Partida Rol por web

-¡Buenos días Alexander!-La chica de la cafetería te dedica una enorme sonrisa. Siempre andaba sonriendo así, curiosamente-Hoy no tienes muy buena cara. ¿Te encuentras mal?-Es curioso que ella sepa tu nombre, cuando ni siquiera te habías molestado en aprenderte el suyo, no parece una mala persona-Entre tú y yo. No pruebes la leche sintética, es excedente de fabricación de HLO. No está muy buena-Te señala un pequeño brick cuadrado-Algunos lo llaman pasta de yogur. Es una especie de yogur sintético. Es una pasta superproteica y calcificada a más no poder. Sanísimo, claro. Y lo tenemos de dos sabores.-Asiente-Hoy hay fresa y plátano-Te señala luego los surtidores. Hay uno de leche sintética, de zumo de naranja a base de concentrado reciclado y de zumo de piña de la misma procedencia-El de piña hoy ha venido muy bueno. Aunque si puedes rascarte el bolsillo, creo que por 25 créditos venden uno en el economato que está de muerte. Es zumo de piña natural, ¿sabes? Está cultivada en Palaven, así que no sabe como las piñas de la tierra, pero es parecido y está muy rico.-Sonríe de nuevo-Bueno ¿qué te pongo?

Al mirar la cafetería ves que casi todos los reclutas ya están comiendo. Puedes ver a Rick, sentado en una mesa. Está acompañado de Aisha y otro chico que no conoces, aunque ninguno habla. Es bastante evidente que Rick no se encuentra muy bien. No tiene su sonrisa habitual, y juguetea con la comida, desganado, haciendo remolinos con su puré. Aisha lo mira de reojo de vez en cuando, tiene cierta preocupación en el rostro. El otro chico parece incómodo, trata de comer rápido, como si quisiera evitar estar sentado donde está. Lo que es curioso teniendo en cuenta que hay varios sitios libres.

Elhaine está sentada en una mesa ella sola. Al lado de la mesa, una soldado de la Alianza vigila que termine de comer para llevarla de vuelta a su barracón, o eso asumes.

Puedes ver a casi todos tus conocidos. Pero no encuentras a Migby ni a Kesh.

Alexander escuchó las explicaciones de la encargada sin mostrar demasiado interés, aunque seguía con la mirada cada uno de los alimentos que le indicaba. A él todo le parecía igual de poco apetitoso, de modo que se encogió de hombros y señaló la pasta de yogur que ella había tenido el detalle de recomendarle.

- Ponme eso, por favor.- pidió mientras echaba otra ojeada al comedor. ¿Sería sensato acercarse a Rick después de lo que había pasado y aún más teniendo en cuenta que había gente alrededor?- De plátano.- añadió mirándola de nuevo.- ¿Podrías recordarme tu nombre?- preguntó entrecerrando los ojos, intentando recordar si alguna vez se lo había dicho. Tampoco tenía muchas ganas de pensar.

-Sienna-Responde con otra sonrisa-Aquí tienes-Te pone en una bandeja dos bricks de pasta de yogur. Debería haberte puesto sólo uno, dudas que haya sido un despiste-Si tienes más hambre, no dudes en volver. Siempre que sobre podemos dar de más a los reclutas que tengan un estómago un poco más profundo que el resto-Asiente-Total, todo lo que no se come pasa a la procesadora y se recicla para el día siguiente, así que...-Se encoge de hombros, la verdad es que pensar en la comida de esa manera se te hacía algo extraño, aunque estuviera dentro de lo habitual en una nave en medio del espacio. En ese tipo de navíos nada se desperdicia-Bueno. Trata de disfrutar de la comida.

Se queda un momento mirándote.

-Por cierto... hoy la Capitana se ha puesto enferma-Dice algo preocupada-Se han suspendido los entrenamientos obligatorios por hoy...-Se cruza de brazos, jurarías que puedes llegar a oír un "Menos mal, porque tienes una mala cara...", aunque ella no ha abierto los labios-Luego me pasaré a llevarle algo de comer. Lo digo porque esta tarde el servicio de merienda estará suspendido por ello.

- Gracias por avisar.- respondió asintiendo y recogiendo su bandeja.- Y gracias por el extra, Sienna. Creo que me irá bien.- intentó sonreír para ella, pero no le salió. Volvió a asentir en señal de agradecimiento y se alejó.

¿La capitana, enferma? Eso sonaba algo raro, especialmente teniendo en cuenta que Zoe se iba ese mismo día. No sabía qué pensar al respecto, pero en el fondo deseaba que no pasara nada más entre ellas dos. Al fin y al cabo, ya había tenido suficiente con las miradas de desaprobación de su superior al enterarse de que su madre iba a quedarse por allí como si fuera su nave. La Minerva ya tenía suficientes invitados.

Miró hacia donde estaba Rick y se acercó lentamente, dudando en cada paso que hacía. Al llegar, se sentó delante de él sin mirarle mucho.

- Buenos días, Rick. Tengo que hablar contigo.- dijo juntando las manos en la mesa. Quizá así Aisha y el otro se darían por enterados.

Aisha te mira, al ver la seriedad en tu cara se levanta y, sin decir nada, se marcha. El otro chico parece algo confundido, pero parece captar la indirecta y también se va.

Rick por su parte levanta la vista y te mira a la cara. No tiene muy buen aspecto, no parece haber dormido muy bien.

-¿Sí?-Responde desganado, sigue jugando con la comida, te aparta la mirada. Era raro verle así, desanimado-¿Qué quieres? 

Alexander esperó a que esos dos se alejaran y entonces apartó la bandeja con un gesto rápido. Se inclinó hacia adelante, apoyándose sobre sus brazos y acercándose a Rick para hablar en voz baja.

- Anoche te hice mucho daño y me siento muy mal por ello.- le dijo con un tono afligido.- Quiero que sepas que nada de lo que dije es cierto. Es decir... No quería decir nada de eso. Ese no era yo, ¿entiendes?- ¿Cómo iba a entenderlo? Se pasó una mano por el pelo y negó con la cabeza.- Escucha... Tengo un problema. Hay algo que no va bien en mi cabeza. No sé si es que estoy loco o qué, pero...- A la mierda...- Tú me gustas mucho. Muchísimo. Eres el mejor chico que he encontrado en esta nave y también en la academia. Eres una persona maravillosa y te admiro por muchas cosas.- hizo una pausa y miró a su alrededor para intentar disimular que se estaba poniendo al rojo.- No te mereces nada de lo que te dije y eres el último a quien me hubiera imaginado gritando. Por eso tienes que entender que anoche... No sé qué pasó, pero no fue normal. No pienso nada de lo que te dije. ¿Estoy loco? Creo que fue un episodio de locura...- suspiró y dejó caer la cabeza sobre la mesa.- Tengo que explicarte algo, pero aquí no.- volvió a erguirse y miró a Rick fijamente.- ¿Aún confías en mí? Por favor, Rick, dame una oportunidad y te daré explicaciones...

Rick baja los ojos a la comida.

-Han cancelado los entrenamientos...-Suspira-No es que tenga nada mejor que hacer...-No parece muy confiado, pero sientes que está habiendo un movimiento de resistencia en su interior. Se está esforzando en creer. Tratas de no echar cuenta a la forma en la que ha ignorado tus comentarios afectuosos, entiendes que el daño que estaba hecho no podía desaparecer tan pronto. ¿O sí? nunca se sabe.

-¿Dónde pretendes que nos encontremos?

Levanta la vista y se encuentra con tus ojos ¿Es ilusión eso que notas en su mirada? 

Alexander casi dio un bote de alegría cuando vio que Rick no se había marchado a mitad de la explicación. Si estuviera en su lugar, quizá él lo hubiera hecho.

- Donde tú quieras.- respondió con una discreta sonrisa de esperanza. ¿De verdad Rick iba a creerle? Cada vez lo admiraba más.- Eso sí, preferiría que estuviéramos a solas. Podemos ir donde te apetezca y te sientas más cómodo o seguro.- aquello quizá sonaba extraño, pero no podía mejorarlo mucho.- No quiero que me tengas miedo ni que me odies...- dijo con un hilo de voz. Siguió mirándolo intentando no quebrar con un gesto violento la frágil confianza que habían recuperado.- Lo que pasó no se volverá a repetir, te lo juro. Antes que eso me tiraría por la escotilla para perderme en el espacio.- bromeó, aunque el pensamiento no le parecía del todo irracional.- ¿Tu barracón? ¿El mío? ¿Alguna sala que te guste? Lo que tú prefieras...

Rick parece un poco aliviado-Vaya...-Dice-Ahora pareces un poco yo-te mira, aunque se nota que aún le duele hacerlo-Nada de barracones.-Niega con la cabeza-Vayamos a la cubierta de observación D. Allí nunca hay nadie. Bueno. A veces Elhaine. No sé si sabes que está suspendida y no le permiten salir de su barracón...-Suspira-Bueno, eso no tiene nada que ver...-Se levanta-Te veo allí en una hora.

Su alivio te reconforta, pero en su voz sigue habiendo una seriedad no muy natural en él. Es posible que lo que ocurra en una hora determine el curso que llevará vuestra relación.

El tiempo pasa. Es la hora. Sigues las instrucciones  del mapa de abordo para llegar a la cubierta de observación. Allí no hay nadie. Esperas un rato, hasta que temes que Rick se ha cobrado su venganza dejándote plantado, pero aparece. Un poco tarde. Pero aparece. Rick no iba a dejar de ser Rick sólo porque la situación fuera importante ¿No?

-Te dije que no habría nadie...-Se apoya en la baranda, mirando al espacio. Verlo tan reflexivo era antinatural, hasta el punto de que daba un poco de lástima.-¿Qué querías contarme? Parece serio...

La vista del espacio era preciosa, como siempre. Si algo bueno había en ir de aquí para allá constantemente en una nave era poder contemplar ese paisaje infinito de contrastes oscuros y brillantes. Por supuesto, la idea de que entre la nada absoluta y el oxígeno sólo había algo de metal o lo que fuera que compusiera la Minerva tampoco era demasiado reconfortante.

Alexander movió la mano, llevándola instintivamente al hombro de Rick, pero se detuvo antes de hacerlo. Carraspeó y se acercó a la barandilla para apoyarse en ella de espaldas a la ventana. Suspiró y aclaró las ideas en ese momento de reflexión. No le gustaba nada ver a Rick así, y aún menos si había sido por su culpa. Por suerte tenía la oportunidad de arreglar las cosas y lo único que hacía era repetirse mentalmente: "No la cagues".

- Sí que es serio.- respondió después del silencio.- Probablemente hayas visto la peor parte de mí, Rick.- confesó asustado.- Ni siquiera sé exactamente de dónde ha salido.

Volvió a suspirar y se frotó la nuca. ¿Por qué era tan difícil? Él no tenía ni idea de lo que había pasado y ahora tenía que contárselo a Rick. ¿Cómo conseguiría que confiara en él si ni siquiera él mismo podía hacerlo? De nuevo tenía ganas de gritar por frustración, pero aquello no ayudaría demasiado en la tensa situación del momento.

- Justo después de lo de anoche, fui a hablar con mi madre. No sé si sabías que está aquí, en la Minerva. Ella forma parte de la Alianza, ¿sabes? Es una experta en infiltración. Nunca me ha hablado demasiado de su trabajo, pero sé que es buena y que tiene poder. No sé hasta qué punto, pero lo tiene.- explicó lentamente. ¿Usaría ese poder para experimentar con su propio hijo?"- Como ya sabrás, soy un biótico. Mi madre nunca me ha revelado cómo conseguí este poder: normalmente el embrión debe entrar en contacto con elemento zero porque los humanos no desarrollamos la biótica de forma innata.- no pretendía darle una clase pero quería darle contexto y antecedentes.- Bueno... Pues ayer sí que me lo reveló a medias. Me dijo que el contacto con eezo no había sido accidental ni de lejos. ¿Experimentaron conmigo? No lo sé y no me lo contó. Como siempre, me lo ocultó.

Su voz se estaba tiñendo de un tono amargo. No le gustaba desconfiar de su propia madre ni dejarla como una mala persona delante de otros, pero se lo había ganado a pulso. ¿Qué diablos había hecho y por qué seguía negándose a contárselo?

- Creo que estos experimentos, fueran los que fueran, me han afectado de alguna forma. Por lo visto, no es la primera vez que tengo uno de estos... arrebatos.- desvió la mirada y la clavó en el suelo.- Pero sí que es la primera vez que soy consciente de ello. Y créeme... es lo peor que me ha pasado nunca. Cuando estaba delante de ti, viéndote tan de cerca y oyendo mis propias palabras, me sentí encerrado en mi propio cuerpo. Como si hubiera dos Alexanders: uno que desataba una ira irracional y otro que observaba impotente desde las profundidades de mi mente.- se llevó ambas manos a la cabeza y suspiró. ¿Estaba enfermo?- Todo lo que te dije... ¡No sé de dónde salió! Fue como si me poseyera algo...

Se despegó de la barra y se acercó a Rick, buscando su mirada y su atención. Quería cogerle de la mano, abrazarlo y lamentarse sobre su hombro para demostrar que no estaba mintiendo. En vez de eso, se quedó muy cerca de él, cortado y asustado.

- Hay algo horrible en mi interior. Cuando estoy con la gente que me importa, siento sus emociones, o eso creo. Siento la cercanía que hay entre nosotros. Sin embargo, también siento cómo podría romperos el corazón en pedazos si quisiera y eso me da mucho miedo. Sobre todo porque he estado a punto de hacerlo.

Dejó de resistir a la tentación y cogió una mano de Rick con las suyas, aferrándose a él para no caer en la desesperación.

- No sé qué me pasa, pero no me gusta. ¿Me habré vuelto loco con los experimentos? ¿Será que no puedo controlar mi poder biótico? ¿Y si soy una bomba a punto de estallar?- preguntó casi sin respirar.- Necesito que alguien me ayude, Rick, pero sólo puedo desconfiar de mí mismo.- soltó a Rick y se apartó de él.- Dios... No sé por qué espero que confíes en mí...

Rick escucha atentamente. Posiblemente le esté costando. No lo sabes y te sientes extraño por no saberlo. Parece que no puedes atender a los sentimientos de otros cuando estás expresando los tuyos. ¿Sería aquello otro reflejo de egoísmo humano? ¿O es que quizá aquella... cosa que había en tu interior se había apaciguado? ¿Y si usarlo de vez en cuando era la forma de mantenerlo a raya? No. Qué estupidez. Destruir a una persona para que otras estuvieran a salvo... incluso aunque funcionara así ¿Podías permitírtelo?

-Supongo que no puedes...-Responde Rick y una parte de ti sabe lo que va a decirte-Supongo que no puedes pedirle a nadie que confíe en ti cuando no puedes confiar en ti mismo...-Suspira. No parece estar diciéndolo con mala intención, pero duele-Pero puedo entenderlo.-Suspira-Y sé de dónde salió todo eso.-Te mira de reojo, ahora que te has callado puedes volver a verlo. Está asustado-De... mí.-Niega con la cabeza-Es por eso que te creo... ¿Cómo si no podrías saberlo?-Agacha la cabeza-Si ni siquiera yo me había dado cuenta de que te tenía tanta envidia...-Deja un par de segundos de silencio antes de continuar-Yo... tenía tanto miedo. Podías ver a través de mí como si estuvieras dentro de mí. Fue... extraño. Sigo sintiendo tus ojos por la noche, y me atormentan...-Se evade, abrazándose a sí mismo-Aún ahora puedo sentirlos. Ahora mismo. Puedes verme. Y me aterra.-Niega con la cabeza-Y no por lo que puedas decirme, no por lo que puedas usar en mi contra... sino porque... puedes ver al verdadero Rick Denton-Hace un gesto de desagrado con la cara. ¿Tiene asco de sí mismo?-Y, francamente, no entiendo qué puedes ver ahí que te atraiga. 

Se separa de la barandilla, se separa de ti.

-No eres un monstruo ¿sabes? Creo que simplemente ves a las personas como realmente son-Te evita de nuevo la mirada-Y eso da miedo. Creo que esta parte de ti siempre ha sabido que...-Te mira a los ojos un momento, sientes como si lo tuvieras atrapado. Tiene una mente tan débil. ¿Por qué? No lo entiendes. Sólo ves virtudes en él. ¿Por qué diría algo así sobre sí mismo?

-Y no sé si tiene que ver con esos experimentos...-Se encoge de hombros-O simplemente siempre estuvo ahí. La verdad es que no importa. La cuestión es... que está ahí.

Alexander iba negando con la cabeza a cada dos frases de Rick. Lo último que quería era que él se sintiera culpable por lo ocurrido o que creyera que eso había tenido razón de ser. Alexander recuperó la distancia perdida entre ambos y cogió a Rick por los hombros para darle confianza.

- Rick, tu vales muchísimo. Lo que he visto en ti, lo bueno y lo malo, te convierten en alguien asombroso. Precisamente al conocerte mejor tuve la oportunidad de descubrir tus virtudes, tus verdaderas virtudes.- miró a sus ojos, preguntándose si realmente podía ver a través de ellos. Se apartó un poco de Rick al recordar que acababa de explicar cómo su mirada lo atormentaba.- Si es verdad que puedo ver a la gente tal y como es... Entonces me alegro de poder conocerte bien. Si el Rick que he visto es el verdadero Rick, entonces me gustas aún más. Pero lo que te dije fue muy injusto y muy cruel, y en ningún momento me había pasado por la cabeza que fuera cierto. Es fácil decir que me tienes envidia... Y también que yo te envidio a ti. Por cómo eres incapaz de enfadarte con los demás, por la energía que le pones a todo, por lo convencido que estás de estar en esta nave haciendo lo que haces. A mí me gustaría tener todo eso.

Se quedó en silencio y suspiró. La envidia era algo muy humano, de modo que cualquiera podía ser acusado de sentirla. Se había aprovechado de su capacidad y de algo muy básico para romper a Rick. Aún no sabía por qué ni con qué fin... Quizá había sido una forma de desahogarse. No sabía qué era peor: pensar que tenía un monstruo dentro o que aquello lo había hecho él solo simplemente para desquitarse con alguien.

- Lo que quiero decir es que... Todo lo que te dije fue un gran error. No sé si se me fue la cabeza o si me poseyó un espíritu o si estoy loco, pero fue un grandísimo error.- se acercó de nuevo a él y alargó el brazo para cogerle de la mano.- Perdóname... Te prometo que nunca más volverás a oír una palabra desagradable de mí. Ni en sueños quiero volver a hacerte daño.- sonrió por primera vez durante esa conversación. Una sonrisa tímida y nerviosa escondida detrás de una barrera de miedo, pero sonrisa al fin y al cabo.- ¿Podrás perdonarme?

-Sí.-Rick mira de nuevo al espacio, pensativo ¿Dónde se había ido toda su energía?-Sí. Claro que puedo.-Niega con la cabeza-He oído cosas peores. Y he dicho cosas peores también.-Te mira de reojo-No soy un santo. A veces me enfado... Si no suelo enfadarme es porque...-Suspira-Es porque la gente no suele importarme lo suficiente como para enfadarme con ellos-Toca el cristal.-Son... parte del decorado. Están porque tienen que estar...-Sonríe un poco, como si se hubiera dado cuenta de algo-No me importan nada, y sin embargo son la razón por la que estoy aquí.-Se encoge de hombros-Eso es de locos-Mira tu mano sobre la suya. Aprieta los labios.-Quiero ayudarte.-Dice-A saber lo que te pasa.-Hace un gesto enérgico, aunque se nota que es fingido. Con el gesto quita su mano de la tuya. Finge ser un tontaina de nuevo y se rasca la parte baja de la nuca-Aunque no sé por dónde podríamos empezar.

Sea como sea, parece que Rick está dispuesto a seguir hablando contigo. Ahora lo sientes más cerca, tanto como para que su fachada de chico vital y alegre deje de ser necesaria. Podías sentir que seguía estando ahí. Quizá era su esencia que había caído oculta bajo su propia coraza la que estaba hablando ahora. Ahora parecía ser consciente de sí mismo. Se odiaba, se daba asco, pero al mismo tiempo acababa de aceptar que ese era él. Un sentimiento de alivio recorre tu mente. Definitivamente aquel instinto se había dormido. Ahora que Rick afrontaba esa parte de él mismo que le aterraba.

Tu mente se aclara a medida que su determinación vuelve a la normalidad. O incluso se vuelve más fuerte. El vínculo que os une es doloroso, pero prácticamente inquebrantable. Ahora puedes mirarle y decirle "Somos amigos, amigos de verdad". ¿Quién sabe? En el futuro podría ocurrir el milagro.

-Creo que es hora de hacer algo productivo. ¡Nada de aprovechar que la capitana está enferma para perder el tiempo!-Te dedica una sonrisa leve, pero posiblemente la más sincera desde que le conoces-¡Te veo por ahí! ¿Sí?

Sale caminando deprisa del área de observación. Te sientes tan tranquilo... casi energizado. ¿Qué acababa de pasar? 

Alexander vio marchar a Rick con expresión de intriga. ¿De verdad había descubierto al Rick verdadero debajo de esa alegría que tanto le caracterizaba? La idea le parecía increíble, aunque también un poco desconcertante. Pese a todo, sonrió sin saber exactamente por qué. Después de esa conversación se sentía más cercano a Rick y más ligero, dispuesto a perdonarse a sí mismo por lo que había hecho. El camino sería largo pero más placentero si lo recorría con la gente adecuada.

Después de unos instantes a solas, se apartó de la ventana y asintió para sí mismo, reafirmando lo que había dicho Rick antes de irse. Tenía que ponerse en movimiento, hacer algo productivo para sentirse mejor. Ahora que había arreglado, más o menos, el problema con él, podía centrarse en la misión... o en las prácticas. Decidió visitar el campo de tiro para afinar su combate a distancia.

En el campo de tiro podrás entrenar las siguientes habilidades:

Combate a distancia, Creación (Munición térmica), reparaciones (Hasta 2)

Alexander fue al campo de tiro y se preparó para practicar la puntería. Si quería seguir alzando a sus enemigos por los aires, tenía que asegurarse también de poder acabar con ellos rápidamente con la pistola.

-¿1920 puntos?-Una de las chicas en la galería se acerca a tu pantalla de puntuación-Guau. Debe ser tu primera vez en la galería, ¿Verdad?-Te sonríe, parece un intento un tanto extraño de aproximación-Bueno, al menos no le has dado a ninguna víctima inocente. Eso siempre es bueno-Te sonríe-A mí siempre se me escapa alguna... ya sabes, los nervios. Supongo.

Se queda mirándote un momento.

-Melissa Yon-Kai-Pone la mano por delante-Un placer. Soy una recluta en prácticas y estoy aprendiendo muchísimo de esta nave.

Alexander se giró para ver quién le estaba hablando. Frunció un poco el ceño al oír lo que decía. ¿Había intentado consolarlo por una puntuación demasiado baja? No lo había hecho como para tirar cohetes, eso era cierto. Le dio la mano a la recluta en prácticas y asintió.

- Alexander Sanna. Encantado de conocerte.- dejó la pistola a un lado y volvió a comprobar su puntuación.- No soy el mejor tirador, de eso no hay duda. Normalmente me ha bastado con la biótica, pero...- se encogió de hombros y volvió a mirar a Melissa.- Hay que mejorar en todo lo que puedas, ¿no?- sonrió sin muchas ganas. Aún no estaba demasiado cómo hablando con los demás después de lo sucedido. Tenía otras preocupaciones en la cabeza...

-¡Toda la razón!-Te responde con los ojos muy abiertos, te fijas en que tiene rasgos asiáticos, pero muy ligeros. Era normal en una tierra que se había globalizado tanto que casi todas las razas estaban ya remezcladas hasta hacer una sola y conjunta. Bueno, seguía habiendo casos sobresalientes y purasangres, pero no era común-¡Guau, biótica!-Suelta-Yo no sé cómo me sentiría con un poder así. No me dejan ni acercarme al departamento biótico por "seguridad"-Hace unas comillas con las manos-¿En mi opinión? Yo creo que si quieres integrarlos tienes que juntarlos con el resto-Se encoje de hombros-Pero bueno, eso es un tema para otra conversación-Sonríe y luego se pone un poco más seria-Verás... mi compañero Migby me ha dicho que te lo llevaste de asistente a tu anterior misión-Hace con la cara un gesto de esfuerzo, parece que está buscando las palabras, aunque te imaginas lo que quiere decir-No quiero pecar de presuntuosa. Pero... me gustaría que me llevaras a mí en la siguiente. ¿Qué me dices?

Te recordaba mucho a algunos compañeros tuyos de prácticas, todos ellos llenos de buenas intenciones y ganas de cambiar la galaxia.

Alexander desvió la mirada cuando ella comentó lo de integrar a los bióticos. Efectivamente, era un tema para otra conversación y un momento diferente. Había sido él quien había sacado el tema, pero no quería seguir ahondando en ello al menos hasta que tuviera menos reciente el problema con Rick.

En cambio, escuchó la petición con una sonrisa sincera. Se veía que Melissa era una chica entusiasta y comprometida con su trabajo. Darle esa oportunidad no le costaría mucho.

- Creo que es una buena idea.- respondió asintiendo lentamente.- Aunque no te lo puedo asegurar. Dependerá de la asignación en cuestión. Si veo la ocasión, pediré que te permitan ir con mi equipo. Tienes ganas de aprender y vivir experiencias más realistas, ¿eh?- preguntó con curiosidad genuina.