Sabía moverse en las calles y muchas veces les había ayudado en la infancia a evitar a Beris y su persecución.

Por su parte Alariel no podía sorprenderse más. La vieja pandilla estaba completamente reunida. Los recuerdos llegaron en cascada y la persona que les había juntado y protegido, la bella señora, también recaló su memoria.

Se sentaron, por supuesto, todos juntos y mientras los cocheros y el posadero preguntaba qué iba a cenar cada cuál comenzaron a ponerse al día. Llevaban compañía. Un hombre vestido en negra túnica y de raza Quaidu le saludo enseñando aquellos extraños dientes. Una dama extrovertida se apresuró a presentarse a sí misma y se mostró muy interesada al ver que eran amigos de la infancia.

Iba a ser una buena noche. No todos los días las viejas amistades volvían a juntarse.

Unos se quedan y otros se van.

Dijo el mentalista

Lo siento, pero tengo negocios aquí y debo reunirme con un comerciante. Me hospedaré en su casa.

Me alegro de haberos visto y seguro que nuestros caminos se volverán a cruzar. Cuando haya terminado lo que tengo que hacer aquí iré a Bentara. Nos veremos pronto.

Y después de cenar se marchó perdiendose en las calles del pueblecito.

El Quaidu saludó a la nueva integrante.

Encantado de conocerla. Soy Nerguel. Y viajo de un lado a otro. Ahora me dirijo a Bentara.

Y metió la nariz aguileña en su infusión bebiéndola a grandes tragos a pesar del acre aroma que despedía.

Hola

La damisela saludó afable a la recién llegada. Llevaba una larga vara de caminar, una camisa azul y pantalones de montar. Y tenía una sonrisa espontánea y alegre. Llevaba con ella una pequeña mochila. Era la típica persona que caía bien con rapidez y pronto empezó a hablar de todo y todos.

Una nueva reunión. Era momento de celebrar nuevamente y la cena estaba incluida en el billete junto con la noche en la posada de modo que después de cenar las bebidas comenzaron a correr...

Turno 030

El viaje se hizo ameno jugando con Mirelle. Era simpática en extremo, por lo que resultaba difícil sospechar de ella. Aunque no estaba de más ser prudente, claro está. Sin embargo, no podía evitar desear tomar riesgos. Quizá la invitara a beber aquella noche...

Cuando llegaron Fenderin, las cosas se precipitaron.

¡Alariel!

Era curioso que estuviera pensando en si era o no prudente fiarse de una mujer cuando estaba a punto de aparecer la chica que le enseñó a desconfiar. 

Querida Alariel, ¿cómo tú por aquí? Ahora sí que estamos toda la pandilla reunida. Es increible. Sólo falta la Bella Señora. Pero quién sabe, quizá aparezca más adelante. 

Pero Alberic no seguiría de momento. Sus negocios le apartarían del grupo. 

Buen viaje, camarada. Ha sido dichoso volver a vernos. Espero que no sea la última vez. Le dijo mientras le daba la mano con fuerza. 

Mientras se marchaba, Ecthelion se sintió incompleto por un momento. 

Pero era hora de cenar un poco y ponerse al día. 

Turno 030-B

Se sentaron alrededor de una mesa. Ecthelion reservó un sitio a la electrizante Mirelle. Pidió algo suculento de comer. Tenía apetito. Pero, sobre todo, quería beber vino. 

Qué vino tenéis, buen hombre? Interrogó al posadero.

Era hora de hablar, narrar, comentar...

Alariel, qué sorpresa más grata. Si nos dices que te diriges a Bentara, será toda una alegría. Aunque, sinceramente, no me sorprendería. El cúmulo de sucesos acontecidos últimamente me habla de causalidad, no de casualidad. Descubrir la razón es lo único que me intriga. Pero, ¡qué desconsiderado! Por favor, cuéntanos tus andanzas de los últimos años. Luego te contaremos con quién nos hemos encontrado últimamente. Por supuesto, se refería a Beric, pero no quería adelantar acontecimientos. 

Turno 030

Estaba prestando especial atención al juego, puesto que recordaba que sería una buena baza hablar de este juego o jugar con el encantador, según le recomendó el simpátAico enano que le vendió la piedra con talla de caballo. Si, luego quieres, me gustaría practicar de este juego. A su hermano y a su marcial comentario, le miro levantando una ceja, ya que pensaba en que como le siguiera el mal fario la cabeza que rodaría sería la suya.

La mejor de las sorpresas, justo cuando Alberic se despedía, nos encontremos a Alariel, y también había madurado, la niña que recordaba que atraía las miradas, ahora seguía pareciendo una niña pero ya no lo era y ese gato como la dueña no aparentaba haber envejecido. Mientras Ecthelion Enrai adulaba a Alariel -¿Este gato es tuyo?  le preguntó mientras le rascaba debajo de las orejas y este se frotaba con gusto. Luego se abrazaron, y no fue hasta más tarde, cuando todos hablaban de sus cosas en mesa y con muchos frentes abiertos, que dentro de esa peculiar intimidad le hizo saber de su luto, o de la dicha de haber recuperado a su hermano.

En cuanto el cochero abrió la veda, no tuvo la menor duda de en que dedicaría ese par de horas que disponían, esa misma madrugada el tiempo no le había dejado dar un buen paseo y no le iría nada mal coleccionar alguna que otra de las plantas de la zona. 

En cuanto le llegó el turno de probar el Nekris, se concentro lo más que pudo, y agradeció haber podido presenciar previamente una partida, pues aun que pareciera fácil, una vez en juego las piezas parecían acelerarse mas.

Aprovechó una de sus idas a la barra de la posada, para preguntar precios y habitaciones disponibles, la última noche entre una cosa y otra había terminado durmiendo sola, y hay cosa que son mejor contarlas desde la almohada, las que suelen ser confidencias y quizás en ese ambiente nos pondríamos al día de los chismes.

TURNO 30

Observador en el silencio, intentando aprender, pero con la mente más allá. Objetos, combates, odiados conocidos ...

Turno 30

La sonrisa de Alariel es de oreja a oreja cuando ve a todo el grupo reunido.

- Por todos los dioses... esto... esto... - hace un gesto de no sabe cómo seguir - increíble... Sí, me dirigía a Bentara para volver a ver a mi hermana y a visitar la tumba de mi padre... Y no esperaba encontrar a nadie conocido...

Le da la mano educadamente al Quaidu y a la dama, sobre todo fijándose en ella.

- Encantada. Soy Alariel.

Coge al gato y sus bártulos de la otra mesa y se sienta junto al grupo.

Mira Pantalomón - habla al gato - estos son mis antiguos amigos...

El gato ronronea de placer mientras le acarician detrás de las orejas.

- Jo, cómo me alegro de veros... nunca pensé que volviera a estar con alguno de vosotros... Tuve que... - mira al suelo un poco azorada - que desaparecer precipitadamente y no he vuelto a Bentara en más de 4 años...

- Desde entonces... bueno... me he ganado la vida de un sitio a otro... nunca he estado quieta... ¿Y vosotros? ¿Por qué vais a Bentara y todos juntos...?

Se detiene y medita un poco.

- Es extraño... Había aquí un gnomo... hace un momento... y dijo cosas extrañas sobre el grupo... algo así como que teníamos que estar todos juntos... extraño. Parecía conocernos bien...

Mira a un lado. 

- Pantalomón... ¡deja eso! ¡vamos! - le comenta al gato que intenta coger el fuego de la vela sobre la mesa.

Turno 030 bis

Ese gnomo... que parece conocernos, parece que nos anda siguiendo. Eso si es el mismo que me encontré cuando empezamos el viaje... Amdon parecía absorta en sus pensamientos y a la vez escuchaba como ponían al día a Alariel, sobre el inesperado encuentro, también se le contó el suceso que horas antes habían presenciado y protagonizado. Y por último el desagradable reencuentro con el ahora capitán de la guardia de Bentara, el Sr.HardFist o el pelele de Beris como solían llamarle. 

Por su parte, Amdon le contó su motivo de este viaje a Bentara, púes suele usar una planta llamada Akbutege para sus curas, y sabía que para conseguir un buen precio debía desplazarse.

Mirelle viste caro y sus posesiones tienen calidad. Es una persona de dinero. Su bolsa no puede ser ligera.

Turno 030-C

Ecthelion se quedó sorprendido por la respuesta de Alariel sobre el Gnomo. Aunque, por otra parte...

En efecto, a eso me refería. Intuyo que hay una causalidad en todo ésto. Aunque suene difícil de creer, pienso que algo o alguien nos ha empujado sutilmente a reencontrarnos. Ese gnomo de quien has hablado... ¿cómo era? ¿Y qué te contó exactamente?

La conversación se alargó mucho rato mientras cenaban y bebían. En algún momento el arcanista preguntó al grupo qué querían hacer al día siguiente. 

La ciudad parece interesante si queremos hacer compras, pero me llama mucho más la atención el castillo abandonado. Probablemente no será tan comercial, pero sí una buena excursión. ¿Qué me decís? A alguien le apetece explorar las ruinas por la mañana en vez de gastar dinero en tiendas?

Sí. Eso. ¿Cómo era el gnomo? ¡Intuyo un misterio en vosotros!. Haha

Mirelle esboza una sonrisa.

Si no estuviese contratada ahora mismo intentaría desentrañar vuestro misterio. Tal vez hasta daría para un libro. "El gnomo misterioso y el reencuentro de los amigos"

Las últimas palabras las había dicho imitando la declamación de los juglares. Se puso roja al ver que todo el mundo le estaba atendiendo.

Ecthelion sugirió ir a explorar el castillo.

Me apunto si no os importa. Siempre es bueno algo de exploración y tal vez haya algún tesoro escondido. Pero no puedo faltar a la diligencia mañana. Mi contratador se enfadaría.

¡Dejad tranquilo el castillo! Una maldición pesa sobre la familia que lo habitaba y han pasado muchos años desde que se abandonó. Nadie que haya ido a mirar ha vuelto.

Ahora Nerguel, con aquella mirada extraña y sin brillo parecía realmente un pájaro de mal agüero.

Comprendieron las palabras de Beris cuando se lo dijo y no les parecieron exageradas en aquel momento.

TURNO 30B

Se rascaba el mentón con aire pensativo.  -Qué graciosilla la muchacha con lo del librito. Pensaba para sí. De todas maneras, cuando seamos viejos será lo que nos quedará. Contarlo a los nietos, y si no tenemos, o se escapan de las historias del abuelo cebolleta, habrá que escribirlo. De todas maneras tenía algo pendiente. Y no solo lo que nos trae entre manos, sino además el ansia de arrancarle al desgraciado aquel la cabeza, sería una marabilla de placer. Para mi, claro, no para el.

Y sigue mirando el juego.